«Solo el principio»

Trump compareció en el Congreso para repasar sus obsesiones: Groenlandia, Panamá, Ucrania, la inmigración, su transfobia y Elon Musk, por supuesto. Así lo ha resumido la BBC. “América ha vuelto”, empezó, “y esto es solo el principio”, concluyó antes de que su clac se levantase a aplaudirle. Un show en toda regla que, personalmente, me ha aliviado: no ha abierto un nuevo frente y ha insistido en los mismos temas. Seguro que encuentra nuevos huesos que morder y me preocupa lo que pueda hacer en las próximas elecciones, pero, ¿y si Trump, pese a todo, solo va a ser gaseosa y le hemos sobrevalorado?

No han aprendido nada

Podemos se ha disuelto como un azucarillo: Pablo Iglesias se resiste y ha montado un digital; Ione Belarra intenta dejarse ver en las comisiones, como la de ayer con Rajoy; e Irene Montero sigue ocupando cargos, a pesar de un Monedero cuyo comportamiento les ha generado un problemón de coherencia y machismo. Lo que ha pasado con el no-apoyo a la revisión fiscal en Euskadi es el botón de muestra de un complejo respecto a Bildu como una carpa de circo de grande. No han aprendido nada. Tan grande es su ignorancia que ahora llaman “extrema derecha” (El Imparcial) a Junts. Lo suyo no es antifascismo, es antipolítica. Y así les va.

Un plan sin fisuras

Isabel Díaz Ayuso no tiene enemigos a su altura en el PP, salvo ella misma: su relación con Alberto González Amador le está erosionando mucho más que la oposición blanda que tiene en Madrid y la acobardada que tiene entre los de Núñez Feijóo. Ahora su pareja (que comparte sector empresarial con la familia de Ayuso: la sanidad privada) tiene otro frente judicial y su respuesta es muy gráfica, muy representativa de un modo de pensar que, quiera o no, salpica a su entorno más próximo: “Asegura que la supuesta ilegalidad de sus cobros de Quirón le salva del fraude fiscal”. Seguro que en su cabeza sonaba mejor que en el titular de El Diario.

Una cosa que hace bien Feijóo

Núñez Feijóo sabe, como lo sabe cualquiera, que la que le brinda González Amador es la única oportunidad que tiene para librarse de Díaz Ayuso. Por eso no interviene en Madrid. Sin embargo, sí ha hecho algo, y acertado, en Valencia, según El Confidencial Digital: “Feijóo llama a Mazón para exigirle que no hable más de la DANA”. Por fin alguien le ha dicho al presidente de la Generalitat que deje de hacerse daño, y ha sido el líder del PP, que ha ejercido como tal sorprendentemente. Incluso le ha dado un buen consejo: “Le planteó que centre el foco en vender la labor de reconstrucción”. Mi apuesta: Mazón no va a hacerle caso.

Hablemos de esto

No discuto que una o un ministro deba estar bien pagado. A mí lo que me importa es que se ganen su sueldo. De la misma manera, no discuto que una o un médico de la sanidad pública deba estar bien pagado. Ponemos en sus manos nuestras vidas y, como en el caso anterior, lo que me importa es que se ganen el sueldo. Gracias a Mónica García ahora sabemos que ganan lo mismo y me parece bien. Lo que cobra el funcionariado y el resto de sus condiciones, como lo que cobren en los gobiernos, debe ser conocido. Así, cuando vengan las reclamaciones (que siempre vuelven) conocemos el punto de partida.

Y no se sonrojan

He leído con cuidado el editorial en Diario Red, el digital de Pablo Iglesias, en el que argumentan por qué, según su opinión y la de Irene Montero, los países europeos deberían de abandonar la OTAN. La enumeración inicial de motivos puede servir para argumentar lo contrario: lo necesario que es reforzar la OTAN en un momento de “desacoplamiento” de las estructuras supranacionales y para corregir la deriva de Mark Rutte. Pero su falta de sentido y sensibilidad queda clara con su cortoplacismo: abandonar ahora la OTAN por Trump es como abandonar una carrera en tercero porque no te gusta una asignatura, es decir, infantil.

A Elon Musk le gusta esto

La idea de abandonar la OTAN la comparten Irene Montero, Diario Red y Elon Musk. Vaya, qué casualidad. El multimillonario al que Trump ha dado plenos poderes también comparte otra visión con Podemos: “Culpa a Zelenski de haber llevado a Ucrania a la guerra y de no querer pararla” (Ara). Escribía recientemente Enric Juliana en Bluesky que no creía que hubiese una izquierda trumpista en España, y estoy de acuerdo con él. Pero lo que es innegable es que en Podemos ven el mundo del mismo modo adolescente e irresponsable que el hombre más rico del mundo, metido ahora a político.

Esta es la verdad

A Europa no le ha salido bien la jugada de ser el cliente número uno de EE.UU., Rusia y China. Es evidente. Pensábamos que si comprábamos todo lo que tenían al precio que pusieran evitaríamos cualquier escalada belicista y, como ya he mencionado en esta columna, nos hemos encontrado desarmados y defendiéndonos con foie, jamón, aceite, vino y salchichas y un chip, que es lo que exportábamos. No parece suficiente. Y puede que sea desagradable aceptarlo, pero también es lo más responsable: Ursula Von der Leyen tiene razón cuando dice que “necesitamos urgentemente rearmar a Europa” (El Imparcial).

El enemigo es poderoso

Me gustaría que no fuese así, me gustaría que el mundo no se haya vuelto loco, me gustaría no preocuparme porque mi hija y, especialmente, mi hijo, crezcan en una escalada violenta que puede acabar con una llamada a filas dentro de diez años. Pero la realidad apunta a una OTAN fuerte y unida, y a una Europa rearmada porque el enemigo es poderoso: Putin, Xi Jinping, Kim Jong-Un, Trump o Netanyahu. Este último “elogia a Trump por las armas enviadas”. Para él, el presidente estadounidense “es el mejor amigo que Israel ha tenido nunca en la Casa Blanca” (Deutsche Welle). Esos son los agresores y entre ellos se llevan bien.

La guerra sigue

Miramos al despacho oval atónitos y, mientras tanto, como nos recuerda Netanyahu, cuando no le vemos Trump aumenta el apoyo militar a Israel sabiendo lo que va a hacer con él. Así Trump se convierte en el mejor aliado a la vez de Putin y Netanyahu, y este último se permite ir un paso más en la atrocidad: “Países árabes condenan la suspensión de la entrada de ayuda humanitaria a Gaza”. Como de inhumano tienes que ser para que el emirato catarí te recuerde que lo que haces es una “grave violación del acuerdo de alto el fuego, el derecho internacional humanitario y todas las normas religiosas” (Tercera Información).

De lunes

En Economía Digital hacen una suma fácil: En España hay 9,5 millones de pensionistas, 2,63 millones de desempleados y 3,6 millones de funcionarias y funcionarios que cobran de lo público. En total, 15,7 millones de personas. Si de las 21,85 millones de personas que trabajan restamos el mismo número de funcionarios y funcionarias, tenemos 18,25 millones empleadas y empleados que trabajan en el sector privado y que pagan la fiesta. Claro que hay otros impuestos que aportamos todas y todos, y claro que hay actividad empresarial (privada), pero los sistemas no solo tienen que ampliarse, también deben ser sostenibles.

Récord en el funcionariado

En The Objective corrigen uno de los sumandos que contaban en Economía Digital: 3.043.024, ese es el número de funcionarias y funcionarios en España, “la mayor cifra de la historia”. A mí esta me parece una estupenda noticia: más servicios públicos es vivir mejor, y estoy seguro de que en la CAV no andaremos lejos de romper nuestro techo de cristal. Pero creo que la gestión del capital humano y el creciente gasto de recursos tiene que ser muy precisa. No se trata de tener cada vez más, sino de tener el funcionariado que necesitamos y que nos podemos permitir. Insistiré siempre en que lo primero que debe ser un sistema es sostenible.

¿Merece la pena estudiar?

El sistema, precisamente, castiga las carreras largas: estudiar una de las duras, un posgrado e incluso un doctorado, hace que te incorpores más tarde al mercado laboral y, por lo tanto, a cotizar (quienes tuvieron becas de investigación en mi generación no pudieron o pudimos hacerlo), y que ahora estés viendo cómo la jubilación se aleja. Además, no parece que merezca la pena: “En los últimos diez años los únicos que han incrementado su salario por encima del IPC son los analfabetos y los que no terminaron primaria” (El Blog Salmón). Y me parece muy bien, pero la sostenibilidad no puede venir siempre de quien más esfuerzo hace.

Mal

Del mismo modo que más funcionariado (siempre que el sistema sea sostenible, he dicho que insistiré en ello y lo hago) supone una mejor calidad de vida, menos supone una merma de los servicios públicos y, por lo tanto, vivir peor. Es de Perogrullo, lo sé, pero parece que no todo el mundo lo sabe, y cuando digo “todo el mundo” me refiero a EE.UU. en primer lugar: “Trump y Musk prometen ‘miles de millones en recortes’” (EPE). Lo rescato porque quiero que quede claro, de todas las maneras posibles, que exigir al gobierno que sea extremadamente diligente con la sostenibilidad de nuestro sistema no es lo mismo que exigir recortes perjudiciales.

A ver si así…

La gente no es tonta: se informa de lo que le interesa del modo más cómodo que encuentra y está atenta a las oportunidades. Pero tampoco es coherente: el medio ambiente preocupa en las encuestas pero los hábitos de consumo son despreocupados, empezando por las vacaciones de Semana Santa que ya estamos planificando, y siguiendo por el uso de la inteligencia artificial para chorradas o las criptomonedas. Muchas y muchos sabían que el ascenso de Trump subía su cotización, pero no esperaban que la volatilidad con la que actúa afectara de un modo tan directo y rápido a su inversión. Alguien sí habrá estado a la espera.

Claro que es la oferta

No me cansaré de decir que la aprobación de la Ley Española de Vivienda tuvo más que ver con el ciclo de campañas electorales que se echaban encima a PSOE, Sumar, Bildu, Podemos y ERC (que luego denunció invasión competencial) que con querer arreglar realmente el problema. Esa ley ha generado una crisis de oferta de viviendas, y eso solo provoca su encarecimiento. Es superfácil entenderlo. Pero también es fácil hacer populismo, y en eso estuvieron y están los mencionados. No proteger también a las personas propietarias “puede estar desincentivando todavía más la escasa oferta”, según El Blog Salmón.

La vida era mejor cuando había quioscos

Los quioscos mejoran la vida de las personas. No es el resultado de ninguna investigación, sino de mi propia experiencia y, estoy seguro, de la de cualquiera. Cuando empezaron a desaparecer empezaron nuestros problemas: más móvil, nuevos riesgos para la juventud, mucho más tiempo conectados al trabajo y, por supuesto, la pandemia. Ahora que los quioscos han desaparecido de nuestras calles, salvo raras excepciones como la que han encontrado en EPE, el mundo ha enloquecido con la dupla Trump-Musk, con Putin, Netanyahu… Que se han aprovechado de la protección que nos ofrecían los quioscos en nuestras calles.

No nos rasguemos la camisa todavía

Leemos que “Jeff Bezos anuncia que ‘The Washington Post’ no publicará opiniones contrarias al libre mercado” (Público) y algunos se vuelven un poco locos porque ese diario, que el dueño de Amazon compró como inversión, puede dejar de ser progresista. Pongamos los hechos noticiosos en su contexto, por favor: por muy “progre” que sea un diario que forma parte del establishment estadounidense, dudo mucho que este haya publicado alguna vez opiniones contrarias a ese libre mercado, la propiedad o el sistema capitalista. La noticia, de hecho, es que Bezos ha querido dejar claro a Trump y Musk que no va a salirse del carril.

Vamos ganando

“La fuga de diseñadores clave y la caída libre de las ventas empujan a Tesla al precipicio”, leemos en El Confidencial, donde enumeran la colección de problemas de la marca: “Crisis de modelos, tecnología anticuada, mala calidad y reducción de la lealtad a la marca”, y por supuesto, “la tóxica actividad política del jefe”. Eso, sin hablar de la competencia, que se ha movido rápido y mejor de lo que esperaba un Musk que fía todo siempre a su infinita capacidad. Voy a ser directo: ¿qué pensamos cuando vemos un Tesla por la calle? Aquí, sí, vamos ganando. Ojalá que sea solo la primera batalla.

Hay que leerlo

Hace solo unos días estábamos profundamente preocupados por Europa. Quienes sufrieron viendo a Trump y Putin repartirse el mundo tienen que leer el texto: “Tres ‘gyozas’ a diez euros” en The Objective sobre “la vieja Europa anestesiada”. En él, Antonio Agredano llama a las cosas por su nombre: “El triunfo del trumpismo es el fracaso de todo lo demás”, “Podemos y Vox podrían contener trazas de trumpismo”, “sociedades pueriles eligen líderes pueriles y la nuestra hace ya muchos años que llenó de Funkos las estanterías, ocupando el espacio de los libros”. Por suerte, termina arriba: “Europa es una aspiración, pero no debería ser una utopía”.

Terrorífico

El reel que ha publicado Donald Trump en Instagram es terrorífico. Iría más lejos: creo que es terrorismo y que, como tal, debería de ser delito que alguien con capacidad de dar órdenes a un ejército arrollador lo difunda como si nada. Por medio de la inteligencia artificial ha generado un vídeo en el que se ve una Gaza turística e idílica en la que llueve el dinero sobre los niños palestinos, en la que Trump y Elon Musk disfrutan de unas vacaciones, y en la que incluso erigen una enorme estatua dorada del actual presidente de EE.UU., una locura. Da miedo pensar que este vídeo muestra en qué manos está el mundo ahora mismo.

EE.UU. también es Jimmy Fallon

Por suerte, EE.UU. también es Jimmy Fallon con una canción satírica sobre el comportamiento de Donald Trump y Elon Musk. Vamos a aferrarnos a eso, a que también hay personas, algunas con capacidad de influir en otras, que saben diferenciar entre populismo y democracia, entre la locura y la cordura, entre lo que está bien y lo que está mal, en resumen. El presentador, con pocas palabras, pone en ridículo algunas actitudes de los dos protagonistas. Ni siquiera entra al fondo, ni menciona temas que vinculan a millones de personas como Ucrania o Gaza. No le hace falta para señalar a los reyes desnudos y ridículos.

¡Cómo tienes que ser de facha!

¡Cómo tienes que ser de facha para que le parezcas facha a FAES! En una “anotación” de solo dos párrafos en su web señalan las contradicciones de Vox y Santiago Abascal, que participó en el aquelarre ultra que montó Trump y que la Fundación define como “un conciliábulo donde se levantan muchos brazos: para rendirse a la Santa Rusia”. En FAES tienen claro que “no parece muy patriótico ni de derechas aplaudir aranceles de represalia contra productos españoles”. Y concluyen: “Si estás en un sitio donde llaman al partido de Le Pen ultraderechita cobarde, preocúpate: ya solo podrás competir con Gengis Kan”.

Espera, que opinan en Diario Red

¿Qué podemos pedir a quienes participan en Diario Red si quien tiene que ser responsable, como Donald Trump, muestra un grado de irresponsabilidad aterrador? Pero lo salvaje que es el estadounidense no rebaja lo ridículo que resulta leer el argumentario peregrino que se han sacado de la manga en el digital de Pablo Iglesias: sugieren que Macron fue a rendirse ante Trump porque Europa está atrapada en un “régimen de guerra”. En todo el texto (extenso porque la verdad solo ocupa una línea) no hay ni una mención a Putin, pero sí al desarme que tanto le beneficiaría. No es inconsistencia (que también), es incoherencia.

Y votan con PP y Vox

Podemos ha votado con el PP, junto a Bildu, Sumar y ERC, para tumbar una reforma de la Ley española del Suelo que el PNV había lanzado y el PSOE, apoyado. Junts, Vox y BNG se han abstenido. Se trata de vivienda, sí, de “dar salida a la paralización de diversas planificaciones urbanísticas”, de “poner en marcha planes de obra nueva y de ordenación urbana” y de “que los planes de ordenación no decaigan cuando hay oposición a una parte del mismo” (El Independiente). Será que quienes votaron la Ley de Vivienda por fines electoralistas no vislumbran la próxima campaña y prefieren pararlo todo hasta que lleguen unas elecciones.