Desastre múltiple en el Pizjuán

Esta temporada en Liga con los equipos que suelen estar arriba estamos haciendo buenos o muy buenos partidos, pero… nos está pasando como en el Pizjuán el sábado. Jugamos, tenemos más oportunidades que el rival, les achuchamos pero… en un detalle o dos se nos van los puntos.

Vaya desatre el árbitro Prieto Iglesias (Foto: Pablo Viñas)
Vaya desatre Prieto Iglesias (Foto: Pablo Viñas)
El Sevilla no mereció la victoria pero nos ganó por dos goles de diferencia. Uno por la enorme velocidad de Gameiro, que dejó en evidencia a la defensa, y el otro por el árbitro, que vio un penalti en una caída de Krychowiak, que nos condenó a un 2 – 0 muy difícil de levantar. Si a esto le añades la lesión temprana de Raúl García, y que el penalti que le hicieron a Aduriz no fue considerado como tal, susamos y sumamos y resulta que todo fueron imponderables que llevaron a que pasara lo de siempre a orillas del Guadalquivir. Que perdimos. Ya antes del partido comentamos que el Sevilla está en un momento de forma excepcional, en casa. Siete partidos seguidos ganados, y con el del sábado ocho. Vamos que no nos enfrentábamos a un equipo flojo. Al contrario. Se encontró como pez en el agua dejándonos el balón y jugando al contrataque. Y la velocidad de Gameiro hizo el resto en la única oportunidad que tuvieron en el primer tiempo. Mérito del Athletic que no hubiese más. Nosotros oportunidades de San José, Iñigo Lekue (otra vez muy bien), Raúl, Aduriz, Williams… pero sin gol. Y en el segundo tiempo tampoco fue muy distinto, aunque el Sevilla estuvo mucho más tranquilo y tras el penalti, transformado por Gameiro también, estuvo incluso dominador, durante los diez o quince minutos que tardaron los rojiblancos en asumir el mazazo. El Athletic lo siguió intentando pero sin peligrosidad (salvo el penalti no pitado). Pero sí con acercamientos continuos al área. A lo que voy con todo esto, es que si jugamos así no vamos a perder muchos partidos. La calidad está y faltó un poco de suerte o un poco menos de mala suerte. O si me apuras faltó también un arbitraje neutral. Pero si el equipo sigue así va a ser un equipo muy complicado de batir.
Otro de los desastres es que si el año pasado allí se lesionó de gravedad Muniain, este año le ha tocado a Raúl García. No sabemos hasta qué punto es grave o no, eso sí la pinta fue horrible. Ya han avisado… que si no hay rotura como poco pueden ser entre seis y ocho semanas. Raúl es un baluarte que será muy difícil de sustituir. El otro día en Sevilla, lo hizo Eraso, y quizá por nervios, por falta de ritmo o por lo que sea, estuvo muy impreciso, fallando un montón de pases. Pero eso ha sido un día. De hecho, cuando este año comenzó la temporada jugando, lo hizo francamente bien, encima viendo puerta. Rápido, habilidoso, y con mucha visión de juego. Si tiene minutos seguidos como al principio los pases al hueco volverán y esa capacidad para crear ocasiones de gol también. Sino es así, Valverde tiene ahí a Muniain que donde mejor rinde es en la media punta. Vamos, que opciones sí que hay, aunque tal como estaba Raúl es evidente que le vamos a echar de menos. A ver si en poco tiempo le volvemos a tener en el campo.
Y el miércoles otra vez el Villarreal, otro que mete mucho miedo… El pasado comentario dije que el árbitro para ese encuentro iba a ser Mateu Lahoz y me confundí. Mateu nos lo reservan para el Camp Nou… en fin. El árbitro será Velasco Carballo… no sé si es de Guatemala a guatepeor. Al final el nombre casi da igual porque puede ser como este fin de semana que te pilla Prieto Iglesias y te hace un lío… Yo lo que pido siempre a un colegiado es que sea imparcial y que no se note que esté. ¿Demasiado, verdad? Y para acabar lo que le pido a mi equipo es que juegue como últimamente y así volverán con la clasificación para la siguiente eliminatoria de Copa.
¡Aúpa Athletic y a por el Villarreal!

Feliz día de Reyes en la Catedral

La entrada del año en la Copa contra el Villarreal casi se nos atraganta, como el primer partido de Liga contra la Unión Deportiva Las Palmas. Pero curiosamente, contra el equipo que más calidad tiene, fuimos capaces de dar la vuelta al marcador, algo que no ocurría en Copa desde hace más de cien años (remontar un 0 – 2).

Muy bien Iñigo Lekue (Foto:    Juan Lazkano y Borja Guerrero)
Muy bien Iñigo Lekue (Foto: Juan Lazkano y Borja Guerrero)
Estos dos partidos han sido muy distintos y por supuesto me quedo con el último. Contra Las Palmas, el perfecto toque de balón de los isleños hizo que el Athletic cayese en una especie de letargo que propició los dos empates que consiguieron hasta dejar el marcador en el definitivo 2- 2. Me gustaron mucho. No se despeinaron en todo el partido a pesar de ir siempre por detrás en el marcador, siguieron a lo suyo esperando su oportunidad, tocando y tocando. El Athletic acabó cayendo de maduro ante su buen manejeno de balón, pero no me parecieron muy peligrosos… Curioso… porque nos metieron dos goles… Pero si se les hace regalos como el de De Marcos… lo aprovechan, claro. Empate y para las islas como locos de contentos. Nosotros con cara de tontos porque de nuevo retrasamos el acercarnos a los puestos de Champions.
Por su parte, en la Copa, el submarino amarillo, me pareció un equipo peligrosísimo. De hecho, en el primer tiempo los dos únicas llegadas al área que tuvieron las convirtieron en gol. En ese momento todos pensamos e incluso verbalizamos eso de: Agur Copa. ¡Qué poca fe en nuestros leones! Y efectivamente, fueron más leones que nunca. El resultado del primer tiempo no refleja lo que se vio en el campo. El Athletic tuvo más llegada pero no consiguió transformar las oportunidades. Un Villarreal súper serio no nos dejó hacer más y en dos arrancadas consiguió dos goles. ¡Qué peligrosos y rápidos son! En el segundo tiempo los rojiblancos siguieron a lo suyo, a lo que habían hecho en el primer tiempo pero en este caso el acierto de Williams, sí que consiguió esquivar al portero para que el balón fuese a la red. A partir de ahí, a asediar al rival, entrando también en el campo Aduriz, que consiguió el segundo gol, tras la segunda conexión con Iñaki. El tercero fue obra de Aymeric a pase de Beñat, otro de los destacados del partido (era su segunda asistencia). No me olvido que el Athletic jugó con algún cachorrillo en sus filas. No lo digo por Williams que parece que ya de cachorro no tiene nada. ¡Qué fuerza y garra tiene! Lo digo por Lekue, al que aunque le hemos visto poco, no me canso. Incluso no jugando en su sitio lo hizo muy bien. Se le ve la calidad en cantidad de detalles. Él, al acabar el partido, dijo que no le importa el lugar en el que le coloque Valverde. Yo que no tengo nada que perder, le voy a pedir al entrenador que lo coloque en su sitio, porque siempre rendirá más, que a pierna cambiada. Hace dos semanas le vi con el Bilbao Athletic contra el Lugo, de extreño derecho y me pareció uno de los mejores del partido, incluyendo un gol precioso. Ya se vio contra el Villarreal que no le cuesta tirar a puerta, en este caso, una volea muy difícil que salió por poco. Iñigo está pidiendo minutos a gritos.
El Athletic tuvo una última oportunidad antes de acabar el partido, también de Laporte, pero no pudo ser. Y así acabó la remontada, dejando el marcador en un 3 – 2, que es un resultado más ajustado a lo que vimos y que nos permite ir con esperanzas a Castellón, aunque ya sabemos que va a ser muy difícil, no sólo porque sea un campo que se nos da fatal, sino por el momento de forma de los amarillos. A ver si nuestros chicos están tan puestos como el segundo tiempo de La Catedral y nos dan otro alegrón. El miércoles la respuesta. Por cierto, el árbitro designado es Mateu Lahoz… Miedo me da, porque el defensa Bailly ya repartió estopa a más no poder y sin una sola tarjeta amarilla (fijaos en el gol de Williams cómo dejó a Beñat, por el suelo, después de que el rojiblanco diera su perfecto pase a Iñaki)… Bailly es el típico jugador que siempre «pilla cacho», y con Mateu y su «sigan sigan» no sé lo que puede pasar.
Pero… por medio y antes, tenemos mañana mismo que enfrentarnos al Sevilla, otro equipo en forma, y en el Pizjuán, una plaza que tampoco se nos da nada bien. Muy difícil, pero si queremos seguir en puestos europeos… ¡A por ellos y Aúpa Athletic!

¡Iturraspe, la gran noticia de Augsburgo!

Ya estamos clasificados para la siguiente ronda de la UEFA y encima como primeros de grupo. Objetivo logrado además con una estupenda noticia.

Ander sale para salvar al equipo (Foto: Oskar Martínez)
Ander sale para salvar al equipo (Foto: Oskar Martínez)
La vuelta del mejor Iturraspe, que en 17 minutos hizo lo suficiente para que sus compañeros voltearan el marcador. Su cambio por Mikel San José fue providencial, ya que produjo el único juego que se elaboró en todo el partido. El triunfo del Athletic llegó, como muchísimas veces, por la banda. Esa que no se utilizó ayer en el resto de los 75 minutos. Junto a Ander, la entrada de Iñaki Williams también fue fundamental, precisamente, para utilizar ese recurso tan importante del pase lateral. Mas teniendo a Don Aritz Aduriz, que se desespera sino de aburrimiento, al no recibir nada. En Iñaki voy a poner menos énfasis, no porque no tuviese importancia, que sí la tuvo y mucha, sino porque Ander es el que está necesitado de sensaciones positivas. LLeva mucho tiempo sin ser el que era con Bielsa y eso creo que le está pesando demasiado. Este año las lesiones le tienen amargado, y esos 17 minutos le deben dar fuerza porque la calidad ahí está. La asistencia del primer gol es perfecta porque el balón va con rosca, fuerte, de manera que cuando lo tocas sale como un tiro. Si a eso le añadimos la colocación exacta, ¡qué más podemos pedir! La pared con Iñaki en el segundo… sobresaliente. El pase al hueco dejando al extremo solo es de auténtico lujo. Williams se encargó del resto, pase de la muerte esquivando al portero y, el de siempre, que aparece en su sitio para empujar a la red. Una maravilla para los ojos. Y más, en un partido en el que la creación de juego brilló por su ausencia. Anteriormente, tras el gol de Susaeta, después de un saque de banda excelente (permitidme que me desmaye porque no se destacan nuestros chicos en esta jugada, mas bien al contrario). Tras el gol, el equipo cedió el balón a los alemanes pero no porque fuese más cómodo sino porque lo perdían al primer pase. Ellos tampoco creaban nada porque la línea de presión no la pasaban, y los rojiblancos estaban cómodos. Pero poco a poco la presión se fue haciendo más cerca de nuestro campo y ya se sabe… tanto va el cántaro a la fuente … que al final, un desvio, un poco de mala suerte y gol. El segundo propiciado por dos fallos encadenados y … en el marcador por detrás y de nuevo con cara de susto. El equipo que salió de inicio en teoría no es muy creador y lo demostró. Músculo sí, pero hacia arriba… Encima Eraso, que tiene muchísima calidad, no tuvo su noche. Así como tampoco sus compañeros de centro del campo. Si añadimos unas bandas que no carburaban, ocurrió lo que tenía que ocurrir. Otra vez muchos cambios en la alineación inicial. Demasiados, pero esta vez Valverde contaba con la ventaja de tener la tranquilidad de saber que quedaba el partido en La Catedral contra el AZ Alkmaar, pensando así mismo en que contra el Rayo hay que ir a ganar. De todas formas que se tome nota porque ya son dos partidos con bastante poco juego. Y destaco lo de los dos partidos porque no quiero cargar las tintas en los suplentes, lo que me parece muy injusto. No dudo de la calidad de ni uno de ellos. Al contrario, considero que el banquillo este año es potente, incluso muy potente. Y quiero dejar claro que los titulares también sueltan petardazos como el del otro día en Granada y que los suplentes siempre van a tener las cosas más fáciles si salen de pocos en pocos, no todos a la vez.
Bueno y ahora a disfrutar la clasificación para la siguiente ronda como primeros de grupo, por lo que esquivamos en el sorteo a los que vienen de la Champions, y encima con un partido por delante, el del AZ, para probar cosas y dar descanso a los que más cargados de minutos estén. Perfecto.
Y el domingo, por supuesto, ¡a por el Rayo!.
¡Aupa Athletic!

Granada no es para el Athletic

La mezcla de los errores propios y la mala suerte hicieron imposible que el Athletic pudiese sacar algo positivo de Granada.

No fue su día (Foto:  Pablo Viñas)
No fue su día (Foto: Pablo Viñas)
Por supuesto es imposible hablar de este partido sin comentar los muchos errores que cometió Laporte. Todo su partido fue un despropósito. Pero como ayer lunes fue el tema estrella no le voy a dar más leña. Eso sí no me resigno a no comentar la última jugada del partido. Jugada incomprensible donde las haya. Fue un córner a favor de los nuestros jugadores. Se sacó cerrado y cuando iba a entrar a la red incomprensiblemente un jugador de nuestros la sacó fuera. Laporte otra vez. ¿Por qué? Pues porque estaba claro que no era su día. Surrealista. Nunca había visto nada igual.
Sus compañeros tampoco estuvieron para echar cohetes. Raúl Garcia falló muchísimos pases. Aduriz (aún siendo de lo mejor) desperdició un remate que de 100 van 99 dentro. Williams no culminó un mano a mano con el portero tras jugada y pase primoroso de Aritz. Iñaki, quizá acusó los dos partidos internacionales. Susaeta, ¿estuvo? De Marcos… buf…
La sensación que quedó es que podían haber estado jugando tres días pero que no iban a conseguir nada. Los Cármenes no se les da bien. Era el colista. Estaban necesitadísimos de puntos… Andalucía… Si hubiesemos ganado, nos poníamos arriba… Demasiados condicionantes. El Athletic siempre hace algún petardazo de éstos y nos tocó el domingo, justo cuando teníamos a mano los puestos europeos. Parece como si les diese miedo… En fin…
Ahora a olvidarlo. Bueno. Olvidarlo no. Mejor pasar página y pensar sólo en el Augsburgo. Hay que certificar la clasificación. Pero para ello tiene que jugar el otro Athletic. No el de Granada.
¡Aúpa athletic! ¡Y a por el Augsburgo!

Undiano Mallenco, el peor

Siempre se dice que los aficionados tenemos ojeriza a los árbitros y que descargamos todas nuestras fobias contra ellos, hagan lo que hagan. No sé si esta frase es verdad o no. Quizá alguno sí que lo haga, pero en el caso que nos ocupa el tema es precisamente al revés. Este colegiado, me atrevo a decir sin pensar que me confundo ni un poquito, se la tiene jurada al Athletic. No sé el motivo, ni idea, pero sus actuaciones contra nuestro equipo no es que sean malas, es que son horrorosas. Algunos árbitros son malos, y da igual lo que piten, se confunden muchísimo pero indistintamente favoreciendo o perjudicando a cualquiera de los dos equipos, precisamente por el hecho de que son malos. No lo hacen a propósito. Sencillamente, no saben hacerlo mejor y fallan más que una escopeta de feria.

Undiano... ¿peroquete hemos hecho? (Foto: Athletic Club)
Undiano… ¿pero qué te hemos hecho? (Foto: Athletic Club)
Undiano no. No es de ese tipo de árbitros. Sus errores, muchos, son premeditados y pensados. Y esto no lo digo por un simple partido. No me estoy refiriendo a este último que nos ha arbitrado, que no ha sido de los peores. Hago el comentario teniendo en cuenta que cada vez que nos ha pillado por banda nos ha armado alguna gorda.
Para corroborar esto que digo no hay mas que poner las estadísticas que tiene con nosotros. Nos ha arbitrado la friolera de 32 partidos. De ellos solo hemos ganado 6, hemos empatado 10 y hemos perdido 16. Una estadística casi imposible. Y no es casualidad. El domingo en San Mamés el equipo consiguió ganar, pero por el camino, como siempre nos pasa con él, tuvo que soportar sus continuos errores y cambios de criterio según quien sea el que hace algo. El solito se dejó escapar el partido y posibilitó que se diese una tangana, por su incapacidad de cortar el juego sucio, con alguna otra tarjeta más. Estaba claro que el Espanyol venía con la lección aprendida y sabía que el organizador principal de nuestro juego era Beñat. Le pusieron un perro de presa encima y todas las jugadas, acababan con nuestro medio centro en el suelo, siempre, siempre después de haber pasado el balón. Los jugadores periquitos llegaban tarde, y cometían falta de todas todas. A pesar de la reiteración pocas o casi ninguna se saldaron con tarjeta. Eso propició que los jugadores del Athletic acabasen hasta el gorro puesto que veían que había barra libre, según el criterio del de amarillo. Nuestro amigo estaba favoreciendo el juego marrullero de los catalanes que lo único que hacían era cortar y vuelta a cortar el juego. Por supuesto, el público cada vez más enfadado, porque encima vio que las faltas de sus jugadores sí que eran tarjetas. Y no discuto esas tarjetas que nos sacó, porque bien sacadas estuvieron todas… Pero mi queja es … y a ellos… ¿por qué no? Si esto fuese poco, encima, estando cerquísima de la jugada, no pitó un penalti claro a Sabin Merino en el primer tiempo, cuando por detrás le arrollaron, y le mandaron al suelo, cerca de la línea de corner.
Además de esto, otra de sus características es que tiene la capacidad de desquiciar a unos y a otros, porque en un momento determinado se pone súper serio y súper estricto con un jugador, y como el domingo, va corriendo hacia él,… y … le obliga con gestos exagerados…, que en un saque de esquina tire hacia atrás el balón ¡MEDIO MILIMETRO! Jugada fundamental donde las haya… ¡MEDIO MILIMETRO hacia atras el balón! Incluso me atrevería a decir que el balón estaba perfecto, pero… es que le dan estas venadas. Increíble, pero cierto. Supongo que todos los que visteis el partido sabéis a qué jugada me refiero. Respuesta del público: más bronca y más gritos… y eso que al jugador que le mandó tirar hacia atrás el balón era del Espanyol.
Y así uno y otro partido. En nuestro caso nada menos que 32. Y lo peor de todo es que sabemos que nos volverá a arbitrar y volverá a ser igual de desastroso, porque este árbitro no es de los que he mencionado arriba que son malos. El problema de este árbitro es que es malvado. Malo no. Malvado, sí. Malvado, porque lo hace a propósito. Así que a rezar todos para que nos toque lo menos posible.
Y para no acabar con mal sabor de boca, cambio de tema radical y sólo decir que qué maravilla de goles los dos del otro día. El de Raúl García por la dificultad del remate de cabeza cayéndose y entre dos defensores, y haciendo un escorzo complicadísimo; y el de Williams… buf… no tengo ni palabras. ¡Qué preciosidad! Hace muchísimo tiempo que no veía nada igual. Ya no digo en La Catedral, sino en cualquier campo. ¡Qué pasada de gol! De esto último sí es bonito hablar y no de lo anterior, que es una pena, pero que también hay que denunciarlo.
¡Aupa Athletic y a seguir así!