Que cada palo aguante su vela

De momento sabemos que Íñigo Errejón encaja en las definiciones generalizadas pichabrava y baboso y que, con la de Aída Nízar, son dos las denuncias en los juzgados por abuso sexual. No sabemos qué dirá la justicia. También sabemos que hay varias denuncias anónimas, pero no sabemos cómo se materializarán. De ahí a extender la mancha a todos los hombres con cierto poder va un trecho que, lo siento, no podemos permitirnos caminar como si nada: “Es tan solo la punta del iceberg” (Diario Red), afirma Cristina Fallarás sobre lo de Errejón. ¿Con qué pruebas? ¿Y todos los polípticos son corruptos? ¿Y todos los vascos, terroristas?

¿De verdad ayuda?

Insisto en que el cajón que ha abierto Íñigo Errejón tiene muchos elementos que, por separado, son muy relevantes. Para empezar, el de las denuncias anónimas, que no es lo mismo que las denuncias sin comprobar. Es decir: una cosa es que una o un periodista publique un testimonio anónimo que ha contrastado, y otra que haga público lo que le envían y que se apañen los referidos. ¿Consecuencias? Para empezar, esta: “Fallarás afirma que el linchamiento contra Mouliaá podría frenar a dos de las víctimas que iban a denunciar a Errejón” (Público). Las denuncias públicas son lapidaciones para la reputación. Y luego, ¿qué?

¿Qué sabían? ¿Desde cuándo?

Yolanda Díaz reconoce que “hemos llegado tarde. Errejón no debió ser nunca ni diputado ni portavoz” (El Independiente). Y esto nos lleva a otras dos cuestiones, la primera, lo que consintieron en Sumar, Más País y Podemos (los morados han admitido que ya informaron a Yolanda Díaz pero, ¿qué sabían? ¿Y desde cuándo?). La segunda es qué le inhabilita y quién lo decide. Parece lógico pensar que la incoherencia es máxima: un discurso feminista no es compatible con un comportamiento de macho dominante, como poco, tolerado. Pero, ¿es delito ser un gilipollas? ¿O tiene más pecado quien lo consiente y lo aúpa?

Un problema potencial

Si Íñigo Errejón ha cometido delitos sexuales mientras sus prácticas iban quedando a la vista de todos (porque sí, a un baboso se le ve venir y, sí, si hay recurrencia en el modo en el que te llevas a las tías a la cama, acaba siendo reconocido), habrá que revisar el feminismo real de esa izquierda, por lo menos. Pero existe un problema que está quedando relegado y que Pilar Velasco recupera para su columna en El Nacional: “Hay otra zona de sombra que han reconocido las tres formaciones de izquierdas. Errejón se estaba tratando problemas de adicción y aun así pasó de un partido a otro hasta ser nombrado portavoz”.

El mejor

La complejidad del tema y sus consecuencias me empujan a buscar diferentes matices al Caso Errejón, pero sé que tengo que dejar espacio en la columna para la masacre israelí sobre Gaza, la política vasca (Bildu sigue poniéndoselo todo fácil al PSOE y todo difícil al PNV), a otras cuestiones de la política española y otros hechos relevantes, como que el portero del Athletic haya sido elegido como el segundo mejor del mundo. Me parece su caso más importante que el de Nico Williams porque Unai Simón, simplemente, es el mejor, y Emiliano Martínez ha ganado un Lev Yashin descafeinado (sin Courtois ni Neuer completando sus temporadas).

¿Y si el PSOE se convierte en un partido menor?

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No es una elucubración. De hecho, si damos por buenos los datos del CIS y vemos la trayectoria en las encuestas, hoy es una posibilidad real. No hay que ir muy lejos para encontrar muestras: en la CAV y en Nafarroa, el PSOE es un partido que apenas gobierna un puñado de ayuntamientos y ocupa cada vez menos escaños. Pero en España estaba fuerte… Hasta ahora. Pedro Sánchez ve cómo sus votantes prefieren a Albert Rivera, que puede adelantarles por la derecha.

Rivera cuadra el círculo

La culpa de la zozobra en el PSOE la tiene Albert Rivera, su personalismo y la sensación de que es la alternativa (de derechas) para quien quiere algo nuevo (lo que sea) en España. Pero no es menos cierto que el de Ciudadanos maneja la escena muy bien, tanto o más que un Pedro Sánchez entrenado hasta en lo espontáneo. Rivera ha anunciado que lo que saque a Monedero, al que ha denunciado por sugerir que se drogaba, lo donará a la oposición venezolana. Gol de Rivera.

La herencia socialista era otra

¿Se acuerdan de las hijas de Zapatero, esas que posaban junto a Barack Obama con aspecto gótico? Si buscan la foto en Internet seguramente no la encuentren porque el PSOE pagó (y supongo que bastante bien) para borrar aquel rastro. Las niñas se hicieron mayores y una de ellas, Alba, de 20 años de edad, estudia comunicación audiovisual, es “youtuber”, y podría tener una oferta de Mediaset para comentar la actualidad política, según ‘Es Diario’.

El doble de Juan Carlos I anima bodas e inauguraciones

Asegura que se parece tanto que le ha caído alguna bronca de algunos republicanos que le han confundido con Juan Carlos I, al que imita. No obstante, el uruguayo Juan Carlos Arrién sí puede tener cierto parecido, intensificado con una puesta en escena que basa en disfraces de general de los ejércitos, y dejarse caer incluso por la clínica en la que estaba ingresado el original después del “incidente” de Bostwana. Trabaja para una agencia que comercializa dobles de famosos.

Machistas todos

Solo vi unos minutos de la gala del fútbol, o de la Liga, o como quiera que la llamaran, en TVE. Un espectáculo con premios sin relevancia, entrevistas sin sustancia, y una chica enseñando escote. Cuanto más, mejor. Elisa Mouliaá solo hacía su trabajo mientras era la cara y el cuerpo femenino en una gala para machotes. En ‘Vozpópuli’ la definen, además, como “la pechugona presentadora de la Gala LFP que escandalizó a la mujer de Tebas”. Qué asquito da todo.