Sinvergüenzas

No están los ánimos para que nos toreen ni para que nos tomen el pelo, no estamos, y voy directo al grano, para que las gasolineras suban otra vez los precios después de que el gobierno español anuncie una medida para que no nos cueste tanto llenar el depósito. Quienes tomaron esa decisión son unos sinvergüenzas, sin matices ni paliativos, y son los enemigos directos de una sociedad agotada de sentirse secuestrada por elementos que no controla, como una pandemia o un ruso loco con acceso al botón nuclear, y por elementos con la cara dura y el riñón forrado por si alguien les suelta un hook.

Y más

Puedo entender que estemos rodeados de sinvergüenzas, pero me niego a aceptar que hayamos construido una sociedad en la que se les premia, aúpa y sostiene: “Vin Doré 24K, la empresa dedicada ‘a la elaboración, compra y venta de uvas, vinos y alcoholes’ que recibió 17,5 millones por parte del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso en base a la venta de mascarillas y material sanitario en la pandemia del coronavirus, también fue contratada por el PP para quitar nieve en Filomena” (El Plural). Entonces, fueron 215.000 € los que se llevó la empresa de Diego Suárez, que mantiene “innumerables conexiones en la derecha española”.

El ascua, a su sardina

Es una pena que en Podemos/Ahal Dugu hayan resbalado cuando han intentado hacer una apropiación tan evidente como innecesaria del hallazgo de la que es la mayor fosa común de la Guerra Civil en Euskadi, y que compartían para su desgracia milicianos y gudaris que defendieron juntos Bilbao. Los morados han sido los únicos que han eliminado a una parte de los fallecidos, mencionando expresamente solo a los milicianos, y además han intentado mostrar como una aportación suya una exhumación e investigación que está financiada por el Ayuntamiento de Bilbao. Han resbalado intentando anotarse el tanto.

¿No les hemos impuesto su clásico?

Celebro que más de 91.000 personas se hayan juntado esta semana en el Camp Nou para ver fútbol femenino. Creo que el logro del FC Barcelona y la sociedad catalana está fuera de toda duda y merece todo el reconocimiento. Pero también me temo que tenemos que dar una vuelta a lo de que la prensa deportiva tradicional haya impuesto al fútbol femenino “el clásico” del fútbol masculino, y más cuando el Real Madrid es un equipo que no está a la altura del Barcelona ni en calidad ni en recorrido en la Liga Iberdrola. Si ellas quieren que sea su partido del año, estupendo, pero no lo decidiremos los que solo les vemos a ellos.

Su media sonrisa

Bruce Willis ha anunciado esta semana que padece afasia y deja de actuar. Para mi generación supone que no veremos en papeles nuevos a un actor que nos marcó desde la década de los 80. El tipo duro de la Jungla de Cristal, El Protegido, El Último Boy Scout, el boxeador de Pulp Fiction, el más cuerdo de los 12 Monos, el más afortunado de El Quinto Elemento, el más ligón en Luz de Luna fue quien nos enseñó, como escribe el guionista Raúl Díaz, que “no puedes coger a un tío y partirle la cara. Tienes que decir primero algo chulo”. La voz de Ramón Langa forma parte de la leyenda que mejor maneja la media sonrisa. Se merece no perderla nunca.

«Conclusión»

Para Rocío Monasterio que Iván Espinosa de los Monteros (también conocido como: su marido) no haya pagado aún a quien ejecutó la reforma de su casa pese a que una sentencia le obliga a ello es un “incumplimiento contractual” que parece que no puede ser confundido con “incumplir la ley”. Lo dice ella misma, no es de El Mundo Today. No solo eso: quienes pensamos que el diputado de Vox es un diputado condenado por un delito que dice mucho de él somos todos “sociatas” que no sabemos nada. Yo solo sé que mientras Vox siga moviendo este tema todo va bien para quienes estamos enfrente de los fascistas.

¿Sí pagan favores?

Ha quedado claro vía sentencia que un diputado de Vox no paga las obras de su chalet (que comparte con una parlamentaria en la Asamblea de Madrid) ni aunque un juez se lo requiera. Pero que Espinosa de los Monteros y Monasterio no paguen a esa España que madruga, de la que tanto hablan, no tiene que significar que Vox sea un partido mal pagador. Cojamos una noticia al azar: “Vox rechaza retirar a Putin la Llave de Oro que Madrid le concedió en 2006 (…) Javier Ortega Smith, ha justificado que no han apoyado la retirada del reconocimiento porque tenían dudas sobre si la Llave se concedió a Putin o al pueblo ruso” (El Huffington Post).

Son dos y «en solitario»

¿Mal pagador? ¿Prorruso? Lo que sin duda es Vox es el partido milagro: puede unirse al PP y, según El Independiente, gobernar “en solitario”. Lo cierto es que la misma capacidad para obrar lo imposible es atribuible al PP, que gobernaría “en solitario” pero con Vox, según una encuesta. De lo que me caben pocas dudas es de que el colaboracionismo se ha extendido por España como lo que es: un virus mortal, una enfermedad a erradicar. Hablar de Vox como de una opción legítima de gobierno es como hablar de la legitimidad de Putin para gobernar Rusia e invadir Ucrania. Y quien no lo vea así es el colaboracionista.

Mientras tanto, en el PP…

Nadie más interesado en que la imagen de Vox se ablande, aunque representantes suyos deban dinero a trabajadores y no paguen, aunque pongan excusas para no oponerse a Putin, aunque sean ese partido xenófobo y misógino que demuestran ser a cada paso, que Núñez Feijóo, que deja que la prensa colaboracionista haga lo suyo mientras él resuelve sus propios dilemas internos. Por ejemplo, qué hacer con Díaz Ayuso, la pepera que mejor hace frente a Vox porque adopta su discurso y posicionamientos con facilidad, pero que también es una quintacolumnista declarada y sobre la que ya habrían advertido al gallego, según Vozpópuli.

Y a la izquierda, lo rancio

Si la derecha española hoy solo se entiende como un bloque de nostálgicos del franquismo (y por lo tanto, necesariamente fachas), la izquierda española, o por lo menos una parte de ella, se empeña en representarse a sí misma con valores caducados: no es nuevo que Eneko Andueza es un taurino que defiende su condición a viva voz, pero no por eso deja de ser rancio. El tándem que montó con Carmen Calvo en defensa de una modernidad casposa y que recoge Abc es para poner en un marquito la página. Andueza y Calvo pueden ser taurinos, pero que defiendan que serlo es ser de izquierdas condiciona todo lo que digan o hayan dicho.

Pesadas y pesados de concurso

La final del concurso “Ya te lo explico yo porque tú eres tonto” está muy reñida. A ella han llegado las y el más inteligente, las y el que todo lo sabe, las y el que todo lo ve con claridad, las y el que puede opinar sobre cualquier cosa porque tiene un bagaje vital y una superioridad intelectual fuera de toda duda: Pablo Iglesias, Pilar Rahola e Irantzu Varela se han puesto manos a la obra para explicarnos desde sus tribunas digitales qué supone el bofetón de Will Smith a Chris Rock, para iluminarnos, para marcarnos el camino de lo que está bien. Mañana resolverán lo de Ucrania y el viernes, por fin, la huelga del transporte.

No estoy de acuerdo pero me parece bien

Aunque no esté de acuerdo me parece bien que haya personas que piensen que la solución a la invasión rusa sobre Ucrania es la rendición del país invadido. La masacre, seguramente, se pararía rápidamente pero, ¿qué pasaría después? Al respecto, Josep Borrell respondía a Manu Pineda, eurodiputado de IU, de este modo: “Piense bien esta frase: ‘No enviemos armas para no prolongar más la guerra’. Cuando dejemos de prolongarla, ¿cómo se acaba?” (El Huffington Post). Insisto: quienes opten por la rendición que lo digan claramente, sin taparse, pero que lo hagan también asumiendo las consecuencias hoy y mañana.

La guerra en el PP

La historia de los mensajes en WhatsApp de Miguel Ángel Rodríguez a Pablo Casado en los que el primero llama al segundo “hijo de puta” y “mierda”, para concluir: “Me has demostrado ser mala persona”, me interesa bastante menos que la filtración de los mismos a El Mundo solo unos días antes de que Casado deje paso, por fin, a Núñez Feijóo. En mi opinión, todo apunta a que el jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso ha sido la fuente porque, ¿qué gana cada bando con que todos conozcamos esta historia en este momento? A Rodríguez su reputación ya le da igual, pero mostrar su arsenal hasta a Núñez Feijóo antes de que entre sí le importa.

¿Qué queremos?

Tenemos que rescatar a la hostelería, al sector del Transporte, una Sanidad de primera división, una Educación con los mejores medios, un funcionariado muy bien pagado y, al mismo tiempo, una rebaja en los impuestos porque está todo muy caro. Pues aunque no esté de acuerdo con las formas de Carmen Baños, sí lo estoy en el fondo: “A todos los q pedís la bajada de los impuestos, deciros q los Reyes Magos son los padres” (sic). Tiene razón la diputada socialista con su tuit: no podemos actuar como ciudadanas y ciudadanos infantiles y cándidos, que creemos que lo que pedimos no tiene coste.

Para promesas, estas

No es menos cierto que vivimos tiempos muy extraños y que la sociedad está muy, muy cansada. Y aferrarnos a ilusiones es una vía de escape perfectamente legítima. También lo es convertir esa ilusión en candidez, pero esto ya tiene sus consecuencias: la policía ha desmontado una especie de escuela de inversiones en criptomonedas con rasgos evidentes de estafa piramidal, pero sus cabecillas siguen activos en sus redes sociales (y prometiendo que volverán), las mismas desde las que captaban a menores que iban haciendo inversiones progresivamente y en las que alardeaban de buena vida, como suele pasar en estos casos.

Diez mil féretros

Este tuit de Mikel Ayestaran es de los que hielan el corazón: “Rusia informa de la muerte de 9.861 soldados en 3 semanas. Tienen también 16.153 heridos”. Lo publicó hace unos días, así que puede que la cifra que reconoce el Kremlin sea hoy superior a 10.000. 10.000 personas que han perdido la vida solo en Rusia por una invasión innecesaria e injustificable (en todo punto). 10.000 familias que lloran la pérdida de un ser querido que, salvo el descerebrado seguidor de Putin de turno, estaría en el frente por obligación. 10.000 seres humanos que ya no existen por una sinrazón histórica que, sin embargo, sabemos que no puede vencernos.

Hostia, tú, qué risa

Umberto Eco estaría sorprendidísimo de cómo el mundo se empeña en darle la razón de semejante manera: Internet permite que todos los periodistas que están en Ucrania jugándose la vida para que sepamos cómo Rusia invade un país por el morro sean despreciados por una legión de imbéciles que, desde su sofá, redifunden los mensajes que los medios rusos emiten al dictado del Kremlin desde Moscú. Ya puede compensar el sueldo su infamia, entre otras, a Helena Villar, de Russia Today, que hasta se permite hacer chistes sobre quienes rechazan sus intentos de propaganda y se define como “agitprop ruso” en Twitter.

¡Pues claro!

Cuanto más dure la invasión rusa sobre Ucrania más féretros contaremos, más retuits a propagandistas sufriremos, más veces veremos en acción a los batallones de extrema derecha que combaten a los rusos, y escarnios o atrocidades cometidas por los invadidos, y más chorradas tendremos que aguantar de quienes critican que Zelenski se defienda con todo lo que tenga, incluida una ley marcial inevitable que también limita la acción de partidos, por pequeños que sean, que puedan tener una conexión con Rusia. Criticar eso desde aquí es una tontería como la URSS de grande, además de muy cómodo.

El problema es de todos, por desgracia

He estado tentado a escribir que si Isabel Díaz Ayuso convence a alguien con argumentos tan simples como el que han destacado en el Huffington Post el problema es de esa persona. Pero no es cierto: que las y los convencidos hayan sido la mayoría de las y los votantes madrileños ha hecho que el problema sea de todas y todos. Este es el famoso problema: “Cuando cayó el muro de Berlín, una gran parte de la sociedad quiso ver qué había al otro lado, donde habían estado gobernando socialistas y comunistas. ¿Qué había? La nada. ¿Qué hay ahora mismo en muchos supermercados de este país? La nada”. Esta es Díaz Ayuso.

Si Eduardo Garzón te calla así…

Uno de los economistas de cabecera de la derecha española es Daniel Lacalle que, además de analista económico troglodita, es tuitero: “El único que recibe beneficios caídos del cielo sin invertir ni crear empleo en energía es el gobierno, que recauda 11.000 millones de la tarifa”. Semejante chorrada ha sido bien respondida en Twitter por Alberto Garzón, economista de cabecera de la izquierda española: “El gobierno no recauda nada. Aprende a diferenciar gobierno de Estado. Es de primero de economía y de ciencia política”. Garzón es el mismo que proponía imprimir más dinero como solución a una crisis económica. Si te calla este…

No me lo creo

A estas alturas del siglo XX no soy nada optimista, y por eso no me creo que estemos cerca de un cese de la invasión rusa sobre Ucrania: Vladímir Putin es capaz de asumir con normalidad el bombardeo sobre un teatro en Mariúpol en el que se escondía población civil y junto al que habían pintado la palabra “niños” para que lo leyesen quienes lanzan las bombardeos, así que también lo es de engañarnos con una paz próxima mientras avanza sobre Kiev, que ha sido un objetivo prioritario desde el primer día. Ya no me creo nada, estoy desesperanzado, resignado y cabreado. La de hoy es una columna pesimista, aviso.

Tenemos que guardar bien todo esto

Lo que está haciendo Putin, pero también lo que están haciendo quienes se aprovechan de la invasión para subir sus precios por el morro (y luego los bajan, cuando las amenazas apuntan como misiles), tenemos que grabarlo bien en la memoria o, por lo menos, en las hemerotecas. Por muy difícil que nos lo pongan. Del mismo modo, tenemos que guardar muy bien el relato de los pasos que está dando el primer gobierno con ultradrechistas en España: “Vox anuncia un acuerdo con Mañueco para eliminar en Castilla y León el reconocimiento de la violencia machista” (Público). Una victoria para el fascismo es una derrota para las democracias.

La diferencia es muy sencilla

Javier Durán clavó ayer su tuit sobre el paso atrás en consensos fundamentales que PP y Vox han dado en Castilla y León: “Es violencia de género, ‘violencia intrafamiliar’ es otra cosa”. Y bajo estas pocas palabras incluía una foto de Teodoro García Egea, Pablo Casado, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida. Más claro no puede quedar lo que es violencia intrafamiliar porque la hemos visto en el PP, en directo, con todos los detalles. Y más clara no puede ser la maniobra de la extrema derecha, anulando la violencia de género, que ha posibilitado el partido de Núñez Feijóo y Carlos Iturgaiz.

“Efectivamente”

¿Andrea Ropero lanzó la pregunta para pillar a Isabel Díaz Ayuso? Puede ser. ¿La respuesta de la presidenta de la Comunidad de Madrid, en cualquier caso, muestra cómo es, cómo piensa y lo que le importa todo lo que no sea ella misma? Sin ninguna duda. Josué Coello transcribe en su tuit el momento: “Las ayudas a la maternidad, paternidad y para niños con enfermedades graves incluidas en los famosos 21.000 millones de euros, ¿son un derroche? ‘Efectivamente’”. Esa fue la escueta pero contundente respuesta de la del PP. “Efectivamente”. La populista, cazada a lazo por una pregunta sibilina pero acertada.

Ya sabemos lo que hace

Sigo en Madrid porque, después de meses viendo chistes en Internet sobre la actividad (más bien, inactividad) de Toni Cantó al frente de la Oficina del Español, por fin podemos compartir una noticia sobre un hecho concreto protagonizado por él: “Toni Cantó, profesor del centro formativo para la ultraderecha de Maréchal Le Pen. Cantó ha sido el encargado de impartir una clase de oratoria en el instituto de la ultraderechista francesa, uno de los puntos de encuentro actuales de los estrategas y militantes del neofascismo en España” (La Marea). Allí se encontrará con Juan Carlos Girauta y Carina Mejías, ambos, ex de Ciudadanos.