La victoria histórica de Bildu es multifactorial, empezando por una estrategia acertada que está siendo ejecutada de modo marcial y sobresaliente. Pero también es evidente que el mecanismo que aúpa al populismo fuera de Euskadi alza a Bildu: sin candidato (es la segunda vez consecutiva que, con éxito, Bildu lo esconde), sin programa, sin propuestas, sin una hoja de servicios que exhibir, con un eurodiputado a tiempo parcial, con un par de soflamas y agitando banderas de izquierdas, ha logrado una victoria incontestable mientras el resto del nacionalismo baja. Y quien quiera poner paños calientes que los ponga. Allá y acullá.
¿Merece la pena trabajar tanto?
Oihane Agirregoitia ha tenido que darse a conocer en tiempo récord, pero sabía que contaba con el aval y el acompañamiento de Izaskun Bilbao Barandica, que sí era una gran conocida en Euskadi: son muchas las personas a las que ha atendido durante 15 años, muchísimas, de sectores capitales en Euskadi y más allá. Sin embargo, no ha recabado el apoyo que su esfuerzo merece. La pregunta que sugieren los resultados del domingo (los de aquí y los de allí) es: ¿merece la pena trabajar tanto si con un par de ideas-fuerza y un marketing de manual, que exige mucho menos esfuerzo, es posible obtener mejores resultados?
Victorias y derrotas
La lectura política es clara: en Euskadi ha ganado Bildu y ha perdido EAJ-PNV. En Catalunya ha ganado el PSC y han perdido Junts y, todavía más, ERC. Y en España ha ganado el PP y ha perdido el PSOE. Juanma Lamet lo tuitea así de bien: “Ni plebiscito ni remontada. Sólo una victoria y una derrota. Tan sencillo como eso. El PP gana con claridad a los puntos (4 más), pero Feijóo no noquea a Sánchez. El PSOE resiste, pero a costa de la debilidad alarmante de sus socios”. En efecto: estas elecciones solo han venido bien de verdad a la extrema derecha… Y a Bildu, claro. Y parece que Sánchez tendrá que arreglárselas para aguantar la legislatura.
¿Y en Europa?
El populismo de base fascista ha crecido en Euskadi (si no lo dice nadie ya lo digo yo), en España y en toda Europa. Pero no tanto, especialmente, en el continente: que los liberales (coalición en la que se integra EAJ-PNV) se mantengan como tercera fuerza es una noticia buenísima porque sirve de apoyo para que los partidos popular y socialista europeos no tengan la tentación de recurrir a la extrema derecha, ni como socio ni como arma arrojadiza. También han crecido los no adscritos notablemente, donde se ubicará Alvise Pérez y de donde tiene que salir cuanto antes Junts. ¿Y el resto de partidos, qué va a aportar contra los ultras?
“La navarra marítima”
Por supuesto, no voy a terminar la columna sin comentar esa referencia a “la Navarra marítima” que hizo varias veces Arnaldo Otegi en su triunfante (lógicamente) alocución del domingo por la noche. No fue lo único extraño que dijo. Carlos Alonso lo ha resumido en X mucho mejor de lo que yo podré hacer: “Flipando con la referencia de Arnaldo Otegi a la ‘Navarra marítima’. Lo de ‘y por primera vez hemos ganado en mi pueblo’, lo diga cualquier político, es un poco WTF y motivo de risas. Y el recurso al ‘¡viva San Fermín!’ en una comparecencia electoral un poco populista, ¿no?”.