Impotencia del Athletic en la final

Es triste perder las finales, pero algunos nunca han tenido este sentimiento porque ni siquiera han llegado a ellas. Nosotros sí.

Impotencia (Foto: Borja Guerrero)

Hemos llegado a muchas pero la pena es que las hemos perdido. El golpe siempre es duro y lo que toca es levantarse. Pero no me puedo olvidar que es la tercera que jugamos este año, en poco más de dos meses, y no lo voy a dejar pasar. Hemos llegado a la final de Copa dos años seguidos. Sí, las hemos perdido. Pero, también acabamos de ganar una Supercopa, y nada menos que al Real Madrid, en la semi y al Barcelona, en la final. La Supercopa es nuestra. Hemos ganado un título. ¿Cuántos club pueden decir eso al acabar la temporada? Hemos hecho un temporadón. El problema es que al perder el último, o en este caso, los últimos encuentros, las dos Copas, el cuerpo que se te queda es horrible.

Marcelino dijo ayer que no te pueden meter 4 goles en 13 minutos, que no se los habían metido hasta ahora con él y que… ocurrió. ¿Por qué? Dijo que no sabía. Repitió que «no habían competido al máximo nivel otra vez, El Barça ha sido superior y ha ganado de forma merecida». Y yo añado que el mayor problema fue que el Barcelona salió desde el minuto uno en modo apisonadora, y la diferencia de calidad entre ambas plantillas, a nivel colectivo y jugador por jugador, a nivel individual, son abismales. El Barça es probable que no gane otro título esta temporada y salió a degüello. Hasta el minuto dos no conseguimos tocar el balón y fue solo eso, tocar Raúl y salir fuera de banda. Mala pinta tenía. 85% de posesión de ellos frente a 15% nuestro. El baño que nos dieron fue soberano. Y nuestros jugadores lucharon todo lo que pudieron, aunque la mayor parte del tiempo persiguiendo sombras y, una vez que recuperaban el balón, eran incapaces de hacer dos pases seguidos, por la propia presión de los culés, o por propia incapacidad. Imposible. A pesar de eso conseguimos llegar al segundo tiempo sin recibir gol. Increíble pero… Igual sonaba la flauta. ¡Qué ingenua! Los milagros no existen o son escasos.

El segundo tiempo fue más de lo mismo, y en el minuto 60, otra vez, Antoine Griezmann, abrió la lata, para que nos cayeran 4 seguidos, en 13 minutos (De Jong, uno y Messi, dos). Impotencia. Superioridad incontestable. Los nuestros lo intentaron pero no ver la diferencia (de todo), entre ambos equipos es estar ciego.

Algunos puedes pensar que en la Supercopa sí competimos y sí ganamos. Y encima se la ganamos a ellos. Por supuesto, pero porque se juntaron todos los astros, santos, y sobre todo, porque el Barcelona estaba en el peor momento de la temporada. Ellos mal y nosotros al 110 % y con algunos jugadores en estado de gracia.

Ahora sin embargo, como dijo Marcelino ayer, desde el partido contra el Atlético de Madrid, no estamos bien. Y a esto añado yo que jugadores franquicia están desaparecidos, pero siguen en el campo. Así es imposible y eso ha pasado. Ni más ni menos. Ellos son un equipazo que ayer estaba on fire, y a un nivel altísimo. Y nosotros somos un equipo normal, con varios de los jugadores buenos desaparecidos. Marcelino, ¿Por qué jugó ayer Muniain si no estaba al 100%? Y sobre todo, ¿Por qué no jugó Villalibre de titular? Sólo son dos detalles.

Al final lo de ayer resultó ser «Crónica de una muerte anunciada». De hecho, el ambiente prefuneral de estas dos semanas previas al encuentro nos confirma que nadie dábamos un duro por lo contrario.

Harta de perder finales pero súper orgullosa de haber llegado a ellas, y la persona más feliz del mundo por ser capaz de decir bien alto que soy del Athletic, que mis colores son los rojiblancos y que no hay mejor equipo que el nuestro. Mejor equipo para nosotros. Los demás tendrán los suyos, pero no los quiero. Nuestra forma de competir enorgullecía a mis abuelos y a mis padres, y ahora a mí y a mis hijos, y supongo que a vosotros y a los vuestros. Sí, hemos perdido pero ha sido increíble lo que han conseguido este año (y el pasado), y no tengo ninguna intención de quitarles mérito. Zorionak! A pesar de todo, Zorionak por la Supercopa y por estos dos subcampeonatos de Copa! La próxima vez, será mejor y seguiremos ahí para acompañaros y disfrutarlo juntos. Hoy como siempre, pero más fuerte que nunca…

¡Aúpa Athletic!

El Athletic en bucle

Me ha costado escribir más de lo habitual pero aquí va mi comentario, tras el nuevo fiasco contra el Alavés en casa.

El portero Pacheco el mejor (Foto: Borja Guerrero y Juan Lazkano)

Empate a cero frente al colista. Ya sé que jugaron de titulares todos los suplentes, excepto Simón, pero… parece que el partido ya lo habíamos visto antes. Los suplentes tuvieron unos 30 ó 35 minutos iniciales lo suficientemente buenos como para dejar el partido sentenciado, pero nuestra falta de pegada nos volvió a penalizar. Luego el Alavés se quitó el agobio y sin hacer prácticamente nada marcó un gol, que por suerte y por el VAR, anularon.

El inicio del segundo tiempo fue similar y de nuevo nos volvieron a meter otro gol, que se volvió a anular, en este caso por mano. Los suplentes habían dejado buenas sensaciones en esos 30 minutos iniciales pero no tuvieron continuidad. Mal endémico en el equipo, sean titulares o suplentes. Morcillo quizá fue el que mejor aprovechó la oportunidad, pena de travesaño. Ibai, algunos centros buenos. Balenziaga cumpliendo de nuevo de central. Sancet, volvió a disparar solo frente al portero pero Pacheco se lució (no tiene suerte con los remates). Villalibre no recibió mucho. Lekue, en algunos momentos, estuvo muy impreciso. Y entre los que ya tienen más minutos esta temporada, Unai López, pasó muy desapercibido (le pido mucho más) y Vesga, destacable, hizo el pase perfecto a Oihan.

La falta de control del partido hizo que Marcelino recurrirse a los titulares enseguida, saliendo prácticamente los cinco, en dos ventanas, en un lapso de 6 minutos. Se mejoró y se tuvieron otras dos oportunidades claras pero ni Núñez ni Berenguer acertaron. Y otra vez, un empate insulso que nos deja fríos y preocupados para la final de Copa del próximo sábado. Me alegra saber que en Barcelona los mismos jugadores tampoco están muy confiados, por lo menos eso se deduce de las palabras de Jordi Alba en una conversación con Piqué. Bien.

Marcelino tiene una semana para insuflar ánimos a los nuestros y buscar el mejor sistema para intentar evitar todos los errores que estamos repitiendo en bucle, desde la vuelta de semifinales contra el Levante. Errores en los pases, en las entregas, errores en los acercamientos, en las terminaciones, errores de defensas, de medios, de delanteros, del portero,… Bastantes, demasiados. Los suficientes como para que estemos intranquilos. Hay que encontrar la versión de la Supercopa y olvidarse de lo demás. Son capaces, muy capaces de lograr competir, que dijo el sábado el entrenador, que es lo que se necesita para ganar la final. Que sabe que lo van a hacer. Sólo hace falta que los jugadores se lo crean y lo lleven a cabo. Los claros favoritos serán los culés, así que nuestros chicos no deberían tener esa presión que parece que les pudo la final anterior. Se puede. ¡Claro, que se puede! ¡A por el Barcelona! Y…

¡Aúpa Athletic!

Otro triste regalo del Athletic

He perdido la cuenta. No tengo dedos para enumerarlos, ni aunque utilice también los de los pies.

Otra vez Unai (Foto: Borja Guerrero)

Estoy harta y cabreada. Lo que podía haber sido ayer un pequeño chute de moral de cara a la final, debido a un error impropio en el minuto 89, se convirtió en un solo punto. La enésima cantada que nos volvió a dejar con cara de tontos. Sí, el fútbol es un juego y en él se dan los errores, pero… ¿ESTOS ERRORES? No. Fallos así, tan escandalosos y tan continuos todos, un partido sí, y al siguiente también, solo ocurren en el Athletic. Ayer el desastre lo provocó, otra vez, Unai Simón. Y no es ni su primer error, ni el segundo, ni el tercero, ni el cuarto,… Incontables han sido. ¡Vaya año lleva! Madre mía. Un globo aerostático al que llegó perfectamente, incluso para blocarlo y… supongo que pensó que iba fuera, lo dejó pasar y gol. ALUCINANTE. Y todo el trabajo del equipo se fue por el desagüe.

Si yo estoy de mal humor, Marcelino también, de hecho su frase fue: «No es normal encajar un gol así en el fútbol profesional». No, pero nosotros lo encajamos. Sin palabras.

El entrenador no sé muy bien el motivo pero salió ayer a jugar en el Reale Arena, con los mismos jugadores que tan mal lo hicieron en la final de Copa. ¿Para darles confianza? Ni idea, pero sí que lo hicieron un poquito mejor, aunque no para echar cohetes. Y algunos jugadores siguieron estando muy mal, muy mal. A esto hay que añadir que dos de ellos se lesionaron… ¿Carga excesiva de partidos? ¿Era necesario sacar a los mismos? El haber dejado descansando a algunos ¿podía haber evitado las lesiones? Yeray, en el primer tiempo y Yuri, en el segundo, se retiraron con dolores musculares. ¿Les habremos perdido para la final? Preocupación. En mi caso, sobre todo con la baja del central, porque Núñez ayer solo en el primer tiempo ya cometió 3 errores de bulto. Y no es algo nuevo. En el segundo tiempo mejoró. Yuri, por su parte, estuvo desconocido en la final y ayer, también, desaparecido. Está fatal. Balenziaga nada más salir, ya hizo un par de jugadas de ataque, mejorando la producción de nuestro lateral titular, en 5 minutos.

En el primer tiempo, el Athletic fue de más a menos. Empezó mejor y atacando bien, pero finalizando mal, y poco a poco volvió a estar cada vez más impreciso con el balón, regalando más de lo normal. Pero la Real, como en la final, tampoco estaba haciendo prácticamente nada.

El segundo tiempo, similar, más presencia en ataque nuestra hasta que Imanol realizó los cambios y sacó a Januzaj y a Portu, que volvieron loca a la defensa y a punto estuvo de marcar, el segundo citado.

A pesar de ello, Villalibre, al que Marcelino volvió a dar poquísimos minutos, consiguió rematar un balón de cabeza a la red, teniendo colgado a un defensor. Impresionante. ¿Cómo es posible que Íñaki lo esté jugando todo, en el estado de forma en el que está? Sobre todo viendo cómo Asier aporta siempre, siempre más. Incomprensible. Gol en el 85, que ingenuos de nosotros, pensábamos que ya suponía la victoria definitiva. Pero no. Imposible. Regalo a la Real y, de nuevo, un solo punto, habiendo merecido los 3. Los vecinos solo tiraron a puerta el goblo mencionado de Roberto López, que se convirtió en gol. ¡Vaya potra!

El mejor, Berenguer, sin ser maravilloso su juego, lo intentó, estuvo a punto de marcar a pase de Balenziaga y encima, puso una nueva asistencia. También me gustó Vencedor. Unai nos va a dar muchas alegrías, estoy segura.

Y, este sábado, sin tiempo de nada, otro derbi, en este caso contra el Alavés, que no puede hacer otra cosa que ir a ganar a muerte ya que su situación es delicadísima. Esperemos no resucitarlos. ¡A por el glorioso! Y…

¡Aúpa Athletic!

Un Athletic horrible regala la Copa

Derrota sin paliativos. Peor es difícil hacerlo y ya es la quinta final copera seguida que perdemos, pero, desde mi punto de vista, la primera que fallamos estrepitosamente.

Único tiro a puerta (Foto: Mundo Deportivo)

Tres anteriores fueron contra el mejor Barcelona y uno de los mejores equipos de la historia. Contra la Real, sobre el papel, estaba más igualado y teníamos más posibilidades, aunque puedan tener jugadores que técnicamente sean superiores a los nuestros, a priori nuestra competitividad nos podía dar un plus, si es que la hubiésemos visto por algún sitio.. Pero… como en muchos o todos los partidos contra ellos, al ser derbis, ya sabíamos que iba a ser trabado. Eso sí, una cosa es trabado y otra esto que vimos o sufrimos ayer. Marcelino dijo en la previa que el partido se iba a decidir en detalles y así fue. Como ha ocurrido desde que ha llegado al Athletic, un regalo nuestro, en este caso de Yeray en forma de pase horrible… el balón acabó llegando a Portu, lo que obligó a Íñigo a ir con todo pero mal. Penalti, gol de Oyarzabal y la final para ellos. Es que casi no se puede comentar nada más. Esto ocurrió en el segundo tiempo. Y a partir de ahí, un ejercicio de impotencia continuado, por parte de los nuestros, y la nada más absoluta.

El primer tiempo fue parecido, pero al menos hubo un tiro a puerta de Íñigo, muy bien sacado por Remiro. Mucho control y quizá mucho miedo de ambos equipos. Ellos tampoco hicieron gran cosa salvo un par de internadas por banda sin gran peligro.

En el segundo tiempo, tras el error comentado, se dedicaron a administrar el regalo y a impedir que los rojiblancos les inquietasen mínimamente. Lo hicieron bien. Suficiente para llevarse el triunfo, así que Zorionak a los vecinos.

Y si tengo que hablar de los jugadores, uno a uno, saldrían la mayoría muy mal parados. Los errores continuos en las entregas, la falta de profundidad, ni un pase al espacio, ni un desmarque. Nada. Yuri, De Marcos, Muniain, Williams, Berenguer,… Mal, muy mal.

Y para acabar, como nuestros chicos no han sido ellos mismos, dicho por el entrenador, en la rueda de prensa posterior, espero que en la siguiente final, dentro de 14 días lo sean. Ahora, desde luego, no soy muy optimista. El palo ha sido gordo y el Barcelona es más equipo que los txuriurdines. Mucho hay que cambiar. Lo pueden hacer, claro que sí, pero deberán dar el doble o el triple de lo que dieron ayer, porque estuvieron francamente mal. Ahora a digerir esto y a preparar a tope los dos partidos de Liga anteriores a la próxima oportunidad copera, ya que ésta será la mejor forma de recuperar sensaciones. Eso sí, otra vez un derbi, y con los mismos rivales, así que a por ellos, y…

¡Aúpa Athletic!

P.D.: La previa del partido en Bilbao, en concreto en Pozas, María Díaz de Haro, Doctor Areilza,… fue lamentable. En este caso, debido a un montón de irresponsables, que parece que poco les importa la vida, sobre todo si no es la de ellos. ¿O no se dan cuenta que alguien que está cerca puede morir? Que en medio de una pandemia, y sin respetar ni una medida de seguridad, tomaran las calles de la peor forma posible hace que lo más suave que les pueda llamar sea… impresentables.

Tristeza tras el derbi contra el Eibar

Tristeza fue la primera palabra de Marcelino en la rueda de prensa tras el partido.

Yuri y Marcelino protagonistas (Foto: Borja Guerrero)

Y tristeza la sensación que nos quedó a todos. Hablando con algunos amigos me preguntaban si lo que vimos ayer no era lo mismo que veíamos con Garitano. Ya sé que siempre tenemos la mala costumbre de hacer comparaciones, pero es inevitable. Yo les contesté que no. No sé si más por mis ganas de que no sea así, o por ser verdad. Hay una realidad que lo está mediatizando todo y que Marcelino, que no se esconde en las comparecencias ante los medios, habló de ella. Es la presencia inminente de las finales, que hace que muchas cosas se hagan distinto. De hecho, yo con el encuentro de ayer, en otras circunstancias hubiese tenido un cabreo sordo, pero no sentí, curiosamente, más que tristeza. Pensé en la oportunidad perdida de ir a la final con más moral. Como veis mi pensamiento está, de nuevo, mediatizado por el próximo partido. Cualquier cosa que comentemos nos lleva a lo mismo.

Marcelino dijo que son dos competiciones distintas y que en este momento parece que la Liga está molestando. Seguramente él, además de triste estaría cabreado porque pensará que unos profesionales no pueden hacer el encuentro que hicieron ante el Eibar. O que un profesional no puede cometer el error que cometió Unai López. No sé ni cómo calificarlo. Error enorme, monumental, gigantesco, impropio,… Incalificable. ¿En que estaría pensando para hacer semejante bobada? No sé. Este año los «Unai»s se están llevando la palma con el tema de errores groseros. Cuando no es Simón, es Núñez, cuando no, es Vencedor, cuando no vuelve a ser el portero, u otra vez Núñez, y ayer, López. Y con ese error, los armeros consiguieron empatar a 1, poco después de que Yuri metiese un auténtico golazo. Kike García, tras el regalo, con su definición, metió a los de Mendilibar en el partido y dejó noqueados a los nuestros.

Marcelino reaccionó en el descanso dejando en la caseta a los dos medios centros, el propio Unai y Vesga, que no consiguieron dominar su parcela ni crear juego. ¿Quizá con ello perdieron también su puesto en la cita del 3 de abril? Salieron Vencedor y Dani García y la creación mejoró, hasta el último pase de sus compañeros, que siguió siendo horroroso. Hubo contrataques varios, incluso abundantes, pero… todos acababan igual. Estropeados por una última decisión incomprensible o por un remate pobre.

Vuelvo al principio. Y, seguramente mucho mediatizado por las finales. Algo, que no es la primera vez que nos pasa. Os recuerdo en la época de Bielsa, en que la Liga paso a un tercer o cuarto puesto de prioridades, se quisiera o no. Mentalmente, aquellos jugadores y hoy éstos, priorizan lo importante. Así fue con Marcelo y así está siendo con Marcelino. ¿Se tiene más cuidado para intentar no lesionarse? Quizá si vemos el número de faltas del encuentro nos confirme está idea. Pues sí. 5 faltas, nada más, frente a las 15 de los guipuzcoanos. ¿Es coincidencia? Igual sí, pero ahí queda el dato. Si se mete la pierna, una jugada tonta puede hacer que te pierdas lo que todos quieren jugar. No será conscientemente, pero,… la duda queda.

Si a eso le unimos que no tenemos un killer en el área, la ecuación te da lo que te da. Empate a uno que no sabe a nada y que te lleva a pensar que, por favor, semejantes errores no se repitan en abril. Añado que me quedo tranquila porque el entrenador dijo que está seguro que en la Copa esto no va a ocurrir, que es otra competición distinta, y que no tiene dudas. No va a ocurrir. Aprovecho para introducir la viñeta de hoy de Antón, publicada en El Correo, resumen perfecto de lo que digo.

Viñeta de Antón en El Correo

¡Qué así sea! Y…

¡Aúpa Athletic!