Qué irresponsabilidad

Íñigo Errejón me parece un político sobrevalorado, como todos los que estuvieron en la génesis de Podemos, pero no puedo negar que el tuit que mejor define la política española actual es suyo: “Qué irresponsabilidad”, escribió cuando se certificó, vía Rey de España (toma anacronismo y contradicción) que habría nuevas elecciones. Lo que hace Sánchez, sobre todo, y le han permitido Iglesias, Casado y Rivera, es una absoluta irresponsabilidad porque unas elecciones lo que hacen, justo, es otorgar a un candidato la responsabilidad de formar gobierno. Ellos fallan pero lo pagamos los demás.

O nos toman por tontos o lo son

Sin duda, el político más sobrevalorado de los últimos años no es Errejón, sino el que fuera su compañero de partido, Pablo Echenique (que, por cierto, antes fue compañero de partido de Albert Rivera). El número tres de Podemos sugería que Sánchez no quiso de vicepresidente a Iglesias pero lo será Rivera. O Echenique no se entera de nada o piensa que los demás no lo hacemos. Rivera hará lo que tenía que haber hecho Iglesias, precisamente: acordar una investidura y someterle desde un pacto de gobierno y la bancada de la oposición al mismo tiempo. No hay otra opción. Bueno, sí: si les dan los números, el trifachito.

El teatrillo, para quien se lo compre

Itxaso Atutxa se fijaba en otro elemento, precisamente en el que nos han llevado a esto: “Yolanda Díez (Podemos): ‘Yo he estado en las nueve horas de negociación’. Nueve horas. Nueve. Horas. ¿Negociación?”. Lo que han hecho PSOE y Podemos no es negociar, es intentar colarnos una batalla del relato que nadie le ha comprado, porque cada vez que se respondían en entrevistas o en Twitter, se lo afeábamos y lo señalábamos. ¿De verdad se creen que nos han colocado alguna de sus mentiras? ¿De verdad piensan que nos engañan con “nueve horas de negociación”? ¡Habrá que oírles en campaña!

Todo lo que está mal, en una foto

El diputado del PSOE y alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha tuiteado una foto de Rivera e Iglesias hablando en la cafetería del Congreso, donde el respeto a las relaciones entre diputados diferentes (necesarias, por supuesto) era la norma… Hasta esta semana. Puente ha roto una tradición por una foto, y ha criticado que dos personas hablen. Lo que sea por la campaña. Así está hoy el parlamentarismo en España: traiciones, censuras y chulería, porque Gabriel Rufián se lo ha afeado y Puente se ha puesto, encima, canallita. Creo que en el PSOE se alejan de la realidad y no lo saben. Como no saben lo que arriesgan.

¡Hasta Sánchez critica a Sánchez!

Pedro Vallín recuperó un tuit de Pedro Sánchez en 2016, este: “La responsabilidad de que el señor Rajoy pierda la investidura es exclusiva del señor Rajoy por ser incapaz de articular una mayoría”. Evidentemente, el actual presidente en funciones se refería a la repetición electoral a la que nos vimos abocados hace menos de cuatro años. El miércoles, Sánchez culpaba a todos menos a él de su fracaso y no asomó ni un brote de autocrítica. El Sánchez del pasado lo tenía más claro que el del presente, que solo ve un horizonte electoral teórico. Ojo a la primera encuesta después de lo que ha pasado esta semana.

Con Rivera, no, o puede que sí

A la hora a la que envío esta columna a la redacción del periódico desconozco si la propuesta de Albert Rivera a Pedro Sánchez ha sido bien acogida por el segundo o este se ha inventado otra excusa para llevarnos a las elecciones que persigue desde la noche del último 28 de abril. Juan Soto Ivars tiraba de sarcasmo (o eso creo) para describir la situación gráficamente en Twitter: “Rivera ahora mismo es el tío intentando llevase al huerto a lo que haya en la discoteca, con la camisa abierta y el pelo empapado, a las 5:55 de la madrugada. También os digo que a veces se caza algo en estas condiciones”.

El principio de subsistencia

Por supuesto, Albert Rivera hablará de responsabilidad patriótica o alguna cosa que le suene que diría un hombre de Estado. Pero la realidad es que si da aire a Sánchez y le permite la investidura solo está salvándose a sí mismo: Ciudadanos sería el partido más perjudicado en un adelanto electoral, según casi todas las encuestas. Pero, ojo, que algún político español aplique por fin el principio de subsistencia del propio partido me parece una buena noticia aunque lo haga Rivera: ni Sánchez en 2016, ni Casado en las Generales, ni Iglesias ahora demostraron manejar la norma más básica de la política.

Es cierto: Sánchez está de dulce

Si hay elecciones (creo que las habrá porque Sánchez las quiere y es el único que puede decidir parar esta insensatez) todos sabremos que el culpable es Sánchez, que lo ha hecho pensando solo en sí mismo y que nos ha mentido con la derogación de la reforma laboral o la oferta a Podemos. Pero como recuerda Miquel Roig, “Iglesias también tuvo un momento en el que podía pegarle a un niño en prime time y no se habría notado en las encuestas. Ahí mismo está ahora Pedro Sánchez. Todos sus cambios de opinión le salen gratis. El Sánchez presidente no se siente atado por lo que dijo el Sánchez candidato”.

Los herederos de Franco

Joaquín Robles, de Vox, lo ha dejado muy claro esta semana: “Condenar el franquismo no tiene ningún sentido puesto que somos herederos. Nos guste más o menos. Pero la Historia es la que es y no se puede cambiar al gusto ideológico del Gobierno de turno”. A nadie le sorprende el posicionamiento, pero hay que ser muy facha (de los de verdad) para declararse heredero de una dictadura por el método de la disolución. Si de algo soy heredero es de los que se enfrentaron y sufrieron el régimen, y como yo, muchos, sobre todo en Euskadi y Catalunya. Igual el hecho diferencial empieza ahí.

Otro capítulo que terminamos

Don Mitxel Errega mostraba fina ironía tuitera: “A mí que fiscalía y acusaciones libren de entrar en la cárcel a 45 dirigentes de ETA no me cuadra: o bien sabían que no pertenecían a ETA o bien fiscalía y acusaciones son también ETA, no me jodas”. Para mí, esta lectura es un buen colofón porque desdramatiza y porque caricaturiza a esa justicia española capaz de iniciar un macrojuicio y terminarlo con unas condenas mínimas y pactadas (bienvenidas sean, por supuesto). Con suerte, este será el último juicio multitudinario por culpa de ETA al que asistiremos, y podremos cerrar felizmente otro capítulo.

¿Qué va a decirnos Sánchez?

¿Qué va a decirnos Sánchez si, como parece, finalmente nos manda a elecciones? ¿Que hay que votarle a él para que no gobierne la derecha? Pues él le ha dado una segunda oportunidad. ¿Que derogará la reforma laboral cuando sea presidente? Un año lleva sin hacerlo. ¿Que él nunca quiso elecciones y la culpa la tienen todos menos él? Eso, directamente, no hay quien se lo crea. De hecho, según El Independiente, casi la mitad de los españoles opinan que Pedro Sánchez es el culpable de la repetición electoral, y en eso va a coincidir toda la oposición. A ver cómo lo levanta.

Los Primo de Rivera, encantados

En esta situación de transitoriedad en la que parece que a Pedro Sánchez le da igual lo que pueda pasar, salen beneficiados, cómo no, los de siempre: “El Gobierno en funciones ha renovado el ducado que el dictador Francisco Franco concedió a José Antonio Primo de Rivera a título póstumo. ‘La sucesión en el título de Duque de Primo de Rivera, con Grandeza de España, ha sido solicitada por don Fernando María Primo de Rivera y Oriol, por fallecimiento de su padre, don Miguel Primo de Rivera y Urquijo [sobrino del fundador de la Falange]’, reza la nota del Ministerio de Justicia publicada en el BOE” (Público).

Y todos buscan ya su hueco

Al modelo Sánchez de vivir en una precampaña constante le ha salido un imitador: Albert Rivera se ha puesto el traje de la batalla política y ha aparecido en medios digitales este fin de semana, antes de hacer una propuesta más electoralista que parlamentaria, asegurando que él quiere ganar y no ser bisagra. Y ahí patina. Porque Rivera, precisamente, fue el que vendió que con Ciudadanos se iba a acabar la dependencia con los partidos nacionalistas vascos y catalanes para formar mayorías… Y no es así. Es lo malo de venderlo todo: que no te acuerdas de lo que te compran y haces el ridículo durante las reclamaciones.

Tambores electorales también en Catalunya

Si algo le viene bien a Rivera (el de Ciudadanos) es que durante la campaña, seguramente, conozcamos la sentencia a los políticos catalanes presos por ser nacionalistas. En principio, esto tampoco le viene bien a Sánchez, por cierto, que deberá marcar perfil… Y puede alejar a socios de gobierno por el camino (PNV y ERC no han podido ser más posibilistas). Lo que seguro que genera, también, es movimiento electoral en Catalunya, donde empezarían con esta campaña y seguirían hasta los comicios autonómicos, tras los que podría gestarse un nuevo gobierno de concentración, según Pere Aragonès (El Nacional).

Se trata de intoxicar

Alfredo Perdiguero, subinspector de la Policía Nacional y tuitstar, mantiene el tuit en el que confunde el grito de los jugadores del Anaitasuna antes de empezar los partidos (“gora Anaita!”) con un “gora ETA!”. Sosteniendo esta confusión sostiene la posibilidad de seguir extendiendo el “todo es ETA” que, acabamos de verlo con un juicio anacrónico, todavía tiene adeptos. Si Perdiguero quisiera terminar con el error y la intoxicación solo tiene que eliminar el tuit y pedir disculpas. Pero no lo hace porque esto, al parecer, no va de la verdad ni de tender puentes, sino de todo lo contrario.

Pablo, estás fuera

La antepenúltima bala de Pablo Iglesias fue una propuesta ridícula: una coalición a prueba. ¿Qué enseña este politólogo en la Universidad? La anteúltima, pedir a Felipe VI (ese al que regaló Juego de Tronos en DVD) que medie ante Pedro Sánchez para que este acceda a un gobierno en coalición. Aún le queda la última: que dé gratis la presidencia al del PSOE para salvarnos de unas elecciones. Pero Iglesias debe asumir que está fuera: no va a entrar en el gobierno ahora ni lo hará después del 10-N, cuando Sánchez (cada día estoy más seguro) alcance un acuerdo de gobierno sin entrar en él con Ciudadanos.

Rosa Díez se deja querer

La compañera de partido de Martínez Gorriarán es la invitada de honor a la merienda caníbal que ha organizado el PP en Euskadi. Y ella, por supuesto, encantada. Sigue sentada esperando a que alguien le proponga ocupar el puesto de un cadáver político y lo hará encantada. De hecho, como recuerdan en El Plural, se deja querer asegurando que echa de menos el Congreso. Suelo quejarme de que en Podemos media docena de personas en Madrid lo hagan todo pero en la política vasca hay algunos eternos: Díez u Otegi cambian de siglas pero, como el dinosaurio de Monterroso, seguirán allí cada vez que despertemos.

Y Vox, en el centro

Si el sainete del PP vasco les aburre, esperen, que todavía queda el entremés que nos preparan para la precampaña en el trifachito español. Agárrense, que viene chiste gordo: “Vox invita a PP y Cs a que giren al centro para ganar entre los tres a Sánchez” (El Independiente). Lo han leído bien: Vox se sitúa a sí mismo en el centro y espera desde ese espacio a PP y a Ciudadanos. O algunos no saben dónde está su pie derecho o tienen un morro que se lo pisan y, sobre todo, se piensan que la ciudadanía es idiota. La de tomar por tontos a los votantes es una mala costumbre que espero que mantenga viva Vox.

Ciudadanos, fuera de sitio

Lo que está claro es que Albert Rivera y los suyos no saben dónde están, si en la derecha o en el centro. Tampoco saben si unas nuevas elecciones serán buenas o malas: puede que pierdan escaños pero ganen capacidad de influencia como socios de Pedro Sánchez (y sí, cada día que pasa y nos acercamos más al 10-N esta es una posibilidad más real). Pero de donde nunca se han movido en Catalunya es del podio de la provocación: ¡hasta Manuel Valls les ha contradicho y no cree necesario el 155! Pero lo del tuit con emoticonos por el himno español que sonó durante la ofrenda floral de la Diada es de cuñado de honor.

Una pérdida irreparable

La falsa negociación de PSOE y Podemos y la cuenta atrás hasta la convocatoria de elecciones nos tapan un montón de historias que merecen ser contadas, como la de Robert Frank, el fotógrafo que, cuando todos empezamos a ir, ya había vuelto y nos esperaba revelando sus carretes. Hoy, gracias a las cámaras de los móviles y a la posibilidad de ver, editar y compartir nuestras fotos, la fotografía callejera está más de moda que nunca. Algunos somos peores y otros son mejores y los disfrutamos, pero ninguno es como Frank, que creó y sublimó un género con cámaras de película y objetivos manuales.

Populares, pero no del pueblo

¿Cuánto dan de sí tres millones de euros en Sanidad? Mucho, evidentemente. Según leemos en Eldiario.es, esa podría ser la cifra del desfalco organizado por el PP de Madrid en una trama que apunta, directamente, a Esperanza Aguirre. Según relatan en el digital, las adjudicatarias de contratos públicos para infraestructuras médicas tenían la obligación de destinar un 1% de su presupuesto a agencias para promocionar las obras, “las campañas de publicidad ficticias se encargaban a empresas que devolvían el favor inyectando importantes sumas de dinero para financiar actos electorales”.

Socialistas, pero poco

Con la recesión o crisis o lo que sea que nos avecina, pero nada bueno en lo económico, el PSOE prefiere pelearse por unos 10 o 15 escaños con Podemos. No parece muy responsable pero todos sabemos que en ese partido las siglas y los principios son siempre eludibles. Por ejemplo, la ministra Calviño se opone a la derogación de la reforma laboral que puso en marcha el PP y eso estaría provocando roces con algunos ministros. De momento, lo único que sabemos es que Sánchez como presidente después de la moción de censura y como presidente en funciones después del 28 de abril, no ha cumplido su palabra.

De Podemos, pero también de la Falange

Cuando los partidos políticos son formados por un aluvión de personas, muchas de ellas con recorrido político e insatisfacción en sus mochilas, y no hay una ideología que los compacte, no suelen terminar bien. Esto lo sabe también Pablo Iglesias, que fía su subsistencia a entrar en el gobierno como sea porque cuanto más tiempo pase más casos como el de Julio Alfonso González conoceremos: el secretario de organización de Móstoles y coordinador de Educación fue candidato de la Falange por Gipuzkoa en 2008, y en el que sería su perfil de Facebook hay mensajes a favor de la extrema derecha hasta 2011, según El Independiente.

Ciudadanos, pero no sé si civilizados

Parece que la cuarta campaña en cuatro años para unas elecciones generales va a ser más corta, de ocho días, pero también parece que a Albert Rivera se le va a hacer muy larga. Él llega bajo de forma y popularidad, y su partido en unas condiciones lamentables. El abandono de Nart (que no deja su acta de eurodiputado, por supuesto) y el del compañero en el Congreso del propio Rivera, Francisco de la Torre, acusándole de que el líder de su partido ni le saludaba ni hablaba con él en los peores momentos, como el fallecimiento de su padre, muestran un partido en descomposición en plena precampaña.

Del Barça, pero más de su dinero

Neymar ha dejado en ridículo al FC Barcelona, que se ha arrastrado por un jugador problemático a petición de sus estrellas. Neymar también ha dejado dos vestuarios rotos: el del PSG, que tendrá que recibirle después del parón por selecciones, y el del FC Barcelona, con media docena de jugadores que han sido ofrecidos como moneda de cambio. Finalmente, Neymar pretende dejar al FC Barcelona con unos cuantos millones menos: a finales de mes empezará el juicio en el que reclama la prima de renovación pese a que solo unos meses después se fue a París, de donde quiere salir… rumbo al Barça. Epítome del fútbol moderno.