La otra opción que tenía para titular esta columna era: “La culpa es de las putas viejas”, que es lo que ha expresado bastante explícitamente el usuario @DavidPerro en Twitter. Una opinión que, con más o menos sutileza, han tuiteado de un modo similar muchos más usuarios: como si quienes hacían cadenas humanas contra el fuego esta semana o recogieron chapapote en Galiza no votasen. Como si el problema fueran las viejas que votan mal o, peor, que van a votar.
El pueblo, la gente…
Otra competición bastante inútil que hemos observado entre tuiteros de sofá es la de apropiarse de la heroicidad de la ciudadanía gallega. “La gente”, decían los de Podemos, cómo no. “El pueblo”, el resto de progres. “Los verdaderos patriotas” señalaban los que reparten carnés de buen español o nacionalista malo. Pero no: solo eran personas desesperadas que se sentían desprotegidas porque las instituciones, pueden negar la mayor, no dieron la talla.
“El diálogo es fácil”
Copio el titular del párrafo a mi admirado Quim Monzó, que rescató esas cuatro palabras del largo tuit del PSOE en el que recogían las declaraciones de Oscar Puente sobre lo “posible” que era el diálogo si quería Puigdemont. Se lo resumo: básicamente tiene que renunciar a todo. Renunciar a los acuerdos en el Parlament, renunciar incluso a que la cámara es la base de la soberanía popular catalana, y reducirlo todo, agárrense, a una comisión parlamentaria. Una humillación.
¡Qué error!
La llamada “de broma” que realizó Catalunya Radio y no emitió es un error mayúsculo: llamaron a un empresario y, haciéndose pasar por la delegación del gobierno español en Catalunya, le ofrecían ayuda para trasladar su sede. Insisto en que al final tuvieron el sentido común de no emitirla, pero tampoco avisaron al empresario de que se trataba de una broma y este, indignado, la grabó y difundió. El error y sus consecuencias son solo imputables a la emisora.
Elige un día para indultar
¿Qué mejor día para declarar una serie de indultos a condenados por corrupción que cualquiera de esta semana con el tema catalán al pil-pil? Algo parecido han pensado en el gobierno español, que ha aprovechado para llevar a cabo “los primeros 11 indultos de 2017. Tres de ellos condenados por delitos contra la salud pública, uno por lesiones y los otros seis por prevaricación continuada” (Público). Una serie de sentencias en el Ayuntamiento de Rota han quedado anuladas de facto.