Huelga, manifestación y «PNV, cabrón»

Vuelve la campaña y regresan las manifestaciones: Aitor Esteban sufrió una durante la presentación de su programa y frente a Sabin Etxea la de turno dejó ruido y suciedad. Pero no debemos decir que hay una estrategia electoral detrás: es simple casualidad, claro. La realidad fuera de la pancarta es mucho menos conveniente para quienes creen que un país próspero merece ser el que más huelgas sufre de toda Europa: Sánchez anuncia una ley sanitaria para garantizar una operación en menos de cuatro meses y que te atienda un especialista en menos de 60 días. Y en Euskadi la media de las operaciones es de 66 días y del especialista, 48.

La1 es menos mala

Para Sortu en Nafarroa es mejor ver el txupinazo en La1 que en ETB1: así lo mostraron colocando pantallazos de la televisión pública española en su tuit mientras el ente vasco hacía la misma emisión (yo sí lo vi en ETB1, por cierto). Están en su derecho, como quien ve las campanadas con Ana Obregón o Cristina Pedroche, pero también lo estamos nosotros de recomendar que se guarden sus lecciones de cómo se defiende lo vasco, empezando por el idioma. Lo cierto es que la izquierda abertzale cada vez hace más bandera de la izquierda y menos de lo abertzale. También están en su derecho: eligen Obregón y Pedroche.

La friki

Hacía tiempo que no disfrutábamos de un friki o una friki de la política. La política española se había convertido en una cosa para hombres que se la tomaban muy en serio mientras daban un poco de risa a veces. Pero esta vez sí contamos con una friki genuina: Macarena Olona, que ha empezado su campaña en un puticlub tirando aparentemente del mito fácil: “Es un lugar habitual para los políticos” (República). Pero más bien tira con bala: “Les van a pitar los oídos a todos aquellos que van de cristianos ejemplares”. La España del Larios con Coca-Cola. Ojalá Macarena siga contándonos más cosas de Vox.

El verde de la vergüenza

El desinfectante verde que algunos “activistas” utilizan para atacar a personas de la prensa o la abogacía que no alaban las bondades del Kremlin, además de peligroso para la integridad de quien es atacada, es una muestra de vergüenza, sobre todo, para el atacante. Pero, claro, decir esto desde Euskadi es lo fácil: lo difícil es lo que hace la abogada Elena Ponomareva, la última agredida y señalada, como denuncia Xavier Colás (corresponsal de El Mundo en Rusia, que sabe lo que hay). Lo inexplicable es que a la misma distancia haya quienes justifican esta persecución fascista, estos ataques cobardes o sus motivaciones.

Difícil de justificar

No es justificable que se haya disparado el número de bajas en la Ertzaintza durante la celebración del Tour. De hecho, es criticable  desde la política que gestiona, desde los medios que observamos, como la ciudadanía, atónitos, y también desde el cuerpo. ¿Por qué tiene que llevarse la mala fama también quien sí trabajó? ¿Por qué tenemos que hacer el esfuerzo los de fuera para no mezclar, para diferenciar, si quienes están dentro amparan de la misma manera a todos? Lo de que “cuando llueve estamos bajo la lluvia” como explicación, que señalaron en Gara y llegó a la portada de Menéame es, simplemente, definitorio.

¡Ya le gustaría!

No entiendo el empeño de Arnaldo Otegi en tomarnos por tontos: es evidente que hace 40 años él no estaba en el bando que agrupaba los valores que sirvieron para derrotar a ETA y dar pie a una Euskadi que necesita todavía reconciliarse consigo misma. Pero esa reconciliación tardará más y será en peores condiciones en función del engaño que quiere colocarnos la izquierda abertzale. Y si lo que quiso decir es lo que apunta Iñaki García Arrizabalaga, que Otegi está orgulloso de dónde estaba y qué hacía 40 años atrás, el mensaje es todavía peor. Son quienes le arropan los primeros que deberían pedirle explicaciones.

Los de hace 40 años, hoy

Los que hace 40 años estaban en el bando de los derrotados, el de ETA, hoy se dividen: algunos como Otegi quieren hacernos creer que aquello nunca pasó o no pasó como todos recordamos. Y otros se empeñan en seguir demostrando su miseria humana dañando la placa en recuerdo a Gregorio Ordóñez, como denunciaba el alcalde de Donostia, Eneko Goia. ¿Qué tienen en el alma los que destruyen esos recuerdos a víctimas injustamente asesinadas? Son como quienes arrancan placas en memoria de las víctimas del golpe de estado franquistas: fachas. Y sus valores no son los de la mayoría.

Otro ejemplo

Como siempre, Javier Vizcaíno hacía un análisis más fino de la situación: la secuencia de Ortega Smith disparando como un Gijoe ha servido para esclarecer su pasado (no fue boina verde, solo hizo la mili) y para ver cómo algunos de los que jaleaban vídeos de encapuchados en bosques verdes haciendo prácticas de tiro hoy se ponen exquisitos ante el fascista de Vox. Me repito, lo sé, pero es que la verdad es tozuda: son la misma mierda unos y otros, sujetapistolas que imaginan que el enemigo es el que piensa diferente, y que se creen además con más carga moral que el resto. Qué equivocados están.

Mintegi protesta

Volviendo a la entrevista a Arnaldo Otegi que ha dado pie para el resto de fascistadas, resulta muy significativo que Laura Mintegi afeara al líder de Bildu su ocupación del espacio la semana en la que Maddalen Iriarte ha sido designada candidata a lehendakari. Mintegi ya encabezó una candidatura de la izquierda abertzale, esa izquierda abertzale en la que los que mandan se llamaban y se llaman Arnaldo, Arkaitz, Rufi, Joseba, Pernando¸ Oskar… Y Eba Blanco, es cierto, pero con un peso específico muchísimo menor. Luego agitarán la bandera del feminismo, pero la igualdad se demuestra tomando decisiones y no saliendo en fotos.

La gran noticia

Más allá de la rociada fascistoide (aunque ninguno de ellos se tenga como tal), la noticia del día sin duda son los 500.000 € de dinero público que, según la SER, habrían sido desviados desde el ministerio español de Interior que dirigía Jorge Fernández Díaz para intentar mitigar el escándalo de Luis Bárcenas y los pagos en “B” a políticos del PP. Una vez más, dinero de todos para beneficio de unos pocos, en este caso, por partida doble, triple… O a saber. El comisario Villarejo, cómo no, aparece entre los beneficiados por esa operación ya que contaron con sus servicios para recuperar y destruir pruebas de Bárcenas contra el PP.

Lo principal y lo básico

Podemos cuestionar el proceso porque hubo nulidades. Podemos hablar largo y tendido de las diferencias de criterio y exigencia en el cumplimiento de penas económicas en España. Podemos disentir, por supuesto, en lo informativo y en lo opinativo. Podemos hacernos favores y darnos patadas en la espinilla. Pero no podemos separarnos ni un milímetro cuando nos toca a los periodistas apretar las filas para reclamar una libertad de prensa efectiva, que no esté condicionada por expolios, amenazas o presiones. Por eso me sumo al apoyo casi unánime a Iñaki Soto y los compañeros y compañeras de Gara.

Máster en la Rey Juan Carlos

Ya sabemos todos que Pablo Casado es uno de los mejores para personificar eso de que “la ignorancia es atrevida”. Y lo sabemos antes incluso de que se convirtiera en el gran jefe del PP. De hecho, estoy seguro de que también lo percibía Rajoy. Por si alguien no se había dado cuenta se empeña en recordárnoslo: su última metedura de pata es aún más grave para un licenciado en derecho, ya que ni siquiera sabía que las “faltas” desaparecieron del código penal en 2015, en aquella famosa reforma que aprobó la mayoría absoluta del PP con UPN en la que introdujeron la prisión permanente revisable.

Liberales en lo económico y lo reflexivo

España tiene un problema con los liberales porque todos esos jóvenes que muestran orgullosos en redes sociales su pertenencia al PP, Ciudadanos o Vox, se definen justamente así: liberales. Y porque los no tan jóvenes son, además de liberales, tan casposos como capciosos. Lo es Rivera y lo es Girauta, por ejemplo, que ha subido a su Twitter un vídeo lleno de trampas y victimismo para apoyar a los ya famosos VTC de Uber y Cabify. Estos liberales, con argumentos del típico cuñado español del chiste, creen que la libertad de elección es apoyar a empresas que operan al margen de la regulación.

El Rey en Irak

La Casa Real española, que parece que no sirve para nada salvo para las atribuciones exclusivas que le reserva la Constitución, precisamente, para justificar su presencia y asignación de los presupuestos del Estado, nos ha intentado colar, una vez más, que el Rey de España ha hecho algo. En concreto, se ha desplazado a Irak coincidiendo con su cumpleaños “perfectamente camuflado con la alfombra, en su primera acción de riesgo: ver la televisión”, según Javier Durán, que ha clavado el sarcasmo. Pese a lo evidente, son muchos los medios cortesanos que se la han dejado colar.

Lo peor del fútbol

Me he guardado esta noticia hasta hoy porque no quería que lo peor del fútbol afectara en nada a la fiesta que vivimos el miércoles en Bilbao con la Copa. Pero, sí, del mismo modo que el periodismo más morboso e insensible también es periodismo, el espectáculo injustificable de Mestalla, con jugadores de Valencia y Getafe a hostia limpia, también forma parte del fútbol. Del mismo modo, por desgracia, también es parte indeseable del circo quien caldea el ambiente con declaraciones que no aportan nada al show o el deporte, o quien señala a equipos y aficiones.

Requerimientos

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Después de que Pernando Barrena señalara a EAJ-PNV como un agente violento del conflicto, con todo el morro del mundo, Joseba Permach califica en Twitter de “gran artículo” el firmado por varios presos de ETA y publicado en ‘Gara’, en el que son muy, muy explícitos: “Requerimos al PNV autocrítica reconociendo el mal causado con su apoyo a las políticas de excepción”. Esa es la frase que destacan los propios autores, el periódico y el político. Un requerimiento por el daño causado por parte de ETA al partido nacionalista que siempre rechazó la violencia. Esta es la Euskadi en la que nos quieren envolver algunos.

Pedro Sánchez, el conocido

Iñaki Anasagasti describe así en su blog de DEIA al nuevo secretario general del PSOE y a su rival: “Madina ha sido años el designado por los dioses para serlo todo en el PSOE. El tapado antipático que viviendo en Madrid pasa por intelectual y aunque está casado con sevillana que curiosamente trabaja en Telefónica y Sánchez, casado con bilbaína y con una hija llamada Ainhoa, la España profunda prefiere el desconocido por conocer, que el conocido que viene del Norte. Lo demás no se entiende que en Andalucía haya vencido tan mayoritariamente Sánchez. Eso no es una elección libre. Eso es actuar por consigna y por un antiMadinismo muy marcado”.

Pedro Sánchez, el percibido

Pero para quienes estamos lejos de Ferraz y de ese aparato que tocaba a Sánchez y a Madina, pero al primero mucho más que al segundo, y que nos confunde porque lo que importa es no parecer del aparato pero ser el designado, Pedro Sánchez es un constructo poco atractivo. Me quedo con dos tweets realmente brillantes. El primero, de @deploreibol: “Sánchez ha mostrado que ser varón, hetero, guapo, de la capital y aupado por el poder no es obstáculo para alcanzar tus sueños”. El segundo, de @mort: “Las críticas a Pedro Sánchez me parecen exageradas: está muy bien hecho y parece de verdad”.

Pedro Sánchez, el patrón

Lo primero que tiene que afrontar Pedro Sánchez es el ERE como la copa de un pino en el que está metido el PSOE, según ‘Nueva Televisión’. Una regulación de empleados y empleadas llevada a cabo con la ley del PP que tanto criticón y producto de una constante caída de resultados y, por lo tanto, empleados asignados y necesidades. Una regulación para la que necesitó liquidez que extrajo de hasta cuatro bancos y que supuso la eliminación de 123 puestos de trabajo por medio de despidos, bajas incentivadas y prejubilaciones.

Puertas giratorias… y atascadas

No seré yo quien critique que un trabajador de la empresa privada pase a la política durante unas legislaturas y luego vuelva a la empresa privada. De hecho, así tienen que ser las cosas: mejor un profesional político que un político profesional, en mi humilde opinión. Pero mal profesional y mal político fue Juan Junquera, secretario de Estado de Telecomunicaciones con el PSOE que otorgó subvenciones de 1,2 millones de euros a Gowex antes de pasar a ser consejero de esta empresa, según ‘El Confidencial’. Una empresa que fue un fraude en la época de las subvenciones y en la del consejo en la que se integraba Junquera.