La versión española

Con el PP con una mejilla todavía dolorida por la torta que le ha dado la sociedad catalana, dejando su representación en un mínimo histórico, los de Rajoy se niegan a poner la otra y que, esta vez, sea Rivera el que suelte la mano. Así que la maquinaria para detener la tendencia alcista de Ciudadanos en las encuestas ya está en marcha: el 155 ha hecho que la preocupación de los españoles por Catalunya baje doce puntos. Un mensaje que varios digitales compraron sin mirar.

La versión catalana no es mejor

Por motivos totalmente diferentes la actualidad política catalana no es mejor. En este caso no parece que se haya puesto en marcha una maquinaria que fije noticias en portadas digitales, de hecho, el motor que genera el titular es mucho más mundano: ERC ha encajado mal que el PDeCat les haya superado en votos y torpedea al Govern. ERC, sí. Ni Ciudadanos, ni la CUP: ERC es la que se negaría, según El Confidencial Digital, a posibilitar la investidura a Puigdemont desde Bruselas.

Rosa Díez marca su nivel

Rosa Díez va a acabar su carrera política como una tuitera a la que se las cuelan todas porque es incapaz de salir de la escena en silencio: la líder de los magentas no dudó en dar por bueno un montaje cutre-salchichero con una portada de la revista Time en la que aparecía la Guardia Civil señalada como la mejor policía del mundo. No se trata de un conocimiento insuficiente de diseño o imagen, como le señalan en Twitter, sino del insuficiente pensamiento crítico imprescindible.

Pero, ¿a quién le importa nada?

Como a Rosa Díez parece que a muchos su identidad digital les importa muy poco, por lo que deducimos de lo que vemos en Internet cada día. Por ejemplo, Silvia Charro y Simón Pérez, esa pareja que se hizo famosa en Internet por comentar la actualidad económica en un vídeo afectada por la comida navideña de empresa, se han convertido en youtubers con un canal horrible para rentabilizar su fama efímera: política, denuncias ciudadanas y economía. Todo vale. ¿Y el rastro digital? ¡Qué más da!

¿Y si Kepa se queda?

Cuando lo leí en Libertad Digital pasé: en este medio cogen cualquier comentario y lo estiran lo que sea necesario hasta sacar un puñado de “clics”. Pero lo de Diario Crítico me pareció un poco más armado: Kepa Arrizabalaga puede quedarse en Bilbao después de que Zidane haya dicho en público que no quiere otro portero. Y ahora, ¿qué? Pues todo dependerá de si hay un precontrato, como en anteriores ocasiones. En cualquier caso, estoy deseando ver quién habla primero y qué dice.

Sobre el silencio de Kepa

Comunicativamente, Kepa Arrizabalaga hace lo que tiene que hacer: no decir nada. En una situación tan complicada como la que se ha buscado, por lo menos, mantiene un silencio que puede ser lo único que le otorgue cierto beneficio y descanso. En sus redes, en las que nunca fue especialmente elocuente (siempre ha tirado de fotos sin texto), también reina una extraña calma: imágenes viejas y, sobre todo en Twitter, referencias a su debut en la selección española como últimos posts en rojo y blanco. El portero ha decidido callar, nosotros hemos decidido no hacerlo.

Tu equipo eres tú

Reutilizo este titular que escribí hace unos meses para hablar de la importancia del equipo de los políticos: solo una persona sube al estrado pero tiene que estar bien asesorado por otras que le ayuden, y no al contrario. En el fútbol es el nudo de todos los planteamientos: el equipo que salta al césped y el que elige el jugador. Cuando Kepa Arrizabalaga escogió a Bahía Internacional para representarle ya sabía lo que hacía y a lo que se arriesgaba… O lo que quería.

Lo que no podemos permitirnos

Este culebrón ha servido para algo: para desnudarnos. Kepa, Josu Urrutia, quienes les asesoran, Cuco Ziganda… Y los periodistas. Algunos, sorprendentemente, han comprado el discurso que le interesa al Real Madrid: ser el suplente de Keylor Navas es mejor que ser titular en San Mamés, y es un síntoma, al parecer, de ambición profesional. ¡Toma ya! Y algunos de los que firman estas ideas se erigirán en defensores del Athletic. ¿En serio? Tomás Roncero se lo firma.

Por supuesto, toca hacer autocrítica

Cuando una campaña sale bien es importante repasarla y saber dónde acertamos. Cuando sale mal es imprescindible examinarla palmo a palmo para aprender lo que hicimos mal. En esta operación la directiva del Athletic Club y el equipo de comunicación tienen que hacer una necesaria autocrítica: ¿cómo es posible que, otra vez, un jugador que despunta se quiera marchar? ¿Cómo no se ató antes a un portero cuya titularidad estaba pautada desde hace años? ¿Todo terminará echando a los pies de los caballos al jugador?

“Beti zurekin” no es un canto de resignación

La marcha de Kepa Arrizabalaga ha descubierto los problemas de Ibaigane pero ninguno bajo los palos. De momento, Iago Herrerín está ganándose el primer dorsal de la plantilla, pero no por ello tenemos que correr otro velo, uno más, y cantar el “Beti Zurekin” para resignarnos en comunidad. Ese grito es para acompañar al Athletic a las victorias y a los títulos. Me niego a tener una mentalidad conformista: no vale con ser un equipo único, ganamos siendo un equipo único, ¡esta es nuestra grandeza!

Un poquito hartos

Cuando vi la noticia de que el año empezaba bien para los autónomos con cambios en la desgravación y la ampliación a dos años de la tarifa plana para los nuevos trabajadores por cuenta propia, me eché a temblar: si todos los medios compraban la música del gobierno español es porque la letra iba a ser terrible. Y en Público leo que, efectivamente, lo es: las modificaciones en la desgravación son recortes y la cuota para la mayoría subirá otra vez como ya hizo en 2017.

Sigue la estafa

El precio de la luz en España en 2017 ha sido el más caro desde el máximo de 2008: hemos pagado más de un 30% más que en 2016 hasta llegar a los 52,2 euros por megavatio/hora. Comparemos con países del entorno: en Alemania pagan 32,4 euros, y en Francia, 44,9. Pero solo hablamos del 35% de la factura. El 25% corresponde a IVA e impuestos, y el 40%, a los peajes: esas compensaciones que estamos abonando al sector por lo que este deja o puede dejar de ingresar.

Intención de voto en la capital de Tabarnia

Tabarnia está resultando un detector de tontos muy útil: los españoles que se han inventado esta región en la que ganó Ciudadanos en las Autonómicas se golpearán contra la realidad, y los independentistas que les entran al trapo, directamente, nunca han sido los más listos de su clase. Por suerte, vienen las municipales y Tabarnia se esfumará: la intención de voto de en Barcelona sitúa a ERC como primera fuerza casi empatada con Podemos, y Ciudadanos como cuarta opción.

No son buenos compañeros de viaje

Un nacionalista catalán como Pep Guardiola está dando una lección al mundo del fútbol y al mundo, en general: el “cómo” sigue siendo importante. También vale para la política: el “cómo” importa. Y mucho. Más todavía a la hora de construir una nación: no vale hacerlo de cualquier manera ni con cualquier compañero de viaje, porque algunos te salen rana, como Oriol Ciurana, un semihéroe por enfrentarse a la justicia española que después ha dado positivo en un control antidroga de la DGT.

Tampoco será para tanto…

Puedes ser posible que en Londres haya restaurantes que estén trabajando para que sus platos sean especialmente bonitos tras comprobar que Instagram puede llevarles clientes. Pero de ahí a afirmar que esta red social está cambiando la forma en la que comemos va un gran trecho. En la restauración la presentación siempre ha sido importante, pero el cambio (necesario) de los últimos años para tener en cuenta la experiencia del cliente es lo que ha llevado Instagram a la mesa, no al revés.

¿Y la verdad?

El fotógrafo Ángel García respondía en Twitter a Pepe Oneto que, en su día, señalaba como falsa una fotografía del 1 de octubre en Barcelona en la que se veía a una mujer con la cara ensangrentada después de una carga policial. Otra foto del mismo momento y de Geraldine Hope, compañera de García en Blooomberg, ha sido elegida como una de las mejores de 2017, ratificando además la historia. Pero el tuit de García solo tenía más de mil retuits. El de Oneto, criticando la “falsa” foto, lleva más de 3.500.

Tontos del higo

Creo que Pilar Carracelas clava el calificativo cuando sugiere que Carlos Sliva es un “tonto del higo”. El de UPyD (sí, todavía queda alguno que lo es y lo dice) se quejaba airadamente en Twitter de que en el Starbucks de Barcelona no hubiese un cartel en castellano que tradujera: “Carteristes professionals operen en aquesta zona”, “professional bag thieves operate in this area”. Efectivamente, si no entiendes eso es posible que te roben en cualquier lado incluso aunque te traduzcan el cartel.

Algunos sí lo son

Cada día estoy más de acuerdo con la teoría de que llevamos demasiado tiempo sin una pandemia en la parte civilizada (supuestamente) del planeta. Por eso hay padres que no vacunan a sus hijos, jetas que venden leche sin pasteurizar o ignorantes que se apuntan a la moda de beber agua sin tratar. “Pura” o “cruda” (del inglés, “raw”) la llaman y, ojo, no es barata, pero el agua directamente de la tierra parece que es una tendencia hoy en Silicon Valley, según denuncia Ícaro Moyano.

The New Yorker lo ha vuelto a hacer

The New Yorker ha publicado un reportaje delicioso (accesible sin problema desde Internet y con un diseño cuidado) sobre cómo es hoy aquella ruta de la seda sobre la que tanto hemos leído en novelas o reportajes históricos. Las fotografías de Davide Monteleone, que son la base, muestran el moderno ferrocarril acompañado de nuevas carreteras… Pero también la recogida tradicional de la materia prima y las circunstancias que, por desgracia para algunos, no han cambiado.

El modelo Guardiola

Sergio Vázquez relata estupendamente su devoción por Guardiola en su artículo para Panenka. Los hechos son incontestables: Guardiola ha ganado 3 de cada 4 partidos de los 500 que ha disputado como entrenador, y ha triunfado en las ligas española, alemana e inglesa. Pese a su éxito, sigue siendo criticado y despreciado, por lo que Vázquez decide impulsar un “guardiolismo” que considera que sirve como recordatorio de que la perfección y la sublimación del “cómo” son posibles.

Un mono con dos pistolas

Donald Trump nunca quiso ser presidente, no tiene ideas, es irritable, cuando entró en la Casa Blanca se tiró dos días encerrado en su habitación viendo la tele y devorando Big Macs, su hijo se reunió con emisarios rusos traicionando a la patria y bajo la sospecha del lavado de dinero y sus colaboradores le abandonan con facilidad porque creen que es un incapaz y solo se rodea de imbéciles. Así es Trump según el libro de Michael Wolff que salió ayer a la venta. Empieza la fiesta.

Sus mayores pecados

El corresponsal José Ángel Abad ha lanzado una serie de tuits muy interesantes sobre el libro de Wolff marcando tres claves: la primera, la traición. La de Steve Bannon, que fue su mano derecha, y sobre todo la que éste apunta: que el hijo de Trump se reunió durante la campaña con varias personas relacionadas con el Kremlin en un claro acto contra EE.UU.. La segunda, que quiso ser candidato por la popularidad pero nunca quiso ser presidente. Y la tercera, su incapacidad.

Bannon es la clave

La política es apasionante, sobre todo desde las bambalinas. Y esos personajes detrás de los focos son, sin duda, los más interesantes, como Steve Bannon, que lanzó a Trump desde su medio on-line conservador y acabó siendo jefe de campaña y de estrategia de la Casa Blanca. Un enfrentamiento con el yerno de Trump le costó el despido, y ha acabado contando a Michael Wolff unos hechos que pueden ser las partes más jugosas del libro que todos queremos leer ya.

¡Ya le gustaría!

Trump ha cometido muchos errores como presidente. Los políticos son los más graves y los comunicativos, los más relevantes. Y el que posiblemente sea su error más importante tiene una parte de cada: despreciar a la prensa desde el primer minuto y señalarla constantemente como generadora de noticias falsas ha desactivado la (poca) validez de ese discurso cuando más lo necesita. Sus quejas ante el libro de Wolff y sus gritos de que es todo mentira por propia su culpa suenan a música de fondo.

Los hechos lo confirman

Sin embargo, Donald Trump todavía tiene la sartén por el mango: puede demostrar que Wolff es un exagerado y Bannon un alarmista, con una legislatura cuidada en fondos (política) y formas (comunicación). Sin embargo, quien da verosimilitud a los excesos que Wolff narra es el propio Trump: ¡cómo se le ocurre enfrentarse al líder de Corea del Norte tuiteando que su botón nuclear es más grande! Así solo ratifica su imagen de iracundo incapaz que no sabe qué hacer y huye hacia delante.