51 colegas

Es muy popular el tuit que Pedro Sánchez escribió mucho antes de ser secretario general del PSOE en el que pide “ser malos” (sic) a unos “colegas”. Ahora el presidente del gobierno quiere recuperar ese tono y “ha decidido abrir el curso político recibiendo el próximo lunes en el Palacio de la Moncloa a medio centenar de ciudadanos” (El Plural). Las y los invitados están seleccionados entre quienes han mandado mensajes a Moncloa con anterioridad, y el evento lo moderará la periodista Carme Chaparro. La idea no me parece mala, pero en un ambiente preelectoral que ha forzado el propio Sánchez me parece, del mismo modo, forzada.

Un millón de “ninis”

Ha hecho falta un informe “elaborado por las Subdirección General de Estadística y Análisis Sociolaboral dependiente del Ministerio de Trabajo y Economía Social” (La Información) para que el gobierno español sepa que “habrá 16,5 millones de pensionistas en 2050, con prestaciones medias que rondarán los 2.000 € y que para sustentarlas será necesario elevar la tasa de actividad”. Y esto es aún más grave de lo que parece porque “en España todavía hay más de 900.000 ‘ninis’, que tienen entre 16 y 29 años y que no trabajan, pero tampoco estudian”. El problema no son las pensiones: son la estabilidad y la motivación de la juventud.

Una guerra

“Casi 2.300 instituciones educativas fueron bombardeadas desde que comenzó la invasión rusa y 286, completamente destruidas. Más de 350 niños han muerto ya” (Huffington Post). Estas cifras no son nada sin el trabajo de Emilio Morenatti, de Associated Press, que está documentando gráficamente el inicio del curso escolar en Ucrania: aulas destrozadas y menores solitarios en lo que queda de lo que un día fue su clase. Y las que quedan en pie muestran los desgarros de la invasión rusa: sin cristales, sin patio para jugar o socializar y sin más materiales que los rescatados. Un trabajo extraordinario que no tenía que haber sido.

El más peligroso

Cómo de exagerados tienen que ser sus bulos para que en una red social en la que se permite hasta la pornografía le hayan cerrado la cuenta: Javier Negre no puede difundir en Twitter las exageraciones con forma de noticia que publicaba en su web, Estado de Alarma. Un canal menos de difusión, pero no el más importante: seguramente Facebook le esté generando más tráfico pese a su decrepitud, como a todos. Pero insisto: lo significativo es que Twitter haya encontrado motivos para callar a Negre pese a que en la plataforma se difunden hoy teorías antivacunas y algunos seguidores de Trump siguen insistiendo con sus conspiraciones.

153 millones

La liga no ha empezado mal para nuestros equipos ni en Primera ni en Segunda. No es una mala noticia, y parece incluso mejor cuando nos acordamos de que la competición está claramente adulterada: no hablo ya de un calendario aleatorio con demasiadas coincidencias siempre a favor de tres equipos. Hablo del milagro barcelonés: “El Barça completa una plantilla de ensueño en una última jornada frenética de mercado de fichajes” (El Nacional). 153 millones de euros gastados y solo 38 recaudados por traspasos pero, oh, milagro, las cuentas salen y el equipo más endeudado e insostenible puede reforzarse como le da la gana.

¡Qué Diada!

Pere Aragonès no acudirá a la Diada porque no está de acuerdo con la ANC, que se ha mostrado crítica con el cambio que ha notado al President desde que lo es. Al mismo tiempo, “Junts alerta a ERC de la falta de resultados en el eje nacional: ‘Así no podemos continuar’” (El Nacional). La Diada, al final, va a ser un problema: ¿qué foto van a componer los partidos catalanes? ¿Y los vascos que acudan, como ya es tradicional, acompañándolos? ¿Qué podemos interpretar desde fuera? ¿Y desde los lugares en los que se nos ha puesto el catalán como un modelo de proceso? Algunos querrán desentenderse de todo y esa es la peor noticia.

Sánchez sale a vender

Salir a vender es muy duro: me acuerdo de mí mismo en el asiento del conductor de mi Fiat Punto a primera hora de la mañana, en un polígono, mientras fuera llovía a mares, esperando a que escampase e intentando no sudar dentro del coche para no acudir a la cita en la que iba a intentar vender alguna solución mojado por encima y por debajo de la chaqueta. Así que respeto mucho a quien sale a vender, como Pedro Sánchez (“Lanza una campaña en primera persona con rebajas para todos, con UP escéptico”, en El Confidencial). Pero el presidente español juega con ventaja: sus ventas preelectorales las pagamos entre todas y todos.

Sin futuro

Ver a un partido descomponerse me desasosiega profundamente. En Euskadi es EA, en España, Ciudadanos. Su agonía, sus miserias vividas con intensidad por cada vez menos personas pero a la vista de muchas, el reparto de lo poco que queda en pie y la espera de los carroñeros (Sortu, en Euskadi; el PP, en España), me generan mucha tristeza e incomodidad. No disfruto con estos pasos finales, como no disfrute con los que dio Aralar ni UPYD (aunque especialmente en el partido magenta había personas que no merecían ningún aprecio). De hecho, recelo de quién sí se regocija ante un banquete de pobres.

¡Por fin!

Media hora me parece poco pero, por lo que parece, ese es el tiempo que vamos a tener para poder editar y corregir un tuit que hayamos lanzado y al que descubramos una errata después de haberlo tuiteado. Sí, por fin la plataforma está contemplando de manera seria la posibilidad de editar los tuits, pero siempre de un modo controlado: durante unos minutos concretos, avisando de la edición y hay quien asegura en algún blog que incluso mostrando el historial de ediciones. Ya no es solo un deseo en forma de rumor, como otras veces: la cuenta oficial ha reconocido, sin hacerlo expresamente, que lo están probando.

Piqué descubre que es famoso

En el fondo, la gente que se cree tan lista que acaba haciendo el ridículo cuando toma al resto burdamente por tontos, me da pena. No pondré ningún ejemplo de futbolista vasco que lo ha hecho, pero tampoco me voy a cortar en señalar a Gerard Piqué, al que sin embargo reconozco un gran valor: el de haberse dejado arrastrar por Williams en la banda de San Mamés. Además de aquel regalo, el central que no juega del Barça, nos deja ahora otro: “Piqué anuncia acciones legales por la ‘intromisión’ en su vida privada tras su separación de Shakira” (El Independiente). Piqué descubre a estas alturas que es famoso. Pobre.

Hoy empiezan las clases… En Ucrania

Me parece admirable la voluntad que demuestran el gobierno y, especialmente, el pueblo ucraniano: hoy sus niñas y niños vuelven a las aulas. Las y los que pueden, claro: quienes no han sido asesinados por la artillería rusa, quienes no siguen en los hospitales, quienes han podido regresar a sus casas o lo que queda de ellas, quienes no estén bajo dominación rusa y quienes no viven en zonas donde las balas y las bombas siguen silbando. La vida sigue aunque Vladímir Putin quiera acabar con ella, ese es el mensaje que Ucrania lanza al mundo y que debemos escuchar para entender que tenemos que seguir ayudando al invadido.

Y China sigue colonizando África

Me sorprende que podamos leer tan poco sobre el avance de China sobre África y cómo lo está ejecutando. Solo algunas noticias sueltas pero representativas como la de El Confidencial: China ha construido y regulará, vía peaje, una autovía para circunvalar Nairobi y acceder mejor “a países vecinos sin salida al mar como Uganda, Ruanda, Sudán del Sur y República Democrática del Congo”, donde están las minas. Una autovía que no podrá usar por su coste la ciudadanía de Kenia: una vez más “los ciudadanos siguen sin recibir los beneficios del dinero chino”, que exporta su modelo de grandes infraestructuras y su dinero, vía préstamos.

Los préstamos

Hace un par de días, en The Political Room tuiteaban, precisamente, una imagen que mostraba las deudas de los países con China: “Como muestra está infografía que analiza datos del Banco Mundial, China es el nuevo prestamista preferido de los países de bajos ingresos. Los préstamos chinos tienen tasas de interés más altas y ventanas de pago más cortas que los de instituciones internacionales”. Solo en África, según El Confidencial, “Pekín ha dado préstamos por valor de 160 mil millones de dólares al continente”. Préstamos que dan una posición de poder a la dictadura oriental parecida al del usurero con sonrisa y matones.

Y seguimos dando palmas

China hace lo que le da la gana en África mientras la dictadura es blanqueada por la derecha mundial, que le considera un proveedor y un cliente de primera, y la izquierda mundial, que sigue sin distinguir a un comunista de un capitalista salvaje y represor. Ahora toca aplaudir su capacidad para reducir en un 40% de media la polución en las grandes ciudades. ¿Cómo lo han hecho? Imponiendo el camino que a las democracias occidentales les costó mucho recorrer: desaparición del carbón y otros combustibles más contaminantes, y apuesta por la energía nuclear salpicada con algunos destellos verdes (El Nacional). Y sobre todo, sin oposición interna.

Occidente tiene la culpa

Si para algo ha servido la invasión rusa sobre Ucrania es para que salte a la vista, de un modo repentino y desagradable, la dependencia que tenemos en Europa hacia los sátrapas rusos, chinos o de emiratos y califatos. Solo es necesario que tengan las materias primas de las que carece Europa (o no quiere explotar) para que nos tengan en sus manos hasta en lo más trivial, como la organización de un Mundial que va en contra de todos los principios básicos. Ante nuestra sumisión, voces como la de Éric Cantona resultan revolucionarias: “No veré el Mundial de Qatar. Ha muerto gente construyendo los estadios. No es un país de fútbol” (Contrainformación).

«Cosas» que no se investigaron…

La misma fuente, Javier de la Rosa, que sirvió para investigar a los Pujol, señaló hasta en dos ocasiones que quien guardaba en Andorra el dinero opaco de los catalanes (y la Gürtel) también lo estaba haciendo con el de Juan Carlos I, “un dato relevante que años después se acabaría confirmando”. Según El Periódico de España, “De la Rosa acusó al menos en dos ocasiones, en 2012 y 2014, al entonces Jefe del Estado de haber recibido acciones de Abengoa, de Telefónica y Ence. Estas dos últimas empresas habían sido privatizadas poco antes por el Gobierno de José María Aznar”. Pero nada de esto se investigó. ¿Por qué? ¿Por quién?

“Alsasua” no organiza nada

El mismo digital que esta semana titulaba con “la derecha” para referirse a PP y Vox, ahora lo hace de esta manera: “Alsasua organiza una jornada contra la Guardia Civil y la Policía y exige su expulsión” (Vozpópuli). Quien escribe, da luz verde y publica esta noticia en Vozpópuli sabe perfectamente que ni el ayuntamiento ni el conjunto del pueblo organizan nada de esto, porque Covite, que es quien lo ha tuiteado y ha dado pie a la noticia, por lo que parece, lo distingue perfectamente. Pero, ¿qué más da? Algunos siguen intentando enmierdarnos, que todo parezca perverso, negro y con odio aquí. Pero así solo es una parte de Euskadi.

“El sector de Borràs”

El problema de “Junts” es que nació dividido por sectores. De hecho, lo llamaron así para ver si se convencían a sí mismos antes de convencer a alguien de su unión. Pero hoy continúa el oxímoron: “El sector de Borràs se desmarca de la posición de Junts sobre los gritos en el homenaje del 17-A. Junts había compartido un tuit expresando el ‘más enérgico rechazo’ a los gritos durante el minuto de silencio” (El Nacional). “El sector” es un diputado de Junts, al parecer, próximo a Borràs, Jaume Alonso-Cuevillas, que en Twitter (¿hay acaso algún sitio mejor para exponer las contradicciones internas?) ha pretendido corregir a la cuenta oficial.

“Las madres priorizan la estabilidad”

Sigo en Twitter a C-5 desde hace varios años. No tengo ni idea de quién es, solo sé que me gusta su buen humor, especialmente por las mañanas, y que me gusta mucho más cuando se enfada: “Dicen en la tele que se tienen hijos cada vez más tarde porque ‘las madres priorizan la estabilidad’. Tócate los cojones,  ‘priorizan la estabilidad’. Que no hay quien pueda,  hijos de puta. Sin casa y llegando malamente a fin de mes ya me dirás”. El problema de la baja natalidad en Euskadi y en España es grave, pero más lo es, porque evidentemente ya es un problema estructural, que la juventud no pueda imaginar su futuro con estabilidad.

Protege tu medio rural

El dato es pésimo, pero es ilustrativo: el 6% de los pueblos de España carecen de una entidad bancaria, según The Objective. El 90% de ellos llevan en esta situación desde 2008. Es cierto que el cierre de sucursales no ha dejado a muchos más pueblos sin el servicio, pero no lo es menos que una parte de la España vaciada sigue sin ser atendida y que la situación, evidentemente, va a peor. Ahora que abrasan los incendios, en el Telediario, claman desde esos municipios sin servicios más atención al medio rural y a la progresiva despoblación. Pero los datos solo son negativos y desesperanzadores. Y también son elocuentes.

Una mala semana

Gabriel Rufián termina hoy una mala semana. Y como sé lo que es eso y no se las deseo a nadie, me solidarizo con él. Realmente, su exceso, con el “tarado” que dedicó a Puigdemont sin citarlo por declarar la independencia solo es fruto de su obligación (a veces, autoimpuesta) de hablar siempre y ser siempre ingenioso. Pero le ha costado caro el error: Jordi Galves en El Nacional no tiene piedad con él: “Para Rufián, como para muchos políticos, la política consiste en estas dos cosas principales, mentira y transacción”. Y le acusa de tapar y alentar “la claudicación de los partidos independentistas” y “la renuncia del gobierno de Pere Aragonès”.

Una necesidad

Esta semana también hemos visto el primer debate televisado de la campaña andaluza. Nada nuevo bajo el sol: seis discursos encadenados, uno detrás de otro, con poco margen para las confrontaciones (y todas fueron las esperadas) y para el error (y aún así Macarena Olona logró exhibirse en plenitud). Un modelo televisivo prescindible, poco atractivo y hasta innecesario, pero difícil de evitar, por lo que parece. Y lo peor es que las elecciones del 19-J pueden darnos igual, pero tras ellas viene un ciclo terrible de campañas encadenadas y, por extensión, debates repetitivos. Yo prefiero seis entrevistas ágiles, la verdad.

Ni puñetera gracia

Yolanda Díaz es vicepresidenta de España porque Pablo Iglesias la designó como su sucesora. Y pudo hacerlo porque sin pertenecer al partido morado llegó a un ministerio. No niego ni un ápice de la valía de Díaz, ni creo en los agradecimientos eternos y firmados con sangre, pero sí sigo pensando que la lealtad es un valor, y uno a preservar, precisamente. Por lo que los desaires constantes de Díaz a la actual dirección de Podemos (Belarra y Montero le tienen un “aprecio” equivalente) me incomodan, y comentarios como: “Me dicen que están nerviosos pero no sé muy bien por qué” (El Independiente), tras la presentación de su proyecto, no hablan bien de ella.

¿Semanas laborales de cuatro días?

Lo siento, pero no me lo creo: me parece que el Reino Unido está haciendo una campaña de marketing para defender su soberanía vía Brexit cuando anuncia que va a llevar a cabo el primer intento serio de abordar la semana laboral de cuatro días sin tocar el sueldo del personal. Porque hoy, y más con una situación económica crítica, mucho más de lo que pensamos, me parece absolutamente inviable. De hecho, si miramos a nuestro alrededor, lo que vemos es que los mismos, o incluso equipos reducidos, están y estamos asumiendo más carga de trabajo con unas condiciones empeoradas por la inflación.

En esto sí nos ganan

Mucho antes de que el Brexit se consumara, para perjuicio de todas y todos, el Reino Unido, especialmente Inglaterra, era el mejor en una cosa: llenar sus estadios de fútbol. Y hoy sigue siéndolo: “La Premier League cierra 2021-2022 con una asistencia media del 97,7%”, y además lo hace “con un aumento del 4% respecto a la temporada 2018-2019, la última antes del Covid-19” (Palco 23). Es decir: no es cierto que el fútbol genere menos interés o que la juventud se desapegue, es que con entradas más baratas, horarios televisivos más tradicionales y una liga más igualada (emires y oligarcas, aparte), el fútbol sigue creciendo. Sí, es así de fácil.