Liderar de verdad

Empiezo a pensar que ni Manuela Carmena ni Ada Colau son tan buenas como quieren que nos creamos. De saque, cuentan con cierta simpatía porque fueron capaces de soliviantar a la caverna y porque quien reciba el ataque constante de los trogloditas, qué demonios, tiene que ser una buena tía. A esto sumamos las loas de la prensa amiga (que la tienen y abundante). Pero hay noticias que las desnudan políticamente: son incapaces de tejer acuerdos presupuestarios con otros partidos.

La tienda de Amazon

Desde el principio he entendido que Amazon ha abierto su tienda como una acción comunicativa de una marca que sabe trabajar la notoriedad. Pero no me esperaba un uso tan perverso: la empresa viene a decir que todavía no estamos preparados para nuevas tiendas, sin colas ni cajeros (la gente se ha agolpado y ha habido robos). Así que sus clientes tendrán que seguir eligiendo (sugiere Amazon) entre el viejo comercio físico y la comodísima compra on-line que ellos ofrecen.

El desastre del prime-time español

No es el primer post al respecto que leemos, ni será el último porque las perspectivas no son buenas: la televisión española, en su conjunto, parece que esté destrozándose a sí misma. Los contenidos a lo largo del día cada vez producen más vergüenza, y la noche está abandonada con horarios imposibles, informativos en los que entra todo (publicidad, incluida) y rellenos pretendidamente graciosetes que ya han caducado. Así el prime-time desaparece y las plataformas on-line ganan fácilmente la batalla.

Hacer una compra sin azúcar

Según Magnet es posible hacer una compra controlando la cantidad de azúcar añadido que metemos en el carro, en casa y en nuestros cuerpos, pero es bastante más difícil y algo más caro. Sin embargo el ejercicio es cada vez más necesario y en el post explican cómo se enfrentan a los lineales de un modo realista, como lo hacemos todos en nuestro súper de referencia: no siempre hay alternativas sin azúcar y en algunos casos hay que cambiar el hábito alimenticio.

Hablemos de otros

Hablemos de Goretzka o Aubameyang, de la liga alemana, de cómo el primero abandonará el Schalke al final de temporada para irse al Bayern y de cómo el segundo ha dejado en enero el Borussia para llegar a un Arsenal en horas bajas. Hablemos de cómo se quedan aquellos aficionados, de cómo han actuado los clubes de salida y llegada, y de sus representantes. Hablemos de lo que les ha importado el proyecto, ciudad, entorno e hinchada que olvidarán. Hablemos de otros… Para no hacerlo de nosotros.

Ganaron dos

La batalla electoral la ha ganado Ciudadanos de un modo inapelable, pero en la guerra ha vencido Puigdemont haciendo mítines por vídeoconferencia y dejándose fotografiar viendo los encuentros del Girona en bares de Bruselas. No, no me gusta “el Carles” porque no he encontrado en él rastro de ser un hombre de partido ni de valentía política. Pero, vaya, es el vencedor del 21-D con todo el merecimiento. De hecho, es el único cuya victoria no se va a desinflar.

Perdieron los demás, también el PDeCat

Los demás perdieron, algunos lo hicieron estrepitosamente y otros incluso subiendo escaños como el PSC. También perdió el PDeCat, que ha recibido una herencia desastrosa de aquella CiU hegemónica. A Marta Pascal le urge cimentar porque convive con un presidente que no es de su confianza y que lastró la lista pero que, sin embargo, ha logrado capitalizar un procés inverosímil contra España, los pronósticos y la lógica tradicional de los partidos. ERC seguirá pagando las Fantas.

No, Rivera, esos votos no son tuyos

Albert Rivera tiene que hacer una lectura fría de los resultados, pero yo no contaría con ello. Los votos que recibió su partido no tienen que ver con el valor de su marca o el liderazgo de Arrimadas. El voto a Ciudadanos era el modo que encontraron cientos de miles de catalanes de hacer llegar su mensaje: que alguien pare este procés y arranque Catalunya. O Cataluña. Dentro de unos meses Arrimadas estará en la oposición y en las municipales del 19 Ciudadanos no va a tocar poder.

Templado… Más bien, frío

No soy muy bueno haciendo predicciones y, una vez más, me he vuelto a equivocar: esperaba que Miquel Iceta rebañara bastante más a Podemos. Pero al final no están contentos ni unos ni otros. Los dos escaños más que gana el PSC no suponen nada: siguen en su suelo. Y Domènech y Colau han protagonizado el capítulo catalán del lento e irremediable descenso de Podemos. Es cierto que una campaña polarizada vacía la zona templada, pero la izquierda española se ha enfriado totalmente en Catalunya.

Albiol tiene que marcharse

Las derrotas estrepitosas me han alegrado una semana que espero que me la compense Olentzero, finalmente. Los de la CUP siguen viviendo en una realidad paralela reclamando el valor de sus cuatro escaños como si fueran los diez que ya no tienen. Y Albiol tiene que abandonar la política. Alguien que lleva al PP hasta los tres asientos no puede echar las culpas a los demás y seguir adelante. No se trata de que dé un paso atrás: su carrera política está liquidada.

«A quien corresponda»

No negaré la gravedad de un fraude electoral en Catalunya para dejar sin efecto votos independentistas aumentando el censo en circunscripciones concretas. Pero la suma de los que lideran la denuncia vía Twitter me tira para atrás: Anonymous y Beatriz Talegón, que a su vez llama la atención a Rufián, Colau, Cotarelo, Albano Dante, la CUP… ¡Uf! El independentismo está cargando con personajes que ponen peso en la mochila en vez de ayudar a llevarla.

Anda que los “amigos” de dentro…

Me ha sorprendido la cantidad de estrellas en Twitter que ha generado este procés: líderes de opinión que lanzan mensajes a favor de la república catalana que sus miles de seguidores retuitean. Pero generar ese ecosistema tiene sus riesgos, porque te aparecen tipos como Jordi Borrell. Este profesor universitario ha acabado borrando su cuenta en Twitter después de arremeter contra Miquel Iceta con “gracietas” homófobas. Por supuesto, el unionismo lo ha aprovechado, pero el pecado es de Borrell.

La munición no se regala

La campaña en Catalunya ha arrancado mal desde el independentismo: mensajes homófobos, los que quieren meter con calzador a las víctimas de los atentados en Barcelona y, ahora, la banda que hace un “escrache” a Andrea Levy como si esta no fuera a usarlo a favor del PP en Catalunya… Y España. Si el primer mandamiento es que en campaña no vale todo, el segundo es que la munición al enemigo no se regala. Las energías tienen que concentrarse en empujar lo propio.

Que ya se la regalan otros…

Ada Colau acudió a un programa de máxima audiencia en Telecinco un sábado lluvioso por la noche pero seguro, seguro, que no tuvo nada que ver con la campaña catalana porque, claro, ella es la alcaldesa de Barcelona y estas elecciones no van con los municipios. Y todos nos lo tenemos que creer. Si el nacionalismo español tiene a favor a medios y palmeros (oigan, que la Colau tuvo una novia, ¡qué moderna, qué cercana!, aseguran algunos), el catalán tiene que cuidarse especialmente.

Guardiola lució un lazo amarillo… Y ganó

Pep Guardiola es un ejemplo de comportamiento, valores, compromiso y profesionalidad. También es un ejemplo, para su desgracia, de cómo se las gasta el nacionalismo catalán: el entrenador del City lució un lazo amarillo en solidaridad con los presos catalanes que no pasan por el aro (¡qué vergüenza, España!), y también ganó al United de Mourinho. Lo primero ha sido noticia en mayor medida que su temporada extraordinaria, que está siendo silenciada en la prensa española.

No opines

Lo avisábamos recientemente en esta columna: el melón que se abre con algunas sentencias judiciales sobre lo que es delito en redes sociales es bastante peligroso. Tanto que después del fallecimiento de José Manuel Maza, el ministro español de interior amenazaba a todos los tuiteros que osaran manchar el nombre del fiscal. Me puede parecer mal el insulto fácil e ignorante (la mayoría solo habla de oídas), pero considero peor ese control de las opiniones bajo amenaza.

No lleves la contraria

Solo hay un gobierno legítimo en Catalunya y lo forma lo que diga alguien. Todavía no sabemos muy bien quién es el que decide pero estaría bien que nos lo dijeran para no cargar las tintas equivocadamente, porque la supresión por medio de Photoshop de Santi Vila de la foto de esa legitimidad puede ser a mala leche… O protegiendo precisamente a quien no quiso dar el paso en falso que tan caro puede salirle al independentismo en su conjunto. En cualquier caso, como poco, queda feo.

No uses emoticonos

No soy irónico en el titular, soy categórico: no uses emoticonos, querido community manager de Junts per Catalunya, y queridos community managers de otras instituciones, partidos y cosas públicas más cercanas. El uso y abuso de los emoticonos para comunicar es un mal que nadie sabe muy bien dónde surge, cómo ni por qué se contagia, ni dónde afectará próximamente, pero lo sufrimos todos: usuarios y gestores de identidades digitales obligados a explicar que solo distraen.

No pienses

Lo de “lo que decidan las bases” en los partidos nuevos me parece que está muy bien como excusa porque, si se dan cuenta, esas bases siempre deciden lo que le viene bien al líder que consulta. ¡Vaya! ¿Cuándo en Podemos han sido contrariados Pablo Iglesias o Ada Colau? Según El Español, la alcaldesa de Barcelona no insiste demasiado en llevar a la ciudad la sede de la agencia europea del medicamento porque así se lo pidieron las bases, con lo que se termina el conflicto.

Actualización a día de la fecha: finalmente, [Enlace roto.] en primera ronda en la carrera por acoger esta agencia.

“No me da la cabeza”

Me siento muy identificado con la Petit Brunette que, unos días después de que se abriera para todos los usuarios la posibilidad de utilizar 280 caracteres en Twitter en vez de 140, tuiteaba: “No me voy a leer ningún tuit de más de 4 líneas. Ya no por principios, sino porque no me da la cabeza”. Una medida puesta en marcha para quienes llevan marcas comerciales y que, sin duda, Twitter ha implementado buscando más anunciantes que gasten más alegremente.

A ERC ya todo le da igual

Me lo creo porque todo apunta a que, efectivamente, el plan del govern se agotaba el 1 de octubre, como reconoce el portavoz de ERC, Sergi Sarrià. Desde entonces, improvisación hasta las elecciones que esperaban los de Junqueras mientras cedían el desgaste a Puigdemont. Ahora los de ERC están donde querían (salvo los que están injustamente en la cárcel): poniendo condiciones imposibles para repetir lista unitaria y preparándose para tomar el poder con el PDeCat quemado.

Todo es en clave electoral

¿Va a romper Podemos todos sus pactos en España con el PSOE como ha hecho Ada Colau en Barcelona (con la pantalla de la consulta a unas bases que, hasta el momento, en Podemos siempre han votado lo que convenía)? La respuesta es que evidentemente no va a hacerlo, porque la decisión ha sido tomada en clave electoral catalana. Ni mucho menos tiene por qué replanteárselo el PNV, aunque, como era de esperar se lo exija quien siempre ha sido más utilitarista que nacionalista.

También las mentiras

En el PP no se molestan ni en retorcer la verdad para que no parezca que nos la están colando o que, sencillamente, se están riendo de nosotros a la cara. Porque quien dice: “Acudimos a la ley para hacer cumplir la ley” con la fiscalía y la OCU concluyendo que en su partido se repartía lo trincado tiene que tener la cara bastante dura. Pero así es Rajoy, posiblemente el político que mejor maneja los tiempos y las crisis ahora mismo en el mundo, y que ya está de campaña en Catalunya.

Sí, es un trabajo

Las críticas que ha recibido Dulceida, por tuitear: “Me encanta que coger 6 aviones en una semana sin parar de currar de un lado para otro sea no hacer nada” no tienen sentido y si lo tienen es el peor, porque rezuman un machismo asqueroso. Me explico: en el caso de “los” influencers nadie discute que son modelos con presencia en Internet. En el caso de “las” influencers parece que no tienen más trabajo que el selfie y “el trapito”. Y ese es un error básico.

Hoy rescatamos al rescatador

Creo que podría abrir una subsección con los temas que tengo seleccionados y no han cabido estos meses en la columna por las improvisaciones del procés y las injusticias contra sus protagonistas. Una de ellas es que José Andrés, el chef asturiano que triunfa en EE.UU., ha ofrecido 5.000 comidas con su fundación a los afectados por el huracán en Puerto Rico. Más que la Cruz Roja. Y ha abierto un debate: la eficacia de las ONG especializadas contra las “generalistas”.