No está bien

Todas y todos sabemos que estamos cerrando los ojos, que en septiembre empezará un otoño largo y duro. Sabemos que estamos gastando lo que no hemos gastado en los últimos años por culpa de la pandemia. Y sabemos que es absolutamente injusto e injustificable que “el consejo de administración de Iberdrola ganó 8,5 millones de euros entre enero y junio, prácticamente la misma cantidad que en el periodo similar de 2021. Una cifra a la que hay que sumar la entrega de 733.334 acciones”. El de Repsol, “percibió 5,49 millones en el primer semestre”. Y Endesa “retribuyó con 2,2 millones a su consejo de administración” (El Confidencial).

Fetichismo fascista

El dineral que se ha pagado por objetos personales que atribuyen a Adolf Hitler y Eva Braun no se explica solo por coleccionismo o valor histórico: estamos asistiendo a una vuelta a la vida del fascismo en todo el mundo que se expresa sin rubor hasta en el fetichismo caro: 1,1 millones de euros ha costado el reloj del genocida con esvástica grabada, casi 3.000 euros se han pagado por un plato de caramelos y otros mil por una copa de champán que utilizó, según la web Noticias de Israel. Alguien ha estado guardando todos estos objetos que ahora una casa de subastas en Maryland ha lanzado y ha rentabilizado.

No es suficiente

Ser diputada autonómica para algunas y algunos, simplemente, no es suficiente. No hablemos ya de ser concejala o concejal de un pueblo pequeño (las y los verdaderos héroes de la política). En el caso de Macarena Olona, al parecer, algún tipo de dolencia le impide serlo en Andalucía, pero por suerte para ella, en su partido no van a echar de menos su histrionismo: “Un quebradero de cabeza”, “no era un activo político” o “no quería quedarse en Andalucía” después de que “fue ella misma quien pidió presentarse a las elecciones” son algunos de los mensajes que lanzan desde dentro de Vox y que recoge El Plural.

Yo sigo separando la basura

Sigo separando la basura antes de tirarla, y sigo enseñando a mi hija y mi hijo a hacerlo mientras les explico por qué. Por suerte, no leen noticias que sí me encuentro: Taylor Swift ha contaminado, en solo un año, “1.184,8 veces más que las emisiones anuales totales de una persona promedio”. Lo ha hecho solo con sus viajes en jet privado, y ha desbancado a Kylie Jenner “como la celebridad que más contamina” (The Independent). Es evidente que hemos construido un mundo insostenible en el que quienes menos tenemos vaciamos la playa con una cucharita de postre mientras quienes más tienen hacen trompos en la arena con un 4×4.

Ayer no solo fue San Inazio

No solo celebramos San Inazio ayer: George Jetson, el patriarca de la serie de dibujos animados que crearon Hanna y Barbera en 1962, nació también ayer. Es decir: cuando a principios de los 60 se plantearon cuándo íbamos a vivir como los Jetson (con coches voladores y prácticamente tocando el espacio), pensaron en un plazo de algo más de 60 años, porque la fecha de nacimiento del popular personaje de dibujos animados era justo la del 31 de julio de 2022. Es decir, ayer, San Inazio, para hacer más espectacular la carambola. Pero el mundo hoy se parece más a visiones apocalípticas que humorísticas.

La cruda realidad

Vamos a disfrutar de este verano porque lo próximo que nos viene es el invierno. Y no me refiero a la estación, ni creo que dure solo unos meses, y con el cambio climático será extremo por momentos pero no frío. Me refiero a este titular en El Independiente: “El FMI rebaja sus expectativas: ‘Va a ser un 2022 difícil y un 2023 aún más difícil’”. Esa es la realidad y la sabemos todas y todos. Igual que sabemos por qué sucede. No podemos hacernos los sorprendidos ni podremos hacernos los indignados cuando caiga sobre nosotros la recesión económica y la falta de suministros con los que ahora contamos sin ningún problema.

Esta, también

Esta también es la realidad y resulta indignante: “Iberdrola y cuatro de sus directivos irán a juicio por manipular el precio de la luz” (El Plural). “El magistrado impone una fianza de 192,3 millones de euros a Iberdrola, y otra de 107,5 millones a cada uno de los directivos” por aumentar “sin causa legítima que lo justificara, el precio en las ofertas de energía eléctrica”. Simplemente, unas centrales hidroeléctricas “dejaron de producir energía” para que los precios no bajasen. La denuncia la ha interpuesto FACUA y se refiere a hechos de 2013 que, si quedan probados, son una muestra sangrante de lo que sucede.

Qué error

Solo puedo dar la bienvenida a las y los concejales de Bildu, y a sus diputados y diputadas, que se sumaron a los minutos de silencio en memoria de Miguel Ángel Blanco y el resto de víctimas de ETA. Su ausencia en el acto del pasado domingo fue injustificable. Como lo es que el PP se desmarque de la unidad o, simplemente, del recuerdo. La víctima no lo pertenece (si acaso, le pertenece a la madre y el padre de Miguel Ángel, y a su hermana), ni el dolor, ni siquiera el liderazgo para decidir qué acto o qué participación es legítima. Su ausencia en los actos de esta semana, como la de Bildu en el del pasado domingo, es igual de clamorosa.

Más lejos

No voy a caer en el mensaje populista de que los millones destinados a investigar el espacio podrían ser utilizados en cuestiones más mundanas, literalmente. A mí lo que me gustaría, sin maniqueísmos, es que se pusiera un tope a la generación de riquezas particulares indecentes y difícilmente explicables. Siempre será necesario invertir en ciencia, en la búsqueda de respuestas, innovación y mejora de equipamientos que luego tendrán aplicaciones más directas en nuestras vidas. No renunciar a la creación del telescopio espacial James Webb es lo que nos diferencia de las sociedades que no quieren avanzar.

Un poco más cerca

Estoy muy lejos de Ibai Llanos, como la mayoría: su sentido del espectáculo es absolutamente excepcional, y su capacidad para comunicar y conectar son únicas. Pero no se trata solo de ponerte delante del micro y hablar: hay un negocio muy lucrativo detrás de esos speechs que, por lo tanto, no son tan espontáneos. En uno de los últimos, Llanos habló de la posibilidad de volver a YouTube. El regreso supondría un cambio importante, porque se sumaría al de otras estrellas de otros países y provocaría un éxodo (como ya hizo cuando pasó de YouTube, precisamente, a Twitch). ¿Por qué? Por rentabilidad. Y eso no tiene nada de malo.

Otra más

En plena sequía en España, con los precios de la electricidad disparados y las eléctricas dando beneficios, tenemos que leer estos titulares: “Iberdrola, Endesa y Naturgy aceleran el vaciado de los embalses ante el tope del gas” (Merca2). ¿Por qué? “Para frenar posibles pérdidas en el estreno de la llamada excepción ibérica o tope del gas”. La sinvergüencería se mide en piscinas: “Solo en las cinco más utilizadas -Belesar (Naturgy), Mequinenza (Endesa), Alcántara (Iberdrola), Azutan (Iberdrola) y Canelles (Endesa)- se vertieron cerca de 57 hectómetros cúbicos, una cantidad que supone unas 24.000 piscinas olímpicas”.

¿Cómo se explica esto?

Esto de El Confidencial es tan claro y, a la vez, tan inexplicable, que copio y pego: “La fortuna de siete multimillonarios construida gracias al ‘rally’ de las criptomonedas ha pasado de los 145.000 millones de dólares a poco más de 30.000 millones. Entre este selecto grupo estarían Changpeng Zhao, CEO y fundador de Binance, que ha visto como su patrimonio pasaba de 95.800 a solo 10.200; o el de Samuel Bankman-Fried, fundador y CEO de FTX, un ‘exchange’ de criptos, o el de Brian Armstrong, CEO de Coinbase. La fortuna del segundo ha pasado de 15.100 a 8.900 millones, la del tercero se ha desplomado de los 13.700 a los 2.100”.

Y el pequeño ahorrador, peor

David Cabo ha hecho el cálculo: “Si compraste un Bitcoin cuando viste el anuncio de Iniesta, a día de hoy has perdido un 66% de tu dinero”. Evidentemente, no se puede responsabilizar al futbolista por la publicidad engañosa, pero está bien que prescriptores e influencers vean dañada su reputación para que se piensen mejor lo de participar en estafas colectivas. Además, el propio Iniesta habrá palmado tela porque lo normal es que este tipo de plataformas, como los bancos, paguen la “colaboración” en su moneda. Así que Iniesta se lleva la mala fama y no se lleva el dinero. Un estupendo retrato.

Se da un año

Si Yolanda Díaz se da un año de plazo para rearmar a la izquierda en torno a un proyecto que ella lidere es porque cuenta con que el gobierno español va a agotar la legislatura. Básicamente, contamos todos con ello porque Sánchez va a querer vender su presidencia europea de turno casi como un logro suyo. Pero a lo que iba: la vicepresidenta segunda, designada por Pablo Iglesias, se lo va a tomar con calma. Primero, se alejará todo lo que pueda del fracaso andaluz, en fechas y en formas. Después, sabe que en Podemos e IU, con el tiempo suficiente, acaban despedazándose entre ellas y ellos.

La metapolémica

En la última peli de Disney y Pixar una pareja se da un beso. En este caso, una pareja de dos mujeres y, al parecer, este beso ha iniciado una polémica. Una sencilla búsqueda en el propia Twitter devuelve miles de resultados de personas normales que critican a quien se pueda sentir ofendido por una muestra de cariño. Es decir, una vez más, la reacción, aunque correcta, ha avivado una cuestión menor. Pero bienvenidas sean todas las buenas explicaciones que hemos encontrado para avanzar hacia la normalización del afecto público: algunos hilos sobre salvajadas de Disney que hemos visto en pantalla invitan a la reflexión acertadamente.

Es la hora

No puedo quitar nada a este tuit de Julen Bollain: “Repsol, Endesa, Iberdrola y Naturgy tuvieron 11.054 millones de euros de beneficio en 2021. Es decir, un 226% más que en 2020, cuando su beneficio conjunto fue de 3.388 millones. Es hora de que las empresas con beneficios extraordinarios paguen su parte del pastel”. Y no hay más: ha llegado la hora de que la fiesta no la paguemos los de siempre, los de en medio. Ha llegado la hora de poner freno a las ganancias indecentes. Ha llegado la hora de repensar nuestro modo de vida que agiganta a ogros a los que alimentamos con nuestras obligaciones. Ha llegado la hora de elegir enemigo.

El original

La extrema derecha original es el PP. No lo digo yo, lo dice Alberto Núñez Fiejóo. No lo muestro yo, lo demostró José María Aznar, uniendo bajo sus siglas a todo el arco español de derechas, desde la pared del Valle de los Caídos hasta casi el centro de Madrid. Ese fue su gran logro político y está muy orgulloso de él. “Vota al original, vota al PP” (20 Minutos), ha dejado para la posteridad en su fin de semana andaluz, junto a un ramillete de infortunios, el nuevo presidente del partido que creó Manuel Fraga, ministro franquista. Y sin duda, el gallego (el de ahora) se refiere a Vox como la copia. Una copia más negra, como de multicopista.

Y les va bien

Vox va a ser el gran problema del PP en Andalucía: por muy bien que les vaya, lograr una mayoría absoluta en un parlamento con hasta seis partidos es matemáticamente imposible. Así que a Juanma Moreno solo le saldrán las cuentas sumando el posible escaño de Ciudadanos y los seguros de Vox. Pero aún así les irá bien. Muy bien. Para mí, el dato más destacado, porque además es posible que acabe haciéndolo realidad, es este: “Suma más que toda la izquierda junta, según los últimos sondeos” (República.com). Y eso supone un cambio de paradigma importante en un bastión de la izquierda española.

El galimatías

Por su parte, PSOE y Podemos se limitan a confiar en que la suma de PP y Vox dé suficiente medio al resto de partidos y que estos les hagan los recados mientras en la izquierda oficial española no hacen ni los deberes. Este tuit de Lara Hermoso sobre la campaña andaluza, que parece un galimatías pero es una descripción, es un estupendo ejemplo: “Yolanda Díaz da un mitin en Málaga en el que también estará Errejón. Podemos dará en streaming la presentación del libro de Pablo Iglesias en la que lo acompaña Delgado, el candidato que quisieron imponer en Andalucía y al que Díaz no respaldó, apostando por Nieto. Frente Amplio”.

La culpa no es de los demás

Sigo en Twitter a Miguel Sebastián desde hace años porque, aunque no esté de acuerdo con todo lo que escribe, suele hacerme reflexionar con sus tuits. No lo ha logrado, no obstante, con este, en el que muestra que ha dado positivo por covid porque resulta “muy difícil resistir la presión social de las comidas y contra las mascarillas en reuniones. Alguno se alegrará, pues es lo que pretenden. Que nos contagiemos todos”. Me he cuidado y he cuidado a los míos todo lo que he podido estos años (todavía no he dado positivo en ningún test), pero si me contagio ahora, que he vuelto a darme permiso para relajarme, no puedo culpar a nadie.

Villarejo, para todo

José Manuel Villarejo ha logrado tanta información, simplemente, porque era el policía de referencia del PP para absolutamente todos los chanchullos, porque el PP tenía muchos chanchullos y porque Villarejo grabó todas las conversaciones, dejando en muy mal lugar a quienes confiaron en él. Al expolicía su propio crédito a estas alturas le da igual, claramente. “Aguirre pidió ayuda a Villarejo para que se archivara la causa por aparcar mal en la Gran Vía”, leemos en República.com, que cita a El País. El titular de República.com evidencia cómo en el partido de Núñez Feijóo e Iturgaiz están acostumbrados a la impunidad.

Más gasto

Doy por hecho que el regreso de Juan Carlos I me va a costar dinero, directamente. Y eso que estamos hablando de una persona que ha generado una fortuna millonaria de forma ilícita e inmoral, pero debidamente prescrita. Pues bien, “Más protección para el Emérito en Sanxenxo: Interior envía a Pontevedra un rifle antidrones. La Guardia Civil dota al equipo PEGASO de la provincia de un material capaz de derribar aviones no tripulados. También envía un tercer dron de vigilancia”, leemos en Vozpópuli. Pues nada, para que un señor rico venga de los Emiratos Árabes Unidos a visitar a sus amigos ricos, tenemos que poner bote.

Y menos ingresos

No solo el regreso a España de Juan Carlos I nos va a costar dinero, es que además somos menos para pagar esa exclusiva fiesta: “Las grandes eléctricas pagaron un 20% menos de impuestos durante el primer trimestre de 2022. Endesa e Iberdrola aprovechan las exenciones fiscales para tributar menos durante el primer trimestre del año”. Pues nada, oye. ¿Qué dirían los de Podemos ante este titular de El Independiente? Mantras como “que pague más quien más tiene” está muy bien, pero a la hora de hacerlo realidad observamos que seguimos siendo los de siempre, quienes no nos beneficiamos de exenciones, los que apoquinamos.

Nos tangó un puto hortera

Precisamente con dinero público Alberto Luceño pudo comprarse la flota de coches de lujo que posee. Varios de ellos, según Nius, “acumulan polvo en el garaje de Pozuelo”, en la vivienda con tres plazas de aparcamiento que también adquirió con esos cinco millones de comisión por mascarillas y guantes al ayuntamiento de Madrid. Ferrari, Aston Martin, McLaren, Porsche, Mercedes, BMW, KTM y Range Rover son las marchas de los vehículos que compró y vendió con alegría porque tenía dinero. Coches que no conduce, que no admira, que no necesita, que compró porque es un hortera al que le llovió el dinero del cielo.

El desastre de la autarquía

Como a muchas otras personas, Corea del Norte es un país que me fascina y me horroriza al mismo tiempo: ¿cómo millones de personas viven bajo un engaño tan grande perpetrado por un personaje que parece sacado de “Humor Amarillo”? La pregunta genérica encierra realidades terroríficas, pero ahora hay una pregunta más concreta que guarda una realidad estremecedora: ¿cómo de grave será la situación generada por la pandemia del coronavirus para que un gobierno tan opaco admita que lo que les está sucediendo es “un desastre”? ¿Hasta cuándo aguantará por mantener su mentira sin ayuda del exterior?