¿Por qué, Alberto?

“Amnistía ¿sí o no? Yo digo no, ¿y usted? Referéndum ¿sí o no? Yo digo no, señor Sánchez, ¿y usted?”. No solo lo dijo Alberto Núñez Feijóo en el Congreso: el PP lo ha puesto por escrito. Yo lo tengo claro: la amnistía y el referéndum serían la mejor solución para el conflicto catalán. Negarlo y judicializarlo ya vemos que ha salido muy mal. Lo que no alcanzo a entender, y será que no soy muy espabilado, es por qué Núñez-Feijóo dice “no” ni por qué, digámoslo todo, Salvador Illa, el líder el PSC, niega esas evidencias. ¿ERC y Junts han lanzado un órdago inoportuno? Puede ser. Pero eso no es lo relevante. Y si lo es, mala señal. Pésima.

No

No, Pedro Sánchez no es “el presidente más corrupto de la historia de España”. Y si lo es, no lo sabemos. Tendrán que venir las denuncias y las sentencias. Entonces, veremos cómo queda en el ránking. Pero Santiago Abascal no dijo la verdad y lo sabe. Y le da igual. Tanto que sumó este pobrísimo argumento: “En cualquier película sería el más corrompido, el más villano y el más infame”, dijo a Sánchez. Pero esto, ¿qué es? Democracia en estado puro: incluso los políticos con peores discursos e ideas más reprobables pueden llegar al estrado de un parlamento. Su llamada a “defenderse” del pueblo español ante la amnistía es una irresponsabilidad.

Violencia, se llama violencia

Jacobo Bergareche dice que “la moderación hay que tomársela con moderación”, y creo que es un gran consejo pero no voy a seguirlo. De hecho, voy a hacer un esfuerzo para no ponerme a la altura del cantante de Los Zopilotes Txirriaos que “dedica” una canción a Julian Iantzi, al que insulta gravemente y del que cree que debería de estar bajo tierra, para el alborozo de su parroquia, fácilmente reconocible en Twitter, donde se han viralizado el tuit y las reacciones. Lo que a uno le pide el cuerpo es ponerse igual de chulo, pero sin hacerlo también es posible dejar claro que este tipo de violencia sobra, ha sobrado y sobrará.

Ni un paso atrás

Si lo difunden “el disidente OK” y “Willy Tolerdo” en Twitter, o Alvise Pérez en Telegram, y lo relanzan con alborozo los mismos que aplauden sus habituales mensajes para la parroquia ultra, es bastante probable que Óscar Puente haya sufrido una emboscada en el AVE. Ante esto no hay duda, no hay moderación, no hay matización posible: ni un paso atrás. La labor de Puente en el Congreso puede parecer buena o mala, mejor o peor, miserable o heroica, pero su derecho a expresarse y representar a las y los votantes del PSOE en el Congreso y en la calle es indiscutible. Y quien lo discute inicia una escalada de consecuencias imprevisibles.

Ni una excusa

La cuenta en Twitter de Pedro Sánchez es una mina: en sus tuits de hace 8, 10 y 12 años hay comentarios que pueden traerse a la actualidad con una facilidad pasmosa. Pese a la abundancia, mi favorito, desde hoy, está claro: “Viondi dales fuerte! my friend” (sic). Esto lo escribió el 31 de marzo de 2011. Es decir, doce años y seis meses antes de que Daniel Viondi se equivocase gravemente y diera tres palmadas en la cara al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Este gesto también es intolerable, y políticos que no entienden los límites como Viondi también son responsables de escaladas peligrosas.

Algo sí hemos avanzado

“Sánchez ya no cree que Puigdemont deba ser juzgado: ‘Una crisis política nunca tuvo que derivar en una acción judicial’”. Este titular en República me parece casi revolucionario. No me fío del socialista, a sus hechos me remito, y estoy seguro de que es capaz de decir el entrecomillado con todo su aplomo sin creerse ni una palabra. Pero lo ha dicho, lo ha expresado, mucha gente en España lo ha oído o lo ha leído, y eso es importante. Muy importante. Porque es una verdad como un templo: PP y PSOE dejaron que el conflicto catalán se judicializase y se enquistase. Ellos generaron el problema, no Catalunya.

Veremos

Podemos sigue intentando presionar pero no lo consigue: “Tiene cinco votos y sabrá cómo usarlos”, “Irene, ministra o barbarie” y ahora “a que cojo la puerta y me voy”. Pero nada, al otro lado parece que nadie escucha y, si lo hace, no percibe amenaza alguna en esos avisos. “Veremos si ir con Yolanda Díaz si hay repetición electoral”, leo en Vozpópuli, y pienso: “Ay, pobres”. Podemos no tiene ninguna opción fuera de Sumar y dentro del grupo parlamentario que lidera Díaz tiene pocas. No sé si conseguirán sacudirse del dominio en el futuro (Iglesias ya obró un milagro con su irrupción), pero por ahora están condenados a resignarse.

La justicia española

Con tantas idas y venidas, no sé si, al final, Macarena Olona ha vuelto a su puesto de abogada del Estado. Quien sí parece que se reincorpora, según The Objective, es Edmundo Bal: “Recupera la toga de abogado del Estado y volverá al Supremo en octubre”. Lo bueno de la irrupción de partidos como Vox y Ciudadanos es precisamente que nos han enseñado quién está en la justicia española o lo bien que se han ganado la vida los protegidos del franquismo. Personajes como Olona o Bal, que han hecho política abrazando opciones extremas, belicistas y con unas faltas de respeto pasmosas regresan a la justicia española. ¿Qué podría salir mal?

Tenemos que acabar con ellos y ellas

No solo con los que Douglas Rushkoff llama “los milmillonarios tecnológicos”, tenemos que acabar con todas y con todos los milmillonarios. No se me ocurre mejor manera de repartir la riqueza que limitando la de las y los más egoístas. Según el investigador, “saben que están llevando el mundo al colapso y quieren escapar” (El Diario). Simplemente, no podemos permitírselo. Tenemos que acabar con las fortunas de los Musk, los Bezos y los Zuckerberg, obligarles a ser, de nuevo, personas, y no los superhumanos que creen que son. Y no, no se han ganado su dinero: han creado el sistema para quedarse el nuestro, que es distinto.

Pues no me parece mal

No quiero colaborar en el enriquecimiento de Elon Musk. De hecho, creo que con mis tuits de mierda si a algo ayudo es a que su inversión pierda valor. Pero no me parece mala idea la de cobrar por tuitear: si hay que pagar hay que identificarse, y si hay que identificarse muchas y muchos se retirarán. No nos engañemos: llevamos décadas clamando por un espacio virtual en el que podamos conversar sin trolls ni excesiva publicidad, y este solo es posible pasando por caja después de identificarte. Elon Musk tiene razón, aunque me fastidia dársela. Para compensar, seguiré colaborando en empobrecerle con mis tuits.

La moda

Meterse con el PNV está de moda. Especialmente, si eres periodista. Lo vemos en todos los medios, incluso en los señalados como “aparateros”. Nada mejor que una buena torta a lo Bud Spencer al lehendakari o a Ortuzar en informaciones, opiniones o Twitter para que quede claro que la o el periodista de turno está a la moda. Una moda compartida con España: la semana previa al Alderdi Eguna están siendo muy propicia para exhibir esa vanguardia en los digitales que presentan a un PNV dividido, sin músculo, acongojado por Bildu y ninguneado por el PSOE. Si esto es cierto o no, curiosamente, lo confirmará la afiliación el domingo.

¿Qué te han impuesto, Borja?

Borja Sémper se ha ganado muy bien la vida en lo público, la mayor parte de su carrera la ha desarrollado en Euskadi, se ha ganado cada voto que ha logrado (no lo discuto) y abandonó las instituciones de la CAV cuando le ofrecieron un empleo que le satisfacía en una empresa privada de Madrid. ¿Quién y qué le han impuesto a Sémper, más allá de su propio partido, para que en la tribuna del Congreso, en pleno debate del uso de otras lenguas oficiales, exprese: “A mí a lo largo de mi vida me han intentado imponer en qué lengua hablar, cómo pensar y cómo vivir. Ni aquellos ni usted, nadie me va a decir a mí en qué lengua hablar”?

Débil anda

Débil anda el partido de Núñez Feijóo si existe un “temor en el PP a un pinchazo el domingo por el ‘error’ de Sémper al hablar en euskera” (The Objective). Si un gesto hacia el exterior de la caverna tan sencillo como pronunciar tres frases en un idioma puede generar una desmovilización en un partido un par de días antes de una investidura, es que ese partido tiene la piel muy fina. Y si la tiene es porque no se ha protegido ni cuidado bien a sí mismo. La exposición al sol radioactivo de Vox es la que provoca tanta sensibilidad e irritación, a esta evidencia el PP ha respondido encadenándose a la toxicidad durante cuatro años.

Sánchez salvará a Puigdemont

Es evidente que en el reencuentro gana más Junts acercándose al PNV que al revés. Otra cosa es que la moda de meterse con el PNV dicte que hay que asegurar lo contrario. En cualquier caso, bien hallado ese retorno. Explicito esto porque no quiero que referenciar las críticas de Bernat Dedéu al “presidente 130” sea hacerlas mías. Solo señalo que lo que escribe Dedéu en El Nacional es interesante: opina que el uso del catalán y el euskera en el Congreso es otra señal de que “Sánchez ha fagocitado la dinámica del procesismo en la política española” y concluye que el presidente español es el único que puede asegurar el regreso de Puigdemont.

En resumen

No sé qué me parece porque desconozco la propuesta que, según adelantó Radio Nervión, algunas y algunos socios compromisarios quieren hacer a la asamblea sobre la filosofía del Athletic. ¿Hay que fijarla? Yo creo que todas y todos lo tenemos claro, y que el limbo nos deja margen suficiente. ¿Hay que actualizarla? Puede ser, pero no mirando a 2023, sino a 2033 y 2063. Lo que sí tengo claro es esto que tuitea Gorka Mostajo: “El objetivo de la filosofía no es otro que jugar y garantizar  el arraigo y el sentimiento de pertenencia a un Club, a una identidad y a una tierra; no una cuestión de pedigrí”.

El horror diario

No por lejana ni por recurrente (titulares muy parecidos nos asaltan varias veces al año) podemos mirar para otro lado ante noticias como esta en la web de COPE: “Lapidada hasta la muerte una mujer por parte de varios familiares en un nuevo ‘crimen de honor’ en Pakistán”. Pero nuestro estómago ni nuestra moral no son lo importante en casos como este: millones de mujeres viven con terror hechos como el narrado porque saben que una falsa acusación o una decisión personal puede costarles una lapidación, en el peor de los casos. Pero, ¿cuántos castigos normalizados soportan a diario sin que queramos saber de ellos?

Y lo que nos queda

Cada vez tengo más claro que nos encaminamos a una repetición electoral: Alberto Núñez-Feijóo se desmorona mientras Sánchez se fortalece. Eso puede traducirse en una serie de sondeos cada vez más favorables para el PSOE, que hagan cada vez menos atractiva la guerra entre Junts y ERC por ser el socio catalán más duro del gobierno español (en Euskadi, Bildu lidera ampliamente la carrera al socio de España más facilito). Y eso nos lleva a las elecciones en Navidad, como si no costaran: “Sánchez es el presidente que más dinero público ha gastado en elecciones: 1.500 millones en cinco años” (Vozpópuli).

Su gente

El PP no solo pierde atractivo por la colección de malas decisiones de Alberto Núñez Feijóo: sus únicos socios posibles de gobierno, Vox, se presenta a la España política como un grupo de frikis fascistillas apoyados por una turba que Rubén Sánchez ha mostrado en Twitter: “‘La única manera es matar gente’. ‘Va a correr sangre’. ‘Vamos a pegarle fuego al mierdas ese de Pedro Sánchez’. ‘Fusiles de asalto es lo que hace falta’. ‘Van a morir altos cargos’. Algunos de los mensajes del chat del canal de Telegram del agitador de ultraderecha Alvise Pérez”. Así suben las acciones del PSOE y de los impresores de papeletas para elecciones.

Imperdonable

Con mujeres muriendo a manos de sus parejas y exparejas casi a diario, tenemos que ver cómo la presidenta de las Corts, de Vox, no se ubica junto a otras parlamentarias y parlamentarios valencianos tras la pancarta de condena a un asesinato machista. Lo denuncia Manuel García, también en Twitter: “Que nadie se sorprenda ahora. Se les financió, se les dio visibilidad y altavoces mediáticos, se les legitimó y, por fin, se les dieron cargos institucionales y cuotas de poder. La derecha postfranquista española, PP-Vox, no es homologable a la de países democráticos”. Llanos Massó recibió los votos del PP, que nadie lo olvide.

Suena regulinchi

A mí el carné de gilipollas se me renueva automáticamente año tras año, y si alguien hurga en mi historial de Twitter o WhatsApp seguro que descubre a un Iker mucho más bruto, incluso, pero algunas cosas siempre las he tenido claras. Por su parte, Gerardo Tecé en 2011 ya era una figura reconocida en Twitter, por lo que su reciente excusa suena regulinchi, cuando menos: “Queridos trolls de ultraderecha: no perdáis el tiempo buscando chistes míos de hace 12 o 14 años que leídos hoy son claramente homófobos y machistas. Ya sé que los escribí. Ya sé que en 2011 yo era tan corto como vosotros lo seguís siendo en 2023”.

Más importante que el calendario

He estado conectado a la actualidad estas vacaciones más de lo que me habría gustado, obligado por este curso político sin fin ni tregua. Y he visto noticias y tuits que no quiero que pasen como los días de vacaciones para un niño o una niña. Mensajes como este, acertado, de Paul Ríos el pasado 2 de agosto, cuando se cumplían 55 años del asesinato de Melitón Manzanas, como recordaban sucintamente en el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo: “Se os olvida el pequeño detalle de que fue un victimario… Esto no es trabajar por la memoria. Es ocultarla y manipularla, por ser suave”.

El mismo rasero

Ir guardando links para cuando volviese a escribir la columna me ha permitido relacionarlos. De esta manera, solo unos días después del tuit de Ríos, leí este de Iñaki García Arrizabalaga: “Ocultar partes relevantes de la verdad es grave. Ekain Ruiz Ibarguren murió al estallarle la bomba con la que quería asesinar a otras personas. No se le puede presentar como simple víctima, ignorando por completo su condición de victimario”. En su caso, apuntalaba el recordatorio de “Euskal Memoria”, que hacía también en Twitter la misma omisión que Sortu sobre el de ETA, significativamente.

Volvemos a la actualidad

El PSOE no va a tenerlo fácil para que Pedro Sánchez vuelva a ser presidente. Algunos partidos buscarán compensaciones para las circunscripciones en las que son elegidos: PNV y Junts han hablado claramente de negociación, condiciones y rendición de cuentas. Pero más difícil lo va a tener el PP con Núñez Feijóo, básicamente, porque no tiene con quien negociar al apostarlo todo al verde de Vox. Visto lo evidente, los socialistas aciertan: “El PSOE quita presión al Rey y deja a Feijóo vía libre para ‘darse otro tropiezo’ con la investidura. Ferraz cree que el PP sigue sin darse cuenta de la realidad” (República).

Qué vergüenza das, Manolo

Solo hay algo peor que el machismo expreso que demostró Luis Rubiales besando a Jenni Hermoso después de que ella y sus compañeras ganarán un Mundial de fútbol sobre el césped: defender al presidente de la RFEF. Porque, además, solo hay una manera de ejercer esa defensa: siendo más machista, baboso y “cuñado” que el propio Rubiales. Y eso está al alcance de unos pocos como Manolo Lama quien, según La Vanguardia, “se tomó a risa” las críticas. “Yo creo que los que se cabrean es porque nunca le han dado un beso a ellas”, llegó a decir el periodista en antena. Lo que yo creo es que el retrato se lo hace solo.

Se juntarán en una cafetería

Pocas cosas más tristes he visto que la disolución de un partido. Algunos prefieren la absorción, disolverse en un mar más grande sin soltar el puestito, algo muy vasco, por cierto: lo hemos visto en el PSE y lo vemos en Bildu. Pero en España son más de irse poco a poco, agónicamente, por el sumidero. Así lo hizo UPyD y así lo hacen en Ciudadanos, partido que “hará primarias tras la marcha de Guasp sin que Bal e Igea puedan presentarse” “salvo que se les levante la suspensión de militancia” (The Objective). Si restamos quienes no pueden ir a quienes quedan, podrán hacer esas primarias en una cafetería a mano alzada.