Pues Tertsch tiene razón

Creo que es la primera vez en mi vida que voy a darle casi toda la razón a Hermann Tertsch: “Tiene gracia que El País dedique las portadas enteras ya a Vox. Es una pena que ya lo lea tan poca gente pero esa obsesión, como la de LaSexta, es una ayuda importante para dar a conocer a Vox en esos sectores de la izquierda de los que saldrá buena parte de sus votos en mayo”. Solo disiento en lo de la poca gente que lee ese periódico y cualquier otro. Pero creo que está en lo cierto hasta en lo de que sectores de izquierda votarán a Vox, que surfea la ola de los indignados mejor que Podemos.

La primera plaga, ellos

Hoy estoy que lo regalo: también voy a darle casi toda la razón a Javier Ortega Smith cuando dice que “la inmigración puede traer a Europa pandemias erradicadas”. Por ejemplo: el fascismo. Creíamos que ya nos habíamos librado de ella y la excusa de la inmigración (no las personas inmigrantes) han devuelto a la vida a la extrema derecha. Por cierto, no ha faltado en Twitter quien ha estirado el “chiste” y ha recordado que la madre del secretario general de Vox es de origen argentino. Aprovecho para hacer un recordatorio sanitario: son algunos “de aquí” los más peligrosos, los que deciden no vacunar a sus hijos e hijas.

La Reina, sin nada que ponerse

Voy a ponerme yo también tremendo: un diez para los encargados de la sección en la web de Público que reúne los mejores tuits sobre un tema concreto, en este caso, sobre la “noticia” de que Letizia Ortiz sufría la cuesta de enero y por eso había tenido que repetir modelito. ¡Qué poca vergüenza! La de ella pero también la de todas las personas, desde el que lo escribe hasta el que lo mantiene publicado, que deciden que ese titular es adecuado en esta España de los desahucios, los parados de larga duración y la explotación de Glovo y Amazon como solución laboral de urgencia.

La prensa “millennial”

La caída de Facebook y de medios como PlayGround supone un antes y un después verdaderamente serio. La aparición de Facebook como fuente de tráfico y de medios como PlayGround también lo fue, pero como era para generar movimiento y desarrollar el sector del marketing on-line, lo llevamos mejor. Ahora tenemos que volver al principio: la web es el centro (porque el tráfico ya no llega, hay que recordar al lector que tiene que meter el nombre de nuestro medio en Internet), y los medios “nativos” en redes muestran que solo había modelo de negocio para Facebook.

Y el consumo “babyboomer”

Ahora los llamamos “influencers”, pero el fenómeno de los prescriptores desde que empezamos a trabajar en Internet siempre me ha fascinado. Durante un tiempo los denominábamos “prosumidores”: personas que consumían información y, al mismo tiempo, la difundían. Hoy todo eso se ha mezclado irremediablemente con las fake news y los bulos que, como sospechábamos desde hace tiempo, benefician a la extrema derecha y los que venden armas y seguridad (también médica). Por desgracia, todo apunta a que los más mayores son los que más consumen y difunden la información falsa.

Ya no es una casualidad

Lo lamento muchísimo por los profesores e investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos, pero es evidente que en esos despachos alguien tomó decisiones muy, muy equivocadas. Tanto es así que el Tribunal Supremo ha invalidado un curso que, de modo on-line, permitió a 200 mandos policiales sacarse fraudulentamente el grado de Criminología. Quienes se matricularon solo cursaron 60 créditos, muy lejos de los 180 que exigía una diplomatura antigua o los 240 que componen hoy un grado universitario. Otra mala noticia que quedará en los buscadores para perjuicio de la URJC.

Abascal y Vox, mejor sin voz

Argemino Blanco, corresponsal en Nueva York, lo tiene claro: no podemos repetir con Abascal y Vox los errores que los periodistas estadounidenses cometieron con Trump durante su campaña. Mientras le regalaban minutos de atención aunque solo sea para criticarlo, difundían sus mensajes y le convertían en una víctima. Yo lo tengo claro: solo podemos mencionarles si vamos a señalar sus mentiras, sus engaños y sus atrevimientos. Es un error que se difundan entrevistas en las que nadie contradice sus barbaridades. “Error” que algunos cometen con total conciencia e incluso yendo de progres.

El fenómeno explicado en un tuit

Chucky resume muy bien en Twitter cómo algunos medios están colaborando en el crecimiento de la extrema derecha española: “La tele: ‘Preocupante el auge de la extrema derecha en nuestro país. Nadie sabe a qué se debe realmente. Estamos preocupadísimos’. Also la tele: ‘Veamos qué cosas nos tiene que decir este señor facha de Vox llamado ‘Facha McFáchez’ durante esta entrevista de más de 18 horas’”. Evidentemente, este “tuitstar” (con más de doce mil seguidores) exagera y provoca el chiste, pero el mecanismo es así de sencillo, no hace falta una reflexión compleja.

Otra mala noticia: un informativo menos

Precisamente estaban haciéndolo bien en Cuatro: al estilo que está imponiendo ETB, sobre todo en programas como “En Jake”, en los espacios informativos de esta cadena iban desmontando con pantallas gigantes y explicaciones las mentiras de Vox. La semana pasada, sin embargo, supimos que estos espacios se cancelaban. También nos enteramos de que, al mismo tiempo, Risto Mejide iba a presentar un programa para desmontar bulos. Bienvenido sea, pero no puedo evitar que me invada el escepticismo: un publicista metido a sohwman no sustituye a un equipo de periodistas.

Los periodistas necesitan ganar dinero

Al mismo tiempo nos enterábamos de un ERE en uno nuevo medio: PlayGround, que ha pasado de ser un referente de crecimiento en Internet a tener que despedir a la mitad de la plantilla si quiere tener una posibilidad de sobrevivir. ¿Por qué? Algunos apuntan a que Facebook ya no les envía tráfico, pero no lo creo: casi nadie iba a la web y sus famosos vídeos simplemente eran compartidos y consumidos en las redes sociales. En resumen: a ellos les faltaba un modelo de negocio, y a todos nos falta capacidad de concienciación para dejar claro que la información hay que pagarla directamente o con publicidad.

Gravísimo

Euskadi no es un país normal, empezando por que no es un país porque España entiende la democracia de un modo parcial, y siguiendo por que hemos tenido que vencer a ETA para empezar a andar ese camino de normalidad. Euskadi es un país en el que se han escondido armas en caseríos, cohabitan tres cuerpos policiales que han torturado y unos asesinos han matado a quien pensaba diferente. La mayor barbaridad. En este país ya casi normal, un ex agente de la policía nacional ha cometido un delito gravísimo y condenable sin paliativos: disparar hacia una ventana en la que colgaba una bandera de apoyo a los presos de ETA.

Nada ocurre por casualidad

No es ninguna casualidad que ese disparo de un ex policía nacional contra una vivienda particular haya sucedido en Amurrio, el pueblo natal de Santiago Abascal. Ni es una casualidad que, después de haber vencido hace años a ETA, haya sido ahora cuando ha sucedido este gravísimo hecho. Tampoco lo es que en este contexto resurja un personaje como Federico Jiménez Losantos, una especie de pequeño insecto en el humedal de la derecha, que sobrevive a todos los vaivenes pero vive mejor cuando el discurso y los protagonistas van al extremo: Aznar, Rivera y ahora Abascal le siguen dando alimento.

No nos dejemos engañar

Algunos son lobos con piel de cordero ahora, que acaban de descubrir cómo se conjuga el verbo condenar. Otros son ogros que siempre lo han parecido pero ya salen de sus cuevas a plena luz del día. Y los hay, también, que no han podido engañar a todo el mundo todo el tiempo. Por ejemplo, en LaSexta siempre han ido de progres y por eso hacen hueco a Wyoming, pero también han apostado desde un principio por las series y los programas más fachorras, las presentadoras, guapas, y nunca han dudado en dar voz y votos a Podemos para desgastar al PSOE, Inda y, ahora, a Vox.

La izquierda, sin rumbo

Ya avisamos en esta columna de que veríamos (y lo hemos visto) a parte de la izquierda lamentarse de que en España no tuvieran presencia los chalecos amarillos, un movimiento celebrado por la extrema derecha de Le Pen (y Salvini) desde el principio y en todo momento. Alejo Schapire, corresponsal argentino en París, ha tuiteado un hilo en el que resume varias muestras de la ideología de este grupo: contra el matrimonio homosexual y contra la prensa tradicional (al tiempo que Rusia Today se sitúa como su medio de cabecera). Con los medios de referencia que han tomado, la izquierda carece de rumbo.

O manipula o es manipulado

No podría entender que Alvise Pérez tenga más de 35.000 seguidores si no estuviera en Twitter y conociese demasiado bien la podredumbre de esta red social. Este “liberal de la escuela austriaca” (como él mismo se define) es de esos que, o forma parte de los gravemente manipulados o forma parte de los manipuladores a los que hay que señalar: es uno de los responsables de mover el bulo que agita Vox sobre que el dinero destinado a la violencia de género no llega directamente a las víctimas, como si los pisos de acogida, abogados, psicólogos o campañas de concienciación no tuvieran nada que ver.

Viven de la venganza ajena

Uno de los tuits que más me ha impactado en este cambio de año es el de Maria Jauregi, hija de Juan Mari Jauregi, asesinado por ETA en Tolosa en el año 2000. Maria escribía: “Os agradecería que no utilizarais el nombre de mi aita. Está claro que no tenéis ni idea de cómo era. Mila esker”, en respuesta al tuit que Vox Guipúzcoa (así, con “u” y tilde) había lanzado asegurando que Pedro Sánchez e Idoia Mendia traicionaban la memoria de los socialistas vascos asesinados por ETA. Por desgracia para Jauregi, a los de Vox no les importa no saber cómo era su padre.

Y viven de los bulos

Son varios los periodistas y expertos en comunicación política y/o on-line que coinciden: Vox ha crecido como opción de voto gracias a los bulos en Internet. Bulos que cuesta desactivar y que se generan mucho más rápidamente que lo que se neutralizan, bulos que necesitan de perfiles que los muevan, y por eso aparecen constantemente usuarios en Twitter incluso sin nombre que, simplemente, meten cizaña y dinamizan el bulo, bulos que tocan lo que a la ciudadanía le mueve porque políticos, medios y agentes sociales poco responsables lo han colocado en las agendas.

Un ejemplo

No hay policía, juez, animalista ni periodista que haya dado con el perro que, según uno de los últimos bulos que mueve la extrema derecha, va a ser sacrificado por orden judicial después de haber mordido a un ladrón de origen rumano que había sido detenido más de 20 veces y ha perdido varios dedos por ese ataque del animal. La policía de Huelva, donde sitúan el hecho webs de origen sospechoso y dinamizadores de bulos de extrema derecha, ni siquiera tiene constancia de la existencia de ese delincuente habitual. Pero mientras los medios hacen pesquisas, el bulo crece imparable.

Cuestión de coherencia

Llevo meses repitiéndolo en esta columna: se es antifascista o no se es. Y no hay nada mejor para el fascismo (y peor para el antifascismo) que el postureo. Porque quien finge que se opone al fascismo y, al mismo tiempo, le ha dado aire, le alimenta dos veces. Miquel Roig, que acaba de abandonar la corresponsalía en Bruselas y nos deja a muchos huérfanos, pide coherencia a esos partidos que, como Podemos, sostienen un discurso contrario pero luego votan con las formaciones de extrema derecha o buscan fotos con Tsipras, que desde el primer momento gobierna con el Salvini griego.

Sí, es esta gente

También llevo semanas recordándoles que los votantes de Vox en Andalucía no son todos de extrema derecha. Muchos indignados que siguen sin respuesta le han dado una oportunidad a quien promete ahora ira y fuego. Pero entre los votantes de Vox, por supuesto, es probable que estén quienes han arrancado por cuarta vez la placa que en Aluche, Madrid, colocaron en recuerdo de Yolanda González, bilbaína asesinada por la extrema derecha en 1980. Iñaki García Arrizabalaga tuitea con bastante acierto: “Hay que tener la sangre muy envenenada” para atacar repetidamente la memoria de una víctima.

Confesiones pagadas

No resto valor a lo que denuncia María Victoria Álvarez ni gravedad al desvío de capitales que los Pujol hayan podido cometer, pero la ex novia de Jordi Pujol Ferrusola declaró motivada por las cantidades de dinero que recibió de los fondos reservados del Estado en la época en la que Jorge Fernández Díaz fue ministro de Interior. “El concepto de los pagos fue ‘gastos de investigación’. Los mismos se produjeron durante el mandato de éste (2011-2016) cuando se impulsaron las investigaciones policiales para tratar de destapar la corrupción vinculada a la antigua Convergència” (El Independiente).

Y otras cosas, también, pagadas

Arturo Puente lanzaba un buen dardo en Twitter sobre los cobros de Juan Carlos I: “Que el ex rey no pueda ser investigado por supuesto cobro de comisiones del AVE de Arabia deja cualquier escándalo pasado de la monarquía en una broma. Si la institución quiere seguir sobreviviendo gracias al consenso social, a ella misma le conviene acabar con su inviolabilidad”. Lo que es evidente es que la Casa Real española quiere mantenerse porque es un buen negocio: carta blanca para cobrar comisiones millonarias sin que nadie mire porque unos no quieren y otros no pueden.

El problema que le puede venir a Rivera

Permítanme que sea escéptico: no creo que Guy Verhofstadt se plantee siquiera la expulsión de Ciudadanos de ALDE. ¿Debería hacerlo por su pacto con la extrema derecha? Sin duda. Pero el número de eurodiputados que puede sumar en mayo también cuentan, y más que el necesario cordón que aparte a la extrema derecha de las fuerzas democráticas. Espero equivocarme y que el líder belga sea fiel a sí mismo, a los principios de ALDE y a los de la Unión Europea contra los que luchan Le Pen, Salvini y Abascal, con quien Rivera ha negociado sin tapujos… ¿Ni consecuencias?

La “x” para la Iglesia

Trece TV, además de ser una cadena rancia, acumula 84 millones de euros en deudas. ¿Cómo se sostiene? Gracias a un milagro: “El colchón financiero de la Conferencia Episcopal”, para ser más concretos, como explican en El Plural. Y ahora les cuento lo peor: “Gran parte de esos 84 millones han salido de la asignación tributaria vía IRPF que recibe la Iglesia Católica”. Es decir, cuando la Iglesia pide que se marque la famosa “x” lo que le pide es que financie, a fondo perdido, un medio de comunicación ultraconservador que, a su rentabilidad me remito, casi nadie ve.

El año que vivieron peligrosamente

Simón Pérez y Silvia Charro forman una pareja muy conocida en Internet: hace solo un año les descubrimos (aunque él llevaba tiempo apareciendo en tertulias económicas de Trece TV, precisamente) haciendo comentarios sobre hipotecas a tipo fijo con evidentes signos de haber consumido, por lo menos, un poco de alcohol. A partir de ahí y con ambos despedidos, el descenso: abrieron un canal de YouTube donde por dinero hacían casi cualquier cosa (raparse, tatuarse una bandera de Tabarnia), intentaron ir a concursos de televisión y, sobre todo, se dejaban invitar a fiestas y discotecas.