Un café con leche y croissant

Me gusta el café. Mucho. Igual que me gustaba la cerveza pero nunca me puse a fermentar cebada en casa ni a probar artesanas como un loco (que, digámonos la verdad, no estaban tan buenas). Del mismo modo no le encuentro ninguna gracia a intentar poner la cafetera italiana ya con el agua hirviendo ni a amasar, prensar y dar un besito al café molido antes de dar a botón. En resumen y como tuitea David: “Con el café de especialidad estoy reviviendo como espectador y consumidor cada uno de los pasos que se dieron con la cerveza artesana. Pero ya todo con mucha más pereza”.

Así se hace uno rico

Twitter tiene un modelo de negocio definido pero nunca ha logrado la rentabilidad de Facebook. Es así de sencillo. Y aun así Elon Musk, el tipo más rico del mundo, va a soltar una milmillonada por la plataforma. ¿Qué hará con ella después? Hay varias teorías, algunas más pragmáticas que otras: “Sopesa reducir la plantilla de los 5.500 empleados actuales a poco más de 2.000, según ‘The Washington Post’” (EPE). Twitter cuenta en España con notablemente menos empleados que Google o Meta, y con esa reducción el acceso las relaciones públicas con el soporte se volverán cada vez más complicadas.

Así, también

Nunca será tan rico como Elon Musk pero a Donald Trump no le va mal con sus negocios (aunque siempre hablan de “dificultades”). Su popular rostro naranja parece que lo que guarda es una cara muy dura: “Cobró cinco veces más caro al Servicio Secreto su estancia en sus hoteles. La organización del expresidente facturó más de 1,4 millones de euros por el alojamiento de los agentes que viajaban con él o con sus familiares”. El Plural. Un negocio redondo: él y su familia (que también trabajaba de la Casa Blanca) se hospedaban en sus propios hoteles y los guardaespaldas pagaban casi mil dólares más de lo estipulado por noche.

Sí, están mirando a otra parte

Es evidente que Twitch mira a otra parte mientras “impulsa a los creadores a stremear más tiempo y con más frecuencia” (Magnet). No le importa lo que pase con la integridad, la salud mental e incluso con las condiciones en las que alguna estrella se ve obligada a exhibir su vida: Amouranth ha denunciado que su novio le obliga a hacerlo bajo amenaza de matar a sus perros. Esta streamer podría estar ingresando solo en OnlyFans 1,5 millones de dólares al mes. Y aún así se ha venido abajo. Curiosamente, con ello puede ganar más dinero porque “el auge de los reality shows se debe a dos cosas: el drama y el coste”, como recuerdan en el digital.

Gracias, Margrethe

Una de las cosas más bonitas que he hecho en el Grupo Noticias es organizar los reconocimientos de Deia a las mejores iniciativas digitales y llamar a las personas que iban a recibirlos para decírselo y darles la enhorabuena. Contar a los lectores quiénes eran y por qué también era estupendo. Así que valoro doblemente el esfuerzo de Xataka por seleccionar y mostrarnos quién va a recibir su premio “Leyenda”. Se trata de Margrethe Vestager, que durante su estancia en el parlamento europeo ha propiciado que seamos la ciudadanía de todo el mundo con más privacidad y seguridad cuando navegamos en Internet.

Un día más, Elon Musk

Los ultrarricos son el cáncer de nuestra civilización. Un cáncer con metástasis. Ahí donde hay un ultrarrico hay un problema, hay un ente que devora todo lo que tiene alrededor, que desgasta, desequilibra y fagocita. Es nuestro deber como sociedad acabar con los ultrarricos. Y tenemos que ponernos a ello. Es infame que estemos hablando de una transacción de 44.000 millones por una herramienta con un modelo de negocio que no acaba de levantar el vuelo y que tiene a quienes financiaron la falta de rentabilidad como locos para cazar su millonada. Personajes como Elon Musk son tóxicos. Ojalá Twitter sea una ruina.

Otro ejemplo

Quien defiende al Kremlin y justifica la invasión rusa sobre Ucrania está haciendo un favor a los oligarcas que están podridos de millones. Pero no lo hacen mejor los estados que han engordado sus fortunas y que ahora buscan los abrazos de emires o sultanes, sátrapas como Putin, en última instancia. Uno de ellos, antes de esta urgencia occidental, ya tenía “más de 600 Rolls-Royce, 574 Mercedes-Benz, 452 Ferrari, 382 Bentley, 209 BMW, 179 Jaguar y un largo etcétera. No estamos hablando de una feria internacional de coches, sino de parte de la colección de una sola persona: el Sultán de Brunei” (Magnet).

Cosas de ricos

A los ricos hay que desgastarlos. Es nuestro deber. Si Musk se gasta 44.000 millones en Twitter nuestra obligación es hacer que la herramienta pierda valor. Si Tamara Falcó es el icono de la familia tradicional y el rechazo a las parejas del mismo sexo (homofobia de libro), nuestro deber es cambiar de canal cuando salga en televisión para que en El Hormiguero no le paguen miles de euros por cada aparición. Si podemos freírles a impuestos tenemos que exigir a quien escribe las leyes que lo haga, y si no lo hacen, echar a quien decide mantener un “20 años de ‘dumping’ fiscal de Madrid a costa de los servicios públicos”, como denuncian en El Diario.

La desafección es el caballo de Troya

La impunidad con la que los ultrarricos han campado a sus anchas por Rusia, Brunei, EE.UU. y Europa tiene que acabar. Y para que termine tenemos que implicarnos todos en elegir a representantes que no tengan piedad con los poseedores de las grandes fortunas, y en no consumir lo que les siga generando beneficios. La desafección, la indolencia, es el caballo de Troya que tenemos dentro de nosotros mismos y que beneficia a esos millonarios sin escrúpulos (he escrito en masculino casi todo el tiempo porque son más hombres que mujeres) y a políticos y políticas de extrema derecha con los que estarán muy tranquilos.

¡De buena nos libramos!

Los ultrarricos son el enemigo, pero quienes quieren enriquecerse sin rubor y a la vista de todos tampoco merecen un ápice de nuestra comprensión. Por eso resulta inconcebible que la justicia dé la razón a Rubiales, que ha recurrido “a los tribunales para que el contrato de la Eurocopa siga siendo secreto” (El Independiente). La Federación no quiere dar ninguna explicación sobre la explotación de La Cartuja (un estadio construido y reformado con dinero público) para su beneficio y el de la UEFA. ¡De buena nos libramos gracias a la rigidez del Gobierno Vasco con los protocolos anticovid que impidieron la celebración de la Eurocopa en San Mamés!

Ojalá sea cierto

Tenemos que afrontar este lunes con alegría porque Putin nos ha permitido pasar el fin de semana sin empezar una guerra nuclear. No estoy exagerando en absoluto ni estoy obsesionado con las contradicciones de ciertas izquierdas y la extrema derecha. Solo soy un optimista sin remedio (aunque pueda parecer todo lo contrario) y siempre deseo que alguien se caiga del guindo. Por eso comparto titulares como este de Público, porque me llenan de esperanza y no hay mejor manera de empezar la semana: “El reclutamiento forzoso sacude a los rusos ante la realidad de la guerra y abre una grieta sin fondo en el respaldo a Putin”.

También

No quito ni una coma a esto que tuitea Íñigo Sáenz de Ugarte: “Al fascismo se le para con una economía estable, con un Estado del Bienestar que funcione, con unos servicios públicos que atiendan a todos y con un sistema político que no prime el fanatismo. Con una sociedad que no crea que todo se ha ido a la mierda”. Pero sí añado que también se le gana con unos medios que no le compran los temas ni los enfoques al fascismo, y que no invitan a sus tertulias a fascistas o colaboracionistas que van de periodistas porque tienen una web llena de propaganda y mierdas varias.

Ese es su plan

Lo mejor de Internet es poder acceder a columnistas como Enrique Clemente que en La Voz de Galicia explicaba esto hace solo unos días: “¡Vivan las rebajas fiscales, pero que las paguen otros! No me parece razonable que aquellas comunidades que piden dinero a los demás para llegar a fin de mes bajen su recaudación, porque al final esos impuestos los pagan los ciudadanos de otras autonomías que no tienen ninguna responsabilidad. Esta frase no es mía, sino de Feijoo, en el 2017”. “Al tiempo que Moreno Bonilla anunciaba la supresión del impuesto del patrimonio, Bendodo pedía al Gobierno más fondos para Andalucía”.

¿Qué significa “responsables”?

Es cierto que pienso mal de la familia real española, igual de que cualquier otra familia real, con cada oportunidad que me dan de hacerlo. Pero no es menos cierto que la prensa española cubrió con un velo durante décadas la impunidad de Juan Carlos I cuando ejercía de Jefe de Estado. Por eso, si su heredero por cojones (en este caso, los de su padre) pide que los medios de comunicación sean “responsables” empiezo a pensar que quiere parte de esa discreción que disfrutó su predecesor. Por lo demás, cualquier cosa que tenga que decir Felipe VI de cualquier profesión (teniendo en cuenta que desconoce todas) me da bastante igual.

La cirugía ya es de quita y pon

“La moda ‘skinny’ ha vuelto. Y con ella una mina para la cirugía estética: las extracciones de implantes”. Con este sucinto titular en Magnet ponen negro sobre blanco lo que hasta ahora era solo una sensación: la cirugía ya es de quita y pon. Pasar por un quirófano se ha banalizado. Hemos perdido (o “han perdido”) el miedo a las operaciones y las prótesis. El futuro de la belleza eran los postoperatorios. Supongo que la cantidad de tatuajes llamativos que lucen muchas y muchos jóvenes (no soy ningún mojigato, lo que no soy ya es tan joven) también tiene que ver con la visión de que todo podrá borrarse si tienes el dinero suficiente.

¿Quién paga hipoteca?

En absoluto me parece mal establecer mecanismos que impidan que el incremento en las cuotas mensuales de las hipotecas ahogue a las familias. Pero partamos, por favor, de una base realista: casi nadie entre las y los más adinerados paga hipoteca. Así que si los partidos que van de progresistas en España (algunos van, además, de nacionalistas en sus circunscripciones) culminan su intención de evitar que quienes aleguen menos recursos abonen ese incremento, nos quedamos con que la clase media paga lo que dicta el Euribor y el sistema de compensación. No puede recaer todo en los mismos. Es insostenible.

El paraíso fiscal

Me resulta llamativo que el tiempo que disfrutan las y los diputados nacionalistas en Madrid que se declaran de izquierdas no les haya permitido todavía darse cuenta de dónde hay un verdadero paraíso fiscal: “Así funciona el ‘paraíso fiscal’ de Ayuso para los más ricos, a los que ‘regala’ 5.000 millones cada año. La Comunidad de Madrid mantiene un amplio catálogo de beneficios tributarios para las grandes fortunas” (Público). En la capital española, por lo tanto, es más destacada la diferencia entre quienes pagan la fiesta y quienes la disfrutan, literalmente. Y no señalar la realidad por electoralismo beneficia doblemente a los amigos de Díaz Ayuso.

También en China

De partidarios que no distinguen el comunismo de una dictadura llena de oligarcas, aunque hayan hecho el dinero con la logística y la tecnología en vez de con los combustibles fósiles, poco o nada espero en lo local. Pero lo cierto es que China continúa su expansión injustificable y que el resto del mundo tiene que reaccionar: “Quiere ser clave en la economía de Latinoamérica. Y para eso está construyendo un megapuerto en Perú” (Magnet). Es un modo de facilitar el expolio de materias primas que, insisto, los nostálgicos de ciertas ideologías volverán a justificar cuando dicten quienes llevan años dictando.

Hablemos del Falcon

Hablar del avión privado que utilizan los altos cargos del gobierno español me parece siempre bien porque abre, como mínimo, tres debates: su uso a mí me parece justificable en los casos en los que no haya una alternativa sencilla como el tren de alta velocidad, por ejemplo. La contaminación que genera tiene que servirnos para hablar de todos esos aviones privados que vuelan a diario y deberían quedarse en tierra dada la emergencia climática que vivimos. Y por supuesto, el Falcon nos permite señalar a los populistas, políticos y medios, que hacen de la anécdota noticia y que machacan ideas sencillas para no explicar las decisiones complejas.

Exceso de jornada

Soy autónomo y tal vez por eso no estaba familiarizado con el concepto “exceso de jornada” que explican en Pymes y Autónomos. ¿Cuándo no se da en nuestra tipología? Y hablar de horas extras es hablar de nada cuando eres tu propio jefe, pinche y contable. No obstante, la separación de ambos elementos para las y los asalariados sí me ha parecido interesante porque no son lo mismo aunque, si no se pagan las horas extras, se perciban igual. En cualquier caso, el hecho de hablar de ambas formas de perder horas de nuestra vida para entregárselas al trabajo es, en sí mismo, una necesidad.

Cero sorpresas

“El ascensor social no funciona en España: los niños del 1% más rico serán los millonarios del futuro” (Cadena SER), y aunque Catalunya es la comunidad donde mejor funciona el cambio de escalas (Andalucía, y especialmente, Cádiz, donde peor), y Euskadi puede estar también entre las mejores del ranking (esto no lo mencionan en la web), es evidente que estaremos en manos de las y los descendientes de quien también estamos hoy. Llevo años convencido, cada día un poco más, incluso, de que el verdadero problema de nuestra civilización y, por extensión, nuestro planeta, son los más ricos. Y está claro que va a seguir siéndolo.

El típico Ferrari postpandemia

No pocos pensaron que con lo que habían ahorrado durante la pandemia iban a darse un capricho y comprarse un Ferrari. “La cifra de negocio de Ferrari se situó en 2.477 millones de euros entre enero y junio de este año, una progresión del 21% en la comparativa interanual, mientras que las matriculaciones mundiales se incrementaron un 23%, hasta alcanzar las 6.706 unidades” (Merca2). Por si la náusea no ha dado paso al vómito aún: “Ferrari continúa una fase de fuerte crecimiento, con resultados trimestrales récord en términos de ingresos. También la entrada de pedidos alcanzó un nuevo nivel récord en el trimestre”.

También pueden volar

Los más ricos pueden molestarnos con la seguridad de que sus hijos seguirán en la cúspide, conduciendo un Ferrari o aparcando el avioncito donde les salga de la chequera: “El uso de jets privados se ha disparado en los últimos meses creando el caos en el tráfico aéreo y un debate por sus emisiones”. En Magnet son muy gráficos: “Los ricos han decidido sacarse las castañas del fuego por su cuenta. Y los jets privados son una buena alternativa para salir del paso”. Por supuesto, “la mayoría de jets privados acaban en Mallorca e Ibiza”. Que te afecte las huelgas de las aerolíneas y la crisis, en general, es de pobres, evidentemente.

La ilusión del “poder”

El hartazgo de quienes no somos millonarios y vivimos atados a trabajos en los que hacemos lo que deberían de estar haciendo dos personas se ha materializado en lo que llaman “la gran renuncia”. Y esta gran renuncia, al parecer, da cierto poder al trabajador: ahora la salida de una empresa puede generar un problema y de eso nos beneficiamos los curritos. Pero no me creo nada: ¿podemos aspirar a un trabajo que no tendrían que estar haciendo dos personas? ¿Existen realmente? ¿No actuamos los medios como generadores de una falsa ilusión en vez de dedicar todo nuestro esfuerzo a denunciar a quienes se lo llevan crudo siempre?

Exprópiese

Que sí, que sé que no todo es tan fácil, que la economía mundial está interconectada y Euskadi no es ajena a ella, que es imposible e inviable recuperar el control público sobre una entidad bancaria y que, aunque lo lográsemos, no podríamos poner límites a lo que nos cobran, por ejemplo, por nuestras hipotecas. Llega la inflación y llega la subida de las hipotecas. Si tiene usted una, sorpresa, es porque es un pobre. Quienes han pedido un Ferrari o vuelan en un avión privado a las Baleares seguro que no tienen hipoteca y la subida del Euribor supone una buena noticia para su bonus anual. Eso sí podemos y debemos erradicarlo. Como sea.