Correcto

Cumplir la ley es lo correcto en todos los casos. Cumplirla cuando, además, consiste en quitar de los lugares de honor a quien ha masacrado y tiranizado a su propio pueblo, es incluso necesario. Y no tengo nada que reprochar a quien haya aprobado esta ley en 2022, si alguien tiene que sonrojarse es quien ha permitido que Gonzalo Queipo de Llano haya estado en la basílica de la Macarena, en Sevilla, todos estos años, enterrado con privilegios. Y no me refiero solo a la ausencia de esa norma o de la mayoría suficiente para aprobarla, me refiero también a quienes se han desentendido de su responsabilidad ética y moral.

Quién era Queipo de Llano

En El Plural han hecho una semblanza del golpista cuyos restos han sido retirados de una basílica en Sevilla. La primera frase es demoledora: “El historiador José María García Márquez, experto en el general golpista y criminal de guerra Gonzalo Queipo de Llano, atribuye 12.854 ‘casos documentados’ de víctimas asesinadas”. Pero hay más: “Desde los micrófonos de Unión Radio Sevilla, incitaba a ‘matar a los rojos como a perros’”. Paul Preston lo define como “un matón y un chivato, además de chaquetero”, porque mientras preparaba su participación en el golpe franquista pretendía ser diputado durante la República.

Cuanto mejor, mejor

No, no tengo ningún problema en reconocer la idoneidad de la ley que permite retirar a asesinos sanguinarios de lugares de honor, ni en reconocer que esta de El Periódico de España es una buena noticia: “El paro cae en 27.027 personas en el mejor octubre de su historia”. Cuanto mejor, mejor. Y si en otros países de Europa el descenso es aún mayor, me alegro por esa gente y esos estados. Por supuesto, atenderé a las lecturas negativas (según Vozpópuli, “octubre cierra con 103.499 afiliados más, el menor crecimiento en cinco años”), pero no me abonaré a ellas ni en España, ni en Francia, ni en Euskadi.

Injustificable

Nunca me ha convencido eso de que para ser un buen periodista primero hay que ser una buena persona. Seguramente, ser una buena persona hace más fácil esta profesión, pero también genera más sufrimiento. Y las malas personas, igual que las buenas, saben distinguir lo que está bien de lo que está mal, solo que no les importa. Está mal lo que hizo Queipo de Llano. Está bien que haya una ley que le elimine de los sitios de privilegio, y que esta se ejecute. Está bien que el paro baje. Y está mal que Rusia invada Ucrania por el morro, está mal justificarlo y está mal el silencio ante las “23 cámaras de tortura en la zona de Járkov” (Nius).

Qué jóvenes fuimos

Garry Norman no tiene ni cien seguidores en Twitter. Solo es un fan del Newcastle (y un tipo que se define en la red social como contrario a los conservadores británicos) que esta semana ha conseguido generarnos un punto de nostalgia a muchas y muchos, recordando que hace 20 años se encontraba en Bilbao para ver un partido de la copa de la UEFA entre su equipo y el Athletic Club. Un partido que los ingleses perdieron y, aún así, él recordaba en su tuit como el mejor como visitante que disfrutó con su equipo. Un partido que está en la memoria de casi todos los athleticzales que lo vimos porque el fútbol, como la historia, se hace de momentos.

Un café con leche y croissant

Me gusta el café. Mucho. Igual que me gustaba la cerveza pero nunca me puse a fermentar cebada en casa ni a probar artesanas como un loco (que, digámonos la verdad, no estaban tan buenas). Del mismo modo no le encuentro ninguna gracia a intentar poner la cafetera italiana ya con el agua hirviendo ni a amasar, prensar y dar un besito al café molido antes de dar a botón. En resumen y como tuitea David: “Con el café de especialidad estoy reviviendo como espectador y consumidor cada uno de los pasos que se dieron con la cerveza artesana. Pero ya todo con mucha más pereza”.

Así se hace uno rico

Twitter tiene un modelo de negocio definido pero nunca ha logrado la rentabilidad de Facebook. Es así de sencillo. Y aun así Elon Musk, el tipo más rico del mundo, va a soltar una milmillonada por la plataforma. ¿Qué hará con ella después? Hay varias teorías, algunas más pragmáticas que otras: “Sopesa reducir la plantilla de los 5.500 empleados actuales a poco más de 2.000, según ‘The Washington Post’” (EPE). Twitter cuenta en España con notablemente menos empleados que Google o Meta, y con esa reducción el acceso las relaciones públicas con el soporte se volverán cada vez más complicadas.

Así, también

Nunca será tan rico como Elon Musk pero a Donald Trump no le va mal con sus negocios (aunque siempre hablan de “dificultades”). Su popular rostro naranja parece que lo que guarda es una cara muy dura: “Cobró cinco veces más caro al Servicio Secreto su estancia en sus hoteles. La organización del expresidente facturó más de 1,4 millones de euros por el alojamiento de los agentes que viajaban con él o con sus familiares”. El Plural. Un negocio redondo: él y su familia (que también trabajaba de la Casa Blanca) se hospedaban en sus propios hoteles y los guardaespaldas pagaban casi mil dólares más de lo estipulado por noche.

Sí, están mirando a otra parte

Es evidente que Twitch mira a otra parte mientras “impulsa a los creadores a stremear más tiempo y con más frecuencia” (Magnet). No le importa lo que pase con la integridad, la salud mental e incluso con las condiciones en las que alguna estrella se ve obligada a exhibir su vida: Amouranth ha denunciado que su novio le obliga a hacerlo bajo amenaza de matar a sus perros. Esta streamer podría estar ingresando solo en OnlyFans 1,5 millones de dólares al mes. Y aún así se ha venido abajo. Curiosamente, con ello puede ganar más dinero porque “el auge de los reality shows se debe a dos cosas: el drama y el coste”, como recuerdan en el digital.

Gracias, Margrethe

Una de las cosas más bonitas que he hecho en el Grupo Noticias es organizar los reconocimientos de Deia a las mejores iniciativas digitales y llamar a las personas que iban a recibirlos para decírselo y darles la enhorabuena. Contar a los lectores quiénes eran y por qué también era estupendo. Así que valoro doblemente el esfuerzo de Xataka por seleccionar y mostrarnos quién va a recibir su premio “Leyenda”. Se trata de Margrethe Vestager, que durante su estancia en el parlamento europeo ha propiciado que seamos la ciudadanía de todo el mundo con más privacidad y seguridad cuando navegamos en Internet.

¿Y esto?

Sí, la bajada de impuestos que ha anunciado Ximo Puig es distinta a las que han anunciado los presidentes de Andalucía y Madrid. La del valenciano no solo beneficia a las grandes fortunas, sino al 97% de la población. A todas y todos en alguna medida. Pero lo que sorprende es el modelo: la apuesta por bajar los impuestos de uno de los gobiernos autonómicos que la izquierda española pone de ejemplo por progresista dinamita su propia estrategia y le da la razón al PP. Y sin embargo eso no es lo más importante, sino el mensaje global de que bajar los impuestos ayuda a la ciudadanía pese a que tendrá menos servicios y recursos.

Carroñero

Quien aprovecha un asesinato para colocar su mierda populista es un carroñero. No lo digo yo, se define él mismo con sus palabras. Hablo de Juan García Gallardo y del crimen machista en Palencia que él define como “una tragedia familiar que ha dejado dos huérfanos de 2 y 7 años” (podía ser un asesinato, podía ser un fuga de gas) y aprovecha para esto otro: “Pronto todas las víctimas de violencia serán tratadas por igual y no se alimentarán políticas identitarias discriminatorias por razón de sexo. La violencia no tiene género”. ¡Por supuesto que víctimas y victimarios tienen género, y siempre el mismo, cuando se trata de violencia machista!

A la canadiense no es a la québécois

ERC, el espejo en el que se mira Bildu, ha elegido el nuevo camino que recorrerá el pueblo catalán para su independencia: el canadiense, que no es lo mismo que el québécois. De hecho, la vía que aprobó el parlamento de Canadá no fue admitida por el de Québec: que en el caso de que el parlamento del Estado consideras un referéndum legítimo en su forma (la pregunta) y resultado estaría dispuesto a negociar. O lo que es lo mismo: la legitimidad siempre la decidirá el país ya reconocido (a lo que el parlamento de la región respondió con una ley de autodeterminación). Esto es lo que propone ERC, según Público, entre otros. Vivir para ver.

¿Qué puede salir mal?

Después de financiar la dictadura de facto de Putin y de hacer vomitivamente millonarios a los oligarcas rusos, Europa ha decidido engordar otra vaca y echarse en manos de los emires. ¿Qué puede salir mal cuando huyes de un sátrapa y te dejas rescatar por un dictador integrista? Insisto, y lo hago desde el realismo y el pragmatismo de haber crecido en una comarca industrial de Euskadi: el problema no es a quién le compremos los recursos energéticos, sino nuestro modelo de consumo. Y no el industrial, sino el global. La cantidad de energía que consumimos con tonterías y entretenimientos también importa.

Las dos Españas. Y las dos Euskadis

Me parece muy bien que las personas mejoren su situación laboral y soy plenamente consciente de que lo público muchas veces es tractor para lo privado. Pero creo que es difícilmente justificable que el gobierno se comprometa a mejorar las condiciones de un sector de la población de una manera tan considerable: “Subida salarial del 3,5% y jornadas de 35 horas” (El Plural). Porque esas condiciones, además, las pagamos entre todas y todos. Así tiene que ser, y así lo he expresado en las primeras líneas de esta misma columna. Pero lo que no puede ser es que quien gestiona propicie una sociedad partida entre el funcionariado y el resto.

¿Quién paga hipoteca?

En absoluto me parece mal establecer mecanismos que impidan que el incremento en las cuotas mensuales de las hipotecas ahogue a las familias. Pero partamos, por favor, de una base realista: casi nadie entre las y los más adinerados paga hipoteca. Así que si los partidos que van de progresistas en España (algunos van, además, de nacionalistas en sus circunscripciones) culminan su intención de evitar que quienes aleguen menos recursos abonen ese incremento, nos quedamos con que la clase media paga lo que dicta el Euribor y el sistema de compensación. No puede recaer todo en los mismos. Es insostenible.

El paraíso fiscal

Me resulta llamativo que el tiempo que disfrutan las y los diputados nacionalistas en Madrid que se declaran de izquierdas no les haya permitido todavía darse cuenta de dónde hay un verdadero paraíso fiscal: “Así funciona el ‘paraíso fiscal’ de Ayuso para los más ricos, a los que ‘regala’ 5.000 millones cada año. La Comunidad de Madrid mantiene un amplio catálogo de beneficios tributarios para las grandes fortunas” (Público). En la capital española, por lo tanto, es más destacada la diferencia entre quienes pagan la fiesta y quienes la disfrutan, literalmente. Y no señalar la realidad por electoralismo beneficia doblemente a los amigos de Díaz Ayuso.

También en China

De partidarios que no distinguen el comunismo de una dictadura llena de oligarcas, aunque hayan hecho el dinero con la logística y la tecnología en vez de con los combustibles fósiles, poco o nada espero en lo local. Pero lo cierto es que China continúa su expansión injustificable y que el resto del mundo tiene que reaccionar: “Quiere ser clave en la economía de Latinoamérica. Y para eso está construyendo un megapuerto en Perú” (Magnet). Es un modo de facilitar el expolio de materias primas que, insisto, los nostálgicos de ciertas ideologías volverán a justificar cuando dicten quienes llevan años dictando.

Hablemos del Falcon

Hablar del avión privado que utilizan los altos cargos del gobierno español me parece siempre bien porque abre, como mínimo, tres debates: su uso a mí me parece justificable en los casos en los que no haya una alternativa sencilla como el tren de alta velocidad, por ejemplo. La contaminación que genera tiene que servirnos para hablar de todos esos aviones privados que vuelan a diario y deberían quedarse en tierra dada la emergencia climática que vivimos. Y por supuesto, el Falcon nos permite señalar a los populistas, políticos y medios, que hacen de la anécdota noticia y que machacan ideas sencillas para no explicar las decisiones complejas.

Exceso de jornada

Soy autónomo y tal vez por eso no estaba familiarizado con el concepto “exceso de jornada” que explican en Pymes y Autónomos. ¿Cuándo no se da en nuestra tipología? Y hablar de horas extras es hablar de nada cuando eres tu propio jefe, pinche y contable. No obstante, la separación de ambos elementos para las y los asalariados sí me ha parecido interesante porque no son lo mismo aunque, si no se pagan las horas extras, se perciban igual. En cualquier caso, el hecho de hablar de ambas formas de perder horas de nuestra vida para entregárselas al trabajo es, en sí mismo, una necesidad.

No era tan difícil

No me gusta Alberto Núñez Feijóo. Hay algo en él que hace que no me fíe. Tiene la pinta de vendedor de coches perfecto y seguro que le compraría uno pero no le daré mi voto. Sé que algo oculta. Sé, por supuesto, que su elefante es Vox, y eso seguramente será lo que condicione mi opinión. Pero él también lo sabe y por eso no lo menciona, para que nadie piense en ello (todavía más). Y lo hace bien: como si fuera el innombrable en Harry Potter, Vox es omitido y las fotos son esquivadas: “Feijóo evita repetir la foto de Casado en Colón y deja solos a Abascal y Arrimadas” (El Plural). Era así de fácil y resultó indescifrable para Casado.

La carta de presentación

Parece que también resulta imposible a los partidos de izquierda ponerse mínimamente de acuerdo: “Izquierda Unida y Más País echan de la Mesa del Parlamento de Andalucía a la representante de Podemos” (El Independiente). ¿El motivo? “La diputada de Podemos en Andalucía fue apartada por maniobras para controlar el grupo” (El Confidencial). Yo no sé si Yolanda Díaz conseguirá que las marcas de los partidos no aparezcan en su candidatura pero las personas van a ser las mismas, y las miserias, las discusiones por las cuotas de poder y las noticias extravagantes me temo que también lo serán.

Y en estas estamos

Mientras Yolanda Díaz está de campaña (porque es lo que está haciendo desde su vicepresidencia, igual que Sánchez desde su presidencia), los partidos que aspira a disolver en su agrupación se van moviendo para que no tenga que hacerlo ella en las elecciones municipales (porque ser vicepresidenta tiene glamour, ser concejala de un pueblo, no tanto): “Podemos arranca la carrera que definirá la confluencia de las izquierdas en Madrid para 2023” (Público). Y no puede pasar desapercibido: los partidos de izquierda españoles, siempre más preocupados por la gran política, están mirando a “Sumar”, no a los municipios.

Qué irresponsable

La izquierda española, fuertemente centralizada en Madrid, tiene que estar haciendo muy mal las cosas para que una populista e irresponsable como Díaz Ayuso haya ampliado su ventaja para gobernar y esté sacando la cabeza en la política nacional. La presidenta de la Comunidad de Madrid “pone en el mercado una nueva conspiración: la emergencia climática es un mito de la izquierda” (El Diario). “Se salta el consenso científico y sostiene en la Asamblea de Madrid que el cambio climático es ‘eterno’ y que el concepto de emergencia climática es un invento de la izquierda, todo ello en un hemiciclo que estaba a sólo 22 grados”.

Que no decaiga

El PP busca desvincularse de una extrema derecha a la que necesita, la izquierda española se disuelve en sus propios líos internos presentes y futuros, y en la RFEF, “el tío y exjefe de Gabinete de Rubiales le acusa de pagar orgías con dinero de la Federación” (The Objective). Si esta España no existiese habría que quererla. Porque a lo comentado en esta columna podemos sumar la presencia de Juan Carlos I en el funeral de Isabel II, pasándose por el real forro todo y a todos, y el modo en el que Pedro Sánchez se gusta en medio de una tormenta política y económica, interna y externa, y una situación postpandémica. Ska-P podría reescribir Ñapa Es.