José Luis Moreno a la valenciana

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José Luis Moreno es un empresario que tiene todo el derecho del mundo a presentarse e incluso ganar un concurso público. Los problemas empiezan si gana la gestión de un teatro en Valencia y su primera decisión es contratar a “Toti Corbín Barberá, sobrina de la alcaldesa Rita Barberá, (…) el primer fichaje de Moreno para el equipo gestor del espacio”, según ‘Público’. Y se agrava “no porque la zarzuela, el teatro en valenciano o los conciertos de bandas de música prometidos no fueran del agrado del público, sino porque estos espectáculos tampoco llegaron a componer el núcleo de la programación. Sólo programa compañías y cómicos amateurs, y espectáculos infantiles; nada serio que se quede más de dos días”.

Más políticos (del PP) millonarios

Desde esta columna apoyo la cruzada de ‘El Plural’ contra los receptores de sobresueldos en el PP. En este digital no tienen reparos en señalar a los receptores de sobres con billetes y su actividad en el partido de Quiroga y Rajoy. El último caso, el de Rafael Hernando, que se habría sacado 267.000 eurazos solo de los complementos, según el citado medio. Pero Hernando es conocido por sus salidas de tono: se encaró con Rubalcaba cuando éste era ministro al chulesco grito de “eso no me lo dices a la cara”, calificó al juez Pedraz de “pijo ácrata”, acusó a la Junta de Andalucía de querer que España pareciese Etiopía cuando empezó a dar de comer gratis a los hijos de familias sin recursos, y espetó “algunos se han acordado de su padre cuando había subvenciones para encontrarle” sobre la ley de memoria histórica.

Titular mal por interés

Mal que PSOE y PP quieran proteger al rey de los españoles incluso de una investigación que lo libraría para siempre de la sospecha de su papel en el golpe de estado. Pero peor que, a cuenta de este asunto, en ‘Vozpópuli’ titulen: “La clase política mira hacia otro lado ante las revelaciones que implican al Rey en el 23-F”. ¡Pero qué “clase política”! ¿Acaso PP y PSOE nos representan a todos los sujetos políticos que votamos a nuestros representantes en el Congreso? ¿Acaso no son partidos minotitarios en Euskadi o Catalunya?

El socialismo de Maduro

En el ‘Clarín’ alucinan y no les falta razón: Nicolás Maduro obliga a los propietarios de los inmuebles a venderlos a quienes lleven 20 o más años alquilados. Y además, a hacerlo inmediatamente: si no resuelven la compra-venta en 60 días, los dueños serán multados cada cinco días, hasta que serán finalmente expropiados y entregados. Esa es la última medida de Maduro, ¿para qué? Porque esa decisión no soluciona el problema de quien no tiene una vivienda, solo contenta a quien ya la tiene, que pasa de inquilino a propietario. Y de ese modo, Maduro sigue comprando votos y favores por medio de la legislación.

Podrán decir que lo leyeron en DEIA

No siempre les hablamos de política, y no les negaré que cambiar de área, me alivia. Sobre todo cuando escribimos sobre cuestiones tan prácticas como el retrovisor del coche. Llevamos tiempo viendo la noticia en blogs y webs de automoción, hasta que hemos topado con esta noticia de ‘Gizmodo’ en la que lo cuentan muy bien: EE.UU. obligará a los fabricantes a sustituir el espejo retrovisor interior por un monitor en el que veremos lo que nos enseñará la cámara posterior, y que ampliará notablemente nuestro campo de visión. Así quieren ahorrarse en EE.UU. las 15 muertes y más de 15.000 heridos anuales en atropellos en los que el vehículo circulaba marcha atrás.

Lo que teme España

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La pieza de ‘El Confidencial Digital’, medio bastante alejado de las tesis del independentismo catalán, encierra los motivos por los que a PP y PSOE les aterra la idea: “Cataluña es el sexto país de Europa según los datos que maneja Artur Mas (…) ocupa una extensión 1.500 km² superior a la de Bélgica, tiene 1.900.000 habitantes más que Dinamarca, su PIB es mayor que el de Finlandia en 5.200 millones”. Pero una Euskadi independiente sería aún más viable: “Si se toma como referencia el PIB per cápita, Cataluña se sitúa en la cuarta posición después de Navarra, el País Vasco y la Comunidad de Madrid,. Pero es superior al de la media española y al de la Unión Europea”.

El PSOE “suarecista”

El PSOE fue el latiguero de Adolfo Suárez. Después de una dictadura en el que los socialistas permitieron que sus propias luchas cainitas afectasen al desmembramiento del gobierno republicano en el exilio, hasta casi desaparecer, se vieron fuertes en la transición española, y encontraron en Suárez el muñeco que golpear. Por eso ahora resulta llamativo para extraños (la familia personal y política del ex presidente) e incluso propios que personajes como Alfonso Guerra sean sus defensores: “El paripé de Guerra ante el féretro de Suárez abochorna al PSOE”, leemos en ‘El Semanal Digital’.

La tele aburrida

No discuto la figura de Adolfo Suárez porque no tengo recuerdo de su acción política ni suficientes argumentos que me hayan proporcionado los diferentes documentos históricos al respecto. Y si tuviera que fiarme de las decenas de obituarios y perfiles que han trazado en los medios, tampoco habría avanzado demasiado, porque es la misma historia edulcorada de siempre. Tanto que la audiencia ha dado la espalda a todos esos especiales que, según cuentan en ‘Estrella Digital’, lograron “ínfimos” resultados. La banda sonora del “sin ira libertad” cansa hasta a Victoria Prego.

Menos “honoris causa”

Rafa Nadal es un icono del deporte español. Tanto que, a veces, lo de español tapa al estupendo deportista que es. Es lo malo de los nacionalismos acomplejados que se empeñan en señalar a los “periféricos”, que luego se lían con su propia bandera. Sigo hablando de Nadal que, según, la web de la Universitat de Illes Baleares, ha rechazado un doctorado “honoris causa” por la polémica que está generando en la prensa local. Y lo celebro: celebro que los candidatos a esta mención rehúsen, celebro que haya debate, y espero que la universidad, tan llena de listos como está, invente un reconocimiento mejor que regalar doctorados.

No aprendemos

A veces pierdo la confianza en el ser humano, capaz de crear odas equivocadas a su propia ambición. Y soy de los que apoya los proyectos espaciales como motor de innovación e inversión. Pero no entiendo que vayamos a construir el enésimo edificio más alto del mundo. O que lo vayan a hacer, cómo no, en Arabia Saudí, donde van a gastarse 1.200 millones de dólares para plantar el pino de acero y cristal más alto en medio del desierto. ¿Y qué aporta? Dicen en ‘Gizmodo’ que podremos observar la vida a más de 800 metros, yo creo que podremos observar el derroche a más de 800 metros.