También el lehendakari felicitó a las jugadoras del Athletic Club que han ganado la Liga. No podía ser de otra manera. Las chicas, nuestras chicas, han ganado un campeonato en el que compiten contra el resto de equipos, pero también contra sus propias limitaciones presupuestarias y sus enormes problemas para alcanzar el profesionalismo y la atención de medios y público. La vergüenza que algunos sí sentimos cuando vimos, con aquella rueda de prensa cancelada, que podíamos hacer más, tiene que servirnos para hacerlo.
El debate de los “brothers”
Pablo Iglesias escribe “bro” y lanza emoticonos con besos a Albert Rivera después de que este recordara que el líder de Podemos pretendía acabar con la crisis expropiando bancos y provocando la salida de España del euro. Lo que haga falta para calentar el debate entre los dos que LaSexta emitía con alegría porque la política-espectáculo es hoy un género televisivo de moda. Y a los tres (LaSexta, Rivera e Iglesias) les importa lo mismo: la audiencia.
Sin embargo, funcionó peor
Podemos ha planteado la campaña como mejor le conviene, lógicamente. Además, es el tipo de campaña que mejor funciona hoy y en la que se defienden mejor que sus competidores: tele, tuits y “todo lo que quiera usted escuchar”. Sin embargo, la mejor campaña también sufre desgaste: “El programa concentró frente al televisor a dos millones de personas menos. La bronca discusión entre los líderes de Podemos y Ciudadanos lleva a preguntarse si lo que se consideró como ‘nueva política’ ha podido envejecer en menos de medio año” (Hipertextual).
Un mal lunes para un community manager
Parece que el community manager de la Fnac pensaba que estaba tuiteando con su cuenta personal en vez de con la de la marca, y escribió durante el debate entre Iglesias y Rivera: “Lamentable el argumentario de tuiteros podemitas. Irracional y mediocre”. Cuando vio que el mensaje lo firmaba la tienda de discos y libros, pidió disculpas y aclaró que se trataba solo de una opinión personal volcada ahí por error. El error es posible que le haya salido caro, pero me sorprende cómo lo han celebrado en Twitter precisamente quienes aseguran estar del lado de los trabajadores españoles.
Y en el otro debate, un condenado
Después del evento televisivo que protagonizaron los de la “nueva política” llegó el turno de todos los partidos españoles en la misma cadena. Doble dosis de debate político a las puertas de una campaña que, ni va a ser de 7 días, ni va a ser con la mitad de presupuesto. Campañón al canto como si no hubiera pasado nada. Hasta el punto que, como recordaba Facu Díaz (88.500 seguidores en Twitter), el PP manda a Maroto a las televisiones obviando que ha sido condenado por un caso de malversación en Gasteiz hace solo dos semanas.