El tonto del pueblo

El tonto de su pueblo puede llegar muy lejos. He aquí la prueba: “Hoy me siento mujer, me llamo Francisca Javiera y soy mujer. No me lo discutan, que les llevo por delito de odio a un tribunal”, esto decía (y lo recogía El Periódico, entre otros medios) el exmagistrado del Tribunal Superior y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Francisco Javier Borrego, en las jornadas para la negación de la violencia de género organizadas por Vox (el socio preferente del PP, que conste) en el Congreso. Dicho de otro modo: la peor idea puede dar la vuelta al mundo rebotando de tonto en tonto. Alguno, muy bien pagado con dinero público.

No te enteras, Miguel Ángel

Miguel Ángel Idigoras no se ha enterado de qué va la manipulación que hace la izquierda abertzale del genocidio en Palestina, y sigue abrazado al pensamiento de Mayor Oreja. Pero con esos mimbres hizo buen cesto: director de ETB con Patxi López, nada menos. Dice en Economía Digital el también ex corresponsal de TVE que el boicot del pasado miércoles fue la vuelta ciclista a España, y yo me río, claro. La izquierda abertzale no ha dicho nada de una competición que muchos votantes suyos aplauden en la carretera. El boicot fue a las instituciones vascas: ayuntamiento, diputación, Ertzaintza… Solo hay que tener ojos (y voluntad) para verlo.

Bildu lidera la izquierda española

En su camino al éxito, Bildu ha logrado otro hito: liderar sin esfuerzo la izquierda española. Con ERC ocupado en sus luchas intestinas, los de Otegi no han dudado en mostrarse, en su safari fotográfico estival, como el faro, la guía, la argamasa que compacta y el modelo que hay que seguir entre los que se autoproclaman más progresistas que tú. Y ha funcionado: “Podemos y otros grupos políticos se suman al boicot a La Vuelta para expulsar al equipo israelí” (El Independiente). ¡Ay, los complejos tradicionales de la izquierda! Por supuesto, “el socio minoritario del Gobierno, Sumar, se muestra más moderado”.

Pero, ¿qué censura?

Nadie firma la pieza en El Imparcial con la que se quejan airadamente de los nuevos criterios en el Congreso de los Diputados para acreditar a periodistas. La verdad es que de nuevos no tienen nada, es una vuelta a los orígenes en toda regla: “No acreditará a medios con menos de 10 trabajadores, ‘youtubers’ o tv digitales”. A esto, en el digital que preside Luis María Ansón, lo llaman “censura”. Pues muy bien. Pero el Congreso tapona por fin (y tarde) la vía de agua que se le había abierto acreditando a webs de desinformación, agitación y propagación de bulos, disfrazadas de medios de comunicación. Todo correcto.

Todos han leído un montón

Estoy seguro de que Francisco Javier Borrego, Miguel Ángel Idigoras, las y los líderes de izquierdas, y quien ha escrito la piecita en El Imparcial liándose con la palabra “censura”, han leído un chingo de libros. Leer no te hace más listo ni mejor persona, tiene razón María Pombo, que se ha atrevido a decir a quienes nos gusta leer: “No sois mejores” (Ara). Si vamos uno por uno puede que no, es cierto. Pero también es verdad que nunca como hoy se exhibe sin rubor la ignorancia, la mediocridad, la creación de atajos o la falta de principios claros, esos que anclas a tu vida cuando aprendes a leer de modo crítico, precisamente.

Más periodismo

Si algo está dejando clara esta gota fría es que hay una gran distancia entre el periodismo y el barro. Hemos visto coberturas informativas muy buenas y hemos visto a imbéciles queriendo ser protagonistas en nombre de “la información”. Y hemos notado con claridad la distancia entre las fuentes fiables y los intoxicadores, por mucha popularidad que tengan. En El Diario han recopilado algunos bulos, pero si sumamos los que van denunciando el resto de medios (medios de verdad, digo) la lista sería larguísima. ¿Quién gana con esto? Quien aprovecha para engordar sus audiencias y, por supuesto, los populistas de mierda. Sí, he escrito “de mierda”.

Y menos masajes

Llevo una semana enganchado a los informativos. Por supuesto, el 24h de RTVE es uno de los canales que más he consumido y sé de lo que hablo: una cosa es informar y otra hacer un masaje mediático. Y creo que el ente público español ha pasado de la una al otro: es evidente (y lo digo como espectador tras muchas horas con espíritu crítico) que el “mood” general, especialmente en las tertulias, tiene un sentido concreto. Y este no es otro que exonerar al gobierno español de la mala gestión tras la DANA. Si fuera del PP estaría tremendamente enfadado. La batalla del relato es inevitable, pero puede librarse de muchas maneras.

Salvad al soldado Felipe

Tengo puesto constantemente el 24h pero como siempre delante de El Mundo (el primer periódico que leo por la mañana, por supuesto, es DEIA), por lo que sé también cuál es el argumentario para intentar salvar a Carlos Mazón. Y por supuesto, asisto con pasmo (por lo inoportuno) a la operación de casi todos los medios para salvar al soldado Felipe de Borbón: “Sánchez se dio a la fuga mientras el rey y la reina se mezclaron entre la indignada multitud”, titula Luis María Ansón su columna en El Imparcial que es, como cabía esperar, el epítome de lo monárquico. Pero, ojo, porque compiten con él en otros digitales.

Uno que lo ha hecho todo mal

No necesito verlo en ninguna tertulia en el 24h, ni hay columna que lo salve en El Mundo o en los digitales en los que se anuncia con alegría la Comunidad de Madrid: el que peor está haciendo las cosas después de que la DANA llene de barro Valencia es Alberto Núñez Feijóo. Desde aquella rueda de prensa convocada por Mazón que fagocitó para quejarse de que no había sido informado, a cualquiera de sus declaraciones quejicosas o contradictorias (pide a Sánchez que tome el mando pero ponga todo a disposición de Mazón). “Irresponsabilidad, oportunismo y toxicidad”, así resume Carlos Barra en Nueva Tribuna la acción del líder del PP.

¿Quién va a alegrarse?

Escribo esta columna sin saber quién vivirá en la Casa Blanca los próximos cuatro años: ¿una demócrata (a la que podremos poner muchos “peros”, pero siempre será mejor que un ultra) o el peor de los republicanos? En El Independiente han hecho un ejercicio muy interesante reflexionando sobre “qué país de la UE está mejor preparado para un Trump II”. Pues bien, Polonia, Hungría, Italia (aunque Meloni ha sabido relacionarse tan bien con Biden como con Elon Musk) pero también la Eslovaquia de Robert Fico, un “populista”, según el digital. Y aunque no gobierne, brindará Marine Le Pen, claro (y Abascal, pese a que no lo citen).