«Os lo dije»

No sé si Soraya Sáenz de Santamaría habrá respondido a algún compañero de partido con ese “os lo dije” después de ver el desastre potencial en el que se está convirtiendo Pablo Casado al frente del PP. Antes también era un político abocado a un fracaso estruendoso, pero no mandaba tanto. Veremos hasta qué punto es capaz de avanzar un líder calcinado antes de cumplir los 40, y veremos si entonces la exvicepresidenta dará un paso al frente o seguirá haciéndose a un lado, después de comprobar que no le ganó Casado en las primarias, sino el antisorayismo de algunos.

Casado habla de oídas

Pese a sus másteres, si es que los tiene, Pablo Casado se ha exhibido en más de una ocasión como un político que habla de oídas. Por ejemplo lo hace en sus discursos sobre ETA, la violencia y las víctimas. Por edad y por tipo de actividad es evidente que la presión de los terroristas y el dolor de los funerales se los han contado. Pero no se corta cuando se pone ante el micrófono, como suelen hacer los ignorantes, y así recibe respuestas como la de Iñaki García Arrizabalaga, una víctima real que le pide que no hable en su nombre: “¡A paseo con tanto político simplista del conmigo o contra mí!”.

Madrid también es la capital

No entiendo el éxito que tienen esos liberales radicales cuyos fundamentos económicos y sociales son de un simplismo pasmoso, y que no se cortan a la hora de dar recomendaciones y explicaciones tan de Perogrullo como inútiles. Bueno, sí lo entiendo: lo tienen en Twitter. Un ejemplo reciente: David Lacalle pone la bajada de impuestos de Madrid como modelo de éxito. Hombre, Madrid es la capital de España y la cantidad de empresas que se instalan solo por eso es un factor a tener en cuenta y que impide hacer comparaciones honestas con otras autonomías.

La crisis de reputación del taxi

En el enfrentamiento entre taxistas y las empresas Uber o Cabify estoy con los primeros. Sin duda. Porque las dueñas de las apps basan su modelo de negocio en la ausencia de obligaciones fiscales con hacienda e incluso laborales con los conductores. Pero no puedo negar que la crisis de reputación del mundo del taxi es ya inabarcable: el sector ha comunicado muy mal su situación, sus obligaciones, su posición de inferioridad frente a esas empresas con auras tecnológicas y un público potencial favorable por acrítico. Si lo cuentas mal, te perciben mal. Es así de sencillo.

No las haremos así pero las disfrutamos

Son fechas en las que muchos hemos salido o vamos a salir de viaje con una cámara. Volveremos con las tarjetas de memoria llenas, las descargaremos en el ordenador, empezaremos a pasarlas… Y la mayoría nos parecerá una castaña. Peores incluso si antes hemos visto la estupenda galería en Photolari con las fotos de viaje premiadas por National Geographic. ¡Qué mundo más bonito tenemos, y cuánta gente hay con talento capaz de capturarlo con máquinas que son verdaderas maravillas tecnológicas! Pero no se vengan abajo: sus fotos de las vacaciones son estupendas.

La mujer del César

La mujer del César en esta ocasión es gasolina para el PP, y eso que Begoña Gómez ha fichado por una fundación del Instituto de Empresa que, según la propia institución, tiene una financiación pública para sus proyectos (los que va a manejar la esposa de Pedro Sánchez) inferior al 5%. Entonces, ¿dónde está el problema? Tal vez la agostosidad usada para el anuncio haya jugado en su contra y, sobre todo, está la obsesión del PP de acusar a otros de sus propios pecados: ¿es enchufismo lo de Gómez? No lo sé. Tampoco sé si la defiendo en estas líneas ni si debería de hacerlo.

No puedes defender solo a Gómez

Dicho lo anterior, hasta donde yo sé no me parece mal la incorporación de Gómez. Pero es evidente que los nuevos contratos de los familiares directos de los presidentes han dado, dan y darán que hablar. Así que lo más recomendable es tener cuidado con las aseveraciones, y si no tienes cuidado más te vale contar con un digital para que te eche cremita. Es lo que hace El Nacional con Gabriel Rufián, que ha defendido a la mujer de Pedro Sánchez en Twitter: “Rufián tiene unos principios claros y si una mujer tiene currículum para acceder a un cargo entiende que las críticas son interesadas”.

Internet es así

Internet, sobre todo Twitter, está lleno de estrellas que necesitan que les acaricien el lomo, de historias que no valen ni un breve en un periódico cuando son veraces y de historias que necesitan ser falsas para llamar nuestra atención. La noticia de los dos ancianos que se escaparon de un geriátrico para ir a un festival de heavy metal no es cierta. En Magnet lo explican: los mayores alemanes se desorientaron y abandonaron el centro, acabaron en ese festival y cuando las autoridades les localizaron se negaron a abandonarlo porque estaban aturdidos, no porque su rollo fuera el metal.

O peor

Una foto de un delicado y pequeño plato de fabes junto a sus sacramentos, seleccionados y proporcionados al bocado de legumbres, ha rebotado en las paredes de Twitter y ha acabado en varios digitales como muestra de la indignación: ¡la nueva cocina llama fabada a una ración enana! ¡Anatema! El autor real de la imagen, gestor de Debocaaccion, ha contado en Twitter que esa foto (bastante buena, como todas las de la cuenta) está cogida de su Instagram sin permiso y pretendía ser un homenaje al autor del plato, Casa Gerardo. Luego, Internet ha hecho el resto.

Menos Kepa, más Athletic

Tal y como está el patio bilbaíno, creo que me va a tocar hablar de Kepa Arrizabalaga más de lo que me gustaría. Se ha ido porque ha querido. Ya está. No le demos más vueltas: el club seguirá adelante incluso cuando el portero acabe su carrera profesional que, por lo visto en las fotos y su propio mensaje de despedida del Athletic, empezó ayer. Me quedo con la sabia reflexión de Borja Barba: “Estáis como demasiado preocupados de que un futbolista de veintitantos años os mienta. No sé. Me parece todo muy inocente. Muy naíf. O igual es simplemente un pataleo”.

Pues molt bé, pues adiós

Kepa Arrizabalaga se quiere ir del Athletic. Si no lo hizo el pasado enero fue porque Zidane, cuyo hijo tenía ficha como el tercer portero del Real Madrid aunque estuviese lesionado, no quería un cuarto guardameta. Personalmente, tenía claro que en el dominó de porteros que iban a iniciar precisamente los blancos con Courtois, la ficha de Arrizabalaga iba a caer y no por el lado del Athletic, que ha hecho todo lo que tenía que hacer, y es justo reconocérselo a Urrutia. Pero no me ha sorprendido que el desenlace haya sido tan rápido: es evidente que alguien tiene prisa.

Lo contó Monje

El primero que confirmó la noticia fue José Manuel Monje, amigo, compañero de Grupo, y periodista al que no se le escapa una, mientras la prensa inglesa nos despistaba mencionando a otros porteros como posibles recambios de Courtois. Pero así se hace el buen periodismo: adelantándote y asegurando lo que nadie ha escrito antes. A Monje le ha tocado además defenderse en Twitter (donde se maneja muy bien) entre los incrédulos y los que, simplemente, no querían ver la realidad: que hay jugadores equivocados que creen que triunfar es jugar en un equipo diferente al Athletic.

Herrerín, siempre en mi equipo

Como athleticzale, me importa poco que Kepa Arrizabalaga se haya ido del Athletic. El problema lo tenemos al otro lado del campo, en la delantera, con el recambio de Aritz Aduriz. Pero la portería está bien cubierta, y bajo los palos lo más probable es que se ponga Iago Herrerín, sobre el que ya he escrito o tuiteado más de una vez que lo quiero siempre en mi equipo, porque es uno de los que más ha demostrado que lo que quiere es jugar en el Athletic. Herrerín fue, además, el mejor de la horrorosa temporada pasada: salió cuando le tocó y las paró muy bien.

No, no es el mercado

Kepa Arrizabalaga ha batido un récord: con 53 partidos en primera división se ha convertido en el portero más caro de la historia. 80 millonazos que en la cuenta corriente del Athletic (que espero que esté en Kutxabank) rinden menos que en la de cualquier otro club. Por eso niego que este fichaje y esta millonada sean fruto de “el mercado”. Ahí están Muniain, Williams, el propio Herrerín, Ainhoa Tirapu o Eunate Arraiza, llenándose de barro y patadas por nuestro escudo. Quien se quiere quedar y pelear por títulos para el Athletic, se queda, y el mercado le da igual.

Somos del Athletic

Juan Laucirica dejó en un tuit el perfecto corolario de esta historia: “Da pena que los jugadores no sueñen con lo que nosotros soñamos”. La historia de quien elige a una empresa de representación experta en la compra-venta. La historia de quien nunca dice nada y cuando habla en el campo lo hace para la tele, no para los que se sientan en San Mamés, la historia de quien parece que nunca soñó: simplemente, el talento y el trabajo (nunca negaré ambos) hicieron realidad la fantasía de niños y adultos a los que nos gusta el fútbol porque nos emociona.

La falta de responsabilidad

Todos cometemos errores, pero me niego a creer que Beatriz Talegón sea tan necia como para perseverar en esa práctica con semejante empeño: después de que le hayan colado unas cuantas noticias falsas (incluso la de que Rajoy es pederasta), vuelve a la carga con un vídeo en el que se ve a un político repartiendo identificaciones en un parlamento para que el voto de los diputados ausentes cuente. Talegón, que lleva toda la vida comentando la política española y catalana tiene que saber que en el Congreso no se vota así. Aun así tuitea el vídeo y la falsa noticia.

La falta de oportunidades

Es fácil detectar en Twitter a quienes viven con un dolor dentro porque no corrieron delante de los grises. Dolor que se agrava cada vez que se les escapa una oportunidad para protagonizar un pequeño hito actual. Dolor que mitigan tuiteando como si con ello colaborasen en alguna resistencia. Los que llevan la cuenta @CervantesFAQs (siempre he creído que la actualizan varias personas) lo demuestran: en Italia cantaron la antifascista “Bella Ciao” a Matteo Salvini, pero no lo protagonizaron ellos, y eso les hiere, les duele, les obliga a tuitear casi como si la idea hubiera sido suya.

Sí, el francés es de ocupadores

Solo había que tener un mínimo de sensibilidad y de cultura para darse cuenta de que, cuando Carles Puigdemont hablaba en francés desde Flandes, estaba expresándose en la lengua de los ocupadores. Pero igual que para algunos todo lo que hace el catalán es obra del demonio, para otros cada acto es el de un ángel, y en ese gigantesco océano que unos y otros dejan entre sí, nadar no te lleva a ningún lado. Hasta ahora: el plan de Puigdemont para convertirse en eurodiputado tiene un “pero”: no conoce la lengua flamenca, propia de la región en la que se quiere presentar, como obliga la normativa belga.

Kepa Arrizabalaga nos ocupa el verano

Mi compañero y amigo Iker Fernández hizo lo que tocaba: repasar las páginas webs de los medios deportivos y generalistas ingleses para comprobar si, en efecto, el nombre y apellido de Kepa Arrizabalaga estaba entre los que mencionaban para el Chelsea, que da por perdido a Courtois. Puede que nos libremos de las garras de los de Londres, que necesitan un recambio para el belga, que acabará en el Real Madrid presumiblemente, pero en el dominó de buenos porteros alguna pieza puede ser la de Arrizabalaga: ¿por qué no iba a quererlo el Atlético si Oblak termina en Chelsea?

El método Bielsa

No soy objetivo con Marcelo Bielsa: todo lo que haga me parece bien hasta que me demuestren con mucho empeño lo contrario. Así que también me parece una lección estupenda la que ha dado a los jugadores del Leeds, que ahora entrena: averiguó que con el salario medio en la ciudad un trabajador necesita tres horas para pagar su entrada al campo cada quince días, así que obligó a los futbolistas a limpiar las instalaciones del equipo durante ese tiempo para que apreciasen el valor de los tickets. Bielsa intenta que los jugadores conecten con la afición, y eso es enorme.

La serpiente del verano

Estamos en la época de la información que se difunde antes de contrastar, el titular grueso y la tontería supina. Eso en verano se transforma en “serpientes” que cada año son peores: menos fundamento y menos veracidad de quienes las lanzan y de quienes las replican. Sí, los periodistas tenemos mucha culpa en que se “viralicen” temas y, sobre todo, enfoques, que no lo merecen o, directamente, son capciosos. Por ejemplo, la supuesta invasión de inmigrantes y sus efectos. Ni hay una oleada de ilegales llegando al sur de Europa, ni su impacto es negativo en ninguna economía.

Sigue, Casado

Pablo Casado ha sido uno de los que ha agitado esos argumentos tan racistas como falaces sobre la inmigración. Pero en su haber tiene y tendrá muchas tardes de gloria periodística que algunos elevarán (allá con su conciencia) y a otros nos tocará poner en su punto. Pero sin pasarnos. Jorge Moruno le acusa en Cuarto Poder de tener “ideología del millonario”, como si no supiera que muchos de los que integran la clase media, en cuanto se vienen arriba, piensan como Casado. Moruno sí acierta en ubicarlo en esa derecha de manipulación informativa y argumentos llenos de dobleces.

¿Falta cultura o sobran museos?

Ni lo uno ni lo otro: creo que los turistas somos abiertos y perfectamente capaces de entrar en un museo y, hasta que me demuestren lo contrario, parto de la base de que cada euro invertido en divulgar conocimiento está bien gastado. Pero es evidente que margen de mejora para acompasar nuestra demanda a la oferta: en El Confidencial alertan sobre la cantidad de museos a los que no va nadie, literalmente, en España. Aunque los ejemplos vascos en el texto sean positivos, no descarto que haya edificios y exposiciones sin visitantes en Euskadi que hay que dar a conocer.

El veraneo

Cada día me gusta menos Twitter. Pero casi cada día leo un tuit por el que merece la pena el tiempo que le dedico, como este: “Todos somos molestos en ocasiones: los niños, los perros, las palomas, los del taladro, los que tocan el bracito, los que tienen el cabecero de la cama flojo, los que gritan, los que dicen: ‘¿Sabes?’. Todos. Menos los que piensan que solo molestan los demás, esos son gilipollas”. Y cuando uno tiene hijos pequeños, de esos que se bajan de la silla en la terraza, como los míos, solo puede adelantarse a pedir perdón. Por suerte, esos gilipollas son minoría.

¡30 años!

Un error flagrante que hemos cometido entre todos es hacer creer a los nuevos usuarios que son los que descubren la tecnología (o la democracia). El marketing, el relato de los medios, la juventud de los prescriptores… Pero quienes se incorporan a Twitter no inventan la conversación global ni la búsqueda de atención desde un teclado: como recuerdan en Retrochenta, esta semana se cumplen 30 años de la invención del chat, esa caja de texto básico con la que podíamos “hablar” en aquel Internet rudimentario y falto de recursos. Hoy sigue habiendo chats, pero reinan las redes sociales.