Un tío que sabe

Gerard Piqué es un tío que sabe, por eso lleva una década sonando como futuro presidente del FC Barcelona, por eso compatibilizó su carrera de futbolista con la de empresario, por eso ayudó a la RFEF a llevarse la Supercopa a Arabia Saudí, por eso puso en marcha la King’s League, y por eso sabe, perfectamente, cómo se compra a un árbitro: “Vas con dinero negro y ya está” (Vozpópuli). Según Piqué, que siempre ha sido de los listos, “pagarle un salario no tiene lógica”. Vaya. Oír eso justo ahora que se sospecha que Enríquez Negreira hacía algo así con el dinero que sacaba en metálico da alguna idea. Yo me creo lo que diga Piqué.

Un partido sin rumbo

En política la acción es muy importante, pero si esta no viene de una reflexión, de una visión, de una ideología, antes o después esas acciones no llevan a ningún lado y la ciudadanía pierde el interés y la confianza. Pues eso es justo lo que le está pasando a Vox donde, aunque de ideología rancia van sobrados, de visión y reflexión parece que van más escasos: un discurso no es un tuit y un país no es un partido, primera regla de la política actual. Pero nadie les libra de tirarse a la piscina ya, haya o no haya agua: Tamames les ha salido rana, tanto que hasta en Vox hay quien empieza hacerse preguntas.

Y un país que no se reconoce

Uno de los que asistirá, en primera fila, al sainete de Ramón Tamames organizado por Vox, es Aitor Esteban. El mismo que esta semana, gracias a un tuit del PNB, denunciaba esto: “Francia comienza a dar vergüenza en términos europeos con sus límites al uso de las lenguas. Lo último: prohibir hablar en corso en la Asamblea de Córcega”. Francia niega el uso de una de sus lenguas, un signo de negación de sí misma. Una anorexia selectiva porque el país intenta adelgazarse por la fuerza y lo hace, además, por voluntad propia pero que le hace el mismo daño porque se debilita, se enferma, sufre.

Rusia prevé más conflictos

Ricardo Marquina siempre ha sido un tuitero muy interesante: como buen periodista comunica bien y su situación, en Rusia, nos ha permitido ver la realidad de aquel país durante años, también antes de la guerra. Pero ahora seguirle es imprescindible porque muestra valentía y traslada noticias muy significativas, como esta: “El servicio militar en Rusia será obligatorio hasta los 30 años a partir del año que viene”. No sé si Rusia prevé extender la invasión sobre Ucrania un año más o está buscando personal forzado para nuevas aventuras bélicas, pero la intención es manifiesta. Y esto, ¿cómo se defiende?

Siempre gana la banca

“La quiebra del banco de Silicon Valley frena la subida de tipos de interés” (Nius), por lo menos, en EE.UU., pero si las bolsas de Europa se contagian es previsible que las intención inicial de las instituciones continentales seguir escalando se frene. Una buena noticia para la ciudadanía hipotecada, está claro, pero que ratifica lo que ya sabíamos: pase lo que pase, siempre gana la banca. Si no se lo llevan en tipos altos, se lo llevan en fondos que caerán por el contagio de las bolsas, la ola sísmica estadounidense, el parón de la subida de tipos… Cualquier excusa es válida para mantener un sistema profundamente perverso que urge cambiar.

«¡Árbitro, comprado!»

Después del partido en San Mamés, Xavi Hernández pedía no hacer juicios anticipados al FC Barcelona por la hostilidad del público ante lo que estamos sabiendo sobre el “caso Negerira”. Mi duda es si hace la solicitud como entrenador del equipo actual o como capitán de aquel equipo que pudo haber sido directamente beneficiado por el dinero que el club pagaba. Un dinero que, después, el exárbitro sacaba en metálico del banco y con el que “Hacienda sospecha que Negreira usó 550.000 euros que recibió del Barça para pagar a terceros” (República). Yo solo sé que lo que pasó en el campo y en el VAR el domingo no es normal.

No sabe ni dónde vive

Uno de los que sufrió el domingo pasado en San Mamés, sin duda, fue el alcalde de Bilbao. Solo unas horas antes, Juan Mari Aburto había acertado con un tuit en respuesta al candidato de Vox para arrebatarle el puesto: Diego Setién comentaba la noticia de los “asaltos” al restaurante El Vivero de Artxanda, cuyo dueño señala a menores no acompañados, y pedía a Aburto: “Apártese y deje que Vox haga lo necesario”. El alcalde respondía: “Ese suceso no ha sido en Bilbao. Es otro municipio vizcaíno que se llama Lezama”. Vamos, que el candidato ultra no conoce Bilbao. Y el medio que echa la carnaza, por cierto, que se lo haga mirar.

Primero, el baño de masas

Como me hizo notar una persona mucho más sagaz que yo, en los actos de “escucha” que ha montado Sumar, principalmente, a la que se ve hablar es a Yolanda Díaz. Hablar, recibir aplausos y protagonizar selfies. Primero, el baño de masas (por cierto, cada vez menos concurrentes, según las fotos) y, después, el resto. Como la negociación con Podemos: ya no tienen excusas para empezar a dar forma a la agrupación porque Sumar ha anunciado que ha acabado el proceso, que “la primavera de 2023 va a ser decisiva”  y que “pronto nos veremos en Madrid” porque si algo es la izquierda española es centralista hasta aburrir.

Y la propaganda, claro

No sé quién está detrás de la cuenta “En la retaguardia”, pero espero que le paguen bien por tuitear: “‘¡No queremos morir por Bandera!’, ‘¡no es nuestra guerra!’. En la ciudad de Bydgoszcz, los polacos tomaron las calles contra las acciones del gobierno polaco”. Según Ricardo Marquina, entre otros, el vídeo no es del fin de semana ni del país: “La propaganda rusa intentando pasar un video de Ámsterdam, en enero de 2022, por una protesta polaca contra el apoyo a Ucrania. Se inventa hasta las frases”. Que en la ropa de los agentes ponga “Politie” (“policía” en neerlandés, en polaco es “policja”) es ya una gran pista.

Menos mal que son las y los más listos

La caída de Silicon Valley Bank ha dejado una cuestión muy importante en evidencia y que en Activos escriben muy clarito: “Los problemas de liquidez de este grupo financiero revelan que la subida de tipos también disminuye el valor de los activos de los bancos y eso puede afectar a su liquidez”. Es decir: si los tipos dejan de subir no es porque a la mayoría nos apriete la hipoteca, sino porque los bancos pierden valor en las bolsas de todo el mundo. No nací ayer: ya sé que, aunque no me guste, el sistema bancario mundial no puede colapsar. Y porque lo sé me pregunto: ¿no habían decidido lo de los tipos altos personas muy listas?