¡A la mierda!

Ya sabemos quiénes son el y las primeras turistas espaciales de Virgin: un británico de 80 años que compró su billete antes de que le diagnosticaran Alzheimer y dos chicas, una de 47 años y otra de 18. Las dos últimas han obtenido su billete por medio de un sorteo entre quienes hacían una aportación a una ONG, no importaba el importe donado. Evidentemente, Virgin está marcándose una campaña de imagen previa a la venta del último entretenimiento para ultrarricas y ultrarricos que a las y los demás nos va a salir carísimo en impacto medioambiental. Clientes y empresa se pueden ir a la mierda.

La era de la apariencia

No discuto que en los 90 empezáramos la era de la apariencia, pero creo que tampoco es opinable la radicalidad con la que se vive ahora: una realidad infantil que no aguanta una lectura crítica mínima. Por ejemplo, en Twitter me topé con el hilo de un cubano cabreado por el viaje de influencers a la isla, organizado para promocionar el turismo allá. Por supuesto estas y estos tiktokers e instagramers habían cumplido con su parte: mostrar una Cuba idílica (que por otro lado, se ha hecho siempre). A lo que Charly respondía con tuits en los que ponía ejemplos de la carestía y falta de libertades que la dictadura provoca.

Bien hecho

Seguimos viajando como si no costara medioambientalmente, incluso al espacio. Así que tendremos que compensar nuestra huella de carbono de alguna manera. Por ejemplo, reclamando nuestro derecho a reparar, a hacer que las cosas duren más. La UE, ese ente que tantas críticas se lleva normalmente, ha dado un paso adelante: “Aprueba el uso de baterías de fácil sustitución en móviles” (El Chapuzas Informático). Eso hará que no desechemos tecnología que funciona simplemente porque nos quedamos sin batería. Algo que parece tan sencillo puede ser una auténtica revolución si la ciudadanía recoge el guante.

Otro debate moral

Benjamin Mendy ha sido absuelto de seis cargos de violación. El jugador francés fue suspendido por el Manchester City en 2021, cuando se conocieron las acusaciones y, después de la resolución, ha fichado por el Lorient de su país. Evidentemente, en todo este tiempo no ha jugado al fútbol. Tiene 29 años, posiblemente ha perdido la mejor parte de su carrera. Y ahora, ¿qué? Es un ciudadano con todos sus derechos y una sombra de duda de la que, por mucho que corra por la banda izquierda, nunca podrá despegarse. ¿Hizo bien el City? ¿Ha hecho lo correcto el Lorient dándole una oportunidad? ¿Qué hicieron la prensa y los tuiteros?

Que viene el rey

He evitado hablar de la campaña hasta ahora. Al final, es jornada de reflexión y, por tanto, de descanso mental para muchas y muchos. Pero toca volver a la arena electoral y con un par de preguntas: ¿habrá votado Juan Carlos I por correo como residente en el extranjero? ¿Y a qué partido lo habrá hecho? ¿O es como Txapote y, ante la expectativa, prefiere no ejercer su derecho? Lo único que sabemos es que la semana que viene puede que regrese a España, según Vozpópuli, ya con todo el lío pasado. Por lo que parece, irá a Sanxenxo a vacacionar, pero del resultado de esta noche puede que dependa su regreso definitivo.

De Sanxenxo, de toca la vida (pero no más de 183 días al año)

“El rey Juan Carlos se plantea comprar una casa en Sanxenxo: el Emérito regresa en verano”. ¡Albricias! Este titular en Vozpópuli pone de buen humor a cualquier juancarlista. ¡Bendito aquel tiempo en que ser “juancarlista” era sinónimo de ser “español de bien”, incluso un poco progre! A este paso, el emérito va a acabar declarándose de Sanxenxo, de toda la vida. Pero no todo el año: vivirá en la localidad costera “no más de 183 días al año para no declarar a Hacienda en España”. Porque lo primero es lo primero. “El comentario más extendido en el municipio es que ‘se va a comprar un pazo’” porque los apartamentos son para pobres.

La España que madruga

Un repaso a los resultados electorales y varias conversaciones con sociólogos me confirmaron que no es cierto que la juventud vota de una manera diferente. Ni en Euskadi votan a Bildu, ni en España votan a Vox: las y los jóvenes votan lo que les da la gana y, en general, lo hacen de un modo bastante parecido a sus mayores. Puede que con alguna desviación para alegría de algún partido, pero esas certezas que nos venden algunos (tirando ya a viejos), simplemente, no son ciertas: si “El CIS sitúa a Vox como favorito entre los jóvenes que van a votar por primera vez” (El Independiente), tenemos que tenerlo en cuenta, pero también relativizarlo.

Qué ambientazo

La pugna entre Podemos y Sumar no nos da tregua, así que el agotamiento en las dos formaciones tiene que ser notable. Es evidente a estas alturas que las y los de Yolanda Díaz quieren debilitar a las y los morados tanto como puedan en este proceso electoral para que Pablo Iglesias llegue sin fuerza al siguiente, el que es para elegir a diputadas, diputados, senadoras y senadores (porque ser concejal o concejala también es de pobres). Sin embargo, en Podemos no se quedan callados: a Díaz no le gustan los partidos, pero era las que negociaba cada puesto y cada euro, y lo quería todo por escrito, según The Objective.

Pues anda que en Ciudadanos…

Si el ambiente en los grupos de Podemos en Congreso y Senado tiene que ser horroroso, y los consejos de ministros, una fiesta (para cualquier observador y contribuyente), en Ciudadanos tienen que estar pasándolo muy mal. Afrontar una campaña sabiendo que te juegas tu desaparición, aunque alguna fuente consultada por Público sea optimista, tiene que ser duro. No me dan pena: nadie de ese partido se ha ganado mi respeto ni en las formas ni en los fondos. Pero no me gusta ver a otras personas pasándolo mal. Según el digital mencionado, diputados y senadores van buscándose la vida fuera de la política.

Correcto

El melón de las publicaciones científicas hay que abrirlo porque resulta insostenible que mantengamos un sistema de recopago por la difusión de los avances científicos. No discuto que este segmento editorial sea una empresa pero sí lo hago con quien sea por el abuso sistemático y ya sistémico, sufragado con mucho dinero público, que han impuesto. Así que no necesito conocer los detalles para aplaudir a “el equipo editorial de la revista NeuroImage” que “ha dimitido al completo por el abuso que, sostienen, comete la revista con los precios que cobra por publicar artículos” (El Diario).

El mejor

Se retira el mejor boxeador vasco que yo he visto: Kerman Lejarraga. Y solo lo he visto en YouTube: me quedé sin hacerlo en Bilbao la última vez que peleó en la ciudad y ya no tendré otra oportunidad. Antes de que Lejarraga nos recordase que este deporte también es muy vasco, yo era un niño la última vez que vi a dos púgiles en televisión: mi aita era de boxeo y regatas. Mi pasión por el fútbol es puramente ambiental. Pero yo quería hablar de Kerman. El mejor. El puto amo. Un gran tío, según dicen quienes le conocen, y un magnífico boxeador para quienes hemos visto y practicado boxeo, aunque haya sido solo un poco.

Euskadi en la NFL. Y al revés

Antes de enterarme del anuncio de Lejarraga tenía claro que esta columna iba a abrirla Cam Jordan, el jugador de la NFL que ha visitado Euskadi y que ha jugado, precisamente, con todo lo que le han ofrecido: al fútbol, a pelota y con nuestros Herri Kirolak. Y se ha dejado grabar por todo y por todos. Su presencia, fruto de un acuerdo entre el Gobierno Vasco y la NFL para promocionar el fútbol americano aquí y lo vasco, allí, ha sido bien aprovechada: solo el vídeo en el que el defensa de los New Orleans Saints practica nuestros deportes más propios ha sido publicado en dos cuentas que suman más de 75 millones de seguidores y seguidoras.

Otro que disfruta con el deporte

Otro que disfruta con el deporte es Juan Carlos I. A su avanzada edad ha regresado a Europa desde Abu Dabi para presenciar un partido de fútbol en Londres y para participar en una regata en Sanxenso. Decir que venía a ver a los amigos y a comer, al parecer, no queda tan bien. Y aquí estamos, como gilipollas, viendo cómo nos intenten colar el relato oficial de la visita, de Zarzuela, de Moncloa, y cómo reflexionan sobre lo que puede pasar en el futuro, dado el estado de salud que hemos apreciado. Un pitorreo real, monárquico y juancarlista, al mismo tiempo. El triplete campechano. El hat-trick del bribón.

Muy bien organizados

Los Borbón están muy bien organizados: es necesario ser muy cándido para creerse que Zarzuela y Moncloa no tienen nada que ver en la visita del patriarca a España. Son una organización eficaz y solvente, sobre todo, en convertir cada capa en un sayo. Después de que Froilán haya encontrado un puestazo en Abu Dabi (seguro que muy merecido, o no), parece que Elena de Borbón ha activado una “operación mudanza” para Victoria Federica con el objetivo de “trasladar su residencia fiscal” y, por supuesto, pillar cacho: “Recibir una donación del abuelo y la Hacienda pública no se enteraría de nada”, según Informalia.

Dadme más como David Bisbal

He empezado hablando de dos grandes deportistas, he seguido con dos grandes velocistas (como Woody Allen en “Toma el dinero y corre”) y quiero terminar con un “máquina”: David Bisbal. Lo digo sin ninguna brizna de ironía. No me gusta su música pero él me cae bien porque se muestra trabajador y cercano en la mayoría de imágenes espontáneas que protagoniza. La última, saliendo a toda pastilla pero cruzándose con alguien que le pide una foto: “Bueno, ¿cómo están los máquinas?, lo primero de todo. ¿Estáis bien? Venga, vamos a echar una fotillo”. Así y de ninguna otra manera se trata a quien participa en el show-business.

La política chusca

Lo que estamos viendo sobre el “caso Mediador” es propio de la política más chusca. Ningún partido ni ningún país están libres de que aparezca un “Tito Berni” al que, supuestamente, le guste lo estimulante, y que para pagárselo recurra a empresarios y contacte con autoridades para sostenerlo. Todo ello desde un escaño de diputado en el Congreso, desde el que se relacionaba con gente que pedía “tener sexo con un ‘churumbel’”, en referencia a un travesti, o que iba “tan borracho que al enviar por WhatsApp la cuenta a la que debían pagarle las comisiones, le faltaban números y no las pudo cobrar” (la SER).

Mamarrachos SL

Por muy chusco que sea lo que está pasando en el PSOE, que lo es, no podemos olvidarnos de las presunciones de inocencia, la mesura y la moderación. Todo lo que ha olvidado Alvise Pérez, ese agitador de la extrema derecha al que alimentó Ciudadanos: “En 24 horas ya tiene la lista completa de los 16 puteros drogadictos socialistas. Va a sacar uno cada día en su canal de Telegram. El resto de periodistas pueden pasarse por Moncloa para recoger su nuevo par de rodilleras, y una bolsa de cacahuetes de regalo”, tuitea otro mamarracho ultra, dando por hecho lo que la prensa, por responsabilidad y sensatez, no puede.

¿De la infanta Cristina?

Cuentan en Vozpópuli que “Iñaki Urdangarín recibirá 25.000 euros al mes de la infanta Cristina”. Cuentan también que la hermana de Felipe VI gana “unos 33.300 euros al mes” como directora de proyectos de cooperación en la Fundación Aga Khan (¿qué méritos ha presentado? ¿Qué hace para estar tan bien remunerada?). Cuentan también en el digital que, para pagar lo estipulado a Urdangarín “claro” que “tendría ayuda de su padre, el rey Juan Carlos I”. Y que, además de ese dineral, su exmarido pide dos millones de indemnización (lo que le habrían ofrecido por sus memorias), el chalet en Bidart y poder usar la casa en Baqueira.

Y ya sabemos cómo lo logrará

Cuando el Banco Santander “confía en que su negocio en España destacará en los próximos tres años” (El Independiente) ya sabemos a qué se refiere porque el modelo de negocio es de sobra conocido. También por sus accionistas. “Plan de automatización”, “eficiencia del negocio”, “bajar un 10% el coste por cliente”, “en España se centrarán en la rentabilidad”, “unidades de negocio globales”, “la presidenta se mostró optimista” y “el mercado valoró positivamente el plan” son frases sueltas que, en su conjunto, dibujan al banco pérfido en su más exacta y perfecta expresión.

Pagamos todas y todos

Creo que el de las y los letrados de la Administración de Justicia en España es un buen ejemplo para poder observar la lucha sindical actual: los sindicatos, con intenciones políticas evidentes, exprimen a un cuerpo funcionarial homogéneo cuyo paro tiene perjuicios directos sobre la ciudadanía, y hacen exigencias que pagamos entre todas y todos que, si salen adelante, serán en beneficio de un grupo y del propio sindicato. Una lucha que desde la media distancia se ve muy bien y que no difiere en casi nada a la colección de manifestaciones que a diario bloquean nuestras ciudades con cada vez menos efecto pero con un objetivo diáfano.

El millonario que enciende puros con billetes

No sé por qué Antonio Garamendi se empeña en proyectar la imagen del millonario que enciende puros con billetes con lo que dice (“equipara las críticas por su salario a ‘cuando hay una violación y dicen que la chica iba en minifalda’”, en El Plural), hace (negarse a la subida del salario mínimo, por ejemplo) y gana (hasta 400.000 según algunas fuentes, en los últimos años puede que hasta como falso autónomo). Estoy seguro de que la gran mayoría del empresariado vasco no se identifica con nada de lo anterior, empezando por el sueldo y el traje caro, y que ellas y ellos están más indignadas e indignados que yo, incluso.

Otro

A modo de breve y solo en República he visto esta otra noticia, tan indignante para mí como la del párrafo anterior: “Felipe VI se sube el sueldo: cobrará este año casi 270.000 euros. Las reinas Letizia y Sofía también ven incrementada su retribución pública en un 4% respecto a la del pasado año”. No toca la asignación de la Casa Real (casi ocho millones y medio de euros cada año), solo que de ella retrae 10.000 € más para sus propios honorarios. ¿Para qué? ¿Qué paga Felipe VI? ¿Los restaurantes a los que va? Le invitan. ¿La hipoteca? Qué risa. ¿Los coches y barcos? Van a cargo de diferentes ministerios. Todo ese dinero merece un mejor fin.

Se lo ha ganado

Mientras su tío gana 270.000 € al año porque su sueldo lo decide él y su abuelo vive como un jeque en Emiratos Árabes, Froilán de Marichalar y Borbón ha tenido que currarse cada paso: “Trabaja para una empresa petrolífera, con ‘pisazo’ frente al mar”, titulan en Nius. Un empleo y un alojamiento que, estoy seguro, se ha ganado. Su currículum tiene que ser impresionante, tanto que la compañía nacional de petróleo de Abu Dhabi le ha tentado hasta con un apartamento en la marina de Abu Dabi hasta ficharlo. Para desplazarse ha recurrido a un vuelo privado desde París pero compartido con Juan Carlos I. Porque así es Froilán.

Barra libre

El FC Barcelona fichará siempre como si pudiera pagarlo, sus prácticas dudosas, qué casualidad, se conocen cuando han prescrito, incluso sabemos que un jugador del equipo promovía negocios en los que la participación del Barcelona suponía más ingresos a la Federación. Pero nunca pasa nada. El pago millonario a la empresa de un vicepresidente del comité de árbitros (este: “A Enríquez Negreira solo se le conocen tres palabras: Mercedes, Chivas y Davidoff”, en EPE) que coincide con en la época en la que el club era claramente beneficiado en el campo debería de ser el último motivo para una sanción ejemplar.

“Aquelarre de autocomplacencia”

Las y los creadores de la “diplomacia de precisión” para parar la invasión rusa sobre Ucrania, un año después, no se han dado cuenta de que siguen haciendo el ridículo: “Ni una sola persona de la zona en conflicto en este aquelarre de auto complacencia paternalista. Un claro caso de westernsplaining”. Así define Ricardo Maquina (un periodista que lleva años en Rusia) en Twitter la “conferencia por la paz” en la que, efectivamente, habrá representantes hasta de Bildu, pero no han sido capaces de encontrar a una víctima de la invasión que ponga algo de sensatez y realismo en una cosmovisión que lleva 50 años resultando cansina.