Por cosas como esta no gustas, Mariano

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Mi primer impulso después de leer este tuit de Mariano Rajoy: “Nuestra filosofía es bajar los impuestos”, fue de indignación y, lo admito, cólera. Como trabajador autónomo conozco perfectamente las subidas de impuestos que ha ido imponiendo Rajoy desde el gobierno, y que ahora venga con estas falsedades me sirve para explicarme por qué el PP es un partido en franca decadencia: porque pretenden tratarnos como a párvulos.

¡Aguántala!

Pero no porque me sienta indignado y enfadado voy a desear lo peor para Mariano Rajoy. Será la ciudadanía la que le ponga en su sitio. Pero tampoco voy a lamentar que el presidente del gobierno y del PP, ambos, barcos que se hunden, tenga que cargar con Esperanza Aguirre. Según ‘El Confidencial Digital’ ésta había prometido a Rajoy que abandonaría el PP de la Comunidad de Madrid si era elegida alcaldesa. En el caso de que pase a la oposición, su intención es mantener el poder del partido en la capital como hasta ahora.

Más arriba, más abajo, más profundo

La buena noticia del día, además del incordio constante que va a suponer para el PP la propia Esperanza Aguirre, no obstante, estuvo lejos de España ayer: la detención de seis cargos del FIFA por corrupción es un motivo de celebración. Sobre todo, para quienes amamos el fútbol. Mucho de lo que rodea a este deporte en sus esferas más altas apesta: organismos supranacionales y nacionales, grandes clubes, agentes… parecen tener patente de corso para enriquecerse con los sentimientos de mucha gente.

Otro globo-sonda en Grecia

La economía griega está a punto de estallar. Hasta ahora, ha crujido, se ha redimensionado a la fuerza (con la ciudadanía como principal perjudicada), y hasta han abusado de ella acreedores directos e indirectos. Pero le pese a quien le pese, la situación nunca ha sido peor que desde la entrada de Syriza y Varufakis. Primero, la amnistía fiscal, ahora, el impuesto para quienes saquen efectivo en los cajeros (‘Vozpópuli’), en medio, el endiosamiento del ministro sin beneficio para nadie. La explosión, más cerca con cada globo-sonda.

Empoderando… lo justo

Aplaudo el post de Antonio Ortiz en su blog sobre la innecesaria “tecnoutopía”, por ejemplo, en el caso del voto electrónico: el tradicional, el de la papeleta “tiene la confianza de la gente, es verificable, podemos volver a contar los votos cuando queramos y, al menos en España, el escrutinio se hace de forma muy rápida”. Por lo que no es cierto que si se establece un procedimiento para votar desde casa o el móvil por Internet, este vaya a ser más eficaz ni llamar a la participación.