El mejor Pablo Iglesias

Soy muy pudoroso y lo paso muy mal cuando veo a alguien exponerse o arriesgarse en público. Por eso valoro tanto a quien es capaz de hacerlo. Y si es alguien que se dedica a la política, esa profesión tan injustamente despreciada, más. Así que cuando quien lo hace lo hace bien me entran ganas de levantarme y aplaudir a la pantalla, y eso fue lo que me pasó ayer cuando vi por primera vez el anuncio de “Lo de Évole” en Twitter: Pablo Iglesias se presta a un spot estupendo en el que él está de diez, se ríe de sí mismo y se juega al juego que le ofrecen para presentar una entrevista a Iván Redondo.

Segunda sorpresa

Cuando me sorprendí aplaudiendo a Iglesias me gustó: que lo inesperado sea bueno, para variar, resulta muy agradable. Así que seguí con los ojos abiertos y una actitud positiva hasta que me vi a mí mismo de acuerdo con Luis del Pino, el locutor de EsRadio, cuando tuiteó esto: “Si yo quisiera neutralizar a Vox, no usaría la homofobia, el racismo, el feminismo, ni ningún otro mantra absurdo. Lo que haría sería alentar al minoritario sector antivacunas que hay en Vox, para encerrar al partido en el frikismo más absoluto”. En efecto, en Vox están esos antivacunas como lo están en el resto de la extrema derecha europea.

La sorpresa estaba en la intrahistoria

Mucho menos me sorprendí cuando leí este titular de Eldiario.es: “Una grabación confirma que se simuló la donación del Goya para que Esperanza Aguirre y su marido pudieran venderlo”. Pero sí lo hice cuando leí la noticia: en una grabación, Beatriz Ramírez de Haro, hermana del marido de Esperanza Aguirre, cuenta a sus sobrinos (los hijos de la expresidenta de la Comunidad de Madrid) cómo la familia simuló una donación para que el cuadro pudiera ser vendido por el matrimonio de Fernando y Esperanza. Vamos, que esta “bonita historia familiar es, en realidad, la asunción de un presunto fraude”.

“Again”

Otra sorpresa menos inesperada es la que encontramos en el titular que tuiteaba Carlos Hidalgo: “PwC firmó una auditoría limpia de Evergrande el pasado mes de marzo”. El propio Hidalgo echaba una palada de sarcasmo con su comentario: “Como decía Britney Spears: ¡Ops, I did it again’”. Lo que lleva a preguntarnos por la capacidad de esas grandes firmas que uno, desde su infinita ignorancia, no sabe si se dedican a la consultoría o su modelo de negocio es dar respaldo legitimador y, luego, que salga el sol por Antequera y póngase por donde quiera. Pero insisto en la base de este párrafo: qué sabré yo.

La no-sorpresa

La mayor sorpresa que nos ha traído la erupción del volcán en la isla de La Palma es la aparición de negacionistas de volcanes capaces de creer que hay espejos en algún sitio del universo manejados por humanos que calientan la lava para desviar la atención sobre la pandemia, por ejemplo. Menos nos han sorprendido los del discurso ese de que el planeta protesta por nuestros excesos (que son reales y censurables). Por suerte, hemos encontrado la respuesta en forma de tuit, y lo ha escrito Suki: “La Tierra no está intentando decirnos nada. Es más, contigo concretamente es que no quiere ni hablar”.

El terror no lo conseguirá

Quienes quieren que vivamos con miedo no pueden lograrlo. A la mayoría nos resulta difícil entenderlo pero, sí, hay personas en el mundo que no quieren que salgamos de casa, que no quieren que disfrutemos de lo bueno que nos ofrece la vida y este planeta, que pretenden que vivamos horrorizados y recluidos, como obligan a vivir a sus propios conciudadanos. Pero insisto: no pueden vencernos, como no lo hizo en casa ETA. Sabemos mirar al futuro con esperanza.

Y ahora, las derivadas

A veces, para encontrar a un buen tuitero solo hay que levantar la vista de la pantalla: mi compañero en DEIA y amigo, Aner Gondra, lanzó ayer en Twitter una interesante reflexión. Básicamente pedía que nos dejaran a los periodistas hacer nuestro trabajo, y publicar fotos desgarradoras lo es. Yo añado que el perjudicial mito del periodismo ciudadano es el que invita a sacar el móvil y grabar. Nada que ver con el cámara que graba y edita antes de difundir imágenes duras.

Menos caretas

Es triste, pero ante tragedias como la de Barcelona a algunos se les caen las caretas y otros se sorprenden de conocer realmente al tuitero que han estado siguiendo y hasta alabando. Uno que se hace llamar Aragorn de Mordor, que va de salvapatrias contra los nacionalistas, tuiteó: “¿No queríais menos turismo? Deseo concedido”, y se retrató. Después, borró el tuit cobardemente y quiso sacar la pata asegurando que los catalanistas habían retorcido su sentido.

Más inteligencia

¿Qué le lleva a una persona a grabar el horror con su móvil? ¿Qué le lleva a una persona a aprovechar el horror para alimentar sus obsesiones? ¿Qué le lleva a una persona a difundir las imágenes del primero y los tuits del segundo? En Twitter parece que escasea el sentido común que @elbicharraco (81.700 seguidores) sí tiene: “Es sencillo. No difundas vídeos ni fotos. No hagas chistes. No cambies de tema. Aporta información útil. Y después cierra Twitter”.

No somos todos iguales

Continúo: a veces Twitter es imprescindible para identificar a los idiotas. Por suerte, hay más usuarios conscientes de la realidad y empeñados en difundirla: “Entre los idiotas de la culpa es de occidente y los de la culpa es de los inmigrantes estamos una mayoría callada, estupefacta y conmovida”, tuiteaba Lordo. “Sí, sabemos que esto ocurre cada día en otros países. Sí, nos impresiona más cuando pasa aquí. Meteos la superioridad moral donde os quepa”, pedía Suki.