Ambiciosa, no: cutre

Eva Kaili está atrayendo todos los focos en el caso de los supuestos sobornos de Qatar en el Parlamento Europeo. Es lógico, es la acusada con mayor rango político. Mayor rango y mayor sueldo. No podemos olvidar que en esa cámara nuestras y nuestros representantes ganan mucho dinero. Y no discuto que la mayoría se lo gane: jornadas infernales, semanas larguísimas y todas las incomodidades (como el pleno en Estrasburgo de ayer mismo). Pero Kaili no ha pecado de ambiciosa, sino de cutre: acumular 600.000 euros en billetes a cambio de favores a dictadores cuando ya tienes dinero y poder no es querer más, es no quererse nada.

No sé qué es peor

Ciudadanos en España, como EA en Euskadi, ya solo ofrece entretenimiento. Sus estertores políticos generan un espectáculo decadente y tristón pero amable. Como un circo con animales viejos que no sabrían vivir fuera de su jaula y su carpa. Titulares como este en El Diario forman parte de una agonía que ya ni incomoda: “El eurodiputado de Ciudadanos José Ramón Bauzá afirma que ha defendido a Qatar ‘sin recibir un solo euro’. El presidente del Grupo de Amistad Qatarí-Unión Europea en el Parlamento Europeo y ex presidente de Baleares, se defiende de las sospechas de tener algo que ver con el QatarGate”.

Progre pero opaco

El gobierno más progresista de la historia de España es tan opaco como cualquier otro. Los partidos que forman el consejo de ministras y ministros han impedido que haya un mayor control sobre el CNI. El mismo CNI que ha cubierto a Juan Carlos I por sus excesos en campechanía y que puso en marcha un sistema de espionaje con el software Pegasus. En resumen. PSOE y Podemos han impedido que prosperase la iniciativa del PNV pero no dudarán, sobre todo los morados, de hablar de las cloacas que tanto les perjudican, siempre según su relato, cuando se acerque campaña. La coherencia también se vota.

Siguen cayendo bombas

Uno de los mejores discursos que yo recuerdo de Aitor Esteban es el que pronunció en el Congreso cuando Rusia inició la invasión sobre Ucrania. Entonces ya avisó de que la guerra podría durar meses y que sus consecuencias íbamos a pagarlas todas y todos, literalmente. Pues bien, esta misma semana han vuelto a caer drones rusos, como misiles, sobre Kyiv. ¿Qué lo justifica? ¿Qué lo explica? ¿Qué es defendible en que Rusia, por el morro, organice una lotería en la que tu casa puede arder (o volver a hacerlo) tras la caída de un dron con explosivos? ¿A cuánto tonto más que no condena lo evidente tenemos que aguantar?

A ver si con un futbolista…

Quien defiende a Rusia también está implicado en la impunidad que permite al régimen iraní ejecutar a quienes se manifestaron tras la muerte de Mahsa Amini. Uno de los próximos en ser ahorcados colgados de una grúa será Amir Nasr-Azadani si nadie lo remedia. Este chico de 26 años, además de un valiente con conciencia, es futbolista, y su caso ha salido en medios de todo el mundo. A ver si su notoriedad sirve para que alguna o alguno abra los ojos y se dé cuenta de que Irán, como suministrador de armas a Rusia que es, sabe que puede hacer lo que quiera mientras Putin siga ejerciendo de primo del Zumosol.

Feijóo asume que pierde

Si es cierto que “Feijóo asume que solo podrá gobernar con Vox y prepara un año de equilibrios con la extrema derecha” (El Diario), es evidente que lo que ha asumido el líder el PP es la derrota política. La electoral, posiblemente, también. Y parece que es cierto porque “Feijóo exige a Sánchez que convoque elecciones anticipadas: ‘Ha llegado el momento’” (Vozpópuli). No solo asume que sin Vox ni se acerca a Moncloa, es que puede tener la percepción, posiblemente basada en datos, de que cuanto más tiempo pase más le puede comer la tostada la extrema derecha que el PP, todo el PP, ha cebado durante años.

¡Acabáramos!

No me sorprende, evidentemente, pero no deja de parecerme significativo este titular en El Confidencia Digital: “El entorno de don Juan Carlos se dirigió a Carlos de Inglaterra para que mediara ante el tribunal de Londres”. ¿Para qué sirven las monarquías en 2022? Para ayudarse entre ellas, está claro. Porque la decisión del tribunal británico de poner la inviolabilidad del emérito por encima de todas las cosas tiene consecuencias, y por supuesto son buenas para él: “La decisión de los jueces británicos abre la puerta a la posibilidad de una llegada de don Juan Carlos con motivo de las próximas festividades de Navidad”.

Seguimos en sus manos

La fiscalía belga ha procedido a detener a una vicepresidenta del Parlamento Europeo, Eva Kaili. Es el cargo de mayor rango pero no el único que ha caído. Para hacerlo tienen que estar muy seguros de los indicios delictivos (hacerlo coincidir con el Mundial es para nota), y estando Qatar implicado, me lo creo todo: el emirato intentaba “influir en las decisiones económicas y políticas del Parlamento Europeo, mediante el pago de importantes sumas de dinero o la oferta de importantes regalos”. “Es un expediente por sospecha de corrupción, blanqueo de dinero y organización criminal”, leemos en Euronews.

“¿Quién empezó?”

Si para algo está sirviendo 2022 es para que nos demos cuenta de qué pasa cuando dejamos el mundo en manos de los sátrapas a cambio de sus recursos naturales. La ambición de Qatar solo es comparable a la fortuna de su familia real, y la desfachatez de Rusia también es parangonable, únicamente, a la fortuna de los oligarcas, Putin, incluido. Esto tuiteaban desde la cuenta de la embajada de Rusia en España: “Ahora hay mucho ruido sobre nuestros ataques a la infraestructura energética del país vecino. Sí, lo hacemos. Pero, ¿quién empezó? ¿Quién atacó el puente de Crimea? ¿Quién voló las líneas eléctricas de la central nuclear de Kursk?”.

Hoy empieza el Twitter de pago (si quieres)

Precisamente Twitter empieza a ofrecer hoy su nueva versión de pago. Realmente, se diferencia poco de la anterior, la que resultó completamente fallida. Lo que cambia es que a la vez Elon Musk (porque el personalismo huele detrás de cada decisión) va a intentar que quede claro que las cuentas de pago marcadas como tal no se confundan con las verificadas, a las que va a cambiar el color del “tic” (dorado, para empresas; gris, para instituciones). ¿Qué ofrece la cuenta de pago? Poder subir vídeos largos, la edición de tuits y la menor exposición a anuncios (la mitad que el resto). Todo ello por 8 euros al mes, 11, si tienes un iPhone.

¿Por qué lo permitimos?

El gobierno de Irán ha demolido la casa familiar de Elnaz Rekabi, la deportista que escaló sin velo en una competición en Corea del Sur, que estuvo desaparecida y que después salió a decir que se le había caído y con los nervios no se lo había podido poner antes de que empezara su turno. Es una noticia terrible que da medida del terror que impone la dictadura islámica. Y es una práctica, sin embargo, que no resulta novedosa: Israel derriba las casas familiares de palestinos, desde quienes se inmolan a quienes son detenidos por cuestiones arbitrarias. Este es el mundo no solo que hemos creado, sino que permitimos día a día.

Rufián solo hace política

No soy yo el fan número de uno de Gabriel Rufián, precisamente, pero creo que no hay nada reprochable en que haya admitido que negoció la reforma del delito de sedición a cambio de apoyar los PGE. En eso consiste la política, precisamente. Y en España en vez de rasgarse las vestiduras deberían de hacer una autocrítica. Primero, mal quienes se sorprenden ahora y se hacen cruces, en un gesto exagerado e innecesario. Y mal también quien no permite negociar estas cosas si no es en el marco de los PGE. No son los catalanes ni los vascos quienes estamos sacando tajada política: son los que diseñan el presupuesto quienes lo hacen.

¿Cuál es el problema?

Cuando vi que El Mundo había publicado una entrevista con Carlos Navarro, el concursante de Gran Hermano en busca y captura por no presentarse voluntariamente para entrar en la cárcel y cumplir su condena por malos tratos a su mujer, su hija y su hijo, sentí una punzada de envidia. Ellos lo habían logrado. Cuando vi que en Twitter, especialmente, pero también en algunos digitales, había críticas duras por darle voz, pensé que mi envidia profesional era una miniatura. ¿Cuál es el problema si en ninguna pieza se justifica a “El Yoyas”? El mismo que analizaba la actualidad con Jordi Évole en, Salvados, La Sexta, por cierto.

Creo que vamos ganando la guerra

A Rusia le ha dolido mucho el tope al precio de su petróleo que ha impulsado la Unión Europea. Lo sabemos por lo mucho que está pataleando y amenazando. Y esa es una buena señal: estamos ganando la guerra. Es necesario recordar que el petróleo no baja más porque la OPEP ha decidido bajar la producción y mantener el precio, en su larga tradición de extorsión al Mundo, pero la realidad es que cada vez somos menos dependientes del combustible fósil y por eso la Unión, con tino, ha decidido hacer la jugada. Cada paso que debilite a Putin o le haga revolverse es un paso en la dirección correcta. Quienes titubean que se hagan a un lado.

Lo segundo es lo primero

Entre la competición y el dinero, Cristiano Ronaldo ha elegido el dinero. Entre los valores occidentales y el dinero, Cristiano Ronaldo ha elegido el dinero. Puede hacerlo, se lo ha ganado siendo uno de los mejores futbolistas en activo, pero también deja claro de qué madera está hecho, y no es una madera noble: los saudíes le pagarán cien millones por jugar en su pobrísima liga y otro tanto por las campañas de promoción. Quien dice “promoción” puede decir también “blanqueo”, claramente: lo estamos viendo en Qatar. Cristiano Ronaldo podía haberse retirado bien, aplaudido y respetado. Ha elegido el dinero.

¡Claro que Twitter falla!

En Twitter se han difundido vídeos de la masacre de Christchurch. Ha podido pasar porque nadie lo ha impedido, porque a Elon Musk no le ha importado desmantelar la plataforma e incluso ha presumido de ello, de que con menos personal podía mantener Twitter en pie e incluso agrandarlo, permitiendo el retorno de todas las cuentas baneadas hasta el momento. El resultado no podía ser otro que el de la difusión de contenido terrible. Ya no son solo películas completas en un hilo de Twitter, que se han difundido para probar que nadie vigilaba de que la compañía cumpliera normas sencillas y automatizables, como la del copyright.

No, el dinero no se volatiliza

Ya sé que FTX era un empresa gestora y no una criptomoneda en sí, y que su quiebra no es la de un token, pero creo que lo que dice de ella Fernando Navas, abogado especializado que está siendo contratado por el crash de la empresa de Sam Bankman-Fried (que ocupaba portadas como un joven empresario de muchísimo éxito), es significativo: “Estamos ante un caso de mala gestión empresarial, en el que alguien se ha gastado el dinero que no era suyo”. El dinero no se volatiliza, solo cambia de manos, y los enriquecimientos indecentes de quienes montaron el chiringuito, ahora que se lo lleva el invierno, son la prueba de ello.

¿Merecen ser rescatados?

Sinceramente, tengo mis dudas de que debamos dedicar un euro o una brizna de esfuerzo a rescatar a quienes se dejaron embaucar por las criptomonedas creyéndose, como se creían, más listos que nadie, más visionarios, más revolucionarios. Víctor Pérez-Guzmán es más benevolente en Público, él cree que “detrás de los criptobros había esfuerzo e inquietud, dos actitudes básicas para el buen desempeño profesional envenenadas y mal canalizadas por el capitalismo en su versión más destructiva”. Yo lo que veo es a neoliberales radicalizados que se han dejado embaucar y que deben aprender la lección. Me hago viejo y cascarrabias.

De la licencia a la suscripción

No nos hemos dado cuenta pero, como bien sugieren en Xataka, el modelo de suscripción ha ido ocupando nuestro consumo digital: hasta “Adobe te obliga a pagar una suscripción para rotar un PDF”. Del sistema de licencias, bien pensado por Bill Gates para enriquecerse (ahora echamos de menos a aquellos millonarios con pinta de frikis y principios), al de suscripción, nos hemos acostumbrado a pasar por caja. Y eso no es malo: las empresas tienen que ganar dinero (también las periodísticas, ya que estamos), pero “que todo esté acabando por ser una suscripción está generando cierta fobia a ese modelo”, alertan en el blog.

Lo está haciendo muy bien

Puede que en el tiempo que ha transcurrido entre que yo haya escrito esta columna y salga publicada, Luis Enrique Martínez haya hecho algo vergonzoso en Twitch, pero no lo creo. El seleccionador español lo está haciendo muy bien como streamer amateur y, salvo manipulaciones como la de la COPE, los medios están recogiendo con cierta alegría sus directos. También hay ya hasta imitaciones, como la de Polònia, lo que da la medida del acierto de la RFEF, que descansa en cómo se enrolla el entrenador. Pero Twitch no sustituye a la prensa porque nadie le hace preguntas incómodas.

Que siga rodando ese balón

En mi casa no hemos decidido hacer boicot al Mundial. Directamente, me lo hacen a mí para que no pueda ver los partidos. No es tampoco por motivos políticos, sino por la cena, los deberes, los entrenamientos y las duchas. La vida, que pasa sin fijarse en los detalles. Y aun así este Mundial me está reconciliando con mi profesión, a la que todos los periodistas acabamos perdonando los excesos como a un hijo. “La FIFA no quería que la política empañara el Mundial de Qatar. Ha conseguido exactamente lo contrario”, titulan en Magnet antes de resumir los intentos de FIFA y emirato que la prensa ha abortado señalando las evidencias.

Incomprensible

Me da igual qué equipo resulte beneficiado por las decisiones del videoarbitraje, lo que tengo claro es que perdemos casi todos: afición, equipos, clubes, selecciones… Todos menos los árbitros, claro, que ahora necesitamos para cada partido más de media docena y cada vez cobran mejor. Entiendo que este colectivo esté totalmente a favor del VAR, pero el resto seguimos alucinados con errores flagrantes, retrasos imperdonables y la emoción del gol, secuestrada. Ya lo escribió Valdano en el siglo pasado: “El fútbol y la tecnología se llevarán bien siempre que no se mezclen”. Y algunos se empeñaron en mezclarlos.

En su justa medida

A un Mundial de fútbol solo llegas si tienes una mente ganadora y una ambición probada. Y solo lo ganas si eres un competidor nato que no necesita más motivación que la propia. Esto está bien para el deporte de élite, y en algunos momentos, para esa parte de la vida que a veces se come a las otras, como es el trabajo, pero para mi día a día me quedo con este tuit de Bukuku: “‘Es que no compites’, ‘es qué no sé qué’. Caballero, por favor, vaya usted a hacerle lo de la mentalidad de tiburón a su puta madre. A esta vida se viene a pasarlo lo más tranquila posible, no a escuchar la catequesis de un tío de frenopático”.

Más lejos que nunca

Me fascinan estas historias: la humanidad ha llegado más lejos que nunca. La cápsula Orion, que podría ser tripulada, “logra superar el récord del Apolo 13 al distanciarse de la Tierra 434.522 kilómetros” (Microsiervos). ¿Para qué? “‘Artemis está pavimentando el camino para vivir y trabajar en el espacio profundo en un ambiente hostil y, al final, llevar humanos a Marte’, aseveró en la rueda de prensa el administrador de la NASA, Bill Nelson”. Insisto: a mí esto me maravilla, y más cuando a ras de suelo lo único que recibimos son señales de que esta civilización se va a la mierda por nuestro propio empeño.

50 años jugando

El Pong, el primer juego en una consola (Atari, en este caso), que consistía en pasar una bola virtual de un lado a otro de la pantalla mientras las o los jugadores subían y bajaban sus barritas para impedir que saliera del monitor, acaba de cumplir 50 años. Nos lo recuerdan en Engadget. Es decir: esta civilización lleva medio siglo jugando a videojuegos porque todo el mundo, por lo menos en esta parte del planeta, ha jugado alguna vez. Un tiempo y una experiencia suficientes para saber que no son malos en sí mismos y para construir una industria que mueve más dinero que la de la música y el cine.