Contra todo y contra el morro

Me sorprenden las palabras del presidente de la Federación Española de Pelota, Javier Conde, que entiendo que tiene un papelón: el navarro denuncia “meses de presiones, amenazas y coacciones” (El Confidencial) a las y los pelotaris vascos que “han manifestado su deseo de competir representando a España”. “Su valentía merece respeto y apoyo”. ¿Valentía? Respeto su decisión aunque no la entienda. Pero, ¿de verdad quiere que nos creamos que la federación vasca ha podido ejercer presión y que no lo ha hecho la española? En cualquier caso, todo eso es menos importante que el hecho histórico de que ayer, por fin, jugó Euskadi. Y hoy, también.

Lo que diga López

Me interesa mucho lo que diga Patxi López sobre Leire Díez ya que, como recordé en esta columna, “la fontanera de Moncloa”, como la llaman en Vozpópuli, fue una activa defensora del portugalujo cuando fue lehendakari. ¡Qué turras nos daba en redes su hooligan ya desde Cantabria! Lo he recordado pero he intentado no hacer sangre: entonces y ahora, tiene pinta de que el mayor delito de Díez es hablar demasiado (a menos que la investigación y la justicia me quiten la razón). Pero hay algo que me mosquea en este caso: el currículum que luce. La comunicación de ENUSA y de Correos no me parecen responsabilidades menores.

Tanto va el cántaro a la fuente…

Donald Trump por fin puede celebrar su victoria en Europa: “El ultranacionalista Nawrocki se impone por la mínima al europeísta Trzaskowski en las presidenciales de Polonia” (El Periódico). Visto con cierta perspectiva, que haya colocado un alfil justo en Polonia sorprende poco, ya que la ultraderecha ya había ganado unas elecciones y el resto de fuerzas se unieron responsablemente. Y por probabilidad, alguna victoria tenía que anotar en su casillero. De esta manera, el movimiento MAGA ha hecho en Polonia los deberes de Putin: desestabilizar Europa alzando a la extrema derecha antieuropeísta. Y negocio, Trump va a hacer negocio.

Biden estaba de Parranda

Cuando echaron a Trump de Twitter (entonces no se llamaba X) este montó su propia red social, Truth, muy parecida a Twitter. Tanto que hay hasta tiene retuits. Pues bien, el ahora presidente estadounidense ha “retuiteado” el mensaje de un seguidor (básicamente, en su red social todos son seguidores de Trump) en el que afirma, atención, que Joe Biden está muerto desde 2020, que estamos viendo, dobles, clones y robots en su lugar desde entonces, y que los demócratas no notan la diferencia. Esto, insisto, lo ha compartido Trump en su red social, a la que llamó, con todo su cuajo, “verdad”.

Mientras tanto, Israel…

Mientras Trump difunde gilipolleces (porque el mensaje no alcanza ni la categoría de bulo), “Israel autoriza más asentamientos judíos en la ocupada Cisjordania” (Independent). En concreto, serán veintidós nuevos asentamientos con lo que eso conlleva: una violencia directa, además de la estructural que ya existe, contra la población palestina. Violencia directa, impunidad absoluta e invisibilidad, porque de lo que ocurre en Cisjordania apenas tenemos información, y menos ahora, que todos los ojos se fijan en el genocidio (lo dice Amnistía Internacional) que Benjamín Netanyahu manda ejecutar en Gaza.

Haber estudiado

2025 ha empezado mal para las y los autónomos: saben que de un modo u otro mantener a sus empleados les va a costar más dinero y, además, les han subido las cuotas. No solo eso: “Se confirma que seguirán subiendo año tras año para la inmensa mayoría” (Pymes y Autónomos). Esto sucede a quien genera impuestos y puestos de trabajo, y que hace menos gasto de la seguridad social en cualquier caso. Esto sucede a quien debería de estar protegido y, sin embargo, se siente impotente ante un discurso instaurado en la sociedad y en las y los políticos (muy pocos han sido autónomos de los que pasan frío) que les señalan como los malos de la película.

Otra huelga

En Euskadi nos encanta hacernos los pobres y los progres. Pero la realidad es otra: los sueldos son los más altos y el absentismo, también: “Los vascos, navarros y murcianos son los que más faltan al trabajo” (El Independiente). Una noticia que, como la del párrafo anterior, preocupará especialmente a las y los autónomos con empleados. Pero como ellas y ellos se organizan peor que el funcionariado, aquí no pasa nada. ¿Y los sindicatos no se preocupan por las y los trabajadores que sí que acuden a su puesto? Parece que lo que no es motivo de huelga no les importa, parece que solo les interesa que Euskadi parezca un mal sitio para trabajar.

No existe la barra libre

Susana Díaz hace política con el dinero de las y los autónomos que generan empleo porque con lo que hay en la caja pública tienen que abonar lo que deben: “El Estado pagará una media de 38.000 millones al año sólo en intereses de la deuda hasta 2027” (Vozpópuli). La barra libre no existe, alguien la paga, como en las bodas. Y como en las bodas, por cierto, la pagas tú. Pues a nivel de miles de millones, en esencia, es igual. Así que ojalá que, en el próximo gran anuncio de inversión pública (rebajas en el transporte, más VPO, nueva OPE o mejora de las condiciones del funcionariado), venga adjunto de dónde saldrá el dinero. Nuestro dinero.

Pero, ¿qué es ser pobre?

Voy a ejercer de lo que es hoy un buen vasco y voy a asegurar que soy pobre. Ya solo me falta hacerme el progre e ir a un concierto de Zetak. Pero, ¿qué es ser pobre? Según “un estudio de CaixaBank Research que ha definido la clase media como los hogares cuyos ingresos oscilan entre 1.000 y 2.000 euros mensuales, y como clase alta a aquellos que superan los 2.000 euros” (El Blog Salmón). Entonces, ¿vive de la misma manera quien supera esos 5.000 que quien supera los 2.000? Con todo, lo peor de la noticia es que haya sido un neoliberal como Juan Ramón Rallo el que haya llamado la atención sobre el dato.

¿Y qué es un recorte de prensa?

De la misma manera, algo está muy mal en la izquierda española si es la derecha la que tiene que poner el grito en el cielo ante esta bomberada (que, por coherencia, anunció Patxi López): “El PSOE registra una ley para prohibir a los jueces que abran causas por ‘recortes de prensa’” (El Debate). ¿Qué diferencia hay entre un recorte de prensa y una noticia? Por supuesto, no me parece bien que asociaciones ultras usen la libertad de prensa para coger informaciones tendenciosas de medios igualmente ultras, denunciar y que eso sea admitido por un juez. Pero peor me parece el ataque a una garantía fundamental por no poder intervenir en la judicatura.

La inmigración

Si algo muestra el último CIS es que la sociedad española, exactamente igual que la vasca, es muy permeable a los temas que machacamos los medios. Así que, sí, compañeras y compañeros, si la inmigración es la principal preocupación de la ciudadanía es porque hemos enfocado el tema muy mal (y muy bien para algunos partidos y empresas). Porque la inmigración, en sí, no es un problema, porque necesitamos que vengan de fuera a cotizar si no tenemos más hijas e hijos, porque la mayoría de migrantes hacen trabajos invisibles (cuidados, cocinas, etc.) y porque delinque quien delinque, venga de donde venga y sea de donde sea.

Los encantados

¿Que a qué me refiero con que hay partidos y empresas encantados con la manera con la que los medios tratamos el tema de la inmigración? A esto en The Objective: “Vox cree que los datos del CIS respaldan su apuesta por la inmigración y la ruptura con el PP”. Hemos comprado el tema y el marco a los malos, así que ahora no podemos echarnos las manos a la cabeza, rasgarnos las vestiduras o preguntarnos mientras mordemos la patilla de las gafas: ¿cómo habrá pasado? Por supuesto, algunos medios han colaborado activamente en proyectar esta visión sesgada y criminalizante de la inmigración. Pero la mayoría podemos hacerlo mejor.

La demagogia

Cada vez que tengo que hablar del PSOE y la vivienda me acuerdo de que el único lehendakari que propuso vender el parque de VPO a un fondo buitre fue Patxi López. Dicho esto, la política de vivienda de los socialistas se basa, básicamente, en la demagogia. No lo digo yo: la inversión del gobierno español en VPO es hoy la mitad que hace 20 años, según El Blog Salmón, de hecho, es “el único gasto público que ha disminuido” en estas dos décadas. Además, España es “el tercer país europeo con menor inversión”. Claro que pueden hablar de transferencias, pero a la luz de los números, solo la CAV y Nafarroa, en menor medida, han hecho lo suyo.

El clima

Personalmente, me preocupa más la emergencia climática que “la inmigración”. Aunque hay elementos dentro de ese cajón de sastre que me ocupan especialmente, como el trato a las personas migrantes, los abusos y, por supuesto, la delincuencia y la violencia de los inadaptados, a los que hay que perseguir, castigar o expulsar. Pero vuelvo al inicio: me preocupa la emergencia climática. “Al menos 22 personas ya han muerto en Austria, Polonia, República Checa y Rumanía” por las inundaciones. “Todo es agua”, titulan en El Confidencial no sin alarmismo, pero en este caso el alarmismo me parece necesario.

El terror

euronews.com La serie de acciones terroristas contra la población de Líbano (sin juicio, sin acusaciones concretas y por autoridades competentes, no voy a asegurar yo que se trate de delincuentes que deban ser mutilados, heridos o asesinados) debe ser objeto de una investigación internacional urgente y neutral. Si ya fue grave detonar “buscas” sin importar los “daños colaterales”, detonar walkie-talkies que han estallado en funerales de las víctimas del primer ataque me parece ensañamiento. Nada lo justifica. Y como en el caso de la inmigración, mal hace Euronews en dar por hecho y publicar que esos dispositivos eran “de Hezbolá”.

La normalidad

Cada año digo lo mismo, para mí el día del orgullo es el día en el que me siento especialmente orgulloso de las amigas y los amigas que han decidido vivir con normalidad sus vidas cuando todavía hoy hay mucha gente que no quiere que lo hagan porque aman, así de sencillo, a personas de su mismo sexo. Precisamente esa normalidad es la que debemos poner en valor, como hace Xavier Tomás, cuando comenta en X el agradecimiento del nuevo sailburu, Mikel Jauregi: “A mi marido y a mi hija Lorea”. El hecho de que no haya sido noticia para impulsar la normalidad que reclamamos no resta importancia a la naturalidad de Jauregi.

No podemos darla por hecho

No podemos dar por hecho la normalidad, ni cuando hablamos de compartir nuestra vida con quien queramos, ni cuando hablamos de consolidar derechos universales o respetar consensos básicos, ni cuando hablamos de golpes de estado. Lo que ha sucedido en Bolivia, igual que cualquier ataque homófobo o cada vez que la extrema derecha quiere que dejemos de hablar de violencia machista, nos tiene que servir de recordatorio: nada está asegurado ni garantizado. Y sí, sigue habiendo golpes de estado militares en América. Y sí, algunos países invaden con sus ejércitos territorios soberanos, como Rusia en Ucrania.

Los pactos

PSOE y PP han pactado esta semana la renovación del CGPJ, esa que solo un día antes era imposible. Siempre he creído que tomar por tonta a la ciudadanía es un pecado capital en política, pero cada día me sorprendo más, no puedo negarlo. Y vendrán más: “Feijóo y el Gobierno confirman que pactarán el Banco de España, la CNMC y la CNMV ‘en los próximos días’”, según Economía Digital. El pacto entre los grandes partidos españoles no tiene por qué ser malo. El problema aparece cuando es solo entre esos dos partidos. Y más en la situación en la que está el PSOE en el Congreso. Pero, vamos, que está claro que yo no tengo ni idea.

Y el momento

Ese primer pacto, sobre la renovación paralizada durante cinco años del CGPJ, ha llegado en un momento en el que, según El Diario, “el 60% de los españoles no confía en los jueces y cree que se instrumentaliza la justicia con fines políticos”. Y van PSOE y PP, y alcanzan un acuerdo que parecía imposible para repartirse los asientos solo entre personas de su confianza, y a espaldas del resto de fuerzas políticas. Un “timing” perfecto para ahondar en esa percepción de una justicia politizada y utilizada por los partidos para presionarse entre ellos.

“Es claro”

No soy yo el que intenta atrapar el agua que ya ha movido el molino, sino la diputada del PP, Esther Muñoz. Es ella la que tuitea: “Patxi ha negado tantas cosas que luego ha firmado…”. Se refiere a que Patxi López “niega que el pacto con el PP incluya que ‘los jueces elijan a los jueces’”, según Europa Press. Ella, por su parte, afirma: “O no se ha leído lo que ha firmado Bolaños o Sánchez les ha engañado. Pueden ser ambas cosas. El texto es claro”. Y luego suelta lo de las cosas que primero el exlehendakari niega y después firma. “Cosas” que, por supuesto, le persiguen. Como deberían de perseguir a otros políticos que hayan mentido, por supuesto.

Decoroso no es

Yo no sé si Begoña Gómez ha hecho algo ilegal. Sí sé que las acusaciones de Manos Limpias han acabado en nada, salvo excepciones. También sé que el PP lleva años eligiendo a pésimos compañeros de viaje. Y de lo que no tengo duda es de que la mujer de Pedro Sánchez ha cometido (y por lo que leemos, no solo una vez) el injustificable error de no ser exquisita en su labor profesional: “Begoña Gómez pidió a Telefónica, Indra y Google tecnología gratuita para su Master”, leemos en El Independiente. También podemos leer que estas empresas le prestaron esa ayuda sin contraprestación, al menos, económica.

“La presidenta”

A Patxi López le reconozco el enorme mérito de haber crecido: se ha convertido en un orador hábil que, aunque sigue gritando en el estrado o el atril (algo que no me gusta en ningún caso), coloca bien los mensajes y los golpes de efecto. Pero a veces sigue haciendo de esas que le hicieron popular cuando fue candidato y lehendakari: “La presidenta del gobierno”. Así llamó a Begoña Gómez. Ese “lapsus”, como lo califican en LaSexta, me parece significativo: en el entorno de Sánchez, el matrimonio son un todo a salvar, un paquete a proteger de la inundación o la quema. Su suerte parece ligada a la del PSOE. Pero, ¿por qué?

“All eyes on Rafah”

Quien tenga Instagram habrá visto la imagen en varias stories: un campamento inacabable y un mensaje construido con lo que parecen lonas blancas, “All eyes on Rafah”. Una manera de llamar la atención sobre la masacre despiadada que el gobierno y el ejército israelíes están cometiendo sobre población civil bombardeada una y otra vez. Según Euronews, la imagen original está creada con una inteligencia artificial, la publicó un usuario de Malasia y la han compartido “más de cuarenta millones” de personas hasta el momento. Personas que son sensibles y empáticas. Personas que no son Santiago Abascal.

Las vías diplomáticas y pacíficas

Ante la evidencia de que el mundo necesita defenderse de monstruos como Benjamin Netanyahu o Vladímir Putin, tuits como este de Oskar Matute después de plantar a Zelenski y despreciar la ayuda militar a Ucrania adquieren otro sentido: “Aumentar el gasto militar a espaldas del Congreso solo beneficia a las grandes potencias y a los intereses de la industria armamentística. Reforzar la vía bélica y el envío de armas solo logrará prolongar la guerra. La solución vendrá por vías diplomáticas y pacíficas, siempre”. El tuit le ha quedado estupendo para la galería, como siempre. La realidad, por desgracia, es otra.

Antifascistas en todo lugar y momento

Uno es antifascista en todo momento y lugar o no lo es. Sugerir que Vladímir Putin tiene que poder avanzar por territorio ucraniano sin resistencia no es ser antifascista. No hay que ir más lejos ni más cerca. Y reconocer a una o un fascista es tan fácil como necesario es reconocer a una o un antifascista su labor: lo fueron los dirigentes del Borussia Dortmund durante que plantaron cara al nazismo. El finalista alemán de la Champions League puede lucir con orgullo su historia, especialmente en esta Europa que no teme a los ultras. Apoyar esta noche a quien defendió hasta las últimas consecuencias la humanidad es una obligación moral.