Quieren pero no pueden

Es evidente que Luis Miguel Fuentes está desatado, y que sus columnas en Vozpópuli sobre Podemos son ya panegíricos coleccionables. En este caso, la torta con la derecha abierta, a lo Bud Spencer, antes de conocer el resultado de la negociación, es esta: “Eso de que la gente que ya está negociando pregunte si puede negociar parece una obviedad o, más bien, una bobada, pero una obviedad o bobada con tanta urgencia y susto”. Y esta, la torta con la mano izquierda abierta: “Entre Sumar y Podemos no hay negociación ideológica ni programática, el único obstáculo es el Podemos tóxico que intoxicaría la imagen de Yolanda Díaz”.

Errejón está en su bando

Atribuyen a Íñigo Errejón la idea de poner la cara de Pablo Iglesias en las papeletas de Podemos la primera vez que el partido se presentó a las elecciones. Entonces, el hoy despreciado líder, era un gurú de la opinión libre que era llamado a todas las tertulias: la televisión le hizo grande y ahora la combate con YouTube Live. El 23 de julio será la cara de Yolanda Díaz la que esté en las papeletas: no importa quién las encabece en cada circunscripción, la que importa es ella. No es malo, pero sí es significativo que Díaz repita esa idea, ahora que Errejón está a su lado, y que es igual de buena que la primera vez.

Ahora, lo importante

No es lo mismo que el presidente del gobierno sea del PP o del PSOE. Y no es lo mismo un PP en las manos de Vox que un PSOE en las manos de Sumar, EAJ-PNV, Bildu y los partidos nacionalistas catalanes. De hecho, confío mucho más en la capacidad de presión de las marcas que no son los del bipartidismo, porque PP y PSOE son responsables de esto: “Las restricciones legales y las limitaciones técnicas actuales están provocando pérdidas millonarias y haciendo que se desaproveche gran cantidad energía barata en plena crisis energética” (Activos), haciendo inútil el esfuerzo humano, técnico y económico por el autoconsumo.

Tecnologías inútiles

No entiendo que la prensa especializada dé datos como las probabilidades de gol que ofrece un software o el valor de los jugadores según Transfermarkt. Y entiendo aún menos que lo haga un responsable: “Tendríamos que haber obtenido según los datos de goles esperados once puntos más”. Para mí, es uno de los mensajes más importantes de la rueda de prensa de ayer en Ibaigane (no voy ni a opinar sobre el presidente usando “el Athletic” como sinónimo de “yo”) y lo dio Mikel González. Lo que diferencia a un buen sociólogo de uno normal es que éste señala el dato y el bueno dice qué significa. Uno malo usa el dato como excusa.

La operación

Todos sabíamos que Joan Laporta estaba intentando colocarnos mercancía averiada con sus intentos para que Leo Messi volviese al FC Barcelona. Ese era el gancho para poder justificar operaciones que son más elucubraciones y que reciben el nombre de “palancas”, con las que el Barça compite económicamente como si tuviera dinero para hacerlo. Pero la operación real y, por ello, verdaderamente interesante, es la de Miami, el equipo al que sí va a ir el argentino (que ya tiene casa en la ciudad): porcentajes directos de beneficio de la liga, de Apple, que la emite, y facilidades para comprar un club, como hizo Beckham, precisamente, con el de Miami.

«¡Árbitro, comprado!»

Después del partido en San Mamés, Xavi Hernández pedía no hacer juicios anticipados al FC Barcelona por la hostilidad del público ante lo que estamos sabiendo sobre el “caso Negerira”. Mi duda es si hace la solicitud como entrenador del equipo actual o como capitán de aquel equipo que pudo haber sido directamente beneficiado por el dinero que el club pagaba. Un dinero que, después, el exárbitro sacaba en metálico del banco y con el que “Hacienda sospecha que Negreira usó 550.000 euros que recibió del Barça para pagar a terceros” (República). Yo solo sé que lo que pasó en el campo y en el VAR el domingo no es normal.

No sabe ni dónde vive

Uno de los que sufrió el domingo pasado en San Mamés, sin duda, fue el alcalde de Bilbao. Solo unas horas antes, Juan Mari Aburto había acertado con un tuit en respuesta al candidato de Vox para arrebatarle el puesto: Diego Setién comentaba la noticia de los “asaltos” al restaurante El Vivero de Artxanda, cuyo dueño señala a menores no acompañados, y pedía a Aburto: “Apártese y deje que Vox haga lo necesario”. El alcalde respondía: “Ese suceso no ha sido en Bilbao. Es otro municipio vizcaíno que se llama Lezama”. Vamos, que el candidato ultra no conoce Bilbao. Y el medio que echa la carnaza, por cierto, que se lo haga mirar.

Primero, el baño de masas

Como me hizo notar una persona mucho más sagaz que yo, en los actos de “escucha” que ha montado Sumar, principalmente, a la que se ve hablar es a Yolanda Díaz. Hablar, recibir aplausos y protagonizar selfies. Primero, el baño de masas (por cierto, cada vez menos concurrentes, según las fotos) y, después, el resto. Como la negociación con Podemos: ya no tienen excusas para empezar a dar forma a la agrupación porque Sumar ha anunciado que ha acabado el proceso, que “la primavera de 2023 va a ser decisiva”  y que “pronto nos veremos en Madrid” porque si algo es la izquierda española es centralista hasta aburrir.

Y la propaganda, claro

No sé quién está detrás de la cuenta “En la retaguardia”, pero espero que le paguen bien por tuitear: “‘¡No queremos morir por Bandera!’, ‘¡no es nuestra guerra!’. En la ciudad de Bydgoszcz, los polacos tomaron las calles contra las acciones del gobierno polaco”. Según Ricardo Marquina, entre otros, el vídeo no es del fin de semana ni del país: “La propaganda rusa intentando pasar un video de Ámsterdam, en enero de 2022, por una protesta polaca contra el apoyo a Ucrania. Se inventa hasta las frases”. Que en la ropa de los agentes ponga “Politie” (“policía” en neerlandés, en polaco es “policja”) es ya una gran pista.

Menos mal que son las y los más listos

La caída de Silicon Valley Bank ha dejado una cuestión muy importante en evidencia y que en Activos escriben muy clarito: “Los problemas de liquidez de este grupo financiero revelan que la subida de tipos también disminuye el valor de los activos de los bancos y eso puede afectar a su liquidez”. Es decir: si los tipos dejan de subir no es porque a la mayoría nos apriete la hipoteca, sino porque los bancos pierden valor en las bolsas de todo el mundo. No nací ayer: ya sé que, aunque no me guste, el sistema bancario mundial no puede colapsar. Y porque lo sé me pregunto: ¿no habían decidido lo de los tipos altos personas muy listas?

Si se los pagan…

No sé si Pablo Iglesias los ha pedido pero, según The Objective, TV3 sí se los paga: 11.500 € al año que le convierten en uno de los colaboradores mejor pagados de la cadena. Pues muy bien. Sobre todo, para Iglesias, claro. Y no lo discuto, que conste: ¿cuál es el caché de Aznar o Felipe González para dar una conferencia? Solo me hace gracia que el asalto a los cielos acabe en una voz de tertulia, que sus lecciones de periodismo terminen en una mesa camilla, como diría Pedro Vallín, que su carisma, debidamente construido, resulte hoy irresistible solo a conductores de debates generalistas y recurrentes en medios.

No es una buena noticia

Lo público es motor económico, es garantía de buenas condiciones laborales de personas que gastan con más alegría, y es incitador de mejoras en las empresas privadas. Todo esto lo sé desde que me puse por mi cuenta, allá por 2009. Pero también sé que el empleo público tiene que estar esté debidamente compensado por la iniciativa privada. Así que no podemos considerar como buena esta noticia en Vozpópuli: “Entre julio y diciembre el sector privado destruyó 76.600 empleos respecto al primer semestre. El ‘empuje’ del sector público, con 72.300 nuevos puestos, permitió mantener estable la cifra total de ocupados”.

Esta, tampoco

Por supuesto, una administración pública rebosante de funcionariado no es necesariamente eficaz. Como no lo es una empresa privada mal gestionada, llena de trabajadoras y trabajadores que no tienen claras sus funciones. La prueba la encontramos en Nius: “La falta de información y la burocracia dejan sin ayudas sociales a millones de personas en España”. Dos datos: “De los 310 millones del bono eléctrico social en 2022, sólo 200.000 euros llegaron a los consumidores vulnerables en riesgo de exclusión social”. “Sólo un 30% de los consumidores que cumplen los requisitos tienen bono social ¿Qué pasa con el resto?”.

Más claro, imposible

“El 99% de las criptomonedas es una estafa”. Leemos el titular en Activos, y se lo atribuyen a “el economista Nouriel Roubini, quien ya presagió la crisis hipotecaria del 2007”. Más: “la criptoeconomía es particularmente desigual y que la riqueza generada con esos activos está concentrada en las manos de pocos”. Todo empezó con Bitcoin. “Su misión era  esquivar una autoridad central que regulase las operaciones, como los bancos. Tras el precedente de Bitcoin apareció Ethereum, una plataforma que sirvió a terceros como arquitectura para levantar sus propias criptomonedas. Y estas proliferaron, la mayoría con el fin de la especulación”.

Esto sí que no lo entiendo

Hace años que saco fotos con cámaras de carrete. Para mí es un disfrute: aprendes cosas con cada rollo, de ti, de tu cámara, del proceso… Y sirve para poner en valor a aquellas fotógrafas y aquellos fotógrafos que hicieron trabajos magníficos sin Photoshop. Lo que no entiendo es el gusto de algunas chavalas y algunos chavales por disparar con las primeras compactas digitales. Lo he visto en Instagram y ahora lo leo en Photolari. Supongo que tendrá que ver con la necesidad de volver a un momento en el que la tecnología no nos abrumaba, pero me llama la atención que esa necesidad la tenga quien no vivió aquello.

La economía virtual

Las y los inversores sabían que las grandes tecnológicas no iban a tener un crecimiento sostenido durante toda la vida. También lo sabía Jeff Bezos. Y lo sabían los responsables directos de las contrataciones. Ahora, llega otra riada de despidos, esta vez, en Amazon: hasta 10.000. Porque las pérdidas no pueden asomarse en esta economía virtual que genera milmillonarios con una pasmosa facilidad, porque los beneficios récord no están para sostener puestos de trabajo ni empresas, sino para los accionistas, especialmente, para los mayoritarios. Esa es el sistema ficticio que hoy sostiene al mundo.

Indecente

Como si todas y todos menos él fuéramos tontos, para desviar la atención de los despidos, Jeff Bezos, el máximo accionista de Amazon, ha anunciado que compartirá su indecente fortuna, que podría llegar a los 124.000 millones de dólares. Tiene su guasa, o no, porque en vez de obras filantrópicas, ese dinero estaría mejor, directamente, redistribuido gracias a los empleos, por ejemplo. Tiene su guasa también que nos recuerde Bezos que ya ha donado 10.000 millones “a su fundación para la protección del medio ambiente” (República) cuando su proyecto espacial y el modelo de negocio de Amazon son altísimamente contaminante.

¡Con un par!

Tengo muy claro que esas fortunas tan grandes no las consiguen Bezos o Musk porque son los más listos, sino porque son los más indecentes. Otra muestra: “La guerra en Ucrania dispara un 52% el beneficio de las grandes energéticas hasta los 9.572 millones” (Activos). Podría entender que las empresas armamentísticas tengan enormes beneficios por una guerra, pero que lo hagan las empresas suministradoras de energía al resto del mundo es indignante. Ya que me tratan como si fuera idiota, por favor, que alguien me explique también la correlación guerra-beneficios como si no pudiera entenderla.

Tenemos la culpa por querer beber leche

Esto no lo compro, de ninguna manera: alimentar a la humanidad no es el culpable del cambio climático. Y noticias como la de El Diario, que alerta de que “15 grandes empresas de carne y leche contaminan con tanto metano como casi toda la Unión Europea”, tienen que ser explicadas con muchísimo cuidado. Porque a este paso, la leche y la carne será para las personas más ricas, y el resto nos alimentaremos con insectos y sintéticos. Tengo claro que tenemos que cambiar el modelo de consumo, pero este no puede afectar a la alimentación más básica, sino a lo que nos sobra, como cambiar de móvil.

Ni periodistas, ni viejos

Lo paso mal cuando veo a alguien hacer el ridículo. Por eso lo pasé mal cuando vi la presentación de Luis Enrique Martínez como “streamer” para el Mundial. El seleccionador español va a conectarse por las noches (veremos qué noches) a un canal en Twitch y comentará la actualidad (veremos qué actualidad), en una iniciativa pensada para atraer al público más joven, supongo, que a saber qué piensa de un señor con un trabajo de máxima exigencia disfrazado de streamer. El seleccionador no parecía disgustado con la idea que, además, le mantendrá alejado de las preguntas de las y los periodistas.

¿Y después, qué?

Ha llegado el momento que durante años temíamos: ¿qué pasará cuando Facebook primero y Twitter después caigan? ¿Qué red social vendrá a sustituirlas? ¿O no lo hará ninguna? Pues bien, la juventud tiene TikTok (lo que resulta aterrador) y las y los mayores, Instagram, además de WhastApp (que no es una red social abierta, precisamente), pero nada parece que esté preparado para ocupar el hueco de Facebook, que hemos abandonado, y Twitter, que Elon Musk está dispuesto a llevar a la quiebra. Marcos Sierra ha reflexionado en Vozpópuli sobre “el fin de Facebook y Twitter (como los conocemos)”, y todos debemos ir haciéndolo.

¿Por qué?

Los despidos en Twitter podían tener cierta lógica: el modelo de negocio no era suficiente. Twitter se ha sostenido durante años perdiendo dinero porque los inversores no dejaban de aportar y confiar en que encontrarían la manera de hacerlo tan rentable como Facebook, y Elon Musk cree que eso es imposible y que hay que recortar. Pero Meta también ha despedido al 13% de su plantilla mundial: 11.000 trabajadoras y trabajadores. ¿Por qué? Porque Facebook ha dejado de ser líder y el metaverso no despega, y en una economía virtual como la que ha enriquecido a Musk y Zuckerberg, la ruina, como el éxito, es meteórica.

Ten tu propio sitio web

He tenido una gran suerte profesional: me han dejado trabajar con confianza en un sector que he visto nacer y desarrollarse. Y como Kike García de la Riva, en este proceso también escuché a quienes recomendaban poner tu identidad digital en manos de un proveedor, en aquel caso, Facebook, ahora TikTok o Instagram. Eso es “un suicidio profesional y, como sociedad, cultural y es preocupante”, como dice el creador de El Mundo Today. Insisto: ahora es además peor porque Facebook era un gigante hambriento, pero TikTok es una plaga que devora ideas, creatividad, recursos y cerebros. Es lo peor que nos ha pasado on-line.

No solo las redes

No solo es Facebook (o Meta) y Twitter: el valor de Amazon o Netflix está cayendo porque una desviación en los consumos supone en la economía virtual actual una bajada al fondo del pozo. No creo, como sugieren en El Independiente, que se haya pinchado la burbuja tecnológica (hay mucha tecnología más allá de las grandes), pero sí espero que la economía sea un poco más razonable: ninguna empresa puede crecer hasta el infinito y las millonadas que se han llevado los Musk, Zuckerberg o Bezos son indecentes e injustificables. Esa es la burbuja que tenemos que pinchar, y cuanto antes lo hagamos, mejor.

Las barbas a remojar

Me temo que después de la caída de las empresas va a ir la de las y los influencers: si no hay plataforma en la que exhibirse, no hay quien pague por la exhibición. Es cierto que, Twitter aparte, Instagram y TikTok son las redes más importantes para estas y estos profesionales (que es lo que son), y son las redes con más presente e incluso futuro. Y también lo es que, después de la pandemia, están viviendo un momento dulce. Pero, ¿cuánto va a durar? ¿No se retrae su mercado como el de Amazon? Lo siento, no soy tan optimista como en Irene Juárez en Activos, pero su texto, con fuentes del sector e influencers, es muy interesante.