Me parece bien

Claro que me parece bien que el gobierno español acuerde “con los sindicatos que los funcionarios podrán jubilarse parcialmente a partir de 2026” (Activos). Y claro que me gustaría que la medida se ampliase a las y los asalariados, y a las y los autónomos. Pero cuando esto no es posible creo que debemos, por lo menos, pararnos a pensar: porque hay subidas de sueldo, seguros privados y jubilaciones que solo son factibles con el dinero de todos. Y cuando hablamos de empresas, especialmente de pymes, resultan absolutamente inviables. Entonces, ¿no es injusto? ¿La fiesta que pagamos todas y todos no debería ser para todas y todos?

La otra pestaña

En una pestaña de mi navegador leo que una o un funcionario podrá jubilarse parcialmente durante dos años mientras el estado pone en marcha la oferta pública de empleo con el que le sustituirá. En la pestaña de al lado leo esto: “Dos de cada tres jubilados autónomos no llegarán a los 1.000 euros mensuales en 2025 mientras que los asalariados superarán los 1.600 euros” (Huffpost). Evidentemente, algo no es justo. Porque las y los trabajadores autónomos tienen dos superpoderes que solemos olvidar: el primero es no coger casi nunca una baja, y el segundo es generar el IVA. Hagámoslo justo.

Pero, ¿qué hacía este tío entre ministros?

Buscavidas, conseguidor, empresario, listo, vivo, sinvergüenza… Son muchos los calificativos que he leído sobre Víctor de Aldama. La suma de todos ellos dibuja un personaje sorprendente, de esos que deberían de vivir en una serie. Sin embargo, es real y se movía bien entre guardiaciviles, ministras y ministros o, por lo menos, sus asesoras y asesores (que no es, o no debería de ser, poca cosa). Y eso es lo que tiene que explicar el PSOE: por qué un tipo que participaba en un entramado de sociedades en República Dominicana, según The Objectve, para traer y cobrar petróleo se escribía whatsapps con familiaridad con su gente.

“Hacer periodismo es hacer política”

Cuando yo era un becario de investigación de primer año, Xavier Giró me abrió la puerta de su despacho en Barcelona, me enseñó su metodología de trabajo y me puso en contacto con varias personas que me ayudaron aún más. Ahora me entero, gracias a Público, de que se ha jubilado y ha escrito un libro en el que dice cosas tan interesantes como la que destaco en el titular. O esta otra: “Es mejor saberlo, tenemos que naturalizarlo y ser más humildes haciendo política y a la vez ser más estrictos en la discusión”. Yo me aferro a esta idea (como me aferré a sus enseñanzas entonces): “La realidad va encontrando grietas”.

No solo son los coches eléctricos

Sé que insisto, y en ocasiones me paso, en que China va a transformar, cuando no hundir, una de las industrias más importantes de Europa, la del automóvil. Pero no es la única: en Xataka leemos que “las aplicaciones más descargadas de la App Store en España durante 2024 muestran a una sociedad obsesionada con el consumo asiático y la IA”. De lo segundo ya hablaremos. Me centro en lo primero: aplicaciones como Temu, Shein o Hacoo fomentan la idea de que las cosas deben ser baratas y llegar a casa sin que nos importe su calidad. Hay una generación tentada a creer que comprar así es comprar bien, y eso es terrible.

«Más de 600 millones»

No sé por qué me sorprendo, pero lo hago cuando veo que, confirmada la relación entre Juan Carlos I y Bárbara Rey, ninguna institución española investiga de oficio si es cierto el rumor de que la actriz recibió dinero público por su silencio. ¿Nadie quiere conocer el origen de esos fondos y a los responsables de aquellas decisiones? Para mi sorpresa, insisto, el tema va pasando y el enfoque de la cuestión me resulta, precisamente, cuestionable: una noticia más del corazón o una crítica fácil. “Entre 1994 y 2000, se entregaron más de 600 millones de pesetas para silencia a la exvedette” que va “contra el Gobierno de Sánchez” (El Plural).

Ay, pobres

No actúo movido por la envidia a Bárbara Rey, simplemente pienso que con 600 millones de pesetas, cuando pagábamos con esa moneda, por lo menos un hospital ya podían haber construido, ¿no? Además, tener dinero es un problema, está claro: “Las casas de lujo se encarecen en 37% desde 2019” (Activos). Hablamos de casas de 5,4 millones de euros de media, que no venga ningún populista a señalar el centro de nuestras ciudades, anda. De hecho, los territorios vascos al sur de los Pirineos no aparecen en el ranking de los territorios donde más inmuebles de este tipo hay: Baleares, Málaga, Barcelona, Madrid, y Girona.

Esto sí nos afecta

No voy a parar hasta que los territorios vascos, precisamente, sean los primeros en prohibir los alquileres turísticos por días. Acabar con ellos implica, de un plumazo, ayudar a dos grandes problemas de nuestra sociedad: la escasez de vivienda (no de lujo) y la turistificación desmedida. Además, castigar a quien especula con un bien de primera necesidad siempre da puntos de ética. No podemos permitirnos en nuestro pequeño país titulares como este: “Los pisos turísticos aumentan en Madrid pese al parón de licencias y a las multas de Almeida: 1.153 anuncios más en Airbnb” (El Diario).

Esto, también

Tampoco voy a dejar de recordar el horror que están infringiendo sin piedad Netanyahu y su gobierno de ultras. Creo que nuestra humanidad debe mantener viva la memoria de quienes han muerto a manos del ejército israelí. Y creo que debemos hacernos preguntas como esta: “¿Siguen los países europeos suministrando armas a Israel?”. Según Euronews: “Entre 2019 y 2023, EE.UU. representó más de dos tercios (69%) de todas las armas vendidas a Israel desde el extranjero. “Alemania fue el segundo mayor proveedor, con un 30%” (no todo es por la culpa histórica). El resto del mundo aporta ese 1% restante, con Italia como proveedor destacado.

Esa juventud sana (y manipulada)

Nadie va a responsabilizarse de manipular, intoxicar, empujar y sembrar odio en el grupo de chavales que llamaron “maricón” al ministro Fernando Grande-Marlaska. Pero alguien tiene esa responsabilidad, alguien está normalizando insultos homófobos, alguien está animando a esa chavalada a salir a la calle a gritar, a amedrentar y a dejarse ver (porque hay un componente vanidoso, de estar plantando batalla sin pensar). Y es contra esos ultras y agitadores contra los que tenemos que ser implacables, más que con esos estudiantes orgullosos de exhibirse como antiprogres.

En resumen: más oferta

Todas las medidas que tomen las instituciones que acaben disminuyendo el número de viviendas disponibles, como la actual ley española de Vivienda, solo agravarán el problema. Esto lo sé hasta yo. Y en Activos lo dejan, también, muy clarito: “España necesita 1,5 millones de viviendas públicas en alquiler social para equipararse con la Unión Europea”. Pero, ojo, porque España es muy grande, incluso abarca (que no es lo mismo que “comprende”) naciones, y en materia de VPO hay muchas diferencias: en 15 segundos en Google he confirmado que la CAV y Nafarroa están en el top de todos los rankings positivos.

Casas y gente

España y, por ocupación (que no es lo mismo que “por extensión”), Euskadi, necesitan más casas y necesitan más gente: “En 100 años el 80% de la población de España habrá desaparecido con la tasa de fertilidad actual”, titulan en El Blog Salmón. No es el único caso: “en EE.UU., Japón o China, se prevén caídas (muy) significativas en su tasa de natalidad durante las próximas décadas”, “un 47 % en Norteamérica y más de un 80 % en las potencias asiáticas”. En el lado contrario, Dinamarca “ha mantenido una población estable, desde los años 80, gracias a los trabajadores y familias migrantes; mientras tanto, su población envejecía”.

Y un tanque

A ver si con este tipo de titulares llamamos más la atención: “Un tanque israelí dispara contra posiciones de la ONU en Líbano en un nuevo ataque ‘directo y deliberado’” (El Diario). Igual si hablamos de los famosos “cascos azules” los gobiernos se revuelven más y presionan de una vez a Netanyahu y su gobierno ultra (porque, sí, cuando los fachas llegan a los gobiernos hacen cosas de fachas). Igual “varios heridos” del personal de la ONU hacen más palanca que 42.000 personas muertas en Gaza en solo un año, según France 24. Igual empezamos a tratar de una vez al actual gobierno de Israel como lo que es: una banda de asesinos.

El titular regalado

La suma de hechos ha regalado este titular a Vozpópuli que, por supuesto, no lo ha rechazado: “Zapatero se vio con Delcy y Maduro cuando llegaron los lingotes contratados con Aldama”. Y sigue: “El expresidente trabajó por el régimen chavista en 2019 para contrarrestar a Guaidó y atraer a Sánchez y se vio con Delcy y Maduro a principios de 2020”. Podremos opinar lo que queramos de este digital o de The Objective y es posible que esté de acuerdo con muchas críticas, pero si estas y otras cabeceras pueden unir momentos, actos y detalles, es solo culpa de quien los ha generado a paladas, y a cada cual, más chusco.

Qué gracia

Qué gracia hizo a quienes las metieron en el campo sacar las bengalas y encenderlas. Qué risas. Qué manera de animar. Qué gracia les hizo también el detalle a quienes en X, principalmente, porque empezando por Elon Musk y siguiendo por mí es el sitio de los tontos, defienden a los integrantes de ese grupo que va de histórico del Athletic y pero que de histórico solo tiene la edad de sus miembros. Qué gracia nos hace que el club tenga que apoquinar 30.000 eurazos y que la UEFA mire con lupa a una gran afición por culpa de dos imbéciles. Que no paren las risas: es el momento de identificarles y sancionarles con toda la dureza, por las jajas.

Ponle un tuit

Yo mismo desde esta columna señalo con ligereza las atrocidades de Netanyahu y el modo en el que Hamás incide en la vida de las y los palestinos, y en la política exterior (lo de confundir intencionadamente a la resistencia con la ciudadanía, en manifestaciones e informativos, habrá que observarlo con detenimiento, ¿no?). Pero a quien tuitea defendiendo al gobierno ultra de Israel o clama venganza violenta en Palestina, desde su casa o su trabajo, le obligaría a leer esto en la web de las Naciones Unidas: “Un palestino de Gaza que ha perdido 45 familiares desde el 7 de octubre habla sobre su dolor indescriptible”.

“La oferta de viviendas en mínimos”

No es la única medida útil, pero sí la más importante: fomentar la oferta bajará los precios del alquiler y de la compra (porque no todo el mundo quiere alquilar y porque fomentar el alquiler conlleva fomentar la concentración de la propiedad). Esto lo sabe cualquiera y que la ley de vivienda de PSOE, Sumar, ERC y Bildu retrae la oferta, también. Esas son las evidencias y este, el escenario del crimen: “La escalada en los precios del alquiler cumple cuatro años con la oferta de viviendas en mínimos” (Activos). Mientras esto siga sucediendo: “115 personas se interesan por cada vivienda que sale al mercado del alquiler”, los precios no bajarán.

Nuestro gran fracaso

Conseguir que más viviendas salgan al mercado de alquiler o al de compra, en esencia, es muy fácil: prohibimos Airbnb y lo comprobamos. Ojo, eso conllevará también que no podemos viajar nosotros y alojarnos en un apartamentito, eh. Pero esa pérdida, para mí, es mucho más beneficiosa que todos los efectos negativos que implica este dato: “Los pisos turísticos tienen ya casi las mismas plazas que los hoteles en España” (Vozpópuli). Porque los hoteles, a ver si nos hablamos como a personas adultas de una vez, no son los que turistifican, lo hacen las viviendas de alquiler por días y las cadenas de tiendas que extienden gente con dinero.

El problema es quién paga la fiesta

Insisto: si quitamos Airbnb de la ecuación (y se lo exijo a mis representantes) y ponemos coto al gasto energético, por ejemplo, de los aviones, será cada vez más caro viajar y, al final solo podrán hacerlo las y los funcionarios. No exagero: “La diferencia salarial media entre el sector público y el privado en España es del 24,97%” (Xataka). Aquí el problema no es si en el sector público se gana demasiado (nunca es demasiado) o si en el privado se gana poco (me inclino a pensar que sí), el verdadero problema es que no parece sostenible que lo segundo soporte lo primero en estas condiciones. Y es esto lo que debemos resolver.

“Y se muda a Madrid”

Que en Madrid hay una fiscalidad ventajosa es innegable. Que se la pueden permitir porque, entre otros factores, el de la capitalidad atrae las inversiones es innegable. Que entre los otros factores está cómo Madrid roba capital atrayendo total o parcialmente sedes sociales de empresas (con todos sus impuestos) es innegable. Que hay cierta colaboración, cuando no indolencia, entre el PP de diferentes sitios para que esas empresas se trasladen, total o parcialmente, como ya hemos dicho, para beneficiar a Madrid es innegable. Que todo lo descrito ha pesado en la decisión de Renault de abandonar Castilla y León es innegable.

¿Quién es influencer?

De la nueva ley que controlará qué pueden o no anunciar las y los influencers, en Xataka han sabido fijarse en lo importante: quién es influencer. A saber, sus “ingresos brutos del ejercicio anterior deberán ser iguales o superiores a 500.000 euros, derivados únicamente de la actividad en las plataformas”, “deberán contar con un número medio de seguidores igual o superior a 2.000.000 en alguno de los servicios de vídeo en los que desarrolle su actividad” y “haber realizado al menos 24 vídeos”. Eso deja fuera de regulación a “más de 12.000 influencers profesionales con más de 100.000 seguidores”.

¿Las redes sociales han muerto?

No es la primera voz a la que se lo oímos pero igual sí es una de las más interesadas: según el fundador de Snapcaht, Evan Spiegel, las redes sociales tradicionales (las de Zuckerberg y la de Musk) “han muerto” (Business Insider). ¿El motivo? “Están poniendo en contacto a pedófilos, alimentando la insurrección y recomendando propaganda terrorista, sabemos que Snapchat hace feliz a la gente”. Sin embargo, la suya, en su feliz opinión que ha trasladado a sus trabajadoras y trabajadores sin que la pidiesen, ofrece “a la gente la posibilidad de expresarse, vivir el momento, aprender sobre el mundo y divertirse juntos”. Pues vale.

El nuevo modelo también falla

No son pocas ni pocos los que ven un agotamiento en el modelo de negocio de los streamers, tanto de esas y esos a los que se refiere la ley que desgranan en Xataka, muy visibles en YouTube, como a las y los que se han refugiado en Twitch. La plataforma de streaming que nació con el mercado ya maduro y una idea clara, la de monetizar las retransmisiones y repartir la ganancia con la creadora o el creador de contenidos, anuncia despidos: un 35% de su plantilla se irá a la calle. 500 empleadas y empleados que entrarán en su plan para reducir costes porque sus gestores no han encontrado la manera de rentabilizar la idea.

Pero con casa

Me hago mayo y, al mismo tiempo, el mundo cambia muy deprisa: vemos cerrar hamburgueserías y abrir restaurantes de ramen. La juventud no quiere tener hijas e hijos, y no piensa tampoco en cómo será su futuro con sus decisiones. Tampoco entiendo su música, pero eso es porque ya nadie vocaliza. Lo que sí parece, y me ha resultado muy interesante esto en The Conversation, es que nuestras y nuestros descendientes tendrán casa: la baja natalidad permitirá que la juventud acceda a viviendas heredadas con mayor facilidad. Y eso supondrá un problema, principalmente, para la banca.

La generación que vacaciona

Creo que uno de los rasgos que sí comparte mi generación con las venideras es nuestra fijación por ir de vacaciones: salir, coger un avión si es posible (en ese momento pensamos menos en nuestra huella medioambiental) y un hotelito o un apartamento en Airbnb (depende de los prejuicios y los precios). Pero la escapada no se discute. Y esta no es solo mi percepción: “Los hoteles derrocan a las oficinas como el activo inmobiliario favorito de los inversores. La inversión y el apetito por comprar hoteles o activos residenciales se ha disparado, frente al de las oficinas o los activos comerciales, que está más mermado” (Activos).