«No» a la asimilación

El verano de la Eurocopa y las olimpiadas también ha sido el verano de la asimilación. No solo en Euskadi: he visto a personas a las que empecé a seguir durante lo más efervescente del Procés dejarse llevar por la euforia, ahora, de “la roja”. Cosas que casi no creeríais. Pero debemos de ser contundentes y claros, como hace Mikel en X: esto es Euskadi. Aquí hay un país y una ciudadanía que se reivindica contra la uniformización que celebran y facilitan medios que son más de España que del Athletic o la Real, y contra la ignorancia permitida… y promovida.

Esto, tampoco

Bildu se ha vuelto a posicionar estas vacaciones a favor de un régimen represivo: el de Venezuela que se niega a informar con la transparencia mínima sobre el último proceso electoral y detiene a los opositores. El apoyo sin tapujos ni sonrojos de la izquierda abertzale a Maduro no es nuevo, como no lo es el apoyo expreso o velado a Rusia, China o la Palestina de Hamás. ¿Alguien recuerda alguna petición de ese espectro para que el grupo terrorista deje de utilizar a la población civil? En septiembre, volverán las americanas, curiosamente.

Agur, Jokin

Estas vacaciones se han visto interrumpidas por un trueno de esos que hacen que se te remueva todo por dentro: el fallecimiento inesperado de Jokin Perona. Diputado foral de Gipuzkoa, ha sido una terrible sacudida que nos ha recordado lo absolutamente vulnerables que somos: un día estás y otro no estás. Es así de injusto, de inevitable y de triste. En este caso, la vida se ha llevado a un servidor público sobre cuya persona hay un consenso pocas veces visto: desde todas las posiciones han alabado su quehacer. Goian bego.

¿Una autocrítica?

Me ha sorprendido la salva estival contra el gobierno vasco de los sindicatos de la Ertzaintza, en el fondo (el equipo del lehendakari Pradales no ha podido ser apenas ejecutivo) y en la forma: ¿de verdad pretenden que la ciudadanía crea que la percepción de inseguridad que desde sus propias cuentas en redes sociales amplifican está generada solo por los responsables políticos y no por la acción o inacción de las y los agentes? La distancia con la realidad es la que hace viable los proyectos. Y las reivindicaciones.

Una competición condicionada

Evidentemente, en esta primera columna de la temporada hay un párrafo dedicado a la competición liguera que acaba de comenzar y que todos sabemos ya que está adulterada: el modo en el que el FC Barcelona ha acosado a Nico Williams con el apoyo del presidente de La Liga, que necesita un Barça poderoso para hacer apetecibles los duelos contra el Real Madrid, es la enésima muestra de que algunos juegan con varias barajas y todos los comodines. En Europa, sin embargo, han dado calabazas a Laporta. ¿Por qué será?

No quieren

El hilo que Mikel (@nyktomaik) ha publicado en X es simplemente brillante: recopila con pantallazos a noticias todas las ocasiones en las que Bildu se ha mostrado en contra de la obtención de energía. A saber, no quiere energía nuclear (Oskar Matute), no quiere energía eólica (Azazeta), no quiere solar fotovoltaica (Araba), no quiere centrales hidroeléctricas (también en Araba), No quiere transportar a Euskal Herria la energía que se genera fuera (Bel Pozueta), no quieren energía geotérmica (Eskoriatza), no quieren conectar por línea aérea subestaciones eléctricas (Ulibarri-Salburua), no quieren hidrolineras (Abanto)…

Igual no pueden

Es evidente que una repetición electoral en Catalunya perjudicaría a ERC más que a ningún otro partido. Y también lo es que una repetición electoral causa un perjuicio social, por gasto y porque la ciudadanía ya ha hecho lo que le tocaba, ahora son las y los electos quienes deben ponerse de acuerdo. Con lo que no contábamos es que a ERC podría irle tan mal que “dejaría a Illa sin tripartito y en manos de PP y Vox”. Esto dice The Objective después de publicar su propia encuesta. No sé si sería para tanto, pero sí sé que no podemos normalizar las repeticiones electorales ni el modo en el que algunos partidos se toman la política.

No es un periodista

Alvise Pérez no es periodista, ni siquiera es informador. Es un agitador que exaltando a muchas y muchos (porque no son pocas ni pocos) ha sabido ganarse bien la vida. La diferencia entre una o un periodista y él es que los medios (que ya llevamos nuestros pecados encima) no suelen lograr condenas por cuestiones tan burdas: “Tendrá que indemnizar con 7.000 euros a la periodista Ana Pastor por sacar en Twitter fotos de ella cenando con su marido, Antonio García Ferreras, señalando que son parte de una ‘mafia’” (Diario Crítico). Pérez obtuvo 800.000 votos el pasado 9 de junio después de intoxicar a la ciudadanía con acciones como esta.

Es nuestra obligación estar enfrente

En pocas cuestiones tengo tan claro lo que pienso como en la de los pisos turísticos: nuestro deber como ciudadanía responsable es estar en contra de las y los especuladores inmobiliarios que con sus “inversiones” encarecen un bien básico como es la vivienda y, además, revientan los flujos de turistas a las ciudades. Así que si ellas y ellos hablan de “rearmarse” (Expansión) con fichajes de consultoras como Marian Muro, nosotras y nosotros tendremos que hablar de “victoria total” sobre sus intereses. Ojo, que luego no podremos quejarnos de que no hay Airbnb en el que alojarse ni de que solo viajarán las y los ricos, porque es lo que va a pasar.

¿A quién beneficia el “hype” de lo eléctrico?

Estamos haciendo instalaciones en nuestras comunidades para que las y los propietarios de vehículos eléctricos puedan cargar sus baterías. Me parece bien, por supuesto. Sin embargo, cada vez más voces anuncian que el futuro no será eléctrico, sino que seguirá siendo la combustión, pero menos contaminante. “Skoda retrasa sus planes y seguirá fabricando coches de combustión más allá de 2030”, “Nissan, decide también ralentizar su estrategia sobre el coche eléctrico” y “Mercedes-Benz y Stellantis retrasan dos años sus plantas de baterías”, leemos en la misma pieza de Vozpópuli. ¿A quién beneficia el “hype” eléctrico, entonces?

Un curioso intercambio de pareceres

Me sorprendió mucho el enfoque de la noticia en EITB esta semana porque ya había visto el vídeo que comparte Mikel en X. En la noticia, un duro cruce entre la ministra y la diputada del PNV y el de Bildu. En el vídeo se ve a Iñaki Ruiz de Pinedo (el de “la vamos a petar”) muy amable con Mónica García, casi rogándole que, por favor y cuando pueda, haga algo con la falta global de médicas y médicos. Como respuesta, la ministra loaba a “la Osakidetza” de hoy. Un intercambio de pareceres más curioso (y significativo) que duro. Pero qué sabré yo.

Otra de Madrid

No me cabe duda de que el primer culpable del éxito de Alvise Pérez es el PP, por difundir los contenidos de digitales que hacían el caldo gordo al populista. Pero también tiene culpa una izquierda ocupada en sus propios pulsos, con una cantidad de temas y enfoques crecientes, una moralina que centrifuga, una incoherencia llamativa y unos personajes muy sobrevalorados como Ernest Urtasun, que ahora está a tope con OT: “una gran cantera de talento juvenil”, “artistas que ya nos emocionan”. “Cágate, lorito”, tuiteaba Diego Manrique.

Xavier Tomàs da en el centro

Con todo, creo que gastamos excesiva energía para explicar el éxito de Alvise Pérez. Yo la utilizaría para reflexionar sobre cómo tendrán que comunicar los partidos políticos que no basan su acción en el populismo. Y Xavier Tomás acierta: “Quien todavía piense que la televisión y los medios de comunicación lo son todo, que vuelva a analizar el fenómeno Alvise Pérez. Y quien piense que redes sociales en política es igual a Twitter o X, también”. X es la red social favorita de periodistas, políticos y jefes de prensa, e igual es el menos útil de los soportes en Internet hoy.

Solo queda IU

La verdad es que el lema de Vox es muy versátil y, en la mayor parte de ocasiones, más usable en cualquier caso que no sea el de la ultraderecha (hasta les ha salido el satélite Alvise). En el caso de IU, por ejemplo, podemos hablar de su capacidad de resistencia: Sumar ha alcanzado el ocaso más rápido incluso que Podemos. Y los de siempre están ahora en posición de reivindicar su historia y su posición como faro. Así que hace bien Maíllo cuando “presiona para que la candidata europea de Sumar renuncie y deje el escaño a su diputado” (The Objective).

Igual sí dura esta legislatura

Llevamos una semana, literalmente, hablando de cómo afectarán las elecciones europeas y las negociaciones catalanas a la legislatura española. Yo me aferro a estos dos titulares para tener, al menos, un par de años de tranquilidad: “Sánchez aguanta en las europeas pero sus socios de gobierno se hunden” (El Independiente) y “Junts, superado por el PSC, pierde medio millón de votos” (El Nacional). ¿Podría repetir el PSOE el bloque de la investidura si solo crece Bildu? ¿Le conviene a Junts arriesgarse a una repetición electoral en Catalunya?

Y llegó el día

En el debate del martes en ETB1, Pernando Barrena aseguró que Bildu estaba a favor del corredor atlántico. Es decir: el tren de alta velocidad desde Francia a Portugal pasando por la ‘Y’ vasca. Así llegó el día en el que la izquierda abertzale comenzó su viraje a favor de la alta velocidad ferroviaria. El mismo Pernando Barrena que se vio obligado a interrumpir la intervención de un compañero de grupo sueco que defendía este transporte. El mismo Barrena (porque ya suma años) y la misma izquierda abertzale que se han contradicho en todo menos en lo del terrorismo. La coherencia, ellas y ellos lo tienen claro, es para “losers”.

Estos son los fascistas

Lo confieso: solté una carcajada cuando oí a Pernando Barrena, en su minuto final, asegurar que la izquierda abertzale a la que representaba siempre había sido antifascista. Un antifascista lo es en todo momento y lugar o no lo es. No se puede ser antifascista en Gaza pero no serlo en Ucrania o, qué sé yo, en tu propio país: “Arrancan la placa en recuerdo a Miguel Ángel Blanco colocada en enero en Vitoria”, titulan en El Imparcial. ¿Quién arranca esa placa? ¿A quién vota? ¿Con quién simpatiza? ¿Ha quien ha justificado? ¿A quién ha justificado Pernando Barrena toda su vida? ¿Quién es el fascista en ese titular? ¿Dónde estarán los verdaderos antifascistas?

Aquí está igual de claro

Igual de fácil que en la noticia anterior es en esta identificar a los fascistas: “Abascal elogia la ‘firmeza’ de Israel y critica el reconocimiento de Palestina en una reunión con Netanyahu” (RTVE). ¿Qué hay que tener en el cerebro y en el corazón para viajar a Israel a sacarte una foto con el máximo responsable de las atrocidades que vemos cada día en Gaza? El que lidera un gobierno ultra que quiere arrasar a un pueblo. El que ha usado un ataque contra su propia ciudadanía como excusa para iniciar un aplastamiento indescriptible. Santiago Abascal se ha retratado con esa foto que buscaba. Que le persiga para siempre.

¿Alguien lo dudaba?

Esta noticia en El Nacional, entre otros: “La carta de Sánchez es del mismo día que el juez notificó a Gómez la condición de investigada”, es solo la confirmación de algo que ya sabíamos. Incluso que el propio Sánchez reconoció cuando habló de persecución judicial y desinformativa. Constatar que Sánchez convirtió un riesgo en una oportunidad y que volvió a manejar como quiso a un país es constatar una evidencia. De nuevo, lo que me sorprende es que una parte de la prensa se lo compre. Otra vez.

¿Y de esto, tenía dudas alguien?

“El movimiento socialista” vasco denuncia “el veto” que les hacen “las comparsas de Bilbao y en la comisión de txosnas de Gasteiz”, y que ha generado la adhesión de “150 artistas de la cultura vasca”, Más concretamente, “estos vetos se producen por parte de la Izquierda Abertzale” (Insurgente). Hablando claro, como adultos funcionales que somos: la izquierda abertzale maneja estas fiestas, da y quita permisos para poner txosnas (con todo lo que eso supone), y es el colectivo al que hay que rogar por un espacio. De nuevo, sorpresa, poca. De nuevo, tratarlo como si no fuera así es comprar mercancía averiada.