Haber estudiado

2025 ha empezado mal para las y los autónomos: saben que de un modo u otro mantener a sus empleados les va a costar más dinero y, además, les han subido las cuotas. No solo eso: “Se confirma que seguirán subiendo año tras año para la inmensa mayoría” (Pymes y Autónomos). Esto sucede a quien genera impuestos y puestos de trabajo, y que hace menos gasto de la seguridad social en cualquier caso. Esto sucede a quien debería de estar protegido y, sin embargo, se siente impotente ante un discurso instaurado en la sociedad y en las y los políticos (muy pocos han sido autónomos de los que pasan frío) que les señalan como los malos de la película.

Otra huelga

En Euskadi nos encanta hacernos los pobres y los progres. Pero la realidad es otra: los sueldos son los más altos y el absentismo, también: “Los vascos, navarros y murcianos son los que más faltan al trabajo” (El Independiente). Una noticia que, como la del párrafo anterior, preocupará especialmente a las y los autónomos con empleados. Pero como ellas y ellos se organizan peor que el funcionariado, aquí no pasa nada. ¿Y los sindicatos no se preocupan por las y los trabajadores que sí que acuden a su puesto? Parece que lo que no es motivo de huelga no les importa, parece que solo les interesa que Euskadi parezca un mal sitio para trabajar.

No existe la barra libre

Susana Díaz hace política con el dinero de las y los autónomos que generan empleo porque con lo que hay en la caja pública tienen que abonar lo que deben: “El Estado pagará una media de 38.000 millones al año sólo en intereses de la deuda hasta 2027” (Vozpópuli). La barra libre no existe, alguien la paga, como en las bodas. Y como en las bodas, por cierto, la pagas tú. Pues a nivel de miles de millones, en esencia, es igual. Así que ojalá que, en el próximo gran anuncio de inversión pública (rebajas en el transporte, más VPO, nueva OPE o mejora de las condiciones del funcionariado), venga adjunto de dónde saldrá el dinero. Nuestro dinero.

Pero, ¿qué es ser pobre?

Voy a ejercer de lo que es hoy un buen vasco y voy a asegurar que soy pobre. Ya solo me falta hacerme el progre e ir a un concierto de Zetak. Pero, ¿qué es ser pobre? Según “un estudio de CaixaBank Research que ha definido la clase media como los hogares cuyos ingresos oscilan entre 1.000 y 2.000 euros mensuales, y como clase alta a aquellos que superan los 2.000 euros” (El Blog Salmón). Entonces, ¿vive de la misma manera quien supera esos 5.000 que quien supera los 2.000? Con todo, lo peor de la noticia es que haya sido un neoliberal como Juan Ramón Rallo el que haya llamado la atención sobre el dato.

¿Y qué es un recorte de prensa?

De la misma manera, algo está muy mal en la izquierda española si es la derecha la que tiene que poner el grito en el cielo ante esta bomberada (que, por coherencia, anunció Patxi López): “El PSOE registra una ley para prohibir a los jueces que abran causas por ‘recortes de prensa’” (El Debate). ¿Qué diferencia hay entre un recorte de prensa y una noticia? Por supuesto, no me parece bien que asociaciones ultras usen la libertad de prensa para coger informaciones tendenciosas de medios igualmente ultras, denunciar y que eso sea admitido por un juez. Pero peor me parece el ataque a una garantía fundamental por no poder intervenir en la judicatura.

Siempre se movieron bien

No me creo que Arturo Valls llegara al estudio de arquitectura de Rocío Monasterio por casualidad en 2005 como tampoco es casualidad que hoy esté entre los denunciantes a la arquitecta no solo porque no hizo su trabajo (según leemos en El Plural no pidió las licencias más básicas) sino porque ejerció como arquitecta cuatro años antes de licenciarse en 2009. La segunda “casualidad” se explica rápidamente: la ola de denuncias. La primera solo puede explicarse porque tanto Monasterio como su marido, Iván Espinosa de los Monteros, siempre estuvieron bien relacionados. Eso es lo terrorífico.

Y siempre contarán con colaboracionistas

Aunque en 2019 parezca una locura hablar de colaboracionismo con los fascistas, lo hay. Y lo ha habido desde que la democracia ganó, es evidente. Y seguirá habiendo mientras los medios den espacio a personajes como el neoliberal Juan Ramón Rallo y resuman sus textos de esta manera: “Vox promueve un sistema de pensiones distinto del actual y del que defienden el resto de formaciones políticas. Ahora bien, ¿es Vox el verdadero culpable de enterrar el pacto o más bien este ya estaba muerto desde hacía años?”. Si esto no es blanqueo de la ultraderecha, ¿qué lo es?

Ya le gustaría…

Me sorprendería muchísimo si no veo a Inés Arrimadas cerrar la persiana de Ciudadanos. Aunque también existe la probabilidad de que pase la cuchara de palo a otro y salga corriendo, claro. Pero que Inés Arrimadas no remonta el río lo tengo clarísimo. Si las encuestas a la baja acabaron de lapidar las expectativas electorales de los naranjas, la sensación de abandono será la que acabe con el partido. Nadie se suma a un proyecto perdedor. Y por eso me resulta raro que encuestas como la que ha lanzado El Independiente (para eso ha quedado, para ser carne de clic) todavía les den cierta esperanza.

¿Es Elon Musk un tipo fiable?

¿Compraría usted un coche a alguien que le asegura que es irrompible y lo rompe en la primera prueba que hace? Pues ahí sigue Elon Musk fascinando a un montón de gente, como si su empresa ruinosa fuera viable, como si sus proyectos fueran interesantes, como si sus estrategias de marketing (lanzar un coche al espacio con un muñeco y la radio puesta) fueran acertadas y como si no hubiera roto un cristal irrompible de su prototipo más duro durante su presentación. Sigo sin entender la fascinación por Musk y personajes similares, que no sería posible sin Internet pero, ¿qué sabré yo?

El fin del modelo

En este camino me he encontrado a “youtubers” e “influencers” muy buenos que no lo eran: eran personas inteligentes que sabían aprovechar sus potencialidades y las oportunidades que les brindaba la tecnología y las tendencias del mercado. Cuando caigan YouTube o Instagram estas personas ya estarán haciendo otras cosas. Y me he encontrado a personas tan poco capaces que solo podían ser youtubers e influencers. Ahora que los modelos de negocio tradicionales basados en estas herramientas tocan a su fin veremos qué hacen, pero no van a tenerlo nada fácil. Y me alegro.

Un nazi es un nazi

Bohemian Browser Ballett, una especie de grupo de creadores que se dedican a generar contenidos para, en forma de sátira, llamar la atención sobre temas que deberían de ser evidentes, acaban de producir un vídeo sobre por qué hay que llamar nazis a los nazis, del que se ha hecho Sonia Andolz en Twitter, entre muchos otros. En el clip, un mando de las SS pregunta a un ciudadano alemán si tiene pinta de nazi, si se comporta como un nazi y si acaso el Führer le parece también un nazi. Es ridículo, lo sé, y ahí radica la denuncia porque en 2019 estamos blanqueando a los nazis y no podemos permitírnoslo.

Y si lo reconoce, más

Vox celebró el lunes su resultado en Madrid con una foto del Ayuntamiento y unas letras cutres sobreimpresionadas: “Ya hemos pasao”, decían, apócope incluido. Y no es casual: se trata de una parte de una canción falangista que habla de la toma de Madrid. Vamos, que no se esconden, al contrario: se ríen de que, como los fascistas, han vencido en Madrid de la mano del PP y de Ciudadanos, sin cuya colaboración necesaria los de Santiago Abascal no tocarían poder ni de casualidad. Así están las cosas: algunos hacen suyos lemas falangistas y otros colaboran en su ascenso. ¿1936? No, 2019.

No fue la división

En este contexto, el dato que ofrecen los de “Madito Bulo” es importante: Manuela Carmena no ha perdido el ayuntamiento de Madrid por la división de voto de la izquierda. De hecho, según los cálculos de esta web, si los votos de la alternativa de Podemos hubieran ido directamente a la de la alcaldesa en funciones, el resultado hubiera sido el mismo: PP, Ciudadanos y Vox sumarían para gobernar. ¿La fragmentación de la oferta ha desmovilizado a los votantes de izquierdas? Puede ser, pero también puede ser que la gestión en el Ayuntamiento no haya sido suficientemente buena.

Un peligro “público”

A los nazis les sigue otro grupo ideológico peligroso: el de los neoliberales radicales. Economistas que creen que la libertad absoluta y lo privado es la solución a todos los males. Sobre todo a los suyos. Uno de los especímenes más peligrosos es Juan Ramón Rallo, que tuvo un fin de semana “glorioso” en varias discusiones en Twitter sobre la sanidad pública. Decía Rallo, sin miedo al ridículo, que la sanidad privada era suficiente y, más adelante, que lo era en el caso de enfermedades menores, que para un cáncer estaba bien lo público, pero que no podía financiarse vía impuestos. De locos.

La némesis

La némesis de estos neoliberales a los que no debemos permitir que tengan capacidad de decisión nunca podrían ser las mujeres progresistas y feministas. Pero que sean lo contrario en el aspecto ideológico no significa, necesariamente, que generen más seguridad. Este tuit reciente de Pikara Magazine es un buen ejemplo: “La epidural convierte el parto en un acto silencioso y desconectado del cuerpo. En el parto gemimos, como cuando tenemos orgasmos. Pero el silencio es más cómodo en un entorno aséptico”. Simplemente, no hay nada que justifique esta opinión salvo la libertad de expresión que nos asiste a todos.

Ponte a barrer

Cuando después de un estropicio casero o un desastre natural te ofreces a ayudar y te muestran una escoba solo puedes hacer dos cosas y ambas te definen: o te pones a barrer o te escaqueas. Y Felipe VI se escaqueó cuando Óscar Tarela le ofreció en Mallorca compartir ese artilugio que para el Borbón sería tan extraño y que sirve para limpiar. Hace bien el joven también en explicarse antes de que le señalen por enemigo de España: “Decía que venía ayudar y le ofrecí mi escoba, porque con un apretón de manos, a mí por lo menos no me ayuda en nada”. Necesitamos más Tarelas.

Un año en la cárcel injustamente

Jordi Sànchez y Jordi Cuixart llevan ya un año en la cárcel por haberse conjurado para romper España. Eso es lo que asegura el juez que les mantiene en prisión, aunque no ha mediado juicio ni, por lo tanto, posibilidad de defensa. Su detención preventiva porque ellos solos eran capaces de desmembrar España, según aprecia Llarena, es la imagen de ese Estado para mal y para peor. Si se trata de un país tan débil, malo. Si están en la cárcel de un modo ilógico, incomprensible e injusto, como parece a todas luces, España sería un país con una justicia vengativa e irracional.

El Español blanquea a la extrema derecha

Hasta tres noticias sobre Vox encontrábamos en la web de El Español ayer, y en ninguna dejaban claro que se trata de un partido de ultraderecha. Más bien, al contrario: el colaboracionismo de Pedro J. Ramírez y los suyos es una evidencia y, como tal, tenemos que tratarla: “Vox recupera el brindis de los Tercios de Flandes: ‘Que el traidor a España no encuentre perdón’”, “tatuado con el Che, alcaldable de IU y ahora en VOX: ‘Que me llamen facha o lo que quieran’” y “Los jesuitas niegan un local a Vox en Valencia pero apoyan en Cataluña la autodeterminación”.

Subir los sueldos es bueno

Entre EAJ-PNV apretando al gobierno español para que suban las pensiones y Podemos apretándole para que suba el SMI, el español casi va a parecer un estado que cuida a sus habitantes y no solo a sus élites. Y los que se ponen claramente en contra de esas subidas o forman parte de esa élite o quieren hacerlo como sea. En Twitter respondían al economista utraliberal Juan Ramón Rallo, que preguntaba por evidencias positivas sobre la subida de salarios, con un buen chorro de ellas. En Euskadi es Pedro Azpiazu, no otro, el que lleva meses reclamando la subida de sueldos.

Ya no quedan entrenadores

No hago leña del árbol caído: Luis Enrique no me ha gustado nunca, y menos desde que es un entrenador permanentemente ofendido con la prensa. Su equipo perdió contra Inglaterra pero él saca pecho: que el partido acabara 2-3 en vez de con el 0-3 que llegó al descanso se debe a los cambios y la charla que les soltó entre los dos tiempos. Ahí es nada. Mientras lo leía me acordaba de mi amigo Aner Gondra, que hace meses me alertaba de que ya no quedaban entrenadores. Hoy me resigno a darle la razón: ya casi no quedan “místeres” a los que admirar.

Lapuerta quiso hablar

Ignacio Escolar, como todos los periodistas mediáticos (permítanme el juego de ideas), genera muchas opiniones. No siempre me gusta, lo confieso, pero lo que contó ayer en su digital, Eldiario.es, hay que leerlo: no solo porque explica cómo funcionaba la contabilidad “B” del PP según su creador, Álvaro Lapuerta, también porque recuerda que el tesorero de Aznar y Rajoy quiso confesarse al propio Escolar. Otras cosas me gustarán menos de este periodista, pero algunas las hace muy bien.

Más preguntas que certezas

Maite Pagazartundua tuiteaba el domingo: “No se jugaron la vida para esto. Por lo menos Joxeba, no”, supongo que en referencia a cómo la moción de censura de Sánchez recibió los votos de Bildu, por otro lado, absolutamente intrascendentes. Y el tuit me generó varias preguntas: ¿puede hablar ella por su hermano? ¿Está utilizando una víctima como es la eurodiputada a otras víctimas? ¿No es utilitarista usar a una víctima contra una decisión legal y legítima solo porque no te gusta?

El pinchazo español en Iruña

Juan Kruz Lakasta, como muchos, aprovecharon en Twitter el pinchazo de la manifestación en contra del euskera en Iruña para fijarse con cierta sorna en los detalles, como esos “vivas” a España y a la Guardia Civil, sin duda legítimos, y sin duda fuera de sitio y de momento. Poca presencia y, en pocas palabras, con muy poco sentido. Lo que deja bien claro quién está en contra del euskera en Navarra y por qué: son pocos y quieren imponer (estos, sí) en el territorio su españolidad.

Un irresponsable

Juan Ramón Rallo, liberal en lo económico y con casi noventa mil seguidores en Twitter, tuiteaba tras la salida de Rajoy: “Todos los presidentes del Gobierno de España han abandonado su cargo entre oprobio y repulsa general. Reflexionad sobre ello quienes confiéis (ingenuamente) en la política como vía para solventar los problemas de la sociedad”. ¿Su alternativa? Que todo se regule solo. ¡Estos sí que son extremistas… Para su propio beneficio!

Sobre Saénz de Santamaría y Monedero

He tardado varios días en pronunciarme porque ya lo han hecho casi todos (también de Podemos pero siempre después de que lo hicieran determinados líderes de opinión) y también casi todos en el mismo sentido: criticando al fundador de Podemos por el modo en el que restregó a Soraya Sáenz de Santamaría una victoria que, por cierto, no es de Monedero. Si lo hago ahora es para recomendarles el post de Carlos Malpartida en su blog, que retrata muy bien los tiempos de las condenas.