Algo más que una empresa

Según leía el relato de Analía Plaza en El Confidencial sobre cómo los fundadores de Idealista han acabado montando empresas para comprar viviendas, tenía la sensación de que esto iba más allá de una decisión empresarial, de que, realmente, se trata del relato del gran teatro de nuestro tiempo. Fernando y Jesús Encinar, después de montar el portal inmobiliario (que vendieron por 25 millones) y fomentar el alquiler, acaban reinvirtiendo en la compra especializada de inmuebles para que otros alquilen.

Un ministro que miente

En España, un ministro miente a unos representantes de la ciudadanía en el Congreso y no pasa absolutamente nada. Aznar decía que la vasca era una sociedad enferma, pero la que necesita tratamiento es la política española: después de que el propio jefe de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Catalunya, Daniel Baena, reconociera a periodistas de Público que él estaba detrás de la cuenta en Twitter que acosaba a políticos y avanzaba decisiones judiciales, Zoido lo niega a Mikel Legarda, del PNV, que le había pedido medidas.

No fue una persecución

Hace unos días les comentaba que el fallecimiento de un mantero senegalés, según parecía entonces, durante una persecución delante de la policía local de Madrid, generaba un problema en Podemos. Pues éste se ha agravado: ahora sabemos que Mame Mbaye murió de un infarto mientras la policía intentaba reanimarle, y en Podemos, que ya habían buscado culpables y echado balones fuera, tienen que retratarse de nuevo por los disturbios que el primer bulo causó y ellos amplificaron.

Putin manda más

Tengo la misma idea de política rusa que de política venezolana, y ambas me generan las mismas preguntas: ¿aunque sea por medios aparentemente democráticos, tenemos que dar legitimidad a un dictador de facto? ¿Tenemos que atender a las denuncias de trampas durante la jornada electoral o pensar que son cosa de un malvado enemigo? ¿Damos por bueno que los discursos populistas y triunfalistas generan apoyos tan masivos? ¿Tutelamos a los votantes a distancia o les permitimos el exceso electoral?

Una influencer de verdad

Parto de la base de que nunca me gustó Snpachat (una red social en la que se compartía contenido efímero y que fue profusamente usada para el “sexting” entre adolescentes), y de que cualquier tipo de publicidad que banalice las agresiones a mujeres me parece despreciable. Así que me alegro de que Rihanna, a la que proponían “azotar” en un anuncio de esta red social, haya criticado a Snapchat en Twitter y la empresa haya perdido un 8% de su valor en bolsa, según Gizmodo.

Lo que fue injusto

Reconozco que a veces me indigno y otras me sorprendo ante los intentos de la izquierda abertzale de hacernos pasar por el aro de su interpretación del pasado y el presente a los que siempre hemos estado aquí, a los que íbamos a las concentraciones, a los que nos avergonzamos de los atentados en nuestro nombre, a los que nos llenaban de rabia muertes como la de Ángel Berroeta que, como bien dice Juan Carlos Etxeberria, también fue injusta. Justas, las lecciones.

Lo que es obsceno

Pasar de la abstención ante la cadena perpetua a ser uno de sus impulsores, asegurando que “salva vidas” y apartando a la diputada que, solo hace unos meses, defendió la posición del partido cuando éste no estaba a favor, solo está al alcance hoy de Ciudadanos. Pero esta política según el viento de cola resulta absolutamente obscena y reprobable. La política de verdad es algo mucho más serio y menos oportunista. La de Ciudadanos es otro tipo de política.

Lo que es cierto

Lo que parece cierto atendiendo a las cifras es que el español, con Euskadi dentro de momento, es un estado seguro. No solo eso: las penas son más duras que en países del entorno. Entonces, ¿por qué la percepción de la ciudadanía es otra? Como parte de “los medios” sé que me toca un trozo de culpa por esta “paranoia”, como bien definen en Magnet, donde aportan datos comparativos fuera del amarillismo, que es lo que más daño hace a la sociedad.

Lo que es necesario

Facebook ha borrado en su red social la página oficial del partido xenófobo Britain First, según el Belfast Telegraph, y ha hecho bien. Sé que no es la primera vez que hacen un movimiento de este estilo, absolutamente necesario, pero es bueno aplaudir de vez en cuando a quien toma decisiones. Compartir ideas racistas o supremacistas no tiene nada que ver con la libertad de expresión, a ver si nos vamos enterando. Ahora, que Facebook y también Twitter o Google sigan haciendo limpieza.

Lo que es inevitable

Es inevitable que en esta columna y en los blogs más serios a veces nos relajemos y nos fijemos en cuestiones accesorias. Por ejemplo, en Gananzia han hecho una lista de los chicos vascos más elegantes. Algunos son evidentes: Jon Kortajarena, Aitor Ocio, Xabi Alonso, Jorge Fernández, Igor Yebra, Gotzon Mantuliz o Rubén Castillero. Pero en esta web siempre buscan algo más y, así, se cuelan Dani Álvarez, Ion Fiz, Lander Urquijo o Enejo Knörr, y los políticos Íñigo Urkullu y Borja Sémper.

Un nuevo tiempo para las «autonomías»

Si la Europa de los Estados quiere ganar al Reino Unido la guerra del Brexit tendrá que cambiar su discurso hacia las regiones con ciertos niveles de autonomía y alentar que Gales y, sobre todo, Escocia (con sus grandes reservas energéticas) desarrollen sus autogobiernos para mantener relaciones de privilegio con Europa después de que Inglaterra salga de la peor manera. Las instituciones europeas no podrán mantener después su discurso de negación al resto de “autonomías”.

Ciudadanos gana la mano a Podemos

Siempre lo he dicho: Podemos cometió un error al despreciar la figura del “afiliado” porque este era más propio de “la vieja política”. Un e-mail y un nombre eran suficientes para participar en la toma de decisiones on-line. Ahora, la participación ha caído y Pablo Echenique sí ha impulsado una figura similar a la del afiliado, pero van tarde y Ciudadanos les ha ganado esta mano: 26.000 militantes que pagan cuota, reciben un carné y forman parte de una estructura con sus normas no son poca cosa.

¿Por qué?

Sí, ya sé que en el Congreso de los Diputados hay muchos más trabajadores que los propios representantes de la ciudadanía y que estos se pueden beneficiar también de los precios reducidos (vía subvención) de la cafetería, pero es poco decoroso, cuando menos, que sus señorías, con todo lo que ganan, estén pagando los cafés y las cervezas casi a mitad de precio que quienes les elegimos. No sé por qué se empeñan en mantener estas condiciones que, por supuesto, generan cierta indignación.

Vuelven los problemas de verdad

Parece que el PP se queda sin cortina de humo: “La preocupación por la independencia de Catalunya ha caído casi veinte puntos desde el referéndum. (…) El paro repite como principal problema, seguido de la corrupción y el fraude, que vuelve a repuntar”. Y lo peor para el PP es que, además, no ha podido capitalizar el fin del problema catalán. Ciudadanos le ha comido esa tostada y ahora los de Rajoy y Alonso se quedan con el plato amargo de sus propios problemas.

Una camiseta: 2.700 litros de agua

A ver si así, a lo bruto, nos vamos enterando de que esta vorágine consumista en la que nos hemos metido, con ropa de mierda que aguanta una temporada y, el año que viene, ya nos compraremos otras prendas porque, total, por lo que valen, tiene un coste gigantesco: “La industria de la moda es la segunda emisora de CO2, produce alrededor del 20% del agua contaminada del planeta y genera más de 21.000 millones de residuos en un sólo año” (Magnet) y lo sufren los países más pobres.

Mujeres que se reivindican

La movilización del 8 de Marzo y la sensación de que el avance del feminismo es, por fin, imparable no puede diluirse, no debemos dejar que ocurra. Tenemos que seguir reivindicando todos a esas mujeres que se reivindican con su esfuerzo: la futbolista gipuzkoana Irene Paredes celebraba esta semana formar parte del once ideal mundial, y en Variety publicaban la lista de las mujeres más influyentes con la productora audiovisual catalana Mercedes Gamero en el número 20 de la lista.

Trump, no toques mis Levi’s

La soberbia de Donald Trump nos va a costar cara. Para empezar, los productores de acero o aluminio europeos serán los más perjudicados, ya que sus exportaciones a EE.UU. estarán especialmente gravadas por culpa del proteccionismo adolescente del presidente. Pero la respuesta europea también nos afectará: los pantalones Levi’s, las motos Harley y el bourbon tendrán impuestos especiales en nuestro continente. La política estadounidense nos afecta directamente al bolsillo… o las decisiones.

Al final, populismo

Una de las cosas que primero me fascinó de Internet es la existencia de blogs que explican fenómenos complejos de modo muy sencillo. Y sigue pasando: en Magnet presentan de un modo muy didáctico el avance de Beppe Grillo y sus consecuencias. Al final, se trata de la misma fórmula de éxito que Trump, el Brexit, Rivera o Pablo Iglesias: decir lo que la gente quiere escuchar, echar la culpa de lo malo a Europa y una idea de patriotismo embellecida pero peligrosa.

¿Es buena la opacidad?

Otro blog que sirve para conocer fenómenos complejos es El Blog Salmón pero reconozco que esta vez me desconcierta: empieza alegrándose de la opacidad que ofrece el Bitcoin para preocuparse, a renglón seguido, de las consecuencias de esta falta de transparencia. Para mí es una mala noticia: no considero en ningún caso un avance que el dinero corra por Internet sin control y solo con el conocimiento de quien convierte la cuenta corriente de la que salen los euros en un código anónimo.

Facebook sube los precios

Siguen los cambios en Facebook. El primero y más importante, la pérdida de usuarios activos por primera vez en su historia. El segundo, la estrategia para recuperarlos: veremos más actualizaciones de nuestros contactos y menos de las empresas que seguimos. El tercero lo tuitea Ícaro Moyano en Twitter y es consecuencia lógica de los dos anteriores: Facebook sube sus tarifas de publicidad hasta un 100% ya que todos los anuncios son prácticamente “premium” tras estas decisiones.

Trump marca su nivel más bajo

Volverá a hacerlo, volverá a enterrar su listón y batirá su propio récord de barbaridad, pero creo que esta vez podemos hablar del Trump menos honroso. Su iniciativa para dar pistolas ocultas a profesores y personal y que, de este modo, los institutos dejen de ser espacios libres de armas para terminar con los tiroteos es digna de un chiste negro, pero es la realidad. La realidad de un presidente que vive en la irrealidad y demuestra mecánicas de pensamiento tan básicas que asusta.

Puigdemont tiene razón

No pongo ni una coma a la reflexión de Puigdemont en Instagram: reconoce que las negociaciones para alcanzar la presidencia del Parlament tenían que haber sido más ágiles y que los reproches solo ayudan a la caverna. Aun siendo consciente de todo el proceso y los dramas personales de presos y huidos, echo de menos alguna autocrítica en esa reflexión. Puigdemont tiene que dar un paso para apartarse del camino y que la caverna ruja, al fin, contra el nuevo gobierno nacionalista catalán.

Pablo Pombo, también

A lo dicho solo puedo añadir el último párrafo del artículo de Pablo Pombo en El Confidencial sobre la actualidad española: “Cataluña lo eclipsa todo, vale. Pero lo que suceda con Anna Gabriel no pondrá en peligro a ninguna familia. Lo que pasa en La Línea, sí. Y lo que ocurre en los narcopisos, también. En cada una de nuestras capitales pasan diariamente historias de dos ciudades. La mayoría no son espectaculares, pero son reales. La democracia existe para que puedan ser mejores”.

Esta España

Esta España no hay por dónde cogerla: pringa por todos los lados. La última noticia, esa con la que ya a uno le entra la risa floja, es que el gobierno español es consciente de que la Fundación Francisco Franco posee documentos clasificados como “secreto de Estado” y no ha hecho nada para recuperarlos. Nada se salva de esta secuencia: que algo relacionado con Franco sea secreto de Estado aún hoy, que siga en manos de los franquistas y la indiferencia aunque la ley les obligue.

Esta izquierda

Edu Galán no es nada sospechoso de simpatizar con la caverna mediática, más bien al contrario. El de Mongolia reflexiona en voz alta: “El gran reto para la izquierda es discernir si por estos tweets alguien debe ir a la cárcel, pagar multa o es libertad de expresión”, en referencia a los mensajes machistas que han costado cárcel a un tuitero. Y no vean lo que me alivia el tuit de Galán, porque salirme de lo que debo pensar según la ortodoxia progre y nacionalista cuesta un poco.