Ahora, una dimisión por acoso sexual

Después de que Errejón haya decidido partir por la mitad lo que queda del partido de Iglesias, han empezado sus problemas: el lunes, la dimisión de Clara Serra, ex número dos en la comunidad de Madrid, porque el líder le ha arrinconado; ayer, el concejal en Madrid, Pablo Soto presentó su dimisión por un caso de acoso sexual, además, muy extraño: pidió ayuda a una compañera para ir al baño en un bar por su minusvalía física, chica a la que no recuerda pero que le ha denunciado por acoso después de coincidir en otra reunión, forzando el cese de Soto, señalado y acusado por sus compañeras públicamente.

La tendencia perjudica al PSOE

Hasta el último minuto pensé que PSOE y Podemos se arreglarían aunque solo fuera por conservar los escaños que tienen. Felipe VI decidió sustraernos la última votación y a partir de ese momento exacto empezó a ganar el PP. Hoy, todas las encuestas dibujan tendencias similares en España, y eso es lo grave: el PSOE no sube sino que baja, el PP sube y consolida su ascenso, Ciudadanos cae y Podemos contiene su bajada pero vuelve a descender. En el caso de Vox, las encuestas dan resultados dispares. Así que todo apunta a que a Pedro Sánchez se le helará esa sonrisa que tan bien ensayada tiene el próximo 10-N.

Y encima, miente

Cuando los pensionistas vascos lleguen a Madrid por fin podrán manifestarse contra quienes les perjudican (y nos perjudicarán a todos a futuro): aquellos que no hacen su trabajo bien y llegan a acuerdos para mejorar sus condiciones vía presupuestos y en vez de ello convoca hasta dos veces elecciones y prorroga las cuentas de Montoro. Presupuestos que, como bien recuerda Aitor Esteban, llevan un aumento de las pensiones vinculado al IPC que luego sería mejorado. Ahora, Pedro Sánchez, que no articula ese incremento enredado en las encuestas, encima quiere apuntarse el tanto de lo que sí lograron otros.

No es la cultura, es la sensibilidad

No sé si una exposición ayuda a la reinserción de Jon Bienzobas. Tengo más claro que la polémica política no ayuda a nadie, ni a Alonso, por mucho que lo intente él y quienes dicen estar en sus antípodas ideológicas (y luego le regalan todo el protagonismo). De lo que no tengo duda es de que la presentación al autor que Josean Beloqui denuncia en Twitter no es correcta: el “compromiso político” de Bienzobas no es lo que le ha alejado de Galdakao, sino su participación en ETA. Y no fue detenido por azar: cumple una condena de 266 años que tampoco se menciona. Eso es lo injusto. Todo lo demás sobra.

Algo te han explicado mal, Leo

Leo Messi es el mejor jugador de fútbol en activo y, cuando se retire, será una leyenda a la altura de Pelé o Maradona. Pero como persona deja bastante que desear si se consideró maltratado cuando un juez le obligó a pagar a Hacienda lo que debía. No descarto tampoco que le hayan explicado mal cómo funciona esto de la recaudación y el reparto de la riqueza, ya que las estrellas del fútbol tienen entornos con tantos intereses como dinero mueven. En cualquier caso, estas declaraciones deberían de recibir una respuesta clara de la sociedad, especialmente del mundo del fútbol.

¿No es la foto que queríamos?

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El sitio no es glamouroso, Sarkozy tiene cara de querer irse, y el tuit de Rajoy (“se llevará un buen recuerdo de nuestra gastronomía”) suena bastante cutre. Pero sigo pensando que este conjunto responde a la reclamación de una parte de la ciudadanía: ¿no querían muchos ver a sus representantes comiendo un menú del día? Ahí lo tienen. ¿Ese es el almuerzo que deben compartir dos líderes? ¿Podemos permitirnos que, por sacarse una foto, dos personas influyentes no puedan comentar libremente asuntos de Estado?

La realidad, no la foto

Mariano Rajoy puede maquillarse, vía foto, todo lo que quiera, pero el partido que preside sigue acumulando realidades que no tapan fotos o maquillajes: José Luis Olivas, el presidente que sustituyó a Eduardo Zaplana al frente de la Generalitat “ha sido detenido por un millonario crédito supuestamente irregular” (‘El Confidencial’) cuando ocupaba puestos de responsabilidad en Banjaca, Banco de Valencia y Bankia.

A tope de casta

En ‘Vozpópuli’ lo cuentan de una manera impecable: “Pablo Soto Bravo, recibe desde su nombramiento la asistencia de su mujer, Irene González Martínez, en el desempeño de su nueva tarea (…) la cónyuge del edil ‘está prácticamente instalada en la nueva dinámica municipal’. ¿Pero en qué situación se encuentra? La versión dada por Pablo Soto es que el Ayuntamiento madrileño no ha contratado a su pareja ni tampoco entra en sus planes. Ahora bien, el partido instrumental Ahora Madrid, organización que sustenta el Gobierno local, admite que está ‘estudiando contratar a Irene González’, siguiendo una fórmula similar a la adoptada por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a la hora de fichar a su novio, Adrià Alemany”.

Dinero electrónico y solidaridad

Teresa Rodríguez, una de las puntas de lanza de Podemos, te soluciona el problema de Grecia en menos de lo que ocupa un tuit: “Intervención bancaria, impago selectivo, emisión de pagarés, dinero electrónico, reforma fiscal, ¡y mucha solidaridad!”. El mensaje le ha quedado bonito, pero la realidad se lo chafa: el dinero electrónico sigue sin ser una solución, y si hablamos de solidaridad, la deuda griega ya ha recibido dos “quitas” de no menos de 250.000 millones. Lo del impago selectivo y la reforma fiscal es tan burdo tratándose de Grecia que suena a chiste.

Los directores de Uber, detenidos en Francia

Los cargos: “Primero, porque Uber está realizando una actividad ilegal al ofrecer un servicio de taxi. Una acusación a la que se ha enfrentado en multitud países desde el comienzo de su actividad. La policía francesa alega también que Uber Francia está ocultando documentación en formato digital. Al parecer, tras su operación en las oficinas de Uber Francia, hay documentos perdidos que están entorpeciendo la investigación” (‘Hipertextual’). En el fondo sí están las protestas lógicas del sector del taxi, al que Uber hace una competencia desleal pagando las multas que reciben sus conductores por actuar sin licencia.

Lo imprescindible

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Va uno del PP y dice que es absolutamente imprescindible para la higiene democrática de Cataluña que Pujol comparezca. Pueden reírse si quieren porque parece un chiste. Y si parece un chiste es porque la realidad para los de la gaviota es amarga y triste. El autor del “sucedido” ha sido Alfonso Alonso (en ‘El Imparcial’), el portavoz en el Congreso de los diputados de un partido con tres tesoreros imputados, grandes tramas de corrupción como la Gürtel, o el equipo de concejales de Santiago de Compostela inhabilitado casi al completo. Pero no se cortan: piden para otros lo que no quieren para sí, y ni siquiera se sonrojan.

El modo es el mensaje

No he defendido a Jordi Pujol en esta columna, ni creo que lo haré después de conocer, de su propia boca, el modo en el que ha gestionado su fortuna. Pero tampoco defiendo la extrapolación que están haciendo algunos periodistas y políticos de este caso, usándolo como ariete contra el nacionalismo. Ni defiendo, de ninguna manera, el modo en el que se consiguió la información si es cierto lo que publica Iñigo Landa en su blog: “El Estado habría pagado el dinero a un alto cargo de un banco (que se entiende que sería la Banca Privada de Andorra) a cambio de la información, que luego se habría filtrado al diario ‘El Mundo’”.

El bipartidismo, a la baja

El sencillo gráfico que el activista del #15M, Pablo Soto, ha difundido a través de Twitter, debería dar que pensar, y mucho, en las sedes del PP y el PSOE. En el dibujo se ve la curva de los votos que han recibido ambos partidos juntos, que mantienen su propio acuerdo, tácito o explícito, para repartirse el poder gracias al bipartidismo, y es evidente que la tendencia, después del 15-M, es desastrosa. La bajada constante de apoyo de estas formaciones evidencia una crisis de confianza en lo que simbolizan y en el sistema de reparto de poder que han organizado, también en Euskadi.

Que hagan algo

Por mucho que lo lea, no lo entiendo: “Madrid no consigue contener a los ladrones de domicilios” (‘La Información’). Y me da igual que donde pone “Madrid” ponga “Donostia” o “Bilbao”, donde también se producen robos con una pasmosa normalidad. De verdad que no entiendo que los ayuntamientos, las policías locales, la Ertzaintza, la Nacional Española o la Guardia Civil (y en Euskadi contamos con las cuatro) no consigan poner freno a los robos en domicilios. Una realidad con la que, a vuelta de estas mismas vacaciones, se encontrarán no pocos vecinos cercanos.

Porque pueden hacerlo

Recuerden lo que han leído y fíjense en lo que van a leer: hace unos días hablábamos de los cambios en la principal red social de geolocalicación, Foursquare, y de cómo estos evidenciaban la ausencia de un modelo de negocio. Pero eso hoy me da igual: en ‘Alt1040’ explican que uno de esos cambios implica que la App sepa dónde nos encontramos aunque no se lo señalemos e incluso la hayamos cerrado. Es decir, el teléfono sigue emitiendo nuestra posición exacta. En un mundo en el que esto lo hace una firma comercial que pierde dinero, ¿de verdad que no se puede controlar a los atracadores?