El asesor facha del partido facha

A Macarena Olona le ha empezado a fastidiar que en Vox puedan tener a fascistas a sueldo cuando uno de ellos le ha llamado “hija de puta”. Según The Objective, quien lanzó ese audio con el insulto y “otras lindezas irreproducibles por su carácter altamente lascivo” (sí, “lascivo”), podía ser Españabola, un usuario de Twitter que va abriendo cuentas según el sistema se las cierra, al que siguen miles pese a las dificultades y que “se trata de un varón joven, asesor de Vox y que trabaja en el Parlament de Cataluña” que “tenía en su descripción de Twitter las siglas AHTR (Adolf Hitler Tenía Razón) y compartía fotografías con la Totenkopf”.

Por qué Ciudadanos es irrelevante

Ciudadanos es un partido irrelevante y sin futuro. Pero la situación ya no es dramática, ni grave, ni siquiera es incómoda: la mayoría de las y los que quedan estarán ya buscando acomodo futuro en otras siglas. Pero ni con ese afán resulta explicable lo que sugirió la concejala en el Ayuntamiento de Zaragoza, Carmen Herrarte, que “espera que la ministra de Igualdad, Irene Montero, ‘ponga a sus tres hijos en la puerta de un colegio con esos señores tan amables que regalan caramelos’” después de haberse “mostrado sorprendida por ‘la promoción de los delitos sexuales a menores que hacen desde el Gobierno’ (EPE).

Doña Elena

En realidad, el debate sobre las bajadas de impuestos se puede zanjar rápidamente. Es tan fácil como elegir bando en la disyuntiva que propone Elena Casado en Twitter: “Existen dos tipos de personas: aquellas que se enorgullecen de financiar con sus impuestos el tratamiento médico de personas que lo necesitan aunque ellas no hagan uso (de momento) y los que dejarían morir a la gente que no pudiera pagarse un tratamiento médico”. Una vez elegido el equipo, pueden intentar convencernos de lo que quieran quienes dejarían morir a alguien sin la protección del Estado, pero en esencia, se trata de eso.

Y Elenita

Hay personas que se ganan el “doña” o el “don” por delante por cómo desempeñan su oficio e incluso por sus opiniones, y hay otras que se apellidan Borbón y creen que el Doña va asociado a su persona por nacimiento. Así lo reivindicó recientemente la heredera de la fortuna de Juan Carlos I a una periodista. “Doña Elena”, le corrigió sin mirarla, sin darse la vuelta, sin cambiar el paso. Así es como cree que tiene que ser tratada. Pero como cada uno tiene una opinión y la de la hija y hermana de reyes vale igual que la mía, a menos que un juez venga a decirme lo contrario, yo seguiré tratándola como si fuera una de las caricaturas que hacen de ella.

La vida en “Insta”

Lo que hagan Risto Mejide y Laura Escanes con sus vidas no me importa. Creo que ambos tienen una cosa en común además de su hija: ambos creen que son mejores en sus trabajos de lo que realmente son. Pero lo que han hecho, romper su relación y contarlo casi al mismo tiempo en sus cuentas de Instagram, sí me interesa. Me interesa porque es un ejemplo estupendo de la civilización llena de elementos prescindibles que estamos creando. Ya no se trata de que nos entretengamos con algo, sino de la cantidad de información irrelevante que compartimos y consumimos con un gasto energético, además, injustificable.

Él sí lo sabe

Nadie sabe quién ha boicoteado el gaseoducto que ha hecho que se pierdan toneladas de gas y está provocando un desastre climatológico invisible pero grave. Pero Juan Carlos Monedero tiene el dedo índice para algo: “Todo apunta a que han sido los EE.UU. quienes han volado los gasoductos Nordstream 1 y 2. Biden lo advierte, su flota maniobra allí, un eurodiputado polaco lo celebra y el gas licuado gringo se beneficia. EE.UU. va a arruinar a una Europa cada vez más insignificante. Viva la OTAN”. Quien tuitea algo así y, además, con esa premura, o está intoxicado o es de los intoxicadores.

Fíate de Rusia

No sé quién ha boicoteado el gaseoducto, pero sí sé que los EE.UU. a quien señala Monedero fueron los únicos que vieron venir la invasión rusa sobre Ucrania, que Vladímir Putin nos amenaza y no es en absoluto fiable, y que “una red coordinada de cuentas rusas crea páginas webs que se hacen pasar por hasta 17 medios de comunicación para promover bulos sobre la guerra en Ucrania que después se amplían desde Facebook y Twitter” (EPE). La de la propaganda es una guerra que el Kremlin también libra, además de con esas webs, con prescriptores muy bien penetrados en los medios y las redes sociales de algunos países.

No es un retrato, es un selfie

Hay que tener cierta habilidad para hablar de la política catalana con el cariño que merece un pueblo que quiere que su voluntad nacional sea respetada en el mundo. El problema es precisamente ese: los partidos nacionalistas hoy parece que están más a otras cosas que a ser dignos de la ciudadanía a la que representan. Y no hablo de “apretar”, como decía Quim Torra, sino de estar a la altura del momento. Y Aragonès no lo está cuando destituye a su vicepresidente de Junts pero no disuelve su gobierno a la espera de que lo hagan las y los consellers de ese partido. Y así la insatisfacción y la desafección crecen, para alegría de España.

“Rigor”

Estoy más de acuerdo con quienes votaron en contra (en este caso, PSOE, PP y Vox) que con quienes se abren a debatir si hay que bajar la edad de voto en España (y por extensión, en Euskadi) a 16 años. Me parece que este es un debate inútil que, además, no toca ahora. También me parece que es un debate artificial y que quien lo agita lo hace más para señalar que buscando el fin: Pilar Garrido no dudó en meter en el saco del “no” al PNV. El propio Aitor Esteban le pidió en Twitter “rigor” porque su grupo se abstuvo: “Debe ser objeto de una profunda reflexión y de un gran pacto y ya hay una Subcomisión para la reforma de la LOREG”.

No lo entiendo pero vale

Voy a ver el Mundial aunque se juegue en Qatar. Me parece mal que los todopoderosos jeques y emires estén comprándose el mundo con nuestro dinero (a cambio de petróleo y gas) y me parece peor que se lo estemos vendiendo. Y mientras lo veo protestaré en esta columna y en mis redes sociales por todo lo que se ha hecho mal para que el Mundial acabe en un país gobernado por una dictadura familiar. Lo que no entiendo es el gesto de Hummel de borrar los logos de sus camisetas y dejar solo los colores de Dinamarca. Pero han golpeado primero y el resto de marcas y federaciones ahora tendrán que moverse. Y eso sí me parece bien.

La peor noticia

La victoria de la ultraderecha en Italia es una noticia malísima. La peor que podíamos recibir ayer en la política europea. El fascismo tiene músculo y se apoya en unos medios que le compran la agenda y en unos partidos tradicionales en toda Europa que no están sabiendo actualizar ni sus relatos ni sus estructuras. Hoy en Vox están más contentos que ayer. Y en el partido de Le Pen. Y en el de Orban. También Putin estará un poco más contento porque su labor para desestabilizar Occidente a largo plazo funciona. Y la “doctrina Meloni” (EPE) es una apelación a todos: la ultraderecha es enemiga de la democracia.

Todos los pasos, adelante

No dudo de que habrá alguna explicación para que en RTVE tomaran la decisión de denominar “bloque de centroderecha” al que está encabezado por el fascismo de Meloni y está apoyado por el fascismo de Salvini y la momia neocón de Belulsconi. Pero no podemos permitirnos ni una justificación ni un desliz: el enemigo es el fascismo (el de allí y el de aquí). Es un enemigo declarado. Es más, es un enemigo autodeclarado. Y todos los pasos tienen que ir en el mismo sentido para señalarlo, identificarlo, desnudarlo y apartarlo de los partidos que apuestan por la política como negociación y entendimiento entre diferentes.

No, Europa no está dormida

No, Europa no asiste como si nada al ascenso de la ultraderecha, como sugiere Julio Ocampo en Público. Europa está ahí, vigilante, y es nuestra garantía para que los errores que cometen medios, partidos y votantes en algunos países no sean debacles continentales. Asegurar que Europa está “dormida” es hacer el caldo gordo a los partidos antieuropeístas (extrema derecha e izquierda despistada). Es ver la realidad con el enfoque que ellos quieren. Y es no entender qué es Europa y qué puede hacer (o no). Por eso gana también la extrema derecha, porque quienes tienen que hacer contrapeso empujan sin querer.

Pero no es inmediata

Europa es un tanque lento. No podemos pedirle que llegue primero a los conflictos ni que sea la institución más ágil. Pero sí debemos exigirle, como a los futbolistas que marcan la diferencia, que cuando lleguen a la jugada la empiecen de nuevo. Lordo en Twitter pega un buen repaso a cómo la ayuda europea a Ucrania está posibilitando las derrotas de Rusia, y a los agoreros que aseguraban que la institución no estaba mostrando cintura ni fuerza suficiente. Ahora, meses después, la balanza está inclinándose hacia el lado que nos protege a todas y todos, y que genera zozobra a agoreros y Putinofilos.

Que hable, que hablen

Con todo, solo puedo hacerme la misma pregunta que Almudena Ariza en Twitter sobre las mujeres que están jugándose la vida en Irán: “¿Dónde están las declaraciones de los líderes mundiales a favor de estas mujeres? Ni las veo ni las oigo”. Y es necesario que se den, en Europa a nivel institucional y en el mundo país a país, estado a estado, gobierno a gobierno. Y la crisis de suministros no es una excusa porque por salir de las garras de Putin no debemos caer en la de otro sátrapa o dictador. Pero caemos como si no pudiéramos evitarlo porque, realmente, hasta que no cambiemos el modelo de consumo no podremos evitarlo.

La realpolitik

Hubo un antes y un después para Bildu el día que aceptó apoyar unos presupuestos generales del Estado y, con ellos, la inversión en el TAV, las partidas para la Casa Real en los distintos ministerios o la financiación de la Guardia Civil y la Policía Nacional. Han intentado que no se note, han seguido con su discurso, pero se han manchado las manos (y no como se las manchan habitualmente). Y para mí es una gran noticia. Y Podemos, pese a su discurso errático sobre Rusia, podría dar luz verde a “aumentar el gasto en Defensa” (EPE), como compromete la OTAN, y con ello “desbroza el camino de los presupuestos”. Es la realpolitik, amiguis.

¿A caballo perdedor?

Ciudadanos está condenado. No tiene solución. Nadie se sube a un caballo perdedor en unas elecciones. Es un axioma tan sencillo como cruel. Y cuando Vox empiece a parecer testimonial, inservible y en declive, también acabará por sumirse en la irrelevancia política por el mismo motivo. Lo que no alcanzo a entender es que en Podemos e IU, en cuyo entorno podemos encontrar a tantos politólogos y teóricos, no lo sepan: si es cierto que “pactan el final de la marca Unidas Podemos pero buscarán candidaturas conjuntas en 2023” (Público), estarán ofreciendo un caballo perdedor a la ciudadanía. Y aunque cojee de izquierdas sigue siendo poco atractivo.

Algo que gestionar

Otro axioma muy sencillo en política y en gestión es este: a menos recursos, menos inversiones. Así que las bajadas de impuestos (que además favorecen a quien más tiene en detrimento de la mayoría) implican que el gestor elegido por la ciudadanía cuente con menos posibilidades. Antonio Cartier lo resume muy bien, mejor que yo, en este tuit: “La verdad es que resulta sorprendente que los gestores públicos no quieran tener recursos públicos, empresas públicas, servicios públicos… Gestores de la nada”. Evidentemente, tanto él como yo nos referimos a Ayuso, Moreno y el resto de líderes del PP que anuncian bajadas impositivas.

“Cómo salir de Rusia”

Una invasión, una ocupación, masacres, bombardeos, escolarizaciones forzadas en ruso, menores separados de sus familias y llevados a Rusia, misiles que caen cerca de centrales nucleares, reclutamiento forzado de civiles para alargar la guerra y una amenaza nuclear global. ¿Cómo se justifica todo esto? Pues hay muchos que siguen intentándolo. Más vale que les paguen bien. Mientras tanto, quienes pueden ser llamados a filas intentan abandonar el país y se convierten en nuevas víctimas de Putin. No importa que se desentendieran de la invasión o incluso la justificasen: son víctimas de la locura igualmente.

¿Cuánto se gana en ropa interior?

En NIUS definen así el contenido que podemos encontrar en OnlyFans: “Escenas eróticas sueltas, sin ninguna trama, de unos cinco o diez minutos”. La “suscripción es de entre unos 5 a 50 euros mensuales, dependiendo del perfil” y “el 80% de lo que cuesta una suscripción va directamente al autor”. Pero “solo el 1% de los top ganan el 33% del dinero que se genera en la plataforma, según distintos estudios, y únicamente el 10% obtienen el 73% de las ganancias que se obtiene en esta red social”. Para el resto, “el ingreso medio de un creador de contenido en OnlyFans es de 150 euros al mes”. ¿O esperábamos algo diferente?

Para la puta foto

Hace solo unos días criticaba que Begoña Villacís y todo su equipo enfocaran un tuit tan mal que prevalecía que llamara “okupación” al modo de vida de familias claramente desamparadas y sin recursos en vez de las “alternativas de alojamiento” que el estado de bienestar les proporcionaba. Pues bien, no era un error de enfoque: aunque lo mencionaba en su tuit, no existe tal alternativa. Al contrario: “Los desalojados de las chabolas en las que se fotografía Villacís terminan de nuevo en la calle” (EPE). Para esto no hay foto ni posado. Tampoco hay vergüenza, ni dignidad, ni sentido político de la responsabilidad.

La España que vacaciona

No tengo ni idea de qué va a hacer Macarena Olona con su vida profesional, si volverá a ejercer o volverá a la política, si su regreso pasaría por Vox o por otra formación. Tampoco me importa. Solo sé lo que sabe todo el mundo, que ha sido muy feliz haciendo posados y que es posible que los eche de menos. También sabemos, porque lo hemos leído en Vozpópuli, que volvió a su trabajo para cogerse las vacaciones. Y eso también tiene un nombre: solicitó su reingreso a la abogacía del Estado a mediados de agosto (cuando inició el Camino de Santiago) y ahora que le toca volver al tajo “pide una excedencia voluntaria”. La derechita vaguita.

¿Qué silencio?

Se queja Aníbal Malvar en Público de que el libro de Pablo Iglesias no ha recibido la atención merecida solo por ser Pablo Iglesias y solo por ser exvicepresidente. Incluso habla de un supuesto “silencio” impuesto en torno a la figura del líder de Podemos. ¿Qué silencio? ¿No tiene en el mismo digital un espacio, La Base, en el que habla de todo lo que le venga en gana? ¿No le abren los micrófonos de la Cadena SER, RAC1 y Radio Euskadi para opinar libremente? ¿Le han cerrado acaso la cuenta en Twitter con más de 2.700.000 seguidoras y seguidores? ¿Ya no da clases en la Complutense? ¿Y el libro, se lo ha autoeditado con una multicopista?

Qué cara

La que ya no da pena ni encuentra quien se lamente públicamente por ella, ni mucho menos quien quiera acompañarle en el Camino de Santiago, es Lucía Etxebarria. Ante su último plagio en El Periódico (hasta el punto de que el medio retiró la colaboración de la web), la escritora ha argumentado algo extraño parecido a que hay un proceso judicial, una investigación y una petición de discreción por parte de sus abogados. Del plagio, nada. Y sí, voy a ser beligerante contra estas prácticas porque para quienes tenemos que tirar de recursos cada día en una columna y, ni por asomo, facturamos lo que Etxebarria, resulta especialmente indignante.

Y no es un caso aislado

Ya he avisado de que voy a ser beligerante contra quien plagia en vez de escribir y, además, no tiene la valentía de reconocerlo y apartarse de los focos. Por suerte, no soy el único: Glòria Langreo ha analizado los últimos tres textos de Etxebarria en El Periódico y el resultado es sorprendente. “Septiembre, ese mes cruel. 10/09/2022. Copia y pega entero. El verano del amor, la revolución sexual. 31/07/2022. Mix and match (ahí curró). Cómo sobrevivir con tu pareja en verano. 24/07/2022. Copia-pega (ahí fue a lo fácil)”. Es decir: dos copy-paste, prácticamente, y una mezcla de varios en el tercero. Una filigrana.