La importancia del fotoperiodismo

A estas alturas hace falta recordarlo porque, como cualquier persona que se dedica a esto de la comunicación, la mayoría de estos profesionales está mal pagado y/o con unas condiciones nada deseables para realizar un trabajo tan importante. Y aun así lo hacen. Y aun así es importante que no dejen de hacerlo: en Photolari muestran el trabajo y las reflexiones de John Moore, el fotógrafo que nos ha dejado ver cómo la policía de Trump trata a los inmigrantes en la frontera, cómo les separan de sus hijos, cómo obligan a las madres a quitar los cordones antes de hacerlo.

No todo es liberador

Puedo entender que una artista, en una fase de su proceso creativo, experimente con una coacción ajena y, en un contexto de libertad, esta le resulte catártica. Pero no puedo entender que un medio feminista sugiera siquiera que el uso del yihab es progresista porque una artista se haya sentido liberada usándolo en una ciudad que no obliga a su utilización, como es Madrid. El yihab es una prenda que unos hombres imponen a todas las mujeres y las anula. Y para cambiar esta norma muchas mujeres se juegan la libertad quitándose simplemente un velo. Esa es la verdad.

Denme más normalidad

Mucho más liberador, mucho más progresista y mucho más feminista es el mensaje de Bárbara Sánchez y otras mujeres en Twitter contra las críticas que ha recibido Blanca Suárez por ir a la playa y ponerse en biquini. Al parecer, la actriz durante sus vacaciones estaba con más kilos de los que quienes imponen cánones consideran los adecuados para una mujer con cierto éxito. Ya pueden irse a la mierda todos los que subliman y obligan a la delgadez extrema, los que lo publican, y los que lo aplauden y recomiendan. Ojalá más mujeres “normales” como Blanca Suárez en biquini.

2018 y tenemos que explicar esto

Si la importancia de los fotoperiodistas siempre hay que recordarla, que en 2018 tengamos que explicar que la educación sexual no tiene nada que ver con la pedofilia ni siquiera con la incitación a la sexualidad de los menores, es que algo falla. Y algo falla: la semana pasada en Twitter vi varias conversaciones preocupantes sobre lo desaconsejable que resultaba una publicación que simplemente decía a los niños y las niñas que no pasa nada si les da placer tocarse la cosita porque es lo normal. Por suerte, en Vozpópuli han intentado zanjar la chorrada explicando el libro.

Bielsa es un profesional

Seguramente ya habrán visto el vídeo de la presentación de Marcelo Bielsa en Leeds, en el que asegura que el Athletic Club es el equipo más importante para él. Pues bien, en esa rueda de prensa dejó otras perlas que han pasado desapercibidas. Una de ellas la tuitea muy bien Kiko Medarde: “Bendita locura y verdadera sensatez” la del entrenador argentino que, antes de su presentación, ya se ha había visto los 51 partidos que jugó la temporada pasada el equipo al que va a entrenar. Personalmente me parece un síntoma de profesionalidad extraordinaria. Quiero más Bielsas en mi mundo.

Ser uno de los suyos

Naiara Galarraga estuvo en el Aquarius como periodista. Fue nuestros ojos allí, nos lo contó y logró que tuviéramos conciencia de lo importante que era salvar a aquellas personas. Recientemente tuiteaba: “Es un honor que lectores y compañeros de oficio a los que admiro hace tantos años nos feliciten. Pudimos contar la historia del Aquarius porque estábamos allí. Nada como estar para ver, oír, preguntar e intentar contar bien. Sí al periodismo internacional sobre el terreno”. Lo que es un honor es que haya periodistas como ella que dignifican la profesión.

El laberinto no es solo de ETA

Es lo que sugiere Mikel Segovia en El Independiente: la dificultad para esclarecer los crímenes de ETA no es solo por el laberinto de la propia banda. El periodista Pablo Romero ha conseguido reabrir el asesinato de su padre solo unas horas antes de que prescribiera para que la justicia siga investigando. O mejor, empiece a hacerlo: Romero denuncia la dejadez cuando no las dudosas intenciones de los organismos del Estado que no han resuelto con la diligencia suficiente los atentados de ETA. Una verdad dura y con la que, por cierto, conviven muy cómodamente los miembros de ETA.

¿Grandes? ¿Otra vez?

Es evidente que hay diferencias entre EE.UU. y Europa, especialmente en el modo en que vemos y valoramos la política estadounidense. Aquí Trump nos parece un demonio infantil, pero allí sus argumentos sencillos (poner primero a los estadounidenses) y cierta tracción económica le permiten sobrevivir en las encuestas y plantearse hasta la reelección. Sin embargo, en El Blog Salmón adelantan un posible cataclismo: hay algunos indicadores socioeconómicos preocupantes que si terminan con un empeoramiento de la situación perjudicarían la imagen de Trump.

La “nueva” política

No soy muy optimista respecto a la nueva política: creo que solo es cuestión de tiempo que empecemos a ver en estos nuevos partidos las típicas corruptelas de los tradicionales españoles. De hecho, ya hay algún “destello” como esas facturas derivadas de Podemos que ha detectado el tribunal de cuentas por no hablar de las dudas que ha generado el papel del tesorero en la compra del chalet de Pablo Iglesias e Irene Montero, o de que el tesorero (vaya papelón el de estos tipos) de Ciudadanos haya recibido pagos en su empresa textil, según InfoLibre, a modo de empresa interpuesta.

Por fin llega la luz a Euskadi

Ahora que, por fin, ha llegado la luz a Euskadi, es un buen momento para que saquemos de las mochilas nuestras cámaras e intentemos capturar todos esos momentos volátiles que pasan ante nosotros. Nuestras ciudades, además, viven constantes mejoras que hacen que algunos espacios se transformen, por lo que es importante guardarlos. En resumen: les animo a practicar la “street photography” que tan de moda está actualmente. Y para inspirarse les invito a dedicar unos minutos a la pieza en Photolari sobre los premios que la revista Lens Culture otorga a estos especialistas.

Niñatos con dinero

Se llama Lolito Fernández, es youtuber, su canal está especializado en videojuegos (básicamente, se ven sus partidas), vive de ello y ha decidido mudarse a Andorra para pagar menos impuestos. El motivo ya es suficientemente reprobable, pero las explicaciones que ha dado son absolutamente criticables: con una lógica de niñato (“si no he acabado ni el instituto, ¿por qué tengo que pagar tantos impuestos?”) ha lanzado ese mensaje a sus más de tres millones de seguidores solo en YouTube antes de borrarlo. Ya no sé si no lo estamos explicando bien… O es que no quieren leerlo.

Y con la piel demasiado fina

Ya escribí en esta columna que me pareció bien que Macron recordara a un chaval que no era “Manu” (como él le llamó) y que la institución del presidente de Francia merece un respeto. Hoy recupero el tema sorprendido por la pieza en El Español sobre la periodista Camille Crosnier que “se dio cuenta inmediatamente de que ese fragmento iba a perseguir de por vida al adolescente, así que decidió buscarle para saber cómo se encontraba”. Dice Crosnier que por culpa de Macron el joven está sufriendo bullying. Digo yo que si les victimizamos un poco menos igual nos va mejor a todos.

Jefes de Estado para la foto

A diferencia de Lolito Fernández, seguiré pagando mis impuestos donde vivo. A diferencia del chaval que llama “Manu” al presidente francés, sigo valorando las instituciones. Precisamente porque lo hago creo que estoy en disposición de preguntarme si no es demasiado caro mantener y mandar a Felipe VI y Letizia Ortiz a sacarse una foto con Donald Trump y su mujer, Melania. Porque solo han ido a eso, a por la instantánea: no hemos oído ninguna crítica a la política inhumana contra la inmigración de personas latinoamericanas, para más pecado del jefe de Estado español.

La verdad

Seguimos con la exuberancia de la ignorancia, que está de moda, y ya saben que hay que andar con mucho cuidado porque el ignorante sufre si le señalan. De hecho, el problema para la actual izquierda es que ha dado alas a bocazas enormes capaces de justificar a Trump asegurando que Obama era igual de malo. Quien no sabe distinguir a un fascista de verdad tiene un problema. Pero el problema lo hacemos nuestro cuando perdemos el tiempo intentando explicarles la realidad y acabamos discutiendo. Efectivamente, ya es hora de pasar de los más tontos.

España es así

Y Euskadi, como no andemos con cuidado, también acabará “así”. Ya lo han visto: la tendencia actual es la de proteger al gilipollas, no sea que se sienta atacado porque alguien le diga que está equivocado. Y los medios tradicionales ayudamos a fortalecer esa percepción de que todo es malo salvo la ignorancia, a la que hay que proteger como a un cachorro de panda. En ese zoo brillan los de Telecinco: “En Inglaterra los análisis postpartido del Mundial los hacen Lineker, Drogba, Phil Neville, Rio Ferdinand, Fábregas, Lampard, Shearer, Alex Scott… En España: Kiko Matamoros, Joaquín Prat, Lecquio…”, tuiteaba Mr. Hooligan.

Sí hay diferencias

La política exterior de Trump es un drama y la interior, una tragedia. Y a los sigan diciendo que Clinton no era mejor podremos considerarles defensores de este multimillonario con actitud de adolescente gilipollas. Nada es defendible en él, ni siquiera aunque algunas imágenes de menores entre verjas usadas esta semana correspondan a la administración Obama, porque los casos no son parecidos: hace dos años publicaron un reportaje sobre un centro de menores inmigrantes no acompañados, pero nadie arrancó a los hijos de sus padres como sucede hoy para vergüenza mundial.

Fascistas de aquí

Empiezo a estar harto de los “cagapoquito”, como los llama Antonio Agredano: hay que empezar a llamar a las cosas por su nombre, precisamente, para que no aparezca un Trump o un Salvini vasco que gane el relato apoyado en indignados de postal y quienes no saben diferenciar el fascismo de verdad del simulado. Y en Euskadi hay fascistas: los que nos quieren escribir la historia y hacer pasar a terroristas como luchadores, tipos que sensibilizan con causas justas, y demás falsedades. El que participa en el asesinato a quien piensa diferente ya deja claro lo que es.

Rivera simplifica la ecuación

En España no se quedan cortos en lobos con piel de cordero. Lo que nunca podremos reprochar a Rivera, sin embargo, es la salvajada que han cometido algunos vascos matando o justificando al que mataba. Aún así, creo que Jaume Asens está acertado en Twitter: “Rivera no quiere ver nacionalismos que no sean españoles en el Congreso. Igual luego solo quiere ver gente de derechas… Y así hasta quedarse ellos solos allí. Eso ya nos suena”. Eso parece: que el de Ciudadanos quiere cambiar la ley electoral para invisibilizar otras sensibilidades primero y aplastarlas después.

La “brillante” oposición

Los integrantes de los partidos de “la nueva política” española creen que la democracia empezó con su compromiso. Así, a veces se la inventan sobre la marcha y acaban haciendo saltar las costuras del traje político que, se pongan como se pongan, es y tiene que ser elegante: la portavoz de Podemos en Madrid, Lorena Ruiz-Huerta, tuiteó desde el avión que le llevaba a Colombia como observadora del proceso electoral. En el tuit se mostraba claramente favorable a Gustavo Petro, así que, tan pronto como llegó, tuvo que coger un vuelo de vuelta a la clase de primero de democracia.

En Twitter cabe todo el odio

Yo lo he vivido, igual que cualquiera que lleve un par de años en esta red social y sea un poco constante. Pero lo que tienen que sufrir las personas conocidas (las que salen en la tele) en esta red social no es ni justo ni justificable. El último que lo denuncia es Quique Peinado: un odio inexplicable, un insulto gratuito, una cuenta anónima, y una inacción por parte del soporte, Twitter, imperdonable. No me extrañaría que este presentador anuncie dentro de poco que, como cada vez más “celebrities”, abandona esta red social. La culpa será de quien permite que quepa tanto odio.

Acaparar no es de izquierdas

Acaparar tanto morro no es de izquierdas. Pero Arnaldo Otegi lo hace en el tuit de mayor “postureo” de lo que llevamos de Mundial. Quien no fue a San Mamés en 2016 para no sacarse la foto de la megahostia de aquel partido de la selección masculina sin público, y quien no fue a Ipurua en 2017, a aquel frío encuentro de la selección femenina, tuitea en plan buenrollero, colega, máquina, crack: “Kaixo lagunak! Cómo celebraríais el primer gol de la Selección de Euskal Herria en un Mundial? ¿Cual sería vuestro equipo titular?” (sic). Política de tuit: compromiso de tuit.

La indignación tiene que invadirnos

Bernie Sanders, el político demócrata más a la izquierda de EE.UU., criticaba en Twitter la decisión de Donald Trump de separar a los hijos de sus padres y madres en los centros de detención de inmigrantes ilegales: lo califica de “inhumano” y “antiamericano”. Por su parte, el republicano John McCain apela a los valores fundacionales de los Estados Unidos para reclamar el final de esta política. Trump nos vuelve a recordar lo que es: un tipo sin valores morales ni empatía capaz de cabrear a propios y extraños, y para el que “los americanos, primero” es solo una excusa.

Salvini haciendo cosas de nazis

Si un gobierno de extrema derecha hace censos específicos de grupos poblacionales como los gitanos es lógico que nos acordemos del gobierno nazi haciendo listas de judíos… Y de lo que vino después. Si, además, Matteo Salvini acompaña su decisión con declaraciones en las que afirma que listará a todos los gitanos de Italia “aunque desgraciadamente nos los tengamos que quedar”, estamos ante un racista de libro. Un racista de libro… En el gobierno porque, como recuerda Margaret Castor en Twitter (con más de 11.200 seguidores), así de nazi lo han querido una parte de los italianos.

Macron no me gusta, pero…

No me gusta Macron, pero reconozco que uno de sus últimos episodios me parece ejemplar: un joven francés le llamó “Manu” y, como recogen varias crónicas que hacen una traducción más o menos fiel de la conversación que se oye claramente, el presidente francés se detuvo y le corrigió. Emmanuel Macron le recordó que al presidente de la república hay que llamarle “Monsieur” por respeto a la institución, y le recomendó estudiar un poco de historia. La irreverencia no es llamar por un diminutivo a un político que no conoces personalmente, eso es una chorrada.

Cantona sigue siendo el mejor

Ya sé que los futbolistas son, por norma general, un poco horteras, como todos los millonarios muy jóvenes por lo que vemos en Instagram (donde algunos se exhiben sin pudor). Pero Neymar es un tipo con un gusto especialmente poco recomendable. También es poco recomendable por otros asuntos que, ahora mismo, tampoco vienen al caso. Y el caso es su horroroso peinado en el Mundial de fútbol que un tipo que ya está de vuelta de todo como Éric Cantona ha imitado para una foto en sus redes sociales poniéndose un puñado de espaguetis cocidos en la cabeza.