Sí, necesitamos buenas noticias

Ya sé que Pfizer es un laboratorio privado que va a forrarse con la vacuna del coronavirus, ya sé que el anuncio tuvo tanto de buena noticia como de puesta a la venta, ya sé que Cuba, Rusia y China también tienen a punto su propia vacuna (y me parece de risa que alguien se lo esté tomando en serio), ya sé que esta vacuna solo es un paso más, no el último. Ya sé todo esto y alguna cosa más. Y precisamente por eso puedo mandar con alegría a la mierda a quienes se han mostrado agoreros y cenizos ante la posibilidad de que podamos “tener una vida normal a mediados del próximo año”. Así de claro.

No nacimos ayer

Hasta que el periodista Roberto García tuiteó que “poco se habla del fiasco de Radar Covid” no me di cuenta del tiempo que llevaba sin pensar en la app que, sí, tengo en el móvil pero ya no miro. Una aplicación que iba a cambiarlo todo de tal manera que perder el tiempo traduciéndola para quienes viven en euskera o catalán era casi condenar a muerte a estos hablantes y sus convecinos. Bueno, pues ya está hecho todo el esfuerzo y, ahora, ¿qué? ¿Cuántas chorradas nos han intentado colocar desde ese centralismo rancio pese a los ordenadores y las horas de programación?

¿Un líder?

El regreso de Evo Morales a Bolivia y de su partido, al gobierno, me parecen dos noticias estupendas. De esas que me reconcilian con el mundo porque algunas sociedades son capaces de superar golpes de estado ridículos y de reforzar su democracia. Escribo esto después de haber escrito tiempo atrás que no me gustan Morales ni su populismo. Un populismo que hemos podido ver esta semana y que en digitales que se tienen por progresistas, como Púbico, describen así pese a la pandemia: “Evo Morales cierra su triunfal gira de regreso a Bolivia con un espectacular baño de masas: reúne a un millón de personas”.

La política importa… Y emociona

No quiero terminar la semana sin traer el vídeo en Facebook de Kamala Harris en el que se ve a la próxima vicepresidenta de EE.UU. telefonear a Joe Biden y decirle: “Lo hicimos”. La política importa, que intervengan en ella Biden y Harris es diferente a que lo hagan Trump y Trump. Y la política también emociona, por cierto: los pocos segundos del vídeo ponen a la piel de gallina a cualquiera con la sensibilidad suficiente para distinguir a un fascista de una demócrata (aunque sea de derechas y neoliberal). Los populistas nos han arrebatado esa posibilidad de emocionarnos con lo bueno. Recuperémosla.

Twitter, no tanto

Del mismo modo que en EE.UU. van cerrando los últimos recuentos, nosotros tenemos que ir pasando página de la campaña. Ahora toca ver cómo Trump se rebela ante el relevo, pero solo es su último show. Antes de que empiece, un párrafo sobre las elecciones en las que el ganador decidió salir del barro de Twitter y ese paso importa más de lo que parece. El populismo se ha agarrado a esta red social desde Trump a Abascal pasando por la izquierda abertzale. Y tan importante es ser consciente de ello como saber que hay que plantar cara en otros espacios. Biden ha sido sabio, pero no el primero ni el último.

Una buena noticia para empezar la semana

La nota de Europa Press es de hace unos días, pero entre la moción de censura y la pandemia, se ha ido quedando en la lista de candidatas a entrar en esta columna. No se me ocurre mejor momento para rescatarla que este lunes: “El apoyo a la independencia de Escocia se dispara a niveles históricos. (…) Un 58 por ciento de los encuestados ha asegurado que respaldaría la independencia escocesa, un apoyo que, tal y como indican sondeos anteriores, se encontraba en torno al 55 por ciento. (…) El Partido Nacional de Escocia se encuentra además a la cabeza en intención de voto de cara a las elecciones previstas para mayo”.

La derrota total de Vox

La derrota de Vox después de la moción de censura que este mismo partido impulsó es absoluta: no solo por lo que pudimos ver la semana pasada a un incapaz Santiago Abascal y a un hábil Pablo Casado para hacer sangre. Esta semana seguirán las consecuencias negativas para Vox (y por extensión, positivas para los demás) de su error: el gobierno español parte en mejor situación que hace solo 7 días para negociar los PGE después de que todos los partidos hayan votado ya juntos y todo el mundo haya visto que enfrente hay una banda de chalados de extrema derecha sin dotes para el gobierno.

Se acabó lo de Inda, ¿no?

Roberto García atinaba con su tuit sobre Eduardo Inda: “A un tío con esta capacidad de análisis le llaman de las teles para (supuestamente, ya sabemos que no) analizar la realidad política y social”, después de que el director de OK Diario dejara otra muestra de esa capacidad, al relacionar sin pudor al PP con Podemos, ERC y Bildu, por no apoyar la moción de censura de Vox. Inda no puede ser tomado en serio y su voz no puede seguir estando presente en los platós o los estudios de radio como si fuera la representante de una forma legítima de pensar. La broma de esta estupidez, genuina o forzada, tiene que finalizar.

La bandera de Díaz Ayuso contra el covid-19

No la he visto porque no he mirado, porque la bandera española que Isabel Díaz Ayuso ha desplegado para hacer frente al covid-19 debe de ser enorme: 25 metros de mástil, 75 metros cuadrados y 11 kg. de peso, apuntaba Luis Ángel Sanz en Twitter. Una medida que no parece especialmente útil para parar una pandemia pero sí para salir en una foto y disputar a Vox el voto populista y nacionalista español. Eso, en el primer lunes desde que Casado le dijera a Abascal: “Hasta aquí hemos llegado”. Si iba en serio, ya saben lo que tienen que hacer todos los del PP. Si iba de farol… Veremos más banderas trumpistas.

El curioso atractivo del bitcoin

Sigo sin entender el fenómeno de los bitcoins, esas monedas virtuales que se generan (en el argot, “se minan”) tras procesos matemáticos que requieren tanta energía como “un hogar de dos personas durante tres meses”. Shine McShine ha tuiteado otros datos importantes sobre el invento: “Casi el 15% de todos los bitcoins en existencia ha sido robados en algún momento”. Y lo más grave de lo que rescata seguramente sea que el mecanismo informático que los genera, conocido como “blockchain”, “se ha usado para esconder en los bloques pornografía infantil y ‘revenge porn’”.

Las series, en la tele

Tuitea César Calderón con su habitual retranca que “hemos pasado de la democracia participativa a la democracia guionizada”, en clara alusión a “la batalla del relato” que mantienen PSOE y Podemos. Una batalla que resulta ya intragable. Miren: las series sobre política en la tele, mejor sobre política estadounidense y completamente de ficción. Esta escenificación permanente en los medios y, lo que es peor, en Twitter, de cómo va (o no va) todo es cansina, aburrida, desmovilizadora y descorazonadora. Si alguien quiere negociar, avanzar, progresar de verdad no hace lo que estamos viendo.

Lo que nos jugamos de verdad

“Hablan sobre programas de gobierno a las puertas de una nueva crisis que llegará con nuevas exigencias de Europa. ¿Qué van a hacer cuando lleguen? Ahí debería estar el debate”. Mejor no puede colocar el marco (como dicen los expertos en comunicación política) el periodista Roberto García. Esto es lo que nos jugamos de verdad en España, en Euskadi, en Catalunya y en Europa: nuestra capacidad de respuesta ante una nueva crisis con todas las medidas ya tomadas y muy poco margen de maniobra. Me da igual que el gobierno sea de coalición o no, quiero saber qué proponen para lo que ya tenemos encima.

Que lo hagan ya

Porque pueden ponerse Sánchez e Iglesias tan estupendos como quieran, pueden intentar convencernos en los medios de que su postura negociadora es más legítima que la del otro gallo, pueden ir a las elecciones a pelearse por ese puñado de votantes que se considera de la verdadera izquierda, que no van a poder hacer casi nada de lo que prometen: “El BCE avisa: España no tiene margen ni para subir gasto ni bajar impuestos”. Y en noviembre o diciembre (que ya será enero con lo que alargan las negociaciones dejándose mensajes en los medios Pedro y Pablo), el margen será menor.

Asumir lo inasumible

¿Acaso cree Sánchez (primer responsable de esta parálisis) que la paciencia de los votantes es infinita? Y no me refiero a que las cuatro elecciones generales en cuatro años (más las municipales, forales, autonómicas y europeas que hemos celebrado en este ciclo), me refiero a todas las OPE pendientes, inversiones, planes de desarrollo, incentivación y activación económica, o la legislación sobre nuevos problemas (desde la vivienda turística a criptomonedas). Sánchez (como presidente en funciones) no puede asumir esto: “Calviño admite que no habrá mejoras del rating de España hasta no tener Gobierno”.

Una competición de verdad

Son pasos demasiado pequeños y todos llegan tarde, pero vamos dándolos: en la web de Mundo Deportivo hemos leído la cara de la Liga Iberdrola de fútbol ya el Barcelona ha estrenado su nuevo vestuario exclusivo para el primer equipo femenino (a ver si cunde el ejemplo más cerca). Pero también la cruz: el Zaragoza acusa a la federación aragonesa de haber primado un Segunda B masculino a un Primera femenino al otorgar el campo al primero en vez de al segundo. Desconozco los motivos, pero sí conozco la necesidad de que todos nos creamos que ellas juegan igual y con las mismas cartas.

A las puertas… de la evidencia

A las puertas del 8-M, Aina Díaz exhibe con acierto la falta que hace que el feminismo avance para lograr la igualdad real: “Preguntan a Irene Montero si el permiso de paternidad de Pablo Iglesias lo ha debilitado como candidato y como Secretario General. Sed conscientes de que esa pregunta en una sociedad igualitaria no tendría cabida”. Esta balear, abogada en Podemos, según su propia biografía de la web del Partido, da en el clavo, sin más. Y añado: que Pablo Iglesias esté disfrutando de su permiso de paternidad como diputado, en su totalidad, solo habla a favor de Iglesias.

Ellos sí tienen conciencia de clase

Otro que resume perfectamente en un tuit una verdad como un templo (o palacio, que les va más a los referidos) es Roberto García: “Que los cachorros de la familia real sean de Vox y vayan a actos de Vox muestra que tienen una gran conciencia de clase y que se comprometen con la defensa de sus intereses y de los suyos. Ojalá todos fuéramos igual”. Sin que haya llegado a confirmarse, Froilán podría haber sido visto en la ya famosa manifestación de Colón del trifachito, y Victoria Federica, en la fiesta de Abascal con 700 jóvenes en una discoteca… propiedad de un cuñado de Felipe González, para más señas.

¿Qué es Twitter para el Procés?

Twitter fue una herramienta muy importante para la difusión de los pasos de los independentistas. Los miles de seguidores que tenían las cuentas más relevantes daban muestra de ello y en alguna ocasión lo hemos mencionado en la columna. Pero Twitter no sirve para nada efectivo. Sin embargo, Isaac Rosa hace esta reflexión: “El juez Marchena reprocha a un abogado defensor que lea trozos de entrevistas. Abogado: ‘De acuerdo, señoría, pero aquí hemos leído hasta twitter’. Juez: ‘Ya, pero el twitter es otra cosa’. Estaría bien que aclarase qué otra cosa es, vista la importancia de los tuits en el juicio”.

Obama, en su línea

También gracias a Twitter (hoy me veo obligado a hablar solo bien de esta red social que, normalmente, demuestra ser un pozo sin fondo de guano) hemos llegado a esta advertencia de Barack Obama y que ha relanzado y traducido David Redoli: “Si ganas una campaña electoral dividiendo a la gente, no serás capaz de gobernarlos más tarde. También serás incapaz de unirlos después”. Evidentemente, Obama habla de EE.UU., pero lo que dice es universal. Por desgracia, es igualmente universal la irresponsabilidad de los líderes que optan por la confrontación y división por un puñado de votos.

Una autocrítica siempre es necesaria

Termino con esta serie excepcional de tuits, y lo hago con Luis Alfonso Gámez: “Es una pena pero la desconfianza actual en los expertos la hemos alimentado en los medios durante décadas equiparando opiniones de expertos de verdad y charlatanes”. Como todos los anteriores, este periodista ha sido capaz de resumir en unos caracteres una inmensa verdad. Los medios no hemos sabido ofrecer diferencias entre un experto y un vendedor de libros (o de humo), y esa tendencia en Internet se ha lanzado irrefrenablemente. Tenemos que volver a dar valor a quien sabe, y no a quien habla.

Y llegó Aitor Esteban

De hecho, Aitor Esteban llegó a ser trending topic poco después de su intervención en el Congreso de los Diputados ayer. Y con Aitor Esteban lo que llegó, según muchos usuarios de Twitter de diferentes ideologías (hasta Rufián le alabó), fue un poco de sentido común al hemiciclo, porque llamó por su nombre a los de Colón y pidió a los catalanes que sean lo que necesitan ser: posibilistas. Y llegó Aitor Esteban finalmente a Instagram, donde se le esperaba, con el vídeo que más le tiene que picar a Albert Rivera: el de su foto, su pacto y su voluntad de acuerdo con la extrema derecha.

La posverdad es esto

Los políticos españoles están equivocados: la ciudadanía premia el sentido común. El número de retuits, compartidos, “me gusta” y comentarios que generaron ayer los vídeos de Aitor Esteban muestran que, efectivamente, quien vota quiere que un político parezca sensato y diga cosas razonables. Así que las mentiras que intentan colarnos algunos pueden servirles para la efervescencia pero no aseguran el efecto de la aspirina. Se engañan e intentan engañarnos: “El PP sostiene que el manifiesto de Colón contenía ‘una gran parte de veracidad’”, leemos en El Diario.

Y la realidad, lo que no quieren ver

Al final va a ser cierto que el principal problema de la política española son sus políticos, que intentan engañar a la ciudadanía y alcanzan tal grado de desprecio a los votantes que hasta lo admiten. Pero no lo logran, ni con los de aquí ni con los de allí: acertaba Gorka Knörr recordando, en el inicio del juicio a los presos políticos por el procés, cómo Estrasburgo condenó a España por el error (o el empeño) de la justicia española por declararle culpable junto a Juan Mari Atutxa y Kontxi Bilbao. Con antecedentes como este es posible cuestionar todo el proceso a los políticos catalanes.

Dignidad, ante todo

“Yo, oigan, para unos políticos que están presos por defender una postura política demandaría, cuanto menos, un poco de respeto. No sé si conocen ustedes muchos que estarían dispuestos a eso”, tuitea con valentía el periodista Roberto García. Porque esas personas que aceptaron una prisión preventiva injustificable moralmente, están siendo además vilipendiadas sin posibilidad de defenderse. La dignidad de quienes se sientan estos días en el banquillo está siendo pisoteada por los irresponsables y los descerebrados que les siguen, especialmente en redes sociales.

Esto también hay que contarlo

Hay políticos que viven de serlo pero, sin embargo, generan dudas sobre si son también demócratas. Ese principio se demuestra andando, y no marchando junto a la extrema derecha para tocar poder a cualquier precio. Del mismo modo, quien haya recibido un sobre a cambio de obra pública tampoco puede tenerse a sí mismo como demócrata, sino como político corrupto. No lo son, vía sentencia judicial, Narcís Serra ni el resto de acusados por el aumento de los sueldos en Caixa Catalunya. De hecho, no se aprecia “dolo” sino pretensión de beneficio para la entidad reteniendo, vía salario, a un activo.