Parlamentarismo bien

Mikel Legarda no es un crack de las campañas, ni el diputado que canta las cuarenta a los fascistas españoles en el estrado y luego se sienta entre fascistas vascos en el escaño. Pero es un buen parlamentario que se lee todo lo que tiene que votar y que argumenta sus decisiones. Incluso lo hizo con la colada de Sumar a puerta cerrada del cómputo de penas a nivel europeo, que va a reducir el número de años de condena de algunos presos de ETA. Lo de Legarda es buen parlamentarismo. Y lo de PP y Vox, un patinazo sideral, porque no lo leyeron, o no lo entendieron y, por supuesto, no escucharon al diputado alavés.

Que arreen

El aplauso de la bancada del PP a Marimar Blanco cuando se incorporó ayer a su escaño, prestándose al teatrillo, es la confirmación del fracaso de ese partido. Simplemente, no llegan, no están a la altura, van a la caza de los grandes nombres (Puigdemont o Sánchez) pero no cuidan la huerta, el día a día, las cosas del comer. “Los cinco diputados del PP y de Vox que cayeron en la enmienda trampa son licenciados en Derecho”, “uno incluso es doctor en Derecho, el popular José Manuel Velasco” (El Debate). ¿Cómo puede habérseles pasado, por mucho que Sumar colara la transposición a puerta cerrada?

Una opinión y una defensa equivocadas

El desnorte en el PP es tal que no solo han visto como el gobierno español (en evidente connivencia con Bildu) les ha colado el tema y la votación, es que no han sabido reaccionar pero por reaccionarios: con asumir con naturalidad que el cómputo de penas era mandato de Europa ya valía, y así solo Vox se habría quedado con las vergüenzas al aire. Pero, claro, eso suponía también claudicar con una Europa contra la que hay que estar si eres de derechas, esa es la moda conservadora y ultra. Que no hayan tenido cintura antes su error es un problema, que no hayan tenido sensibilidad es uno mayor.

Cuidémonos

Resultaba ridículo que hiciese falta la unanimidad para que una comunidad de propietarias y propietarios vetase los apartamentos turísticos: con que el especulador votase en contra ya podía ejercer su lucrativa actividad. Ahora serán necesarios los tres quintos, que es una barbaridad, y en las comunidades en las que ya haya VT no podrán votar para quitarlas. Ya sé que clamo en el desierto pero yo tengo claro que prohibiría por ley las viviendas de uso turístico y multaría, por especulación, a quienes las han explotado. La sentencia del Tribunal Supremo de los 3/5, por lo menos, ayuda a que nos ayudemos entre vecinas y vecinos.

El legado de Itxaso Atutxa

En su haber quedará haber sido la primera mujer en Hegoalde en ser presidenta de una territorial del PNV (Txaro Goikolea fue antes presidenta del IBB) y haber impulsado a otras mujeres en las más altas instituciones del territorio: Elixabete Etxanobe y Ana Otadui (que sustituyó a Ana Madariaga). En su haber queda, también, lo accesible que ha resultado siempre, on-line y off-line, y el trato, el contacto directo. Y en su haber quedan sus valores verdaderamente humanistas. La despedida de Itxaso Atutxa del BBB, que adelantó ayer en Onda Vasca, supone un reto para quien venga: mejorarla, sí, pero respetando su legado.

¡Claro que debemos revisarlo!

Este titular en El Diario resume muy bien lo que vimos: “Un profesor pasa de lanzar mensajes franquistas y homófobos a acabar escoltado en clase en la Universidad vasca”. Dos hechos bochornosos que deben de movernos a una reflexión y una acción posterior (porque pensar sin hacer es de pobres). Debemos revisar el acceso a la función pública porque hablamos de personas que, en cualquier caso, van a integrarse en equipos, y que van a trabajar de cara al público o incluso dar clase en la universidad (a lo que no damos el valor que realmente tiene). Así que, yo lo tengo claro, la acreditación de méritos nunca debió ser suficiente.

Esto, también

Hay medios como El Debate (entre la derecha y la pared) que apuntan la tendencia ideológica del alumnado que se convirtió en hooligan y acosador: “Un escrache de la izquierda separatista”. Sinceramente, me da igual: no tienen nada de héroes ni heroínas. Y a mí de la presencia de la izquierda abertzale en la UPV/EHU lo único que me preocupa es cómo ha entrado como cuchillo en mantequilla: Joseba Permach, cuya podredumbre moral está en las hemerotecas, es la punta de lanza de fascistas orgullosos de serlo que han encontrado en lo público, y dando clases magistrales a la juventud vasca, un espacio demasiado cómodo.

“Al que provoca”

Al fascista, ni agua. Ni mucho menos, un puesto de profesor en la universidad pública. Al menos, así lo veo yo. ¿Y quién puede justificar a un fascista? Pues alguno es capaz de hacerlo, y ante los medios, para que todo el mundo lo vea: “Simeone señala a Courtois: ‘También podemos empezar a sancionar al que provoca’” (EPE). La presencia en nuestros estadios del Frente Atlético, como la de Herri Norte, es un fracaso en sí mismo. Los mecheros y las bengalas son solo el síntoma de una sociedad y unas instituciones mucho más tolerantes con la fascistada de lo que debe y de lo que dice. Pie en pared. Y nada más.

La caída del guindo

Alvise Pérez piensa que yo soy tonto porque he cobrado como autónomo siempre con factura. Y si no he pasado factura es porque no he cobrado por mi trabajo, porque lo he regalado porque me apetecía hacerlo. Entre lo personal (que me toma por tonto) y lo colectivo (llama a la insumisión fiscal mientras ha cobrado durante años de lo público y lo hace ahora), se ha ganado que pueda faltarle el respeto si me da la gana. “‘Yo me bajo del barco’: Los seguidores de Alvise, decepcionados ante el cobro de 100.000 en negro”. Lo dicen en Diario Red, el digital de Pablo Iglesias. ¿Y lo que se está riendo de ellos el evasor?

Le asesora Julio Iglesias

Podría ser un rótulo en una parodia de Pantomima Full de los viernes, pero es la realidad que Alberto Núñez Feijóo reconoce a Vanity Fair (que en su edición española huele a Varon Dandy) y que en El Imparcial recogen con esmero: “Cada vez que hablo con Julio Iglesias me da su punto de vista y me aconseja”, reconoce el del PP y demuestra, por el mismo precio que, como sus predecesores en ese partido, está muy desconectado de la realidad, de la sociedad que aspira a gobernar. ¿Qué tipo de consejos puede darle Julio Iglesias? ¿De música, de cómo ligar, de dónde comer en Miami, de gestión de partidos y países?

Lo que hubo fue voluntad electoral

Me sorprende, porque siento que están intentando colármela, que intenten hablar ahora de “falta de voluntad política” para explicar el fracaso de la aplicación de la ley española de Vivienda. Lo que sucede es que es una ley mala que se aprobó por una cuestión de voluntad, sí, pero electoral: PSOE, Sumar, Bildu y ERC (que luego la denunció por invasión competencial, porque la cara dura de algunos es pasmosa) quisieron marcarse un tanto antes de las elecciones municipales y forales, y lo consiguieron. Luego vino el desastre, a todas luces, y ahora llega la excusa: falta voluntad política. Lo que sobran son sus lecciones.

En el fondo, somos igual de pobres

Quien tiene dos viviendas, por herencia o porque ha podido comprar la segunda con cierta alegría, en el fondo, es igual de pobre que sus inquilinos e inquilinas. El problema no somos las y los pares, el problema son las y los primus: “El 1% de los multimillonarios acumula más riqueza que el 95% de la población mundial” (Infobae). Los tenemos identificados, ¿no? Pues actuemos contra ellos tan pronto como nos sea posible, redistribuyamos su avaricia (porque no es ambición) y, sobre todo, asegurémonos de que nuestra civilización tiene futuro: porque podemos estar seguros de que las y los ultrarricos son la mayor amenaza.

¿Podemos permitírnoslo?

Si electrificamos de golpe la mitad del parque móvil de nuestras ciudades lo más probable es que colapsemos: no hay electricidad para tanto coche y, al mismo tiempo, el consumo habitual. Entonces, ¿cómo lo han hecho en China? Con las pruebas que acumulamos de los pocos remilgos que tiene la dictadura ya podemos imaginarnos algo. Pero lo cierto es que el mercado del petróleo se estrecha. A mí lo que me preocupa es: ¿qué le sustituirá? ¿Qué otra fuente o tecnología (presumiblemente, china) se convertirá en el termómetro económico y bursátil del mundo y que, por supuesto, enriquecerá extraordinariamente a ricos avariciosos?

Vox acierta

Con la mitad de China ya electrificada y la demanda de petróleo en caída, es posible que la gasolina no sea tan cara. Entre eso, las dudas que genera el futuro completamente eléctrico y lo mal que va el mercado europeo (tanto en la producción como en la compra), creo que Vox acierta cuando “pide oficialmente a Bruselas que no prohíba los coches gasolina y diésel” (El Debate). No estamos preparados para el cambio en Europa sin depender de China (hay que empezar a hablar claramente), y Bruselas tendrá que repensárselo, con lo que Vox podrá decir que ha doblegado a la Unión y sus pretensiones, y ha dado certidumbre a la ciudadanía.

Pero es solo una casualidad

Por supuesto, no puedo dejar el reconocimiento a algo que hace bien Vox sin contexto: hablamos de un partido capaz de decir esto: “La inmigración ilegal no se gestiona, se combate” (Vozpópuli) y en el que han decidido que van a dejar sin presupuesto a las comunidades autónomas en las que tienen un acuerdo con el PP porque los pactos son para romperlos haciendo ruido. Ahora son las y los de Núñez Feijóo, empezando por él, claro quienes tienen que mover ficha: ¿van a seguir al lado de Vox? ¿Van a contar con los ultras para su bloque de derechas en el Congreso? Veremos qué demuestran.

Algo estamos haciendo mal

Algo estamos haciendo mal si “los ricos con más de 30 millones de patrimonio se duplican en una década” en España, y entiendo que en Euskadi la proporción será parecida aunque, según El Plural, “el mayor patrimonio medio de los ricos lo alberga Madrid”. En esta última década hemos vivido varias crisis, una pandemia mundial y una inflación monstruosa y, mientras la mayoría sufría, en mayor o menor grado, algunas y algunos acaparaban hasta más de 30 millones de euros. Esta gente supone un problema para la mayoría: aporta menos de lo que recibe y contamina mucho más de lo que le toca y nos podemos permitir.

Algo están haciendo mal

Es imposible hablar de la deriva preocupante de la comunicación política en redes sociales sin mencionar a Pablo Iglesias. Mejor dicho: es posible si quieres obviar la realidad pero sería injusto. En cualquier caso, a Iglesias podemos señalarle como el iniciador, pero sin duda han sido otros y de partidos más tradicionales los que han llevado hasta el extremo actual esta situación: “Bienvenidos a la política del esperpento: cuando los partidos usan las redes para caldear la opinión pública” (Público). Pero para que parezca que ese rumbo es equivocado todas y todos somos necesarios remando hacia el lado correcto, empezando por la prensa.

El ejemplo más obvio

Cuando aparece una fosa séptica, por supuesto, siempre puedes contar con encontrarte a la extrema derecha: “Abascal llama a Sánchez ‘puto ladrón’ tras anunciar que el Gobierno ‘gravará fiscalmente’ a las rentas más altas”. Por supuesto que a quien tiene más de 30 millones de euros debemos de crujirle fiscalmente, por supuesto que rebajar el nivel del discurso político solo beneficia a los ultras, y por supuesto que defender a los ricos usando insultos gruesos hacia opciones políticas que han recibido más votos que la tuya define al personaje. Abascal se hace un pedazo de selfie. Ojalá lo vean quienes le votan.

Uno que dice la verdad

Pedro Sánchez, que nadie lo dude, está encantado con el insulto de Santiago Abascal: el del PSOE disfruta del enfrentamiento contra el de Vox porque le sirve para ningunear a Núñez Feijóo. Y es evidente que el ninguneo al líder del PP es una estrategia, no algo casual. También por eso Sánchez prefiere rivalizar con Díaz Ayuso, y el nuevo jefe de gabinete, Diego Rubio, por lo que dicen en Vozpópuli, sabe hacer daño a la de Madrid: por fin alguien fuera de Euskadi va a decir en voz alta que la capital ejerce como paraíso fiscal porque puede, y puede porque se lo han permitido cuando no lo han fomentado. Ahora toca atacarlo… Pero sin tocarlo, supongo.

Debate de altura

A la extrema derecha no podemos pedirle sensibilidad ni conocimiento del pasado (o “conocimiento”, así, en general). Pero sí debemos ser más exigentes con medios digitales como El Debate, en el que señalan a los excluyentes haciendo listas: “Los apellidos más comunes en Cataluña: solo 500 se llaman Puigdemont frente a los miles y miles de Garcías”. ¿De verdad pretenden denunciar a quienes “promueven una visión más homogénea” de Catalunya, según este medio, dando por hecho que nadie con esos apellidos es independentista? ¿De verdad a nadie le pareció que esta pieza era una mala idea?

Medirlo bien y explicarlo bien

Hace unos días caí en un hilo en X de Eneko Goia, de titulares sacados de su entrevista en Onda Cero. Un hilo muy interesante porque Goia explicaba muy bien el fenómeno del turismo en Donostia: “Genera empleo y oportunidades. Lo que habría que preguntar es qué se propone en realidad, porque muchas veces se oyen críticas, pero no proposiciones”. Otro: “Se pone de ejemplo a Amsterdam, cuando Donostia va muy por delante a la hora de tomar medidas. Y hay paradojas como la petición de EH Bildu de Pasaia para hacer un hostel en Luzuriaga, término municipal de San Sebastián, cuando en el Ayuntamiento piden restricción total”.

El relato

Este tipo de titulares solo buscan una cosa: desestabilizar. Me refiero al que podemos leer en El Debate: “Illa ganaría las elecciones pero Puigdemont tendría todas las papeletas para lograr la Generalitat”. Lo siento, pero soy más posibilista y creo que la estabilidad en política es un valor, aunque nadie lo reconozca hoy, empezando por el presidente español. La verdad es que sabemos quién ganará las elecciones en Catalunya salvo sorpresa, y no sabemos quién gobernará, pero sí que tenemos que lanzar flotadores, también desde los medios, porque los hay: la amnistía y la normalización en Catalunya son las claves, no la inestabilidad en cascada.

Y la política

Mientras Pedro Sánchez se piensa qué hacer con su responsabilidad, porque en el fondo, va de esto, la política sigue, y tenemos que seguir subrayando o tachando algunos temas y declaraciones, como estas que recoge El Diario en X: “Robles, sobre el gasto en Defensa: ‘Deberíamos hablar de inversión. Es invertir en paz. Y, por tanto, la única manera de evitar las guerras’”. Sí creo que necesitamos invertir en defensa, después de ver cómo actúan sátrapas como Putin. Pero estoy seguro de que no necesitamos esos mensajes que infantilizan a la sociedad. Podemos y debemos de decir las cosas con naturalidad.

También la exterior

Insisto: creo que Europa necesita invertir en defensa. No me escondo a estas alturas de la vida, y los discursos facilones más que encenderme me aburren. A la ciudadanía hay que decirle la verdad, y es verdad que la inversión en defensa es perfectamente compatible con una política exterior pacifista. De hecho, ambas cuestiones forman parte de lo mismo. Además de compatible, es exigible: lo que estamos viendo en Gaza es injustificable y va en contra de todos los valores europeos. Precisamente por eso tenemos que tenerlo en cuenta el próximo 9 de junio: no necesitamos a quienes niegan las evidencias. Ni una, ni la otra.

Eskerrik asko, capitán

La carta de Pedro Sánchez del pasado miércoles y el fin de semana me han impedido dedicar unas líneas de reconocimiento a Iker Muniain. El capitán del Athletic, pese a la imagen que algunos han querido proyectar con la sombra de su deportivo, ha sabido ser humilde en su abundancia. Ha sabido ser rival y compañero. Ha sabido perder y ha sabido, por fin, ganar. Ha sabido liderar un vestuario y a la grada. Y ha sabido irse cuando ha visto que su espacio se achicaba, sin presionar para cobrar bien otro año aunque fuese a cambio de calentar el banquillo. Muniain tiene mucho en su “haber” y poco en su “debe”. Qué lujo irse así.