Los sobresueldos de los diputados

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Una vez más, los casos más sangrantes están en el PP: Mariano Rajoy sigue sin aclarar la situación de su excedencia y vuelve a solicitar la compatibilidad con su puesto de diputado. Albert Rivera no renuncia a cobrar por los libros que escribe. Y tampoco lo hace Pablo Iglesias, que además se reserva el derecho a cobrar por las tertulias a las televisiones privadas a las que acude (apenas aparece en las públicas, por las que no cobra), incluido su propio programa, Fort Apache, ese que financia la televisión iraní. De los principales líderes españoles, solo Pedro Sánchez se “conforma” con su sueldo de diputado.

Podemos ya ha absorbido a IU, Alberto

Leo con sorpresa en Vozpópuli que Alberto Garzón advierte de que Podemos podría estar buscando la absorción de IU, de la que es secretario general. Personalmente, pensaba que Garzón era más espabilado y más honesto. Pero uno de mis pensamientos, como mínimo, está equivocado, porque es evidente que Podemos ya ha absorbido a IU por medio de personajes como Tania Sánchez que han cambiado de marca y han hecho todo lo posible por arrastrar a militantes y votantes. Solo queda saber cuánto podrán resistir las siglas.

El PP sí que apoya a la dictadura cubana

Sí, Pablo Iglesias cobra unos cuantos miles de euros del gobierno iraní por crear y emitir productos audiovisuales en España, pero es el gobierno español el que negocia con este régimen compra-ventas millonarias. Del mismo modo, en los círculos próximos al PP quieren cargar a los de Iglesias el mochuelo de la connivencia con la dictadura cubana… Y es el gobierno español el que condona casi 1.500 millones de deuda al castrismo. Lo hemos leído, por cierto, en un medio próximo a la derecha española como Libremercado.

El Rey sube el sueldo de toda la familia real

La subida del 1% en el salario de los funcionarios del estado español también la disfrutarán Felipe VI, Letizia Ortiz, Juan Carlos I y Sofía de Grecia, sin haber pasado prueba ni oposición alguna. Lo cuenta con su habitual estilo hiriente (que celebro en este caso) Iñaki Anasagasti en su blog: además de los sueldos (de los 236.544 € para Felipe a los 106.452 para Sofía), están los presupuestos para gastos: “Hemos llevado años pidiendo el desglose de los gastos de esa cantidad desorbitada que se les da para que tengan un cortijo propio sin posibilidad que el Tribunal de Cuentas meta la nariz para nada”, recordaba en su bitácora.

40 años de Apple

Del primer ordenador al reloj inteligente conectado a un teléfono, pasando por el iPod, el iPhone y el iPad: la de Apple es una historia, sin duda, de éxito absoluto pese a los traspiés de las salidas de sus fundadores (que volvieron y vencieron), y algunos fracasos en modelos puntuales. Esta empresa que fabrica productos estupendos y vende de un modo extraordinario una marca ha cumplido 40 años y en El Confidencial rescatan otros tantos momentos en una recopilación muy interesante.

Rebajas para inversores extranjeros

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La caída del ladrillo español y vasco, que de esta no nos libramos ni por el Estatuto ni por la foralidad, no ha beneficiado a los posibles compradores vascos y españoles. Son otros los que se aprovechan de los saldos: “Belgas, franceses y suecos multiplican las adquisiciones de segundas residencias. Los británicos comienzan a remontar el vuelo”, leemos en ‘Libremercado’ con la sensación de que ya hemos visto esta película antes. Porque la bajada de los precios, la subida del IVA y el modo en el que los bancos se aferran al dinero han beneficiado, sí, pero a los que vienen de fuera con euros en el bolsillo.

El Putin amo

¡Cómo resistirse a hacer ese chiste después de leer la noticia de ‘La Información’! Prepárense: “La tasa de popularidad del presidente ruso, Vladimir Putin, ha subido más de quince puntos desde principios de 2014 hasta situarse en un 75,7%, su nivel más alto en cinco años, según el último sondeo del Centro Ruso de Estudios de Opinión Pública”. Ese es Putin, el único ruso que parece ser capaz de vencer a Chuck Norris, el mismo que (y esto va en serio) regaló a los líderes mundiales una memoria USB con un software oculto para espiar sus ordenadores, y ahora prepara su particular guerra de Crimea.

Todo atado y bien atado en el PSOE

Alfredo Pérez Rubalcaba sabe que no le queda mucho recorrido como secretario general del PSOE, por eso, según ‘El Confidencial Digital’ estaría maniobrando para asegurar la continuidad del aparato dentro de su partido: “Se mantendrá como secretario general al menos hasta octubre, con el fin de controlar la confección de las nuevas ejecutivas regionales, y, de rebote, el proceso de elección del candidato a las generales de 2015”. El mismo aparato que lleva manejando el PSOE desde la época de Felipe González con un continuismo que nos deja pasmados, mientras hablan de evolución, innovación y hasta revolución.

El avión que pagamos nosotros

Me importa muy poco que la reina Sofía llegue tarde a una reunión de trabajo o un encuentro de los suyos porque, sinceramente, no creo que sus aportaciones vayan a mejorar nada. Pero la noticia que, entre otros digitales, han publicado en ‘Vozpópuli’, me parece aprovechable por otra cuestión: emerge el engaño que acostumbra a ejercer la Casa Real española. Me refiero al avión de la mujer del Rey, que pagamos entre todos vía impuestos, y que no sale de sus presupuestos. Y como este transporte, muchos otros, igual que el mantenimiento de palacios y residencias. ¿Quién cree que los paga? Pues usted y yo, no ellos con su asignación.

No es Twitter, es la prensa

Me sorprende el revuelo que se está montando porque el gobierno de Turquía haya prohibido el uso de Twitter en este país. Revuelo que, sobre todo, podemos encontrar en Twitter, por supuesto. El problema, no lo duden, no es que este país junto a China, Corea del Sur, India, Egipto, Irán, Venezuela y hasta Francia hayan limitado parcial o totalmente esta herramienta, sino la cantidad enorme de países que limitan la libertad de prensa. El problema son los periodistas encarcelados, no los twitteros sin juguete. El problema es la falta de libertad para decir, no para leer qué opinan los espectadores de lo que echan en la tele.