Hoy empieza todo

Esta noche empiezan los actos que terminarán en la Diada de mañana, pistoletazo (en Catalunya esta expresión no tiene la misma connotación que en Euskadi) de salida a un procés que cumplirá en menos de un mes su hito más relevante, les dejen hacerlo o no. Porque el Estado, con más miedo que saber hacer, va a intentar por todos los medios que la votación no se produzca. ¿Cuándo se darán cuenta de que frustrar la voluntad democrática no resuelve nada?

Siempre contra el terrorismo

La importancia de lo que va a suceder en Catalunya, políticamente, no puede obligarnos a olvidar otra noticia relevante en el mismo territorio. Me refiero a las consecuencias del atentado terrorista en Barcelona. En El Español hemos encontrado esta semana una entrevista muy interesante con un experto en lucha antiyihadista del Observatorio Internacional de Seguridad. Chema Gil alerta de cómo los vecinos de los terroristas hoy siguen considerándoles buenas personas.

Sube el precio de la vivienda

Precisamente Barcelona, y principalmente Madrid, tiran del mercado inmobiliario hacia arriba. Si usted es uno de esos inversores que durante la crisis pudo hacerse con pisos pagando en cash (se rompió el récord de transacciones sin hipotecas) a propietarios acuciados, enhorabuena, el momento de recoger sus beneficios ha llegado. Si usted, como yo, forma parte de la mayoría, ya lo siento: hágase a la idea de que con la excusa de la crisis nos tomaron el pelo.

¿Adivinen quién va a acabar jugando en China?

¿Recuerdan aquella noticia de que iban a cambiar los horarios de los partidos de fútbol en la liga española para que en China y EE.UU. pudieran ver jugar en directo al Barcelona y el Real Madrid? Pues se cumplió, pero los únicos que se comen partidos a media mañana son el resto de equipos. Así que ahora que leemos que Tebas quiere que estos dos grandes clubes jueguen partidos de la Liga en estos países podemos hacernos a la idea de qué equipos serán los pardillos.

Otro velo sobre la monarquía

Este es el titular: “El Gobierno decreta secreta la información sobre el negocio de armas entre España y Arabia Saudí”. Y este el comentario de El Citador (pocas veces será más apropiado el nombre de un usuario): “Esto sin duda acallará las voces críticas”. Poco más tengo que añadir: un nuevo velo se extiende sobre la monarquía española, que podrá seguir haciendo sus business de mediadora con un poco más de tranquilidad gracias al gobierno y la colaboración mediática.

El problema es el tiempo

Pocas veces he estado tan en desacuerdo con Fernando González Urbaneja, que ha argumentado en República.com por qué considera que ha llegado el “tiempo para fiscales y jueces” en Catalunya ante la “sedición” de su mayoría parlamentaria. Quien pretenda cortar este problema político, identitario, nacional y emocional, con una actuación judicial solo logrará una reproducción del mismo con más intensidad. La respuesta no es la ley, es la mano tendida.

La CUP no es el camino

Uno de los mayores problemas de credibilidad de este procés, que debería ser histórico pero no logran que lo percibamos así, es el protagonismo de la CUP, el último partido en el Parlament que obtuvo un 8,2% de los votos en las autonómicas del 2015 y, sin embargo, que ha logrado erigirse, con sus formas de dudoso gusto e intención, en uno de los líderes. Ahora despeñan el vehículo par dar la bienvenida a su pequeño estado (evitan llamarlo así). Pero el “cómo” es importante.

¿Y si hubiera sido de Bildu?

Si detienen al líder de una célula yihadista que, además de ensayar vídeos de decapitaciones en grupo, resulta ser afiliado a un partido nacionalista catalán, se hubiera montado una campaña extraordinaria. No les digo nada si llega a ser de la CUP. ¡O de Bildu! Pero, al final, resulta que es del PP: Mohamed Hafid era afiliado al partido de Rajoy en Melilla y, según El Español, llegó a participar en algún mitin junto al líder local, Juan José Imbroda. Y ha pasado desapercibido.

¿De qué?

Me gustaría que me lo explicaran muy despacio, casi como si no fuera capaz de comprenderlo por mucho que mi interlocutor se esforzara, porque después de leer la pieza en El Plural sigo sin saber cómo ni por qué a Letizia Ortiz, esposa de Felipe VI, nuera de Juan Carlos I y cuñada de Urdangarín, Cristina y Elena de Borbón, le calculan una fortuna de casi ocho millones de euros. Parece que es por lo que percibe de su marido, que la dobla: unos diecisiete. ¿De qué?

Se es profesional o no se es

100 € por promocionar tu restaurante en una cuenta de Instagram que llega a 150.000 personas (siempre son unas cuantas menos), además del menú, claro, no es una acción comunicativa “cara”. Pero la venta del producto tiene que hacerse correctamente para que el restaurador, en este caso Jorge Lozano, no se sienta justificadamente extorsionado por el “influencer” de turno. Como en la mayoría de profesiones, cuando se hace publicidad sin tener ni idea, se nota.

Es el contenido

La noticia que El Periódico ha publicado en primera página sobre la alerta que supuestamente tenían los Mossos y provenía de la CIA de un atentado inminente en Las Ramblas fue el gran tema de Twitter ayer. Me cuesta creer que un director sea capaz de publicar conscientemente una nota falsa, como algunos (Wikileaks incluido) aseguran. Me quedo con lo que apuntaba Lara Hermoso: la intencionalidad de señalar a los Mossos cuando, si esa alerta es cierta, la recibió el CNI.

Sin esperanza para Venezuela

Creo que lo peor que le puede pasar a un país es un dirigente como Nicolás Maduro, el único capaz de empeorar a Chávez. Lo segundo peor, una oposición como la venezolana, sospechosa de casi todo. La versión de Lillian Tintori de que llevaba en su coche cuatro cajones llenos de billetes (200 millones de bolívares en un país en el que el SMI son menos de 100.000 al mes) para pagar “gastos urgentes” de su “abuelita” enferma, me cuesta tanto creerla que no voy a hacer ya el esfuerzo.

Política tuitera

Primero guardé este tuit de un usuario anónimo porque me pareció representativo: “Sois un partido político, no un adolescente creando memes. Dejad de hacer el ridículo y de apropiaros de la cultura!” (sic). Se refería al montaje de Juego de Tronos con Rajoy que había lanzado la cuenta oficial de Podemos. Después vi que hasta Antonio Agredano criticaba a Echenique: “La memeología está sustituyendo a la ideología. El chiste mejor que la idea. La viralidad mejor que la profundidad”.

Y Susana Díaz, ¿qué?

Después de perder contra Pedro Sánchez cabría pensar que Susana Díaz se había retirado a su despacho de presidenta de Andalucía para poner un poco de orden en una comunidad con graves problemas. Sin embargo, leemos que ella sigue a lo suyo, ahora batallando en los congresos provinciales del PSOE andaluz, de los que ya ha ganado cinco de ocho. Va a por todas la presidenta, por lo menos en la lucha interna socialista. ¿Su comunidad? Ahí están las cifras.

Temas que se nos despistan

Menos mal que en El Independiente han recuperado este tema porque es verdaderamente grave: la reforma que el gobierno español había prometido acelerar (“urgente”, la llamaban) para frenar la subida de precios de la luz sigue parada. En enero, en plena escalada, hicieron el anuncio. En septiembre, a las puertas del invierno y con avisos de las eléctricas de que el precio volverá a subir, seguimos exactamente igual. ¿Desidia? ¿Incapacidad? ¿Poder de influencia de algunas empresas?

Lo innegable

El ingreso en prisión de Leopoldo López y Antonio Ledezma después de estar en arresto domiciliario durante el período previo al sufragio del domingo no es una casualidad. Nicolás Maduro maneja a su antojo el estado, empezando como es evidente por el poder judicial, y sigue despreciando el sufrimiento de una población que mata y muere en un enfrentamiento civil ante el que se muestra indolente. Y todo eso no solo es terrible, también es injustificable.

Los que sobran en Euskadi

El tema de Venezuela lo sacó también en un tuit uno de los habituales de las justificaciones progres de manual cuando Itxaso Atutxa se solidarizó con Idoia Mendia en esta red social, después de que apareciesen pintadas contra el PSE en varias Casas del Pueblo. Las siglas de ETA, una “A” anarquista, una hoz y un martillo, unas reclamaciones por la libertad y una cínica firma “antifascista” (que hace hasta gracia) pintadas con spray negro… Es justo todo lo que sobra en Euskadi.

“Abertzalizar” Catalunya

¡Ya le gustaría a Enric Hernàndez que Catalunya fuera “abertzale”! El director de El Periódico relacionaba, no obstante, este término con el rechazo a la Guardia Civil (que sí) y el ataque a un autobús turísitico en Barcelona (que no). A veces pienso que algunos catalanes no se enteran de lo que ha pasa en Euskadi (y tampoco les importa): abertzale no es sinónimo de violento, de hecho, los abertzales han traído a Euskadi un Concierto y un nivel una autonomía que para sí los quiere Catalunya.

Scaramucci ha durado 10 días

Donald Trump (parece que en realidad ha sido su nuevo jefe de gabinete, John Kelly) ha cesado a Anthony Scaramucci, el director de comunicación que nombró hace menos de dos semanas. El motivo lo señala muy bien la periodista María Ramírez: la vergonzante conversación publicada por el New Yorker en la que “The Mooch” (que se puede traducir por “el que deambula” pero también por “gorrón”) ha sido fulminante. El periodismo siempre es necesario.

Cifuentes, Espinar y Twitter

¿Está mal que Ramón Espinar llamara “guapi” a la presidenta de la Comunidad de Madrid? Sí, sin duda. ¿Se imaginan que uno del PP se lo llama a Irene Montero? ¿Está mal que Cristina Cifuentes relacione porque sí la falta de libertad en Venezuela con Podemos? Sí, sin duda. ¿No se quejan siempre de que señalen a todos los del PP como corruptos sistemáticamente? Pero en Twitter es lo que tenemos cada día: dobles raseros y políticos haciéndose los graciosos sin serlo.

Los favores que debe España

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El consejero catalán de Justicia, Carles Mundó, ha sido uno de los muchos que han difundido en Twitter las palabras de José Manuel García-Margallo en 13TV, una de esas teles rancias en las que los del PP se sienten como en casa. El exministro español de Exteriores relataba con complacencia lo difícil que había resultado conseguir declaraciones de países extranjeros contra la independencia de Catalunya y los favores que España debe a esos estados por su propia incapacidad.

Un buen tertuliano. Y nada más

Pablo Iglesias siempre fue un buen tertuliano. Lo de profesor universitario, como en el caso de Monedero, es casi una derivada. Como tertuliano se dio a conocer y saltó a la política. Y como tertuliano gana dinero con sus libros. Ayer, frente a Carlos Alsina, lo volvió a demostrar: “Me sorprende usted opinando sobre Alsasua sin haberse leído auto”, le decía el periodista. “Por eso regla de tres, no se podría opinar de nada”, respondía Iglesias. Al final del trayecto, el principio: la tertulia.

El aparato socialista, a todo gas

Parece que no son “satisfactorias” las encuestas que maneja la gestora socialista sobre los resultados de sus primarias, porque si lo fueran dudo de que quemasen todas las naves como lo están haciendo por Susana Díaz antes de enfrentarse a Rajoy. ¡Si hasta Eduardo Madina es ahora del aparato y va a ejercer de maestro de ceremonias en la presentación de Díaz, según El Español! En un acto en el que se juntarán de nuevo Felipe González y Alfonso Guerra, para apretar bien las filas.

Vivir como un rey emérito

Definitivamente, hay que cambiar la expresión: si Juan Carlos I hacía buena la de “vivir como un Rey” cuando era el jefe de Estado, ahora que se ha jubilado acogiéndose a la figura de “emérito” (otros lo hacen acogiéndose a la Seguridad Social), vive todavía mejor. Esta semana: viaje a Manchester, cena con un jeque, palco en un partido de Champions League y oportunidad para conversar con Guardiola y sacarse fotos con Ibrahimovic en privado. Así se disfruta del fútbol como un rey emérito.

Selfie, actividad de riesgo (y va en serio)

La España de Margallo, Pablo Iglesias y Juan Carlos I es la misma España que se sitúa como número dos en el ranking de muertes por selfie. No, no estoy de broma: en la Universidad de Ohio han contabilizado las personas fallecidas mientras se hacían un selfie y han documentado cómo sucedió cada tragedia. Desde 2014, 49 personas han perdido la vida en España intentado sacarse la foto, con una media de edad de 21 años y el 75% eran hombres (o chicos), en caídas, accidentes, electrocuciones, atropellos…