Les hemos regalado un mitin

Así es: les hemos regalado un mitin a Mariano Rajoy, PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos y ERC, que son los que con más ahínco hicieron el uso de palabra para vender su moto. Ya, ya sé que el Parlamento está para debatir, pero eso no fue lo que hicieron ayer. Más bien, al contrario: varios mítines a cargo de nuestros impuestos entre los que destacó el de Rajoy, como esperábamos. El jefe del PP y el Gobierno ni siquiera pronunció la palabra “Gürtel” para despacharse.

Un poco de respeto

Nagua Alba tiene todo el derecho a intentar maquillar el desastre de Podemos Euskadi, que va a tener tres secretarios generales en poco más de tres años y no cuenta con una candidata a lehendakari a la que han arrinconado. Pero eso no puede implicar que nos tome por tontos y nos haga creer no sé qué “movidas” de adelanto del proceso interno. Para colmo, algunos palmeros le hacían el coro en Twitter avisando a los periodistas que no compramos su relato.

Ser crítico es necesario

El movimiento que fomenta el escepticismo me genera cierto escepticismo, pero sí creo que hay que conservar nuestro pensamiento crítico y estar alerta ante las motos que intentan colocarnos. Por ejemplo, la de Grecia, punta de lanza de la izquierda en Europa. Una izquierda que pactó con “la derechona”, que acató lo que mandaba Europa, que ha pagado su deuda… Alguno en Twitter se ha acordado de cómo algunos fueron auténticos expertos aquellos días.

Lo que sube rápidamente…

Tan sencillo como eso: lo que sube rápidamente baja rápidamente. Ya sé que no es un análisis político sesudo ni basado en datos o proyecciones socioeconómicas, pero les aseguro que en ocasiones los axiomas sencillos funcionan. Macron hizo buena campaña y ser la alternativa a la extrema derecha le catapultó, pero también le sobreexpuso y ahora no sabe gestionar las expectativas, por lo que se desploma. Pero también estoy seguro de que en campaña remontará.

“El milagro diario”

Robo a Juan Antonio Giner la expresión de “el milagro diario” para referirse a esa certeza absoluta que reforzamos quienes publicamos todos los días en un periódico. Realmente es un milagro que todas las piezas encajen todos los días, no importa las circunstancias personales, grupales o climatológicas: en Houston los periódicos siguen saliendo para informar de las inundaciones y las previsiones. Porque pase lo que pase la información tiene que salir.

¿A quién quiere engañar?

Todavía no salgo de mi asombro ante el atrevimiento de Arnaldo Otegi: en un tuit se ha apropiado (entiendo que se refiere a la izquierda abertzale en su conjunto) del descubrimiento de la mentira de Aznar sobre el 11-M (fueron las evidencias) y del fin de la violencia de ETA (cuando los que echan de menos algunos métodos están más cerca de Otegi que de nadie). Un político puede haber hecho muchas cosas, pero no puede tomar a la ciudadanía por tonta.

Los vascos, el enemigo recurrente

Arnaldo Otegi parece ocupado en celebrar haberse conocido y no puede preocuparse de la realidad: que los vascos somos un enemigo recurrente en Madrid y quieren de nosotros lo que no tienen en España. Esto es, dinero. Ahora son “sabios” los que consideran que deberíamos pagar más. Solo hace falta saber sumar y restar para darse cuenta de que aportamos más de lo que nos corresponde, incluso, vía cupo, y de lo que generan otras comunidades. Pero echarnos las culpas es más cómodo.

De Rajoy solo hay que decir la verdad

Suelo decir que Pablo Echenique es el político más sobrevalorado actualmente. Y Pablo Echenique suele empeñarse en darme la razón. Sobre la declaración de Mariano Rajoy ante el juez tuiteó: “No le hacía falta abogado defensor porque ya lo defendía el juez. Menuda vergüenza”. El presidente del gobierno español declaraba como testigo con la cara dura puesta porque en su partido se trincaba dinero negro. La realidad es bastante negativa y la mentira de Echenique también ayuda a enmascararla.

Cuando gobiernan los ricos

Entre las muchas cosas malas de los gobiernos de Mariano Rajoy cuento que los forman millonarios. Eso supone que los ministros viven en una realidad alejada de la de la mayoría, y cuando gobiernan los ricos la actualidad política se caricaturiza en España y en EE.UU., donde Trump invierte su sueldo en lavarse la cara: recuerda que lo dona al Departamento de Educación. ¿Y los sueldos de todos sus familiares? ¿Y los negocios que harán luego?

Dulceida no quiere fotos

Dulceida es una estrella de Instagram. Una “influlencer” de esas que cobra por lucir marcas en sus fotos y no anuncia debidamente que está haciendo publicidad de libro. Ya saben: nuevos famosos, nuevos modos. Pero como yo soy conservador sigo echando de menos ciertas formas y pensando que estas celebridades se la tienen que envainar como lo han echo Ana Obregón o Norma Duval. Y si los fans quieren fotos con Dulceida en la playa… No le vale con un mensaje en redes diciendo que no las obtendrán.

Rajoy, trending topic

No podía ser de otra manera en estos tiempos cuando el presidente del gobierno de un estado es llamado a declarar como testigo por un escándalo (con todas las letras) de corrupción en el partido que igualmente preside. Su comparecencia, comentada en Twitter hasta el hastío se resume en un esperado “yo no sé nada” y en una foto que tendría que suponer una vergüenza para el partido, el estado y el propio Rajoy. Y el único responsable de esa mala imagen es el testigo.

La cárcel daña

Hace muchos años los hermanos menesianos nos llevaron de excursión a Nanclares de Oca, donde el seminario estaba muy cerca de la prisión. Allí un sacerdote nos contó que la cárcel, a la que acudía con regularidad, era un sitio terrible y trágico en el que siempre hacía frío. Supongo que esta lección la recibimos muchos en la niñez, así que la petición de Ignacio González de libertad condicional porque la cárcel le está afectando es solo otro ejemplo de la impunidad con la que han vivido los más alejados de la realidad.

Siempre estuvo mal

Estoy de acuerdo con Julio Lleonart cuando tuitea que el acoso a políticos estuvo mal antes, cuando lo aplaudía y hasta fomentaba Podemos, y lo está ahora que Pablo Iglesias y otros dirigentes han sido víctimas de estos ataques personales en la calle. El que fuera diputado por UPyD apela a la coherencia, un rasgo que se disuelve en esta época de Twitter, mensajes rápidos y modas efímeras que se nos amontonan. Pero Lleonart tiene razón: siempre estuvo mal.

¡Qué pereza!

Por si no lo saben, Taburete es el grupo en el que cantan el hijo de Luis Bárcenas y el nieto de Gerardo Díaz Ferrán, y está de moda entre la juventud española conservadora. Y Los Chikos del Maíz serían sus antagonistas: una formación que abandera (sobre todo su lider, “el Nega”) la revolución de “la gente” (en el sentido de Podemos, sí). Pues bien, ambos se han enzarzado… ¡en un debate en Twitter! Bien acompañados por sus defensores ideologizados. ¡Qué pereza, por favor!

Twitter aburre

Mal verano preveo en Twitter cuando es evidente que lo que llevamos de estación la red social ha perdido muchos, muchos enteros. De aquel bar en el que más o menos nos conocíamos todos y en el que el ingenio era el único mérito necesario para amasar seguidores, hemos pasado a un Twitter de personas con una capacidad asombrosa para indignarse por todo con sus correspondientes legiones de aplaudidores… y de odiadores. Esto empieza a aburrir y eso no es bueno.

Podemos es el «timeline» de Monedero

Para saber qué es hoy Podemos no hay mejor visita que la que se puede hacer al Twitter de Juan Carlos Monedero: mensajes pomposos, lecciones de criterio, orgullo “de profesor” que se le escapa por los poros ante las intervenciones de Irene Montero y Pablo Iglesias (si le va ese rollo gritón y prepotente, allá él), y apoyo ciego a una iniciativa que es una filfa, una puesta en escena aburrida e innecesaria, hecha pensando en los tuits de Monedero y en quien los retuitea.

Cagada de Rajoy

Si Mariano Rajoy o alguno de sus colaboradores no se dio cuenta de que Pablo Iglesias dijo aquello de que pide disculpas por no romper la cara a los fachas con los que discute en televisión como un ejemplo de barbaridad, no a modo de afirmación, mal. Si lo sabían pero lo llevaron al estrado del Congreso, peor. El atril en el que se expresa la voluntad democrática no es el lugar para algunas formas ni fondos, ni de Podemos, ni del PP, ni de cualquier otro partido.

“Nueva política” de bajo nivel, la del PP

Pero la miembro del PP que hizo el ridículo más gigantesco o la acusación falsa más inexcusable no fue Rajoy, fue Irene Moreno. La exdiputada pidió cuentas en Twitter a Manuela Carmena porque, según ella, en una factura aparecía un gasto de 12.000 euros en servicios de “escort” que, además de como sinónimo de prostituta, puede ser traducido como “escolta” en inglés. En unos segundos y gracias a Google podemos comprobar que la empresa emisora, Corsan, se dedica a “actividades de seguridad privada”.

¿España corrupta?

Algo va mal cuando un trilero que no pasa de ser un niñato con aires de grandeza (“el pequeño Nicolás”) puede corromper a dos agentes de policía que le ayudaban a identificar matrículas a cambio de dinero. Por ello, por hacerse pasar por un alto cargo del Estado y por intercambiar información a cambio de dinero, la fiscalía pide nueve años de prisión para Francisco Nicolás Gómez Iglesias que, o supo identificar a los más corruptibles o, realmente, España puede tener un problema.

Ese jugador del que usted me habla…

Mariano Rajoy pronunció aquella fase tan “graciosa”: “Ese señor del que usted me habla”, para referirse a Luis Bárcenas. Pues bien, en el Real Madrid, “ese jugador del que usted me habla” ha sido esta semana Cristiano Ronaldo, acusado de defraudar conscientemente 14,7 millones de euros. Pero el Real Madrid hizo los deberes, según El Confidencial, y llamó a los medios para que ilustrasen la noticia con fotos del jugador con la equipación de Portugal y no la del club blanco.

¿En serio?

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Me cuesta creer que tantos como se muestran sorprendidos en Twitter hayan descubierto esta semana que en las cocinas de los grandes chefs hay “stagiers” o, lo que es lo mismo: buenos cocineros que trabajan únicamente a cambio de comida y alojamiento para aprender y ascender. El desencadenante fue Jordi Cruz que, por otro lado, ejemplifica cómo hemos convertido a cocineros en estrellas de televisión y, en ocasiones, les hemos confundido hasta con filósofos.

Lo que dice un cocinero

Julen Bergantiños es un cocinero de la Mina, en Bilbao, que quiso explicar en Twitter en qué consiste eso de ser “stagier” y cómo es una práctica normalizada. También aporta un elemento clave: como clientes nos comportamos de un modo diferente a como tuiteros y defensores de los derechos universales. No digo que no se tenga que pagar a estos cocineros ni que una costumbre no pueda ser modificada. Digo que no podemos ser tan cínicos o selectivamente ignorantes.

Una mentira es una mentira

No podemos permitir que, por mucho que insista, quien sea acabe convirtiendo una mentira en una verdad solo con proponérselo y repetirla muchas veces. Me refiero al tuit de Mariano Rajoy, que miente deliberadamente cuando afirma sobre Catalunya: “El Gobierno de España no puede autorizar un referéndum contrario a la ley. La soberanía nacional reside en todo el pueblo español”. ¿Acaso votó él en el Brexit cuando se trataba de un asunto de soberanía europea?

Y una verdad, una verdad

Permítanme la perogrullada, pero del mismo modo que no podemos permitir que se extienda una mentira, debemos insistir en las verdades. Sobre todo, cuando sirven para descubrir o son molestas y, especialmente, cuando tienen ambas características. Pedro Sánchez tuiteaba sobre Pablo Iglesias: “Cuando pudo elegir entre un presidente socialista o Rajoy, eligió a Rajoy”. Y sí, algún día tendrá que explicar por qué decidió tirar todo por la borda cuando podía sacar a Rajoy de Moncloa.

Por cierto, Podemos se queda solo

No me gusta Yanis Varoufakis ni ese rol de tipo duro, de todo o nada, de macho que reparte credenciales de “la izquierda” y se guarda los pases VIP. Pero hasta Varoufakis, ídolo resistente de aquella época en la que Grecia marcaba un inicio, ha señalado en Twitter que es necesario votar a Macron en Francia para que no gane la extrema derecha de Le Pen. Y ha dejado todavía más solos a los de Podemos, que siguen sin decir claro que con el fascismo, no, de ninguna manera.