Ya está bien de acontecimientos

La venta de Euskaltel es el enésimo acontecimiento que vivimos estando ya agotados. Por supuesto, los mismos parlamentarios, periodistas y tuiteros de cabecera que te hablan en Euskadi de derechos humanos, gas, TAV o pandemia, opinan ahora sobre la OPA. Mientras tanto yo estoy cada vez más cerca del guionista vasco Raúl Díaz, que tuiteaba: “Veo mucho tuitero que solo escribe de política. Ya sabéis: cabreo, mismo tema al unísono, ponzoña… No sé si pretenden movilizar o molestar. A mí suelen provocarme tristeza. Me pregunto si les pagan, si se ven como gurús… Yo deseo que sean bots porque si no, vaya vida, colega”.

La verdad es esta otra

Héctor Barnés explica muy bien en El Confidencial lo que nos pasa a muchos: “Empieza a abundar la sensación de que nos sacrificamos para que otros tengan barra libre para hacer lo que quieran: la solidaridad se ha convertido en un ‘tonto el último’”. Es así de sencillo y desmotivador: quienes intentamos cumplir somos los que mantenemos el equilibrio. Si todas y todos hiciéramos lo que nos dé la gana (y son muchas y muchos los que lo hacen) estaríamos muertos. Pero si los que salen, trampean, se creen más listos y pasan de todo se justifican con que están cansados, los que cumplimos lo estamos más.

El milagro de Ayuso

El milagro de Isabel Díaz Ayuso no tiene nada que ver con mantener la actividad del sector servicios mientras avanza la pandemia. El milagro que obra la presidenta de la Comunidad de Madrid consiste en desviar la atención de las cifras y conseguir que nos fijemos en las barbaridades que dice. Pero esta es la situación real: “Dramáticos datos en Madrid, botellódromo de Europa: Ayuso reconoce casi 3.000 nuevos contagios pero no actualiza el número de muertos este fin de semana” (El Plural). Información que se suma a la de que Madrid aporta 4 de cada 10 nuevos positivos en España.

Pero qué tomadura de pelo

El pasado domingo las bases de Podemos ratificaron que Pablo Iglesias será el candidato de Podemos a la comunidad de Madrid. Lo hicieron después del anuncio del vicepresidente español, después de que Podemos explicara que la anterior cabeza de lista iba a ser relevada, después de que el propio Iglesias haya nombrado sucesoras en su vicepresidencia, su ministerio y su escaño en el Congreso, y se haya despedido desde la tribuna de oradores. ¿Y ahora nos quieren vender un proceso democrático interno? ¡Venga ya! Ojalá se acabe pronto la moda de tratar a la ciudadanía como una audiencia infantilizada.

¿Qué impide la Policía?

Muchas cosas van mal en España si entre dos grupos de manifestantes, uno de franquistas y otro de mujeres que muestran la parte superior de su cuerpo, la policía detiene a las integrantes del segundo. Ya sé que la de los fachas era una manifestación permitida y las Femen fueron a reventarla, pero la foto no puede ser más elocuente: entre fascistas y tetas, las autoridades españolas actúan contra las tetas. Lo que demuestra que los franquistas, cuyo derecho a exhibirse es aceptado primero y protegido después, pueden tener razón: en el fondo, España ha sido maquillada, pero sigue siendo rancia.

¿Quién quiere ser influencer?

En los seis años que DEIA lleva reconociendo las mejores iniciativas digitales en Bizkaia, en el centro de la acción se han situado los bloggers primero, después, los tuiteros y los youtubers, y ahora, los influencers en Instagram.

¿Cuánto durará esto? Es la pregunta que se hacen los expertos en marketing, los creativos y directivos con más experiencia en las agencias de publicidad, los nuevos managers que han surgido, buena parte de los usuarios y, por supuesto, los propios influencers. Nadie lo sabe. Y muy pocos son los que se atreven a hacer una apuesta. Pero mientras tanto lo disfrutan y, reconozcámoslo, lo disfrutamos: todos los que tenemos una cuenta en Instagram seguimos a algún influencer que nos coloca contenido. ¿Y qué?

El mayor problema es la ausencia de un código básico y común. Del mismo modo que en el Periodismo lo tenemos y aplicamos, existe en Publicidad y todo el mundo está más cómodo cuando se pone en práctica. Solo se trata de avisar de que “esto” no es parte de la serie que estás viendo en televisión, sino del bloque publicitario. También es cierto que el Product Placement (colocar una marca durante una ficción) lleva décadas ahí y nadie informa de ello ni con la letra más pequeña en los títulos de crédito.

Hay cierto consenso en fijar en 5.000 la cantidad mínima de seguidores para que una cuenta en Instagram llame la atención de una marca. Esta cifra también es solo una aproximación porque algunas agencias presumen off the record de tener controlados verdaderos influencers locales mucho más discretos: lo importante es el “engagement”, es decir, que la proporción entre “likes” y comentarios, y el número de seguidores, sea alta. Efectivamente, esto se ha convertido en una industria con su propio argot y creciente. ¿Hasta cuándo? La pregunta es recurrente, pero algunas certezas también: la prescripción que antes hacían los famosos se ha trasladado hacia personas que no han destacado en nada previamente. Y eso ha llegado para quedarse. Hubo un momento, cuando Twitter irrumpió (y aquello parecía irreversible pero solo en el tercer trimestre de 2018 ha perdido nueve millones de usuarios según la propia empresa), en que surgió el concepto de “prosumidor”. Es decir, aquella persona que consumía y, al mismo tiempo, relanzaba contenido, prescribiendo. Una especie de Homo Antecessor digital y verdaderamente fugaz. Solo fue necesaria la irrupción de Instagram (que se lanzó en 2010, fue adquirida por Facebook en 2012 por mil millones de dólares, y ha eclosionado justo antes de que se hicieran públicos los problemas de credibilidad de la gran red social, la propia Facebook) para que surgieran los influencers.

Cuando un influencer se profesionaliza y es captado por una empresa de management, la gestión de sus capacidades que la segunda realiza no es nueva: se trata de marca personal, de la de toda la vida. Es nuevo el canal (aunque fotos y vídeos ya se hacían) y es nuevo el contenido (aunque el arte de colocar una marca ya lo practicaban en los años 60, como hemos aprendido viendo Mad Men). Pero sobre todo es nueva la tipología del personaje: una marca personal no es exclusiva ya de quienes se dedican a la política, o de actores y actrices, cantantes y periodistas que quieren rentabilizar su crédito profesional. Un influencer simplemente lo es porque influye. E influye porque gusta a un grupo de personas con unas características similares, y su audiencia se convierte en un target más o menos definido.

El precursor posiblemente sea Rubén Doblas, más conocido como Elrubius. Uno de los grandes youtubers de todos los tiempos, básicamente, porque es muy difícil que se repitan los grandes tiempos de YouTube. Doblas (su canal tiene más de 30 millones de suscriptores) no salía por la tele, pero llegó a facturar un millón de euros en 2015 (posiblemente, su mejor año), según la cuenta de resultados de su sociedad que hizo pública El Confidencial (otros digitales calculan más ingresos en años posteriores pero sin citar ninguna fuente). Elrubius alcanzaba a un público al que nadie llegaba precisamente porque ya no veía la televisión.

De Elrubius a Dulceida solo hay un paso evolutivo. Aída Domenech no es la que más seguidores tiene (2,5 millones), pero sí la más representativa. Las cifras sobre lo que cobra por foto oscilan entre los 1.000 y los 6.000 euros, según cientos de blogs y medios digitales que han jugado a calcular sus ganancias. Pero su modo de vida es admirado por millones de personas que quieren imitarla. ¿Cómo logran ese éxito? ¿Qué hay que poner en juego, en un sentido amplio de la expresión? ¿Quién te ayuda a lograrlo? Estas son algunas de las preguntas que se discuten en mesas como la que ha organizado DEIA el próximo miércoles, durante el evento de entrega de sus Reconocimientos a las Mejores Iniciativas Digitales. En este caso, contaremos con los instagramers Lucas Bojanich y Goizane Avilés, el youtuber Mikel García, las expertas en marketing digital Vanessa Maroco y África Tierro, y la responsable de marketing de Euskaltel, Isabel Canales. Y contigo.

Lucas Bojanich: “Una vez tienes la audiencia, tú decides si vas a por todas o no”

Luchas Bojanich (Lima, 1999) empezó casi por casualidad y hoy tiene 120.000 seguidores en Instagram y una profesión, la de influencer, que se toma muy en serio.

P.: Siempre hay un primer paso.

R.: Empecé haciendo vídeos por diversión. Está claro que la suerte siempre es importante, pero si tu contenido es bueno poco tardará en encontrarte. A mí me pilló el verano de 2017: conocí a un chico que hacía vídeos y que tenía mucho público, le ayude a grabar uno, nos sobró tiempo y decidimos grabar un vídeo también para mí. Así empezó todo. A la gente le gustaba lo que hacía e iba a más rápidamente. Una vez tienes la audiencia, tú decides si vas a por todas o no.

P.: ¿En qué momento se da cuenta de que esto va en serio?

R.: El momento en el que te das cuenta de que esto funciona es cuando alguien te para por la calle para pedirte una foto o se toma la molestia de escribirte. Me encanta este trabajo pero hay que invertir muchas horas. Esta es una profesión como cualquier otra: con nuestro contenido somos capaces de alcanzar cifras de audiencia casi inimaginables. Muchas empresas creen que es una moda que pasará pronto, y no ven el valor de la publicidad que hacemos.

P.: ¿Dónde le gustaría llegar?

R.: Soy muy exigente conmigo mismo y nunca voy a tener un límite. Tengo algo que en este mundo es necesario: mucha ambición.

Mikel García: “Intento transmitir la importancia de disfrutar del momento”

Mikel García (Santurtzi, 1999) tiene 28.000 seguidores en YouTube y más de 12.000 en Instagram porque, en su opinión, intenta transmitir mensajes positivos. Su objetivo es profesionalizarse grabando sus propios viajes.

P.: ¿Qué tiene su día a día que resulta tan atractivo para 40.000 seguidores?

R.: Supongo que les gusta que sea un culo inquieto y que siempre tenga ganas de conocer sitios, y sobre todo la positividad que transmito. Siempre trato de mostrar un estilo de vida sano: deporte, medio ambiente y, especialmente, intento transmitir la importancia de estar siempre en un estado de ánimo optimista y disfrutar del momento.

P.: ¿Son sus vídeos el motivo para hacer surf y apuntarse a otras aventuras?

R.: Al revés: mis aventuras son el motivo de hacer un vídeo. Y el surf, en concreto, lo practico porque disfruto. De hecho, hay pocos videos en mi canal de mí mismo surfeando.

P.: Algunos de sus clips tienen bastante trabajo detrás, ¿cómo es el proceso?

R.: Yo siempre aplico: “Graba todo lo que puedas y luego ya veremos”. Después invierto la mayoría del tiempo en la postproduccion: entre tres y seis horas por vídeo, “creando la magia”.

P.: ¿Le gustaría dedicarse a la elaboración de vídeos, reportajes, etc.?

R.: Sí, desde luego. Mi sueño es ganarme la vida viajando y creando contenido audiovisual.

Goizane Avilés: “Lo que vemos en las redes sociales es solo un espejismo”

Goizane Avilés (Laudio, 1991) tiene a sus casi 20.000 seguidores en Instagram encandilados con sus fotos de buen rollo puro y duro.

P.: Da gusto ver su Instagram, siempre tiene una sonrisa.

R.: Soy una persona muy risueña desde siempre y todos los días intento sonreírle a la vida, aunque a veces cueste. Pero, ojo, también tenemos que ser conscientes de que las redes sociales solo son un espejismo. El creador de contenido elige qué quiere mostrar.

P.: ¿Cómo es su armario de grande?

R.: Bastante. Pero también regalo y vendo mucha de la ropa que enseño en Instagram. Para los más curiosos tengo en mi canal de Youtube un vídeo enseñando mi armario, ¡y es uno de los más vistos!

P.: Muy pocas lo logran: si pudiera, ¿le gustaría ser una influencer profesional?

R: Hace un par de años te hubiese respondido que sí, hoy puedo decir con total seguridad que no. Me gusta como hobby, pero no para estar 7 días a la semana y 24 horas al día pendiente. No existen los fines de semana, las vacaciones, ni los descansos, aunque desde fuera se vea todo muy fácil. Valoro mucho mi privacidad, el tiempo para mí y para mi familia, y creo que con esa profesión sería difícil tenerlo.

P.: ¿A esto se aprende o sale solo?

R.: Es una profesión, como cualquier otra y, por lo tanto, se aprende. Pero no podría mencionar un modelo concreto a seguir. Mi modelo a seguir en la vida es mi madre, y ella no tiene nada que ver con esto.

Vanessa Maroco: “Cuando una empresa prueba con influencers y ve el resultado, repite”

Vanessa Maroco (Barakaldo, 1987) pone en contacto a marcas con influencers en Bilbao y ella misma es una prescriptora que siempre está donde se corta el bacalao.

P.: Es una celebrity local y, además, gestiona el contacto con otros influencers.

R.: No me considero una celebrity local, pero es cierto que soy muy fan de las redes sociales y me gusta mucho relacionarme, así que me muevo bastante y, además, lo cuento. La parte “social” me sale de forma natural. El contacto con influencers es más delicado. Y lo que la empresa o marca espera de tu gestión y de la acción del influencer todavía lo hace más difícil, ¡pero es muy interesante!

P.: ¿Y qué es más satisfactorio?

R.: Sin duda, el trabajo con los influencers. Me gusta ver cómo la conexión que has propiciado genera relaciones profesionales. Y me encanta ver el contenido tan chulo que generan y cómo aporta un valor extra a la marca.

P.: La intensidad de su agenda resulta abrumadora

R.: La verdad es que hay semanas que son una locura porque Bilbao está de moda. Pero con una buena planificación llegas a todo. Como dice mi madre: ¡no puedo parar!

P.: ¿Es Bilbao una buena “plaza” para los influencers?

R.: Sí, por el potencial de la ciudad y porque todavía hay bastante margen de crecimiento: son pocas las empresas que se animan a hacer este tipo de acciones de marketing pero, por mi experiencia, cuando lo prueban y ven los resultados, repiten.

África Tierro: “No basta con captar la atención de un número importante de personas”

África Tierro (Galdakao, 1987) es experta en marketing on-line y ha hecho de su propio nombre su marca y su empresa.

P.: ¿Es más fácil trabajar con su nombre y apellido?

R: Mi verdadera propuesta de valor como empresa no reside solo en mis servicios, sino también en mi forma de ejecutarlos, en mi personalidad, en mis experiencias… “Africa Tierro” es más que una marca personal o una empresa, es una forma de entender el trabajo.

P.: ¿Qué le aporta?

R.: Ser la persona que quiero ser, tanto a nivel profesional como personal, y me posibilita seleccionar los proyectos. Saber filtrar ayuda a hacer las cosas con pasión. Y sobre todo me permite no estar atada a costumbres del ecosistema laboral actual que considero obsoletas. Apuesto por equipos y proyectos flexibles: creo que el crecimiento pasa por rodearme de personas con las que colaborar en cualquier momento y lugar.

P.: Trabaja con influencers y conoce los mecanismos, ¿convertirse en una influencer se decide?

R.: A pesar de que no se necesita ningún título universitario para ser influencer creo que no es fácil llegar a vivir exclusivamente de ello. No basta con tener la habilidad de captar la atención de un número importante de personas: lo que las marcas valoran y por lo que pagan es por tu habilidad para influir en la decisión de compra y por el retorno que ello les genera.

Isabel Canales: “Un influencer es cualquier persona que tiene algo relevante que decir sobre nosotros”

La directora de marketing de Euskaltel, Isabel Canales (Bilbao, 1978), tiene claro que a quienes forman su mercado hoy se les puede escuchar y hablar directamente, y que eso es una gran oportunidad.

P.: Si darse a conocer no es un objetivo, ¿qué hace Euskaltel en redes sociales?

R.: Hablar con nuestros clientes y con quienes quieren serlo. Y sobre todo escucharles. Nuestras redes sociales tienen tres vertientes fundamentales: si bien originariamente se utilizaron como canal de atención al cliente, también se utilizan como soporte de comunicación y, por último, es un canal propio que nos permite ir contando cosas que en otros espacios no podríamos hacer de la misma manera, además de que escuchar lo que dicen de nosotros nos ayuda a acercar la marca a nuestros clientes. De alguna manera, nos permite dialogar y “humanizar” la marca.

P.: ¿Qué relación tiene Euskaltel con los influencers?

R.: Para nosotras un influencer es cualquier persona que tiene algo relevante que decir sobre nosotras o que puede ayudarnos mejorar: desde un cliente que nos envía sugerencias de mejora a una ingeniera que está desarrollando una App. Desde nuestro punto de vista, los influencers no solo están definidos por un número de seguidores. Hemos colaborado con influencers en diferentes acciones, y las que nos han resultado más interesantes han sido las orientadas a compartir novedades. Hemos podido explicar nuestros proyectos y recibir su feedback, que nos ha ayudado a mejorar nuestras ideas.

Quinta sede del PP bajo sospecha

20150321_quinta

A la principal del partido, en la célebre calle Génova de Madrid, la de Bilbao, la de Logroño y la de Palma de Mallorca, según ‘Vozpópuli’ hay que sumar la sede de Córdoba. Las cinco forman una nada favorable lista de sedes del PP financiadas irregularmente según los jueces. En el caso de la andaluza, como en el de la balear, el jue Ruz ha derivado la investigación a un juzgado local. Pero el instructor del “Caso Bárcenas” sí incluye en la trama del ex tesorero las de Madrid, Bilbao y Logroño.

Redefiniendo la “casta”

Si les digo que un partido político español está fletando autobuses de todo su territorio nacional para asegurarse que el mitin de cierre de campaña de las andaluzas esté lleno, y que ese mismo partido está preparando las listas para las elecciones Madrid en plena connivencia con las mujeres de dos de sus máximos dirigentes, igualmente políticas, ¿de qué partido se creen que les hablo? Se trata de Podemos, sobre el que, en ‘El Plural’ y en ‘Periodista Digital’, nos hemos encontrado estas noticias.

Desconcertante Euskltel

Las compañías “locales” que tienen que ganar su posición en el territorio con las grandes multinacionales que compiten en su mismo sector, tienen que tirar de imaginación y menos márgenes para ganar competitividad. Euskaltel viene haciendo un trabajo destacado, con campañas de publicidad muy acertadas, y acciones de posicionamiento que, esta vez, se les han podido ir de las manos: disponer de los routers de los clientes, ya instalados, para anunciar un servicio de wifi colectivo ha contrariado a muchos usuarios. En ‘Gananzia’ han recogido una muestra del conflicto generado en Twitter para obtener notoriedad, ¿positiva?

Onda Cero tiene recambio

Hace solo un par de días les traíamos a esta columna, por llamativa, la noticia de que Carlos Herrera abandonaba ‘Onda Cero’ para irse a la COPE con una oferta de seis millones de euros al año durante cinco temporadas. Ahí es nada. Para cerrar este pequeño culebrón, hoy les contamos que Juan Ramón Lucas será su sustituto, según ‘El Confidencial’. En este caso, no han trascendido las cifras pero sí la estrategia: Lucas arrancará en abril y Herrera estará en la “nevera” hasta septiembre, cuando empiece en ‘COPE’.

Un chiste… O no tanto

De vez en cuando encuentro adecuado traer alguna “noticia” de ‘El Mundo Today’. Pongo entre comillas lo de “noticia” porque esta web satírica, evidentemente, publica informaciones falsas pero con una base inicial de verdad amarga. La última que me ha llamado la atención: “Investigadores del CSIC tomarán muestras de la sangre de cientos de autónomos españoles para averiguar el motivo por el que nunca se ponen enfermos. También procurarán descubrir por qué no necesitan vacaciones ni una vida familiar estable para conservar su salud mental. Los autónomos son capaces de subsistir sin tener asegurado el suministro regular de ingresos y comida. En algunos casos, llegan incluso a reproducirse”.