Cuando todo es normal

Sí, en Twitter siguen dando vueltas a la columna de Antonio Maestre sobre sus recuerdos en un barrio de la periferia de Madrid. Pero les aseguro que solo se trata un texto normal que, sorprendentemente, ha desempolvado una lucha de clases que huele a naftalina. Por suerte, también hay tuiteros que ponderan bien la realidad, como en el hilo en el que “Mario” normaliza el asunto: la historia de Maestre, correcta, solo es una más entre la mayoría.

No más juicios paralelos, por favor

Nunca me han gustado pero de un tiempo a esta parte los juicios paralelos empiezan a aburrirme extraordinariamente. Los mediáticos y los políticos. Tanto que hasta estoy de acuerdo con Pastrana en Twitter (para variar): “Eso de las comisiones de investigación es un gran invento, sirven por ejemplo para que un sinvergüenza como Bárcenas se chulee de todos”. Sigo creyendo que es mejor que los jueces hagan su trabajo sin comisiones parlamentarias que buscan el foco simultáneas ni contertulios (también digitales) dictando sentencias de barra de bar.

Sobre la multa a Google

En El Confidencial explican bastante bien la multa milmillonaria a Google. Básicamente, la Comisión Europea sanciona a la empresa del buscador por ofrecer los resultados que le benefician y perjudican a la competencia en sus negocios derivados. No solo es dinero (mucho en general, poco para la empresa): la experiencia de usuario puede mejorar, y no hay riesgo de cierre como venganza porque a Google le interesa seguir ofreciéndonos resultados incluso en igualdad.

Una angustiosa maravilla

The Guadian vuelve a ofrecernos en su web otra de esas maravillas visuales que nos recuerdan que gracias a Internet es posible mejorar el periodismo. Benny Lam ha documentado fotográficamente la realidad de los “pisos subdivididos” de Hong Kong. Pequeños habitáculos del tamaño de un colchón de 90 y medio metro de altura con cortinas echadas y cocinas con inodoros llenas de cacharros son, según vemos, el día a día de miles de personas. Un trabajo extraordinario.

Costumbrismo 2.0

Si no lo conocen, busquen el canal de YouTube de Alberto Casado y Rober Bodegas. Se llama Pantomima Full y en él muestran una capacidad envidiable para el sarcasmo. Retratan a una generación que es la suya, que es la mía, en la que vamos de entendidos, de emprendedores, de sibaritas… Y estamos atrapados en un postureo insoportable. Casado y Bodegas tienen, además, tres vídeos en el BBK Live sobre los límites de lo “indie”: puro costumbrismo contemporáneo.

Naturalizar lo natural

Mikel Landa y Mikel Nieve corriendo bajo bandera vasca (la Ikurriña, sí), Luke Rowe y Geraint Thomas haciéndolo bajo bandera galesa, y Chris Froome (por citar solo al jefe de filas), bajo bandera británica (sí, la Union Jack). Todos ellos, junto a otros, en el Team Sky inglés. ¿Qué tiene de malo? Según los más cavernícolas se ha disuelto la españolidad de Landa y Nieve (y así siguen demostrando que no ven un palmo más allá de sus narices), pero “solos” se ha normalizado la identidad.

La que está liando Sánchez

Pedro Sánchez es hoy como un mono con dos pistolas: uno nunca sabe cuándo ni hacia dónde va a disparar y hacer otro agujero al PSOE. Estoy bastante seguro de que pasará página de lo que le han hecho sufrir propios y extraños (Pablo Iglesias) y se calmará pero, de momento, nos ha dejado un cambio de opinión internacional relevante: el PSOE retira su apoyo a un tratado europeo con Canadá y se alinea con la extrema izquierda y la extrema derecha continentales.

Mélenchon y Europa

Uno de los que votó en contra del CETA fue Jean-Luc Mélenchon, el espejo francés de Podemos incluso cuando sugirió dejar pasar a Le Pen ante Macron. Ahora que en las legislativas se ha pegado un sonoro bofetón no les oímos pronunciar su nombre. Ahora Mélenchon ha sido elegido para la cámara francesa y abandona Bruselas, donde lleva unos cuantos años como eurodiputado y euroescéptico, tanto que, al llegar al hemiciclo, preguntó por qué colgaba la bandera europea.

Un modelo de nuestros hijos e hijas

Daniel José Santomé, rebautizado por sí mismo como Dalas, ejemplifica la peor cara de los youtubers. Personajes sin nada interesante que ofrecer pero que van de “creadores” y amasan cientos de miles de seguidores (785.000 en Twitter, en su caso), adolescentes en su mayoría (física o mentalmente), a los que lanzan mensajes tan peligrosos como: “Si fuera real que las mujeres cobran un 20% menos que los hombres por EL MISMO trabajo, las empresas SÓLO contratarían mujeres” (sic).

La industria contra la piratería

Hemos leído miles de veces que la piratería se carga las industrias culturales. Y yo me sumo a estar en contra de quienes se benefician ilegalmente del trabajo de creadores de verdad o desarrolladores. Pero en ocasiones la industria es más pirata que esos piratas: Ángel López denuncia en Twitter el anuncio en una web para productos de segunda mando de un juego para Play Station que es una copia para prensa (que forma parte de la industria) y, precisamente por eso, su venta es ilegal.

Inaceptable

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Al parlamentario de UPN, Luis Zarraluqui le pareció una buena idea señalar que la portavoz del gobierno navarro, María Solana, era agradable físicamente para aceptar que sería capaz de hablar con ella. ¡Olé sus gónadas de macho alfa! ¿Acaso hubiera dicho lo mismo si “la portavoz” fuese “el portavoz”? ¿Acaso Solana no tiene valores como política, como trabajadora “del pueblo navarro” al que dice representar Zarraluqui? ¿Hasta cuándo veremos ese paternalismo inaceptable?

Caviar digital

Lo que ha escrito Stuart Medina en InfoLibre es caviar en formato digital: una reflexión de esas que en Internet caben porque nadie te cuenta las líneas, y en la que destripa y analiza perfectamente el conflicto de Uber y Cabify con los taxistas. Básicamente, Medina expone las trampas argumentales de las empresas de base tecnológica que no dejan de ser, al final, servicios alternativos pero no sujetos a las mismas condiciones que sí soportan los taxistas.

Justicia divina

Imprescindible también me parece el texto en Magnet sobre cómo los youtubers están viendo muy reducidos sus ingresos por el cambio de política de esta plataforma. Es muy sencillo: los anunciantes no quieren que su contenido vaya en cualquier vídeo y YouTube está empezando a dejar de contar con estos “creadores” que no se cortan en insultar, hablar mal o hacer cualquier chorrada. Y ahora van y se quejan, como si YouTube fuera suyo o lo que hicieran fuera un trabajo relevante.

¿Y a quién echamos la culpa de esta tragedia?

44 personas han fallecido en algún punto del desierto del Sahara después de que el camión en el que viajaban se quedase tirado. Esas 44 personas, algunas de ellas menores de edad, se han muerto de sed, y del convoy solo se salvaron 6 que lograron llegar a una aldea y gracias a las que, supongo, nos hemos enterado de esta tragedia. El viaje que hacían era para salvar sus vidas y encontraron la muerte en la arena como podían haberlo hecho, meses después, en el mar o víctimas de un asalto. Eso también forma parte del mundo.

Julio, ¿cuándo nos mientes?

José Julio Rodríguez, jefe del Estado Mayor de Defensa con Zapatero, se marca bien el rollo progresista desde que dio el paso a ser de Podemos (partido con el que no ha obtenido escaño). Esta semana ha aclamado una viñeta del dibujante “El Roto” sobre cómo los dueños de las empresas armamentísticas crean enemigos para vender su producto. Yo (y no solo yo) me pregunto: Julio, ¿cuándo nos mientes, cuando formabas parte del negocio o cuando dices que te importa?

Gilipollismo

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Twitter está lleno de de información tóxica. E Internet, en general, es un pozo de lodo sin fondo. No acabo de entender qué lleva a una persona a publicar contenidos que faciliten o incluso fomenten la anorexia o el asesinato. Tampoco cuál es el mecanismo mental de quien da a conocer las supuestas bondades del nazismo. Por suerte hay otros usuarios como Rocky que, esta semana, han contestado punto por punto hilos de supuestas mejoras sociales aportadas por Hitler.

Enorgullecerse de ser tono está de moda

Seguimos. Ya saben lo que es un youtuber: un generador de contenido a cambio de dinero. Y algunos, para alcanzar la notoriedad necesaria que le reporte beneficios, son capaces de mostrarse como los más tontos de su pueblo. Dmarble es solo uno más: ha grabado un nivel de carpintería durante un vuelo para demostrar, agárrense, que la tierra es plana porque en ningún momento el morro del avión se inclina para corregir la curvatura. Esto es de Premio Antinobel.

Entre todos lo fomentamos

Intento ser crítico, “escéptico”, como marca la moda de Internet que hay que calificarse, pero seguro que alguna vez se me ha escapado en esta columna el impulso a burbujas de Internet. Espero que no haya sido nada tan sangrante para los ojos como lo que ha hecho Marina D’or: un encuentro de “familias blogueras” para este fin de semana. Y, oiga, ¿eso de qué va? ¿Yo soy bloguero porque tengo un blog? ¿Y mi familia lo es por contagio? ¿Y si solo tengo Twitter no me dejan entrar?

Una más

Una noticia más que, por fin, critica a quienes han creído que apoyar a Uber o Airbnb es progresista, o han confundido “lo colaborativo” con modelos de negocio tan brutales para trabajadores y fiscalidad como los de estas empresas. Ahora lo hace Bernardo Gutiérrez en una entrevista para Público en la que, por otra parte, también vende su propia moto: la del cambio imparable y la revolución de los precarios, que solo es la versión 2.0 de la división entre buenos y malos.

La verdad es…

La verdad es que Internet es una herramienta extraordinaria. Posiblemente, la más importante que hemos tenido y, seguramente, la más desaprovechada. No solo porque permite expandir las peores ideas o sirve para excusar prácticas económicas y sociales cuestionables como la precarización de las condiciones laborales. En El Confidencial denuncian con acierto la permisividad hacia las “start-ups”, a las que no se cuestiona si maltratan a sus trabajadores en nombre de no sé qué pasión.

Otra vez

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Una vez más, decenas de vidas truncadas en Manchester por un atentado que, con el paso de las horas, hará suyo algún grupo terrorista lejano, de esos que fueron armados para una guerra que se pierde en el tumulto de conflictos, y cuya estela de horror, en este mundo sin fronteras, ha alcanzado Europa. Sí, nos duelen más las pérdidas con las que podemos identificarnos más fácilmente. Y este dolor cercano es el que tiene que mover a las instituciones a que haya más coordinación europea.

Y cada vez más confusión

En estos tiempos de inmediatez y Twitter, los medios “tradicionales” tenemos que esforzarnos por ofrecer algo que marque la diferencia. Y, no, los vídeos grabados con el móvil en el momento del atentado no me parece que aporten algo sustancial. Así que celebro que en Politibot recomendasen mandarlos a la policía inglesa. Después, los periódicos tendremos que hacer lo que no hace Twitter: explicar para qué le sirven a los agentes y en qué ha derivado una investigación compleja.

Esto sí está más claro

Mucho más claro está el objetivo de la moción de censura de, por y para Pablo Iglesias: obligar al PSOE a posicionarse para, haga lo que haga, criticarlo. Alberto Garzón ha enlazado dos tuits bastante criticados empujando a Pedro Sánchez a proponer su propia moción para que Podemos retirase la suya previa reunión con IU. Entonces, ¿la gente que se manifestó en Sol no importa y la decisión la toman dos machos alfas políticos? ¿O eran figurantes de una tragedia para el PSOE?

Valverde, así, no

Xabier Álvarez, reciente premio DEIA al tuitero vasco más influyente, enfoca muy bien el tema: no se trata del futuro de Ernesto Valverde, sino del futuro del Athletic. Y me da mucha pena que un entrenador que ha sido tan bueno para el club se vaya de este modo: anteponiendo los intereses de su nueva empresa sobre la que le está pagando la nómina. Pero esto va, además de sueldos, de afición, de corazón y de dignidad. El Athletic no es menos importante que el Barcelona, que nadie le trate peor.

Fanta y los youtubers

Elrubius es un youtuber admirable: comunica mejor que nadie en un nuevo espacio de masas. Va por delante, sí. Y su acceso al mundo de la publicidad tradicional por medio de unos anuncios para Fanta es totalmente justificable. Al final, los youtubers son vendedores de audiencias a anunciantes. Lo de toda la vida. Así que, sí, la comunicación será nueva y diferente, pero el negocio es el mismo de siempre. Por lo tanto, menos revolución y rechazo al sistema de siempre porque es el que paga las facturas.