¿Debe dimitir Carmena?

Si no me gusta que los políticos dimitan cuando las cosas van mal o no salen las consultas como ellos quieren, es lógico que tampoco me guste que Manuela Carmena haya dimitido como concejala después de haber certificado que no seguirá como alcaldesa. Su decisión me genera ciertas dudas: si una “simple” concejalía y la oposición no son para ella, ¿para quién son? ¿Qué tiene de indigno ese desempeño? ¿Por qué no quiere ejercerlo? ¿Ser “solo alcaldesa” no sería más propio de “la casta” que de “la gente”? Los políticos que si no ganan no siguen, ¿deberían explicitarlo en campaña? ¿Por qué no lo hacen?

¿Se contradirá Ciudadanos… Otra vez?

Anabel Alonso suele dar buenos golpes de mano en Twitter, sobre todo (pero no solo), a la derecha española. Hace un par de días, con cierta sorna, compartía un titular en el que Ciudadanos negaba que fuera a compartir gobierno con Vox. Esa es la última línea roja que le queda por pasar a Albert Rivera después de la foto de Colón y los documentos con los tres logos (PP, Ciudadanos y Vox) en la parte superior y las firmas en cada página. Es a lo que se aferrará cuando dé explicaciones a Verhofstadt y Macron, que de momento parece que no transigen, como sí hace Ciudadanos, con la extrema derecha.

No es el único

Algo le echan al agua en Catalunya para que Ciudadanos se haya convertido en el partido que protagoniza todos los chistes sobre contradicciones y ahora Ada Colau haya protagonizado su momento de gloria del “donde dije ‘digo’”. Manuel García ha hecho un montaje con varios tuits de Barcelona en Comú, el partido de Colau, anunciando que no pactarían con Manuel Valls de ninguna manera… Hasta que han necesitado los votos. Como siempre, no pasa nada por llegar a acuerdos en política, lo que lo convierte en un problema es que antes hayas dicho todo lo contrario y hoy seas un partido flagrantemente incoherente.

Sobre los mitos futbolísticos

Empiezo a creer que la única forma de que un exfutbolista mantenga cierto halo sobre el mito que creó es que se convierta en entrenador o comentarista deportivo. Y a veces, ni eso, como bien conocemos en Bilbao. José Manuel Monje lo escribió mejor que nadie: “Cuco era el jugador”. Pero muchos más “mitos” se nos caen cuando los futbolistas entran a ser gestores: Urrutia dilapidó como presidente parte de su crédito como jugador por culpa de una mala comunicación, y otros gestores, de aquí y de allí, nos sorprenden (o no tanto) con amiguismos, despotismo y nepotismo. Lo de Platini, ya, es otro nivel.

En Twitter solo quedarán las víboras

Hace años que dejé de seguir al tuitero De Clase Baja. “Solo” era uno de esos con muchos seguidores que te sacaba una sonrisa de vez en cuando, y mantener esta columna necesita más nervio político. Hace un par de días volví a ver un tuit suyo relanzado por otro usuario: abandona la red social pese a su éxito, y lo explicaba, como hacíamos antes, en un blog. Está cansado de linchamientos y acusaciones gratuitas, está cansado de la turba, en definitiva, que se está imponiendo en Twitter, que está acabando con la red social y que, en nombre de la izquierda y la libertad, impone el pensamiento único.

El amigo panameño

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Micaela Domeq (la mujer de Arias-Cañete), Pedro Almodovar, el Rey de Arabia Saudí, Mauricio Macri, el presidente de Ucrania, el padre de David Cameron, el hijo de Kofi Annan, Michel Platini, Jackie Chan… Y otros que aparecerán, con párrafo aparte, en esta columna, son algunos de los que han defraudado a las haciendas de sus respectivos países creando sociedades en paraísos fiscales, y que hemos conocido gracias a “los papeles de Panamá” que analizan pormenorizadamente en El Confidencial.

Messi, el crack… de las “otras” finanzas

Un mes después de que la fiscalía española le acusara de evasión fiscal, Leo Messi y su padre habrían puesto en marcha una sociedad en Panamá, según leemos en OK Diario, con el objetivo, precisamente, de seguir haciéndolo. La noticia no ha sentado nada bien al jugador, que, como también recoge Diario Crítico, habría amenazado a los medios que informen de esta sociedad y de su deseo de que fuera completamente opaca, exculpando, incluso, a la empresa gestora.

Hasta que Juan Carlos I cerró su paraguas

Desde 1969 y hasta el día antes de la abdicación de Juan Carlos I, en 2014, Pilar de Borbón, hermana del rey “emérito”, presidió una de estas sociedades radicada en Panamá para acoger el dinero que los defraudadores no quieren declarar en su correspondiente hacienda. Esa presidencia puede ser, en sí misma, un modelo de negocio, y la fecha de salida de la Borbón presidenta no puede ser una casualidad. Aquí el interés no solo está es el negocio en Panamá, sino en el de toda la familia.

Pues, sí, “igualito” que en España

La corrupción y los casos de fraude que vemos todas las semanas, casi todos los días, en políticos españoles, familia real, deportistas de élite, directores de cine… no son, de ningún modo ni en ningún punto justificables. Tampoco cuando pillan al primer ministro islandés con las manos en la misma masa. Del mismo modo, a Sigmundur David Gunnlaugsson no le tiene que librar de su culpa que vaya a declarar al Parlamento rápidamente. Las manzanas podridas salen en cualquier cesto.

El enfoque del clavo ardiendo

En el diario digital que dirige Luis María Anson intentan cambiar el enfoque de la gran noticia de que nos están saqueando los más ricos: la información se ha obtenido por medio de un delito, en este caso, un ataque informático. Pese al intento, tienen que rendirse a la evidencia y, por supuesto, se fijan más en los posibles defraudadores de fuera de España: socios de Vladimir Putin o familiares del presidente de China. Pero no importa por dónde se empiece la lista: la vergüenza y la indignación se reparten desigualmente.