La culpa es de los putos vascos

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La tía del Rey y hermana del Rey emérito, esa que no es familia real, según la Casa Real (qué bonitos trabalenguas nos regala la mezcla de actualidad e instituciones arcaicas), se ha tirado 40 años al frente de una sociedad en Panamá por miedo a ETA. Eso es lo que asegura en un comunicado emitido vía EFE en el que también reconoce que en el momento de su cierre, esto es, cuando su hermano abdica deja de tener “expectativas que justificasen su mantenimiento”.

Hacer la declaración con una sonrisa

La última ratificación de que en España muchos de los que pueden esconden capitales y, con ello, evitan pagar impuestos, llega justo cuando muchos autónomos tenemos nuestra pelea trimestral con el IVA. Por supuesto, no voy a dudar de la conveniencia de ordenar las cuentas, pero entiendo que algunos, como Paco Calavera, tiren de sarcasmo y de indignación ante el laborioso e inoportuno hito de la declaración trimestral en este contexto.

Esa demanda no existe

¿Cuántos de ustedes prefieren operar con su banco por Internet antes de ir a la sucursal y hablar con su comercial o cajero? Yo soy de los que utiliza tanto como puede el método tradicional. Y estoy seguro, además, de que derivar el negocio bancario a Internet es una nueva imposición de la empresa (en Magnet, ilustran la noticia con el Banco Santander) para abaratar costes, más que una decisión ante una demanda creciente. Creciente porque la imponen.

España no quiere nuestra Cultura

En El Español han encontrado una interesante historia (para esto sirven los digitales, para aportar valor añadido con noticias interesantes más que evidentes): “Sin dinero, no hay derecho al plurilingüismo”, concluyen después de exponer que la Secretaría de Estado de Cultura va a invertir 600.000 € en adquirir lotes de licencias de obras únicamente en castellano para sus bibliotecas electrónicas.

Una generación que nos hizo leer (y escribir)

Sigo con otra pieza interesante ligada a la literatura en un digital: Alberto Olmos en El Confidencial dedica su columna a aquella última generación de escritores que fueron auténticas estrellas con grandes contratos. José Ángel Mañas, Ray Loriga, Lucía Etxebarria, Juan Bonilla, Juan Manuel de Prada o Luis Magrinyà, se llevaron los últimos grandes cheques de la industria editorial en los 90, sin que la mayoría de ellos sean autores relevantes hoy, pero que acercaron a los libros a una generación entera. Actualmente, los adolescentes carecen de esos referentes.

El amigo panameño

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Micaela Domeq (la mujer de Arias-Cañete), Pedro Almodovar, el Rey de Arabia Saudí, Mauricio Macri, el presidente de Ucrania, el padre de David Cameron, el hijo de Kofi Annan, Michel Platini, Jackie Chan… Y otros que aparecerán, con párrafo aparte, en esta columna, son algunos de los que han defraudado a las haciendas de sus respectivos países creando sociedades en paraísos fiscales, y que hemos conocido gracias a “los papeles de Panamá” que analizan pormenorizadamente en El Confidencial.

Messi, el crack… de las “otras” finanzas

Un mes después de que la fiscalía española le acusara de evasión fiscal, Leo Messi y su padre habrían puesto en marcha una sociedad en Panamá, según leemos en OK Diario, con el objetivo, precisamente, de seguir haciéndolo. La noticia no ha sentado nada bien al jugador, que, como también recoge Diario Crítico, habría amenazado a los medios que informen de esta sociedad y de su deseo de que fuera completamente opaca, exculpando, incluso, a la empresa gestora.

Hasta que Juan Carlos I cerró su paraguas

Desde 1969 y hasta el día antes de la abdicación de Juan Carlos I, en 2014, Pilar de Borbón, hermana del rey “emérito”, presidió una de estas sociedades radicada en Panamá para acoger el dinero que los defraudadores no quieren declarar en su correspondiente hacienda. Esa presidencia puede ser, en sí misma, un modelo de negocio, y la fecha de salida de la Borbón presidenta no puede ser una casualidad. Aquí el interés no solo está es el negocio en Panamá, sino en el de toda la familia.

Pues, sí, “igualito” que en España

La corrupción y los casos de fraude que vemos todas las semanas, casi todos los días, en políticos españoles, familia real, deportistas de élite, directores de cine… no son, de ningún modo ni en ningún punto justificables. Tampoco cuando pillan al primer ministro islandés con las manos en la misma masa. Del mismo modo, a Sigmundur David Gunnlaugsson no le tiene que librar de su culpa que vaya a declarar al Parlamento rápidamente. Las manzanas podridas salen en cualquier cesto.

El enfoque del clavo ardiendo

En el diario digital que dirige Luis María Anson intentan cambiar el enfoque de la gran noticia de que nos están saqueando los más ricos: la información se ha obtenido por medio de un delito, en este caso, un ataque informático. Pese al intento, tienen que rendirse a la evidencia y, por supuesto, se fijan más en los posibles defraudadores de fuera de España: socios de Vladimir Putin o familiares del presidente de China. Pero no importa por dónde se empiece la lista: la vergüenza y la indignación se reparten desigualmente.