¿En qué estamos convirtiéndonos?

Puedo llegar a entender que un Estado se empeñe en cumplir la ley sin observar los contextos o motivaciones, o dejando estas en manos de fiscalía y jueces. Pero no puedo entender de ninguna manera que Carola Rackete haya tenido que soportar insultos y desprecios cuando las autoridades italianas la han detenido por tráfico ilegal de personas y resistencia a un buque de guerra. La capitana alemana, que se dedica a salvar en el mar a esas personas que intentan abandonar África aunque les cueste la vida, debería de ser un modelo a seguir, pero es objeto de la ira de los de Salvini, como denuncia Ane Irazabal en Twitter.

Así que Sánchez está tranquilo…

Parece que los sondeos expresan lo más lógico: una repetición de elecciones generales beneficiaría a PSOE y PP, y perjudicarían a Ciudadanos, Podemos y Vox. El resto de partidos, como el PNV, se quedaría más o menos igual. Así que cabría pensar que los de “la nueva política”, tan permeables hasta ahora a los sondeos y la veleta, aplicarán la misma lógica y dejarán hacer, sobre todo, para no seguir deshaciéndose ellos como azucarillos. En plata: la política de bloques de los grandes partidos tradicionales está normalizada por la sociedad, pero si los nuevos no ayudan, no sirven, y les penalizaremos.

Rivera, te lo están diciendo los tuyos

Pedro J. Ramírez, que va de revolucionario, políticamente siempre ha estado al lado del stablishment, hasta el punto de quedarse solo apoyando a UPyD y dejar como herencia en El Mundo la predilección por Ciudadanos que también impuso en su digital, El Español. Si en estos medios le están diciendo a Rivera que reaccione este tiene que hacerlo, porque no se lo dice Pedro J. ni Francisco Rosell, se lo dice el stablishment, por supuesto. Hasta un 70% de votantes de los naranjas quieren facilitar la investidura de Sánchez a la que Rivera se niega. ¿Será el propio Rivera el verdadero revolucionario?

No, no pasará nada con tu Huawei

Lo dijimos en esta columna y lo vimos reflejado en algunos blogs (no muchos): el veto de Trump a Huawei no iba a afectar a las personas que ya tuvieran uno en sus bolsos o bolsillos. Y los efectos en los productos que estaban ensamblándose durante el veto estaban por verse. Solo unas semanas después, Trump ha levantado el veto al fabricante chino. ¿Ha dejado de espiar? ¿Ha dejado de ser una amenaza su desarrollo del 5G? Dice Trump ahora que no tiene pruebas al respecto. Pero lo cierto es que había elegido el modo más dañino para muchas empresas estadounidenses de mantener su guerra contra China.

¿Un cambio de paradigma?

La modelo e infuencer estadounidense Gigi Hadid ha llamado a una puerta que, si se abre, puede suponer un cambio de paradigma en el mundo de la comunicación. Ha decidido ser ella la que denuncie a una agencia de fotos por el uso de su imagen ya que, aunque fuera tomada en la calle, posó y sonrió al fotógrafo de esa agencia, por lo que se considera coautora y cocreadora de la imagen. Eso significa que puede usarla e incluso cobrar por ello (según Magnet, las agencias han buscado ingresos extra denunciando el uso que hacen las celebrities de sus fotos en Instagram). ¿Y si Hadid lo logra?

Las imágenes de la vergüenza

Mientras los miembros de la Guardia Civil testifican sobre las caras de ira de los voluntarios que han renunciado a la violencia durante todo el Procés, todos podemos ver cómo los cuerpos policiales cargaban contra las personas que solo pretendían votar y facilitar que otros lo hiciesen. Por desgracia, esas imágenes no pueden ser usadas en el juicio porque los Magistrados del Supremo así lo han decidido, pero no pueden ser más expresivas: expresan una violencia, la del Estado, contra la población. Y hacen también gráfica una vergüenza que cualquier español con sensibilidad debería sentir.

¿Por qué tiene pistola Abascal?

Lo grave no es que Santiago Abascal proponga que los españoles de bien puedan ir armados por la calle (esperamos que el propio Abascal describa qué es un español de bien con derecho a usar su arma), lo grave es que el propio Abascal siga llevando la Smith & Wesson de la que presume en las pocas entrevistas que concede. Como bien le responde el Capitán Apio en Twitter, carece de motivo para llevarla (no existe hoy la amenaza de ETA sobre su padre) por lo que, según la ley, no deberían de renovarle esa licencia. Insisto: lo grave es la suma de privilegios de los que siempre ha gozado el hoy líder de una extrema derecha desatada.

El auge del fascismo es preocupante

Sería un error que pensáramos que solo es una moda o que no será para tanto esta extrema derecha de Abascal, Salvini, Le Pen, Orban, Bolsonaro, Trump… No es que no sean tan peligrosos como parece: son más peligrosos de lo que parece. Fíjense en lo que denuncia en Twitter la periodista Ane Irazabal: “La ministra de justicia de Israel, Ayelet Shaked, realiza una campaña política en la que utiliza un perfume llamado ‘Fascismo’ y dice ‘me huele a democracia’. (…) Su partido, Hogar Judío (nacionalista religioso), quiere subordinar el sistema judicial al parlamento. Las elecciones en Israel se celebrarán el 9 de abril”.

Militares en política

Hemos hablado esta semana de los militares que Vox está reclutando para sus listas. Lo preocupante no es que sean militares, sino que parecen estar relacionados con la extrema derecha. Lo que implica que el ejército, como suponíamos, ha sido un refugio y que Vox es una liberación para ellos. Pero no han sido los que han abierto esta vía: “El general de Podemos” es una marca que han acuñado en Podemos, donde se ha exhibido a Julio Rodríguez vestido de General a la búsqueda de un escaño que, de momento, no ha conseguido. Y ahora parece que se ha borrado de la de la Comunidad de Madrid.

¡Cuantísimos!

Con este panorama que acabo de describirles la portada de El Jueves pocas veces ha parecido tan acertada: “¡Pero cuantísimos hijos de puta!”. Así se llama el especial de la revista satírica que lleva en su primera caricaturas de Casado, Rivera, Abascal, Aznar, Felipe VI, Trump, Inda, Marhuenda, Villarejo, Arcadi Espada, Felipe González, Salvini, Franco, Mark Zuckerberg, un cura, un jeque y un neonazi. Esta es la España de hoy: carne de sátira porque esta no sería posible sin talento… Y sin una materia prima que abunda, la de las personas con cierta responsabilidad por sus cargos que actúan con una irresponsabilidad que asusta.

Lo principal y lo básico

Podemos cuestionar el proceso porque hubo nulidades. Podemos hablar largo y tendido de las diferencias de criterio y exigencia en el cumplimiento de penas económicas en España. Podemos disentir, por supuesto, en lo informativo y en lo opinativo. Podemos hacernos favores y darnos patadas en la espinilla. Pero no podemos separarnos ni un milímetro cuando nos toca a los periodistas apretar las filas para reclamar una libertad de prensa efectiva, que no esté condicionada por expolios, amenazas o presiones. Por eso me sumo al apoyo casi unánime a Iñaki Soto y los compañeros y compañeras de Gara.

Máster en la Rey Juan Carlos

Ya sabemos todos que Pablo Casado es uno de los mejores para personificar eso de que “la ignorancia es atrevida”. Y lo sabemos antes incluso de que se convirtiera en el gran jefe del PP. De hecho, estoy seguro de que también lo percibía Rajoy. Por si alguien no se había dado cuenta se empeña en recordárnoslo: su última metedura de pata es aún más grave para un licenciado en derecho, ya que ni siquiera sabía que las “faltas” desaparecieron del código penal en 2015, en aquella famosa reforma que aprobó la mayoría absoluta del PP con UPN en la que introdujeron la prisión permanente revisable.

Liberales en lo económico y lo reflexivo

España tiene un problema con los liberales porque todos esos jóvenes que muestran orgullosos en redes sociales su pertenencia al PP, Ciudadanos o Vox, se definen justamente así: liberales. Y porque los no tan jóvenes son, además de liberales, tan casposos como capciosos. Lo es Rivera y lo es Girauta, por ejemplo, que ha subido a su Twitter un vídeo lleno de trampas y victimismo para apoyar a los ya famosos VTC de Uber y Cabify. Estos liberales, con argumentos del típico cuñado español del chiste, creen que la libertad de elección es apoyar a empresas que operan al margen de la regulación.

El Rey en Irak

La Casa Real española, que parece que no sirve para nada salvo para las atribuciones exclusivas que le reserva la Constitución, precisamente, para justificar su presencia y asignación de los presupuestos del Estado, nos ha intentado colar, una vez más, que el Rey de España ha hecho algo. En concreto, se ha desplazado a Irak coincidiendo con su cumpleaños “perfectamente camuflado con la alfombra, en su primera acción de riesgo: ver la televisión”, según Javier Durán, que ha clavado el sarcasmo. Pese a lo evidente, son muchos los medios cortesanos que se la han dejado colar.

Lo peor del fútbol

Me he guardado esta noticia hasta hoy porque no quería que lo peor del fútbol afectara en nada a la fiesta que vivimos el miércoles en Bilbao con la Copa. Pero, sí, del mismo modo que el periodismo más morboso e insensible también es periodismo, el espectáculo injustificable de Mestalla, con jugadores de Valencia y Getafe a hostia limpia, también forma parte del fútbol. Del mismo modo, por desgracia, también es parte indeseable del circo quien caldea el ambiente con declaraciones que no aportan nada al show o el deporte, o quien señala a equipos y aficiones.

¿Ahora sí mola Villarejo?

José Manuel Villarejo es un personaje despreciable, por mucho poder que haya acumulado sirviéndose de las necesidades y las miserias de PSOE y PP. Lo es siempre, no solo cuando las filtraciones de las grabaciones perjudican al Rey y al PP o cuando hacen que los cimientos ya maltratados del PSOE vuelvan a tambalearse. Lo de señalarle como parte del problema o de la solución en función de a quién fastidie es tan pueril, me temo, como habitual, pese a la crítica directa de algunos tuiteros. El problema es que hay un Villarejo al que recurrir y una sed de sangre que saciar.

¿Quién le hace el juego a la extrema derecha?

Siempre que tengo la suerte de dirigirme a alumnos de periodismo les pido que dejen de hacer caso a eso de “el periodista de raza”. Pero sí hay señales de periodismo bien hecho que hay que valorar: Dani Álvarez resolvió en un tuit que Vox ha pedido una sala de 150 personas en el Euskalduna para que quepan todos los que espera reunir en su único acto en la CAV. Sin embargo, algunos periódico como El Mundo prefieren hacer el juego a la ultraderecha, que ha informado de que va a este palacio “para ganar aforo” de un modo capcioso, sin citar la expectativa real.

Más buen periodismo

Donald Trump está basando la campaña de las legislativas en EE.UU. en la supuesta amenaza que supone la caravana de inmigrantes que está atrapada en la frontera sur mexicana. Como si esos grupos de personas que lo dejan todo atrás y cargan con sus hijos e hijas huyendo de la miseria y la violencia fueran todos delincuentes. Y como si EE.UU., igual que la mayoría de países desarrollados, no necesitara la inmigración para equilibrar su pirámide poblacional. Lo más importante es que estamos hablando de sufrimiento humano que podemos ver gracias a periodistas como Ane Irazabal o Asier Vera, entre otros

Pero, ¿no lo declaraban?

Conozco el sector tecnológico de primera mano y no tengo bitcoins. Básicamente porque todo lo que sé de este negocio me genera recelos o me parece poco ético. Por ejemplo, el gasto energético que se necesita para generarlo (con una computación muy exigente que requiere de muchos equipos conectados y funcionando), que sea el refugio de blanqueadores de dinero o que incluso los inversores de andar por casa no declaren sus ingresos, ganancias o (sobre todo) pérdidas, mientras los demás tenemos que apoquinar cada vez que sacamos dinero de un fondo.

La colonización idiomática

¿Nos gustaría que en la universidad vasca el idioma vehicular fuera el inglés? ¿Por qué no? Básicamente porque detrás de esa idea integradora, aparentemente progresista y beneficiosa para nuestros hijos e hijas, lo que encontramos es un riesgo real de empobrecimiento de nuestra propia cultura e infrautilización de la lengua que hablamos. En la versión en castellano de la BBC podemos leer un reportaje sobre cómo en Holanda voces dentro de la propia universidad (lingüistas e incluso rectores) alertan de la pérdida de identidad en el nombre de la globalización.

Sí, lo es

Elisenda Torrents solo tiene 55 seguidores en Twitter, pero ha conseguido casi 4.000 interacciones de uno de sus tuits simplemente porque su indignación es la de todos: se queja de que, con 4 euros de consumo, la factura de la luz ascienda a 158 gracias a conceptos como la “regularización y otros” (50€), la potencia contratada (45€), los derechos de contratación (34€), el IVA (20€), el impuesto especial a la electricidad (que abonamos los consumidores, 2€) y el alquiler de equipos (que consumen energía, otros 2€). Sin duda, es la mayor estafa consentida de nuestros tiempos.

¿Cuál fue el parte médico?

Pablo Casado recordaba en Twitter el primer aniversario “del violento asedio de los secesionistas a la Guardia Civil en Barcelona”. Él cree necesario considerarlo así y yo no voy a criticarlo, aunque si añado que ojalá hubiéramos vivido en Euskadi el independentismo todos con el mismo ánimo pacifista. Dicho esto, me gustaría conocer el parte médico de los guardias afectados para usar, a partir de ahora, “violento asedio” con la misma precisión que el community manager de Casado. Porque, ¿no estarán usando una retórica belicista para tapar acciones pacíficas?

No me gusta ninguno

No me gusta Yusnaby Pérez, que encaja perfectamente en la figura de agente desestabilizador creado por la inteligencia estadounidense contra Maduro. No me gusta Nicolás Maduro, ya lo saben. Y por lo que he podido leer y ver de Salt Bae, no me gusta nada este chef turco que el presidente venezolano decidió visitar, excéntrico y vendehúmos. Tampoco me gusta ella, Cilia Flores, que ostenta el título de “primera combatiente” del gobierno venezolano. Nada en la imagen es de mi agrado, sobre todo, el ostentoso banquete que se aprietan Maduro y Flores mientras en su país lo que aprieta es la escasez.

De Madrid

Hay que tener la cara muy dura o el cerebro para estrenar, para referirse a Francisco Franco como “el caudillo que ganó la guerra civil hace 82 años”. Lo hizo Begoña García, diputada del PP en la Asamblea de Madrid, durante una pregunta al vicepresidente de su Comunidad, Pedro Rollán, sobre el balance de la Agencia de Seguridad y Emergencias de Madrid, durante la que también acusaba al PSOE de “enfrentar y dividir a los españoles” por promover la exhumación del dictador. García ha pasado así a ser una política conocida a nivel nacional por fin pese a que es alcaldesa de Santa María de la Alameda desde 1995.

Los que ya emigraron

La periodista Ane Irazabal ha recuperado recientemente en su Instagram un fragmento de una película de 1962 en el que se ve la llegada de emigrantes del sur de Italia a Milán. Eran conocidos como los “terroni” y les calificaban como “la mierda del Sur”. Como bien dice la periodista, 60 años más tarde se repite la historia y los emigrantes, esta vez de más al Sur, quieren alcanzar la costa italiana aunque eso suponga enfrentarse al racismo. Racismo que, añado yo, puede incluso venir de aquellos que entonces fueron inmigrantes. Más nos valdría conocer la historia para no repetirla.