¿De qué es esta foto?

Me han hinchado las narices todos esos que andan sacando la cara al PSOE e intentando convencernos de que la exhumación de Franco no fue un acto de exaltación franquista porque EFE publicó la tarde del jueves una foto aérea en la que se veía a la familia portar el féretro en soledad y porque a las puertas de El Valle de los Caídos había un puñado de frikis. Miren: lo que vimos en La1 (no en LaSexta o Trece TV) fue un “¡viva Franco!” como la copa de un pino, y las fotos que han publicado los medios internacionales son las de un dictador que sale a hombros con solemnidad y en presencia de una ministra.

Son frikis, sí. Pero también millonarios

Y que no me vengan con que los Franco están solos, porque no lo están. Esa banda de herederos de palacios robados y fortunas acrecentadas en democracia, en el entierro de El Pardo (que no fue televisado pero su mantenimiento sí será pagado por todos), acabó gritando: “¡Esto es una dictadura!” cuando un agente quiso requisar los móviles para que nadie lo grabara. Que sí, que todos esos franquistas que estaban allí, incluido Tejero, al que el cordón policial dejó pasar, tenían pinta de frikis. Pero los franquistas peligrosos son los que mantienen la memoria y el poder, y a esos nadie les para los pies.

¿Quién mantuvo a Tertsch?

Pocas dudas tengo, por ejemplo, de que Hermann Tertsch tiene más de personaje de freak show que de cualquier otra cosa. El hoy eurodiputado de Vox gritó “¡profanadores!” mientras el socialista Javier Moreno intentaba colocar su claim de campaña en el parlamento de Bruselas. Así está el patio. Pero, ¿quién ha puesto a Tertsch en ese escaño? ¿Cuántos están dispuestos a aupar a Vox hasta la cuarta fuerza? Y lo que más me preocupa: ¿quién ha mantenido a Tertsch todo este tiempo? ¿Quién le ha publicado su bazofia y quién la ha leído? ¿Por qué ese pensamiento se ha mantenido e impulsado?

Peor me lo pone, ministra

Y si todo lo que acabo de contarles sigue sin callar a los de la campaña socialista que defienden que no hubo esos honores a Franco que todos vimos, por favor, que me expliquen la frase de la ministra que fue testigo: “La exhumación de Franco no fue un funeral sino un acto de todos”. ¿Qué tiene mío ese “¡viva Franco! ¡Viva España!”? ¿Qué tiene de mi aita ese poroso cordón policial que dejó pasar a Tejero? ¿Qué tiene de mis antepasados represaliados esa salida a hombros del cadáver? ¿Qué tiene de los históricos socialistas la segunda oportunidad que los actuales están dando a la extrema derecha?

Sí, le fue útil para la campaña

En cualquier caso, no creo que la exhumación de Franco saliera como quienes mandan en el PSOE soñaron. Últimamente todas sus fantasías salen mal: seguro que imaginaron que después de la sentencia del procés su apropiación del discurso del PP supondría el desplazamiento de los de Casado, y no fue así. Al contrario. Y hace solo unos días fantaseaban con descubrirse como la verdadera izquierda a un montón de jóvenes, y tampoco. Por lo menos, la última exaltación franquista ha servido a Pedro Sánchez para tapar unos malos datos de empleo. Con eso se queda. Los parados se quedan con menos.

En vivo lo del muerto

La cobertura mediática de la exhumación de Franco fue obscena e innecesaria, como todo últimamente en la política y los medios españoles (los medios vascos, por desgracia, cada vez están más contaminados, esperemos que no suceda lo mismo con la política). La cobertura en vivo en las televisiones, los chistes de los propios periodistas en Twitter sobraron. Como si no estuviéramos hablando de un dictador, como si en el Valle de los Caídos no hubiese víctimas del franquismo, como si la extrema derecha española hoy no estuviera más reforzada que nunca y como si el acto de ayer no haya sido indignante.

¿Se les puede meter en la cárcel?

La familia de Franco ha sido excepcionalmente bien tratada todo este tiempo, y ayer no fue una excepción, evidentemente. Francis Franco incluso pudo entrar con la bandera preconstitucional, todos lucían trajes impecables y les permitieron participar tal y como ellos desearon en el evento. Unas circunstancias perfectas para volver a aquellas fosas comunes, a aquellas mujeres que vieron cómo se llevaban vivos y aterrados a sus maridos y sus hijos y nunca pudieron encontrarlos muertos, a aquel golpe y toda la represión posterior sobre un dolor inhumano y el hambre de todos.

Son franquistas

En muchos medios pero especialmente en Televisión Española, recurrieron al eufemismo insoportable de “nostálgicos” para referirse a los franquistas que fueron a reivindicar la figura del dictador a los alrededores del Valle de los Caídos. Todos ellos, como la familia Franco o Tejero, sobran. Sin embargo, parece que tienen hueco en los medios, también en los públicos, en la sociedad y, en demasiados casos, en la judicatura, el ejército y las grandes empresas. La posición actual de la familia Franco debería de ser la vergüenza de España, pero ayer hicieron lo que quisieron, una vez más, porque el PSOE se lo permitió.

Y ayer apretaron las filas

El de ayer fue el mejor acto de precampaña de Vox: la retransmisión de la exhumación, con todos los honores, en las televisiones y en Twitter ha sido muy útil para apretar las filas y señalar a los enemigos del orden de la dictadura. Al PSOE le servirá para detener la escalada del PP, pero la precampaña le está saliendo por la culata: como señalaba el humorista gráfico Ferrán Martín, lo de ayer beneficia a la extrema derecha y el PSOE es el único responsable de darle esta segunda oportunidad tan estupenda. Ayer solo faltaron las salvas militares a Franco y Abascal repartiendo papeletas blancas y sepias.

Ahora, a por el Pardo

Los herederos de Franco son hoy millonarios, así que no veo por qué tenemos que seguir cargando todos con los gastos que genera el reposo del dictador. Ahora que han sacado a Franco de su mausoleo, es momento de tomar una decisión con el cadáver de Primo de Rivera, con el futuro del Valle de los Caídos, con su prior y por supuesto, con las fosas comunes. Los restos de la dictadura hay que atacarlos y despedazarlos hasta acabar con ellos. Y para recuperar la memoria histórica hacen falta recursos y valentía, nada de operaciones preelectorales excepcionales para la foto que, encima, salen mal.

Esto es importante

La huelga de las jugadoras de fútbol es mucho más importante de lo que parece, porque no solo va de derechos laborales, va de empezar a creernos y a ejercer lo de la igualdad real. Lo que piden las futbolistas es lo mínimo que puede exigir un profesional: vivir del fútbol. A partir de ahí podremos construir la equiparación, pero sin este primer paso nada será posible. Nos toca empujar, nos toca creérnoslo y nos toca consumir fútbol femenino: conocerlas, reconocerlas y aplaudirlas porque se lo merecen, ir a los campos (a los malos, no solo a Anoeta o San Mamés) y comprar sus camisetas para hacer posible esa igualdad.

Sánchez se queda sin excusas

Pedro Sánchez no puede poner ninguna excusa válida para explicar por qué no habló con Quim Torra la primera vez que el president le llamó por teléfono. No les digo nada si se trata la cuarta o la quinta. Sánchez es presidente en funciones porque ganó una moción de censura y porque no ha querido ser presidente de verdad, y tiene que hacer lo que le toca. Sin embargo, lo que hace es responder como el candidato Sánchez, en un mitin y con un discurso más o menos florido pero absolutamente vacío. ¿Eso es lo que se merecen las sociedades catalana y española, según Sánchez y sus asesores? Va mal, muy mal.

Quien quiere un periodista callado…

Varios compañeros periodistas se han concentrado en Catalunya, ahora que el temporal de lluvia y viento ha apagado las fogatas, para protestar por las agresiones sufridas durante los disturbios. Agresiones que han venido de un lado y de otro. Y no, no soy equidistante, es que acuso a los dos bandos, el manifestante y el represivo, de querer a la prensa lejos. ¿Para qué? Esa es la gran pregunta que líderes y portavoces de unos y otros tendrían que responder. Pero les aseguro que nada bueno sucede en los espacios donde periodistas de todos los medios son expulsados a palos por igual.

Irene Montero te señala

Irene Montero ha denunciado en Twitter la situación de una familia que paga 1.000 € de alquiler durante diez años por un piso y que no quiere pagar los 1.300 que ahora reclama la propietaria, por lo que pueden ser desahuciados. Mil euros. Hay hipotecas mucho más baratas y por ese precio habrá muchos pisos disponibles para alquiler. Lo más grave es que Montero ha dado el nombre y apellido de la propietaria, a la que pide negociar en nombre de la familia. Desconozco la trayectoria de la arrendataria, pero creo que Montero ha dado un paso hacia el precipicio señalando a una persona. Si quiere limitar los precios, que legisle.

Hoy el agravio será menor

La exhumación de Franco del Valle de los Caídos y su traslado al cementerio familiar no es algo que debamos tomarnos a broma. Todas esas referencias al “unboxing” como si se tratara de abrir un envío en vez de la tumba de un dictador que descansa entre los muertos que provocó la construcción del mausoleo, me sobran. Me gusta mucho más la posición de Juanjo Álvarez en el En Jake de ayer: este traslado solo es el principio de la reparación. Ahora, España tendrá que destinar un servicio distinto al edificio que ha acogido al golpista y tendrá que avanzar en la Memoria Histórica como sí hace Euskadi.

Lo mataron, Arnaldo, lo mataron

Otegi se pasó con su comparación el pasado lunes: “Tal día como hoy de 1964, Martin Luther King recibió el Premio Nobel de la Paz por ejercer la desobediencia activa y pacífica. En el Estado español sería acusado de rebelión y sedición”. Tal vez el líder de Bildu olvidó de que a Martin Luther lo mataron por pensar diferente y por ser precisamente un hombre de paz, como ETA asesinó (y secuestró) a muchos en Euskadi que decidieron optar por vías democráticas y pacíficas y por pensar diferente que sus asesinos. Por un lado va la inhabilitación política y por otro, la inhabilitación moral, que suele ser para siempre.

Rodríguez toma por tontos a sus votantes

Otegi intenta colarnos sus ocurrencias vía Twitter y, por lo general, le sale mal porque solo sus convencidos o los muy necesitados se las creen. Peor me parece, porque es pecado capital, lo que hace Arkaitz Rodríguez, que trata a los suyos como si no tuvieran capacidad crítica o de informarse, y por eso, porque cree que tiene una masa de seguidores infantil, intenta colar que el lehendakari ha hablado de ETA a cuenta de la sentencia del procés cuando en el mismo Teleberri han visto sus votantes, como hemos visto todos, que ha hablado del Procés y de ETA, de ambas cosas. Como dicen Ortuzar y Mendia, Bildu va marcha atrás.

Guardiola, siempre en mi equipo

En las antípodas ideológicas y morales de Arnaldo Otegi y, sobre todo, de Arkaitz Rodríguez, se sitúa Pep Guardiola. Uno de los mejores entrenadores de fútbol del mundo se ha prestado a meterse en un lío para encabezar ese “tsunami democrático” que no solo va de los catalanes, va de la democracia más básica y de los derechos fundamentales de la ciudadanía. Él, que ha amasado millones y buena reputación, sigue luciendo el lazo amarillo y explicando a quien tenga que hacerlo cuál es su causa. Guardiola es más peligroso para España que todos los que se dicen amigos de los catalanes y les usan para lavar su imagen.

¿Y una capea?

La familia Franco quiere que la exhumación de quien les hizo millonarios sea lo más pomposa posible, con la bandera española (parece que no especifican si la quieren con aguilucho o sin él), banda de música y salvas militares. Con todos los honores, vaya. A mí me falta que convoquen una capea al finalizar la exhumación y un concurso de pesca en el pantano más próximo. Así la de la salida del dictador de su mausoleo se convertiría una jornada temática y friki, que es lo que sugieren sus herederos aunque todavía no lo saben. Lo grave es que se atrevan a pedirlo, en este caso, con ataduras. Las que dejó el caudillo.

Villacís te lo cuenta

Begoña Villacís ha escrito una porquería de excusa en su cuenta en Twitter después de haberse atrevido a pasar una pregunta por escrito al periodista que le entrevistaba. Todos hemos podido verlo porque la conversación, además de por la radio, se emitía por streaming, y las imágenes son clarísimas: la de Ciudadanos coge el bolígrafo de Javier Casal y escribe en un papel “Valdemingómez”, un tema sobre el que quería posicionarse. Casal lo denuncia en directo pero cede (no lo entiendo) y Villacís responde lo que tenía preparado. O se es amable con el entrevistado o no, pero no puedes quedarte a medias.

«Son fascistas»

Seguramente le queden dos domingos a Franco para descansar en su mausoleo y a sus muchos seguidores para acercarse a darle un último adiós. Es probable que ese momento sea capturado, como el pasado fin de semana, por las cámaras de las televisiones. Solo espero que esta vez no caigan en la tentación de llamar “nostálgicos” a la banda de fachas que tratarán de mostrar su apoyo al dictador, su familia, el prior (nuevo icono del franquismo) y demás. Como bien apuntaba Laura en Twitter esta semana: “Nostálgicos somos los que queremos que vuelva El Príncipe de Bel Air a la tele. Esos son fascistas”.

Con Podemos empezó todo

El principal problema de Podemos es su soberbia: Pablo Iglesias defenestró a tanta gente que han podido montar otro partido, y los que quedan no se arrugan a la hora de decir que con ellos casi empezó la democracia representativa, como Ione Belarra, que tuitea: “Antes de Podemos nadie se atrevía a decir en público y menos en el Congreso muchas verdades incómodas”. Belarra desprecia a todos los que la precedieron y se piensa que nadie hablaba de corrupción, de justicia social, de diferentes modelos de entender la política, de subida de las pensiones o de que en Euskadi se gobierna diferente.

Sánchez no suma

En las sedes del PSOE tienen que estar un poco preocupados: todas las encuestas dibujan las mismas tendencias, en las que el PSOE baja y el PP recupera voto. Así que Pedro Sánchez se multiplica… Pero los socialistas siguen sin remontar. Ya solo les quedan dos cartas: reaccionar mejor que el PP mañana, cuando salga la sentencia a los presos políticos catalanes; y montar una fiesta el 25 de octubre, cuando saquen a Franco de su tumba 44 años tarde. La rampa final hacia el 10-N, así, se pone cuesta arriba para un Sánchez que pudo gobernar y al que solo le queda hoy esperar un gran desliz de Casado, Álvarez de Toledo o Díaz Ayuso.

El podio de El Hormiguero

Sigo sin saber qué le ven a Pablo Motos y sigo sin entender cómo en la televisión española no hay un programa que consiga las mejores entrevistas cuando los grandes actores y actrices o cantantes visitan ese país. Pero ahí están Motos y El Hormiguero con todo el merecimiento, eso sí que no lo dudo, aunque siga sin gustarme, por ejemplo, con entrevistas en las que Santiago Abascal se siente cómodo. Una entrevista que, además, ha sido la tercera más vista de la historia del programa, solo superada por la que hicieron a Isabel Pantoja y a Bertín Osborne. Ese es el podio de El Hormiguero.

Pinchemos esta burbuja, por nuestro bien

No es la primera vez que vemos imágenes de una granja de “clics”. Me acuerdo de alguna muy humilde, con muchos teléfonos colgados de una red en una pared descarnada y un pobre hombre siguiendo un manual y dando “me gusta” a lo que tocaba. Después, una muy moderna: todo lo hacía un superordenador. Ahora vemos a unas jóvenes chicas orientales sacarse unos euros por dar “likes” en distintos teléfonos sobre una mesa. David Martínez tira de amargura en su tuit: “Decían que todo se podía medir en internet y les dieron mentiras medibles”. Necesitamos pinchar esta burbuja cuanto antes.