Que le «robamos», dice…

Explica Juan Carlos I que publica sus memorias porque “siento que me roban mi historia”. Que le robamos, dice. Te tienes que reír. El rey emérito sigue con su modelo de negocio: ganar dinero gracias a los juancarlistas. ¿Quién va a comprar ese libro? Quien se ha sentido bien, por lo que sea, colaborando con el relato de “el campechano”. Yo no voy a dedicar ni un euro ni un segundo a sus páginas, pero estaré atento a algunas crónicas y críticas cuando, a fin de año, salga el volumen, el ladrillo, la colección de anécdotas para sus fans, porque comentar las noticias que genera la corona es una de sus razones de su existencia, precisamente.

Gobierna para tontos

Cuando habla lo hace para tontos; cuando anuncia recortes sociales y rebajas de impuestos a los más ricos, lo hace para tontos; cuando asegura que es posible abrir factorías en EE.UU. con una gorra hecha en China, lo hace para tontos; y cuando lanza una compañía de telefonía móvil y, ahora, una colonia, lo hace para que la compren los tontos. Porque si Donald Trump te engaña una y otra vez, y al final te saca los dólares con sus productos dorados y brillantes, listo no eres. Dejémonos de lo políticamente correcto porque quienes de verdad hemos hecho el tonto y hemos regalado el espacio a Trump y similares, hemos sido quienes no les votamos.

Así somos

Señalar a los ultrarricos, al sistema y a los poderes ocultos puede generar cierto alivio, pero retrasa una obligación: mirarnos el ombligo y reflexionar sobre el tipo de sociedad que estamos construyendo. “Basura, colchones fuera de su sitio e incluso heces: así se encuentran las ‘kellys’ las habitaciones de hotel que limpian en verano: ‘Es un turismo de borrachera’” (Infobae). Hablan de nuestro turismo, del de esas personas que queremos vuelos, trenes y hoteles baratos y apartamentos en Airbnb, ¡y justicia social!, pero que luego nos quejamos de lo que provocamos: saturación, suciedad e insolidaridad.

¿Cueste lo que cueste?

Enrique Dans está escribiendo recurrentemente en su blog sobre la necesidad que tiene Europa de ser autosuficiente tecnológicamente, y estoy básicamente de acuerdo con él (una muestra evidente de que me hago viejo). Detecta muy bien las áreas en las que urge dejar de depender de EE.UU., principalmente. En uno de sus últimos posts explica lo que podría suponer para Europa poner en marcha un sistema alternativo a Starlink, de Elon Musk. Eutelsat sería posible pero carísimo: “Al menos 2,200 millones de euros adicionales”. Pero hay más problemas: la burocracia europea y el camino que ya ha hecho SpaceX.

Esto también va en la factura

Dans explica que Starlink cuenta con 7.000 satélites, China está lanzando 2.800 y Europa solo tiene 650, de momento. Cada lanzamiento contamina un montón y calienta el planeta. ¿Necesitamos realmente la tecnología? ¿Estamos dispuestos a pagar la factura completa? Me refiero a esto también: “El calor extremo, un ‘asesino silencioso’ que gana terreno” (El Nacional). El calor no solo es peligroso porque cambia la naturaleza, los cultivos y complica el acceso al agua. El calor mata. El sol y las altas temperaturas también son mal tiempo, aunque no nos mojemos. Debemos repensar globalmente nuestras necesidades y prioridades.

Qué tío, Koldo

Lo que sabemos de Santos Cerdán y José Luis Ábalos lo sabemos gracias a Koldo García. Él mantuvo las llamadas y, porque las mantenía, pudo grabarlas. Qué tío, Koldo, al que por si acaso se le acababa lo de conseguidor, guardó esos audios, supuestamente, para asegurar su posición. Unos audios que han acabado siendo un escándalo político explícito como pocos. La enseñanza, sin embargo, no es nueva: en política, rodéate de buenas personas. Huye de los Koldos en cuanto los veas o, a más tardar, cuando empiecen a manejar cientos de miles de euros delante de ti. Porque son los Koldos, los Santos, los Joseluis, los que hacen estas cosas.

Un sinvergüenza más, ¿qué importa?

Voy a intentar meter en esta columna los temas que Koldo García, Santos Cerdán y José Luis Ábalos les han ocupado el sitio: “Airbnb señala a los hoteles, cruceros y aerolíneas como responsables de la presión turística” (El Economista). Tienes que reírte. Esta mandanga intenta colocárnosla Jaime Rodríguez de Santiago, el director general de Airbnb para España y Portugal. ¿Los elementos que posibilitan contar con detalle el número de personas que llegan a un destino generan el problema? ¿Y la empresa que dispone de una infraestructura ajena e inabarcable es la solución? ¿En serio? Cómo nos toman por tontos, tú.

No lo entiendo

No son “las feministas”, sino la “Confluencia Movimiento Feminista”, pero estas (que tienen casi doce mil personas seguidoras en X) también tendrán que explicar muy bien por qué han convocado “concentraciones en hasta veinte ciudades españolas para exigir que se declare la inconstitucionalidad de la Ley Trans” (The Objective). Entre otras, Bilbao el próximo sábado. Yo no lo entiendo porque no soy muy listo, pero creo que hay mucha gente, mucho más espabilada que yo, que tampoco entienden por qué hablan de la “estafa del transgenerismo y cómo este socava los derechos de las mujeres y produce daños irreversibles en menores sanos”.

No son tan listos

Trump es listo, pero no tanto. Musk es listo, pero no tanto. Hemos creado entre todas y todos un sistema en el que para triunfar a lo grande solo hace falta una ambición igual de grande. No es necesario ser muy inteligente, ni inventar algo extraordinario. Tampoco hace falta ser buena persona, de hecho, si no tienes remordimientos, mejor te irá. Pero insisto en que listos no son: “Elon Musk instaló Starlink en la Casa Blanca. El problema es que nadie pensó en la seguridad de los móviles” (Xataka Móvil). El despropósito es tal que los móviles de la Casa Blanca se conectaban a una red llamada “Starlink Guest”. Es de chiste.

No hay otra solución

Según Informalia, después de que ‘La familia de la tele’ diera “un nuevo mínimo de audiencia: superados por Antena 3, Telecinco, La Sexta y Cuatro, e incluso por La 2”, “la cúpula de RTVE ya ha tomado la decisión de cancelar” el programa. Según el digital, en La1 esperarían al inicio del Tour de Francia para desplazar en la parrilla al gran fracaso de la televisión pública española (tan grande como innecesario). Hace tiempo que anuncié que ese programa influiría, de un modo u otro, en el fin de Pedro Sánchez. Lo que no esperaba es que la noticia coincidiese plenamente con estas semanas tan abrupta en lo político.

Debates recurrentes

Desde que Trump volvió a la Casa Blanca solo hablamos de él. Se me escapa el cómo, pero estoy seguro que eso le está haciendo aún más rico. Pero algunos temas no se han esfumado, al contrario: si no les prestamos atención el daño se hará mayor. “Los nativos digitales no existen”, sentencia Wicho (un histórico del Internet en castellano) en Bluesky. “Siempre he dicho que meter ordenadores en el aula sin más no sirve de nada. Y básicamente es lo que dicen estas familias”, concluye antes de enlazar una noticia de La Voz de Galicia sobre las dudas que tienen las familias de un centro sobre el impacto de la tecnología en el alumnado.

Sin personas no hay empatía

Esta noticia no solo es pésima para quienes perderán sus empleos: “La moderadora de contenidos de Meta registra un ERE histórico: 2.062 despidos en Barcelona” (Activos). Sin personas que moderen no hay moderación. Es una perogrullada, lo sé, pero me temo que hay que insistir en ella. Y ya puede anunciar Meta que tiene una inteligencia artificial alucinante que puede hacer esa moderación, que no va a ser lo mismo: si las personas tienen sesgo, la IA también lo tiene pero ni es el mismo ni se le va a parecer. Aquí la humanidad es importante, eso lo aprendimos con Philip K. Dick y el test Voight-Kampff.

No mejoramos

“Starlink lleva seis años creciendo sin competencia. Ahora un competidor ambicioso ha empezado a lanzar satélites: Amazon”. Leo este titular en Xataka y pienso que no mejoramos: de un millonario con rasgos evidentes de sociopatía (Elon Musk) a otro millonario que ha construido su fortuna sobre un impacto medioambiental irrecuperable (Jeff Bezos). La conquista del espacio ya no es algo entre estados y agencias públicas, sino entre empresas privadas de ricos egoístas que solo piensan en beneficios y su propia fama. ¿Qué puede salir mal? O los seres humanos tomamos las riendas de nuevo o esta civilización colapsa.

Pero, ¿lo necesitamos?

La empresa china Temu muestra el incremento del precio de sus productos por los aranceles que impone Trump a China y, sobre todo, muestra al cliente final en EE.UU. que los va a pagar él. Vale, muy bien, muy hábil, muy listos, muy clarividentes y aleccionadores, pero yo iría más allá: ¿realmente necesitamos esa cantidad de productos baratos que importamos desde China y que cuyo transporte hasta la puerta de nuestra casa (el modelo de negocio que ha hecho muchimillonario a Jeff Bezos, de Amazon) está siendo extraordinariamente negativo para nuestro planeta? Esa es la cuestión, no cómo presentan la factura.

La consecuencia

La suma de la tecnología que no necesitamos (mi hija y mi hijo cargan cada día sus iPads, con los que no hacen nada que no harían con libros de texto y cuadernos), las inteligencias artificiales, la carrera espacial privatizada y los envíos hasta casa de fruslerías, genera este resultado: “Las observaciones confirman que los mares del planeta se calientan más rápido de lo esperado” (Cazatormentas). Esto va de supervivencia y no de ideología. O cambiamos nuestro modelo de consumo o nos abrasamos. Y por cierto, solo se salvarán Musk, Bezos y quien ellos elijan, en sus bases espaciales privadas.

Así somos

Ha pasado en Facebook, pasa en YouTube, Instagram y en X, y también en TikTok: “Vemos violaciones, porno infantil, asesinatos… te entra en la cabeza y no se va” (Activos). Esto es lo que ven las y los moderadores de la herramienta china. Ha pasado, pasa y pasará porque así somos los seres humanos: mucho peor de lo que queremos ver. Todos esos crímenes terribles se suman al montón de mierda diario que tienen que ver las y los moderadores: “Te pagan para ver personas inútiles haciendo cosas inútiles y sentirme un inútil mirándolo”. Eso es lo que hay en TikTok (y en las stories de Instagram, también) en grandes cantidades.

¿Y las fuentes?

Cuando estudiaba periodismo, mis profesoras y profesores en la UV/EHU insistían en la importancia de las fuentes. En el ejercicio de mi oficio he comprobado que tenían razón, seguramente por eso me haga una gracia trágica la pelea entre Google y las inteligencias artificiales, que pugnan por ofrecer información de manera directa a las y los usuarios. Ni un link, que molestan (y obligan a repartir las ganancias). Información que no generan, que cogen por el morro tecnológico de otros sitios web. A medio plazo esto es un desastre porque sin links, no habrá páginas, sin páginas, no habrá contenidos, y sin contenido no habrá nada.

Sin contenido ganan los malos

Si las inteligencias artificiales o Google no dan valor a las páginas web a las que hurtan la información, estas dejarán de servirlo. Y sin información solo ganan los malos. La tormenta perfecta está ahí, la vemos llegar, más nos vale que hagamos algo. Y por hacer algo me refiero a estar informado por periodistas. ¡Eso sí que es revolucionario! Porque solo las y los desinformados verán con buenos ojos estas aberraciones: “Trump firma una orden ejecutiva para reformar el sistema electoral” (Voz.us, el medio que explica el trumpismo en castellano de España) con más restricciones en nombre del “control” y la “eficacia”.

Europa busca alternativas

Llevo semanas buscando alternativas europeas a mi correo electrónico, mis redes sociales, las plataformas e incluso a Paypal. Me alegra saber que no soy el único: “Europa busca liberarse de Visa y Mastercard: así es el plan del Euro Digital y el ‘Bizum Europeo’” (Genbeta), “hay empresas europeas que quieren independizarse de las nubes de Amazon, Google y Microsoft: no lo tendrán fácil” y “Europa necesita una alternativa a Starlink y España acaba de invertir 14 millones en su primera pieza: Sateliot” (Xataka), son solo unos titulares cazados al vuelo. Esta guerra sí podemos ganarla, pero hará falta hacer cesiones a nuestro bienestar. Hagámoslas.

La realidad

No discuto los impuestos, quiero un funcionariado bien pagado que se gane el sueldo y entiendo que el sector público es tractor económico. Pero también estoy seguro de que debemos mirar la realidad de frente: “Los funcionarios anuncian movilizaciones por sus bajos salarios. En realidad, ganan más que los empleados del sector privado”. Esto que escriben así de claro en El Blog Salmón debe invitar a la reflexión, empezando por el propio funcionariado, que cobra de media un 24% más que el sector privado, y que percibe erróneamente que sus condiciones (no solo salariales) no son tan buenas. ¿Seguro?

El enemigo es la verdad

Cuando “Anticorrupción investiga a Vox por financiación irregular” (El Independiente), ¿qué hace el partido de Abascal? Echar las culpas a su mayor enemigo: “Regalarle un palacete al PNV sí es irregular”, ha dicho en el Congreso José Antonio Fúster. Claro que sí, majete. Todo el mundo sabe que en una guerra el primer enemigo abatido es la verdad. Lo saben bien Trump, Musk, Vance y Rubio. Lo sabe Putin y lo sabe Orban, presidente del país del que vienen las donaciones (más de cuatro millones y medio de euros) que los de Vox “podrían haber obtenido” “de forma fraudulenta”. Huchas (como las de “los presos”, qué casualidad), aparte.

Más claro, imposible

El arranque de Mario Saavedra en EPE sobre el rearme de Europa es de lo mejor que he leído. Ahí va: “Europa vive un cambio de paradigma. De una visión del mundo multilateralista y basada en los intercambios comerciales y diplomáticos está pasando a marchas forzadas a otra basada en las garantías de seguridad y la disuasión militar. ‘No podemos ser un herbívoro en un mundo de carnívoros’, en palabras del ex jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. Eso se está plasmando en una plétora de planes acelerados para mejorar las Fuerzas Armadas de los 27 y para relanzar la industria armamentística en la UE”.

Son abusones

A Trump, a Musk, a Rubio y a Vance hay que tratarlos como lo que son: matones en el patio del colegio. Por supuesto, hay que tener cuidado con ellos, porque entre los cuatro te pueden pegar una paliza si te pillan solo. Pero si nos juntamos los que tenemos conciencia colectiva (esto es, Europa sin los extremistas de izquierdas ni de derechas), podemos hacerles frente. La “conversación” en X de Rubio con Radoslaw Sikorski, en la que se metió Musk (el ministerio de Exteriores polaco es cliente suyo vía Starlink, ni ese respeto le tuvo) es el mejor ejemplo de qué son y de qué es lo mejor que podemos hacer: ser valientes y aprender a boxear.

No estamos solos

Europa tiene que dejar de ser el herbívoro entre los carnívoros, estoy de acuerdo. Tiene que tomar decisiones para fortalecerse y no depender ni energética ni militarmente de terceros. Pero sería un error aislarnos porque no estamos solos y porque sí hay países que quieren hacen suyos también nuestros valores: parece que Mark Carney hará continuismo del que suma y mantendrá la idea de Justin Trudeau de que Canadá camine junto a Europa. Empecemos a hablar claro: hay un bloque de los buenos, sí. Y este bloque necesita herramientas para defenderse, se llamen como se llamen.

Groenlandia vota hoy

Nos resulta fascinante pero apenas sabemos nada de Groenlandia. De hecho, a muchos les pillará de sorpresa que hoy haya elecciones en la isla. En Newtral explican que la ciudadanía elegirá este martes a las y los 31 representantes que forman el parlamento en un clima muy raro, más allá del calentamiento global: EE.UU. quiere hacerse con Groenlandia pasándose por el forro los acuerdos internacionales (y luego oiremos que no tenemos motivos para defendernos). Hasta ahora ha gobernado una coalición socialdemócrata, pero los independentistas y la extrema derecha tendrán, más que nunca, algo que decir.