¡Oh, sorpresa!

Entiendo que en X y en algunos digitales los haters del FC Barcelona estén intentando agitar las palabras de Javier Tebas porque desde su posición de chef en la LaLiga es la voz más alta que puede decir lo que intuíamos: que el FC Barcelona ha recuperado su capacidad para fichar por medio de triles. El propio Tebas es el que lo sugiere cuando explica cómo consiguió fichar en 2022: con el anuncio de una operación que nunca fue pagada (y que volvió a anunciar y cobrar en la siguiente temporada). Da la casualidad, o no, de que con los fichajes de Lewandoski y Koundé ganaron aquella liga, ¿legítimamente? ¿Y a quién le importa?

¿Ante quién protestarán?

Esta jornada intersemanal de la liga con la primera de la Champions a la vez ha sido una chapuza, no satisface al aficionado y genera saturación en los profesionales: “Rodri avisa: Los futbolistas están ‘cerca’ de ir a la huelga por la carga de trabajo” (Iusport). Voy a ser empático, vale, pero, ¿ante quién se quejan? Sus sueldos millonarios se pagan con más partidos y más bonificaciones por victoria, y para eso hace falta más fútbol televisado (y de pago, claro). ¿Están dispuestos los futbolistas a rebajar sus sueldos? ¿No son sus ingresos millonarios la parte del león de este circo perverso e injustificadamente ambicioso?

¿O va de esto?

Las empresas organizadoras de las competiciones están intentando frenar, precisamente, la locura millonaria del fútbol. No por ética o por vergüenza, sino para seguir haciendo posible el negocio. Y parece que lo están consiguiendo: “Las nuevas normas sirvieron para contener al 1% la subida de salarios de los futbolistas” (2 Playbook). Igual soy muy mal pensado, pero he relacionado la amenaza de la huelga con esta noticia porque el asunto central es el mismo: el sueldo de los jugadores. El mismo que hace que luego haya gente mal pagada en las sociedades deportivas y los clubes. Hablémonos como adultos.

Que esto puede irse al garete

El impulso que Leo Messi ha dado a la liga estadounidense y la caída en picado del interés por la francesa después de la huida de Mbappé, son dos señales claras de lo frágil que es este negocio. Y yo vuelvo a mi trigo, como mula que soy: no podemos olvidar, y sobre todo no pueden olvidarlo quienes hacen los fichajes y quienes piden más dinero en los contratos, que quienes vivimos cerca de los estadios somos los que pagamos las cuotas, la tele de pago, la camiseta original y hacemos gasto en el ambigú. Los de lejos ven la liga por cuatro euros y compran merchandising trucho. ¿Quién va a pagar la fiesta ahora en Francia? Pues eso.

¿Se quejan? ¿En serio?

José Bordalás lleva casi diez años entrenando al Getafe, salvo su breve paso por el Valencia. En este tiempo se ha hecho un nombre en el fútbol: el del antifútbol. Ha enseñado a los jugadores más fuertes a caer derribados al mínimo contacto, ha hecho de cortar el juego como sea su forma de jugar, y salvo Cucurella, ningún jugador que ha pasado por sus manos ha mejorado. Ahora, después de miles de faltas, pérdidas de tiempo y provocaciones a los equipos e hinchadas rivales, en el Getafe alzan la voz porque los árbitros les avisan de que ya les conocen y los medios señalamos lo que ve todo el mundo en las gradas y por televisión. En fin.

Otra vez

Alvise Pérez primero hizo público en X el número de matrícula del coche de la madre del detenido por el asesinato de un niño en un pueblo de Toledo. Después, cuando algunas y algunos usuarios de esa red social le afearon el gesto (¿cómo pudo acceder al dato? Eso es lo más importante y preocupante), volvió a embestir: “Lo escandaloso es que no haya circulado ni un retrato robot del sospechoso, no que los españoles nos organicemos para detener a un asesino de un niño de 11 años”, tuiteó. Pérez llama a que la ciudadanía juzgue y ajusticie, a romper los consensos más básicos, y con este discurso consiguió más de 800.000 votos.

Sí, hay que hacerlo

En la misma red social, el usuario @JesusMalaga lo exponía con absoluta claridad: “Hay que hacer algo con esta gente ya”. Se refería a otras y otros usuarios que, desde el anonimato, difundían bulos sobre el terrible asesinato en Mocejón, señalando a personas inmigrantes sin prueba alguna. Sí, hay que hacer algo con esa gente ya, pero estamos hablando de la red social en la que triunfó primero Alvise Pérez, la preferida también de los fascistas y difamadores de nuestra idílica Euskadi (claro que los hay), y que es propiedad de un trumpista declarado que se saca fotos con Milei, como es Elon Musk. Igual hay que hacer algo ya… con X.

No paran

La policía local de El Vendrell, también en X, se vio obligada a explicar que en su municipio nadie había acuchillado a nadie. Lo peor es que algunos medios de comunicación y programas de esos que viven de los sucesos, pero mejor de lo que han vivido nunca, ya habían difundido el bulo. Y cuando no son bulos (la inmigración, otro apuñalamiento), partidos y medios que hacen negocio con la percepción de inseguridad (igual los sindicatos de la Ertzaintza deberían de repensar su estrategia para no parecerse a ellos) aprovechan para generar infundios, para alertar a la ciudadanía y para asustar a quien está dispuesto a asustarse para votar a los fachas.

Esto es lo que sucede

Si no atajamos los bulos, si no ponemos en valor el periodismo de verdad, si seguimos poniendo el micrófono o buscando el tuit del político ultra de moda para ponerlo a la misma altura que el de una o un servidor público, vamos a acabar como en el Reino Unido este mismo verano: “A partir de fake news difundida en redes sociales, el Reino Unido vive la peor ola de racismo y ataques en más de 20 años. Hace una semana el país se encuentra incendiado y al borde de un caos aún mayor”, tuiteaba el analista Gonzalo Fiore Viani. No podemos obviarlo ni olvidarlo. Acabamos de verlo, acaba de suceder y puede volver a pasar.

Tampoco tienen razón

Hace bien Leo Messi en denunciar al colectivo “Futuro Vegetal” por atacar su vivienda en Ibiza incluso aunque la denuncia del grupo sea innegable: los ricos como él son quienes más contaminan con el uso de vuelos privados, coches de alta gama y lujos exclusivos que siempre hay que importar. Insisto: la evidencia de su denuncia no justifica su decisión de vandalizar y decir que la consecuencia de su acto se arregla frotando y repintando. La violencia (ni la directa, ni la indirecta, ni la estructural) nunca es justificable, nunca tiene la razón y nunca, nunca, trae nada bueno a nadie.

Primera

La invención: Isabel Díaz Ayuso es una señora de setenta años que lleva oyendo la COPE, leyendo el Abc y viendo los informativos de Antena 3 toda la vida: “Quiere que las democracias hagan con Hamás lo mismo que con ETA. Tú mata, que yo te daré una comunidad autónoma” (El Independiente), dice sobre Pedro Sánchez. La realidad: no me gusta el presidente español y la utilización que hace del Estado para su propio sostenimiento, y no me gusta una presidenta autonómica imitadora de Trump o Milei. Ni uno, ni la otra, son hoy opciones políticas atractivas ni cuando compiten entre sí, y menos aún en la campaña en la que estamos ahora.

Segunda

La invención: Santiago Abascal es ese amigo de uno de la cuadrilla que aparece de vez en cuando, un sábado por la noche, se cree muy gracioso, hace ruidos a los grupos de chicas como si fueran ganado, y cuando lleva dos gintónics empieza a mezclar su machismo con la política: “Pedro Sánchez es un títere de su mujer. ¿Va a declararle la guerra a la Argentina?” (El Cronista). Ahí queda eso del artista, el máquina, el jefe. La realidad: la consistencia de Abascal (y la de Vox) es tan baja que ha quedado desdibujado siendo el que recibió al presidente argentino y regaló al español el enésimo golpe de catapulta antes de una campaña.

Tercera

La invención: Jesús Albiol, el concejal de Cultura de Vox en Borriana, es ese compañero que trabaja en la delegación del Mediterráneo al que ves en Teams una vez al trimestre y que va a los toros, a misa, come el arroz al horno que le hace su mujer los miércoles y la paella valenciana que le hace su madre los domingos, va perfectamente planchado aunque no plancha y, por supuesto, sabe que la cultura es el intento de la izquierda para acabar con los valores tradicionales. La realidad: el alcalde, Jorge Monferrer Daudí, del PP, le ha corregido y ha adquirido finalmente para la biblioteca del municipio ‘20.000 especies de abejas’.

Cuarta

La invención: Luis Rubiales es ese padre separado cuyo hijo va al mismo equipo de fútbol que el tuyo, y que siempre está hablando de los planes que hay que hacer, que parece que ya ha estado en todos los sitios, que cambia de coche casi cada año, que no tienes muy claro en qué trabaja pero siempre tiene tiempo y dinero, y que conoce a los jugadores del Athletic de montar cosas en sus casas: “Rubiales ofreció a Piqué y Messi ‘30 kilos’ de la UEFA por sus pérdidas salariales en pandemia”. La realidad: a veces podemos resumir personalidades o situaciones que se dan durante años en titulares. Este en The Objective es uno de ellos.

Quinta

La invención: José Bordalás es el compañero de trabajo tóxico, que trata bien a las y jefas y los jefes, y mal a sus iguales, ese que algún día se equivocará de persona a la que fastidia y se llevará un merecido empujón. En la cuenta en X de Dazn muestran “el enganchón de Bordalás y un miembro del cuerpo técnico del Alavés al final del partido”. La realidad: el entrenador del Getafe no ha mejorado a casi ningún jugador que ha pasado por sus manos, ha hecho que los fuertes se tiren por los suelos en cada roce, provoca al público y a los rivales, y cuando le haces frente se victimiza cobardemente. Es lo que no queremos en el deporte.

Nos pasamos de listos y de listas

Ante la alerta que la comunidad de Madrid envió a los móviles de las y los madrileños por las posibles consecuencias de la DANA que tanto nos ha hecho mirar al cielo, hay varias opciones: atender a la alerta, pasar de ella o quejarte por haberla recibido. Hasta el punto de que FACUA ha tenido que aclarar, vía Twitter, que esos mensajes “no vulneran la normativa de protección de datos” e “intentan evitar accidentes y muertes”. Es evidente que nos pasamos de listos y de listas, y que en nuestro engreimiento nos creemos seres solo con derechos, incluido el de no ser molestado ante una alerta meteorológica.

Algunas malas personas

Las peores son las personas que, al mando de Glovo y similares, no suspenden su actividad en plena DANA sin perjuicio para los trabajadores. En el segundo escalón de las peores personas están las que encargan comida a domicilio porque fuera llueve que hasta es peligroso salir a la calle. ¿De verdad no se dan cuenta de que están obligando a otras personas a jugárselas por una hamburguesa fría? ¿Tanto importa esa hamburguesa? Javier Durán resume muy bien la situación y hasta lo que pienso en su tuit: “Pedir comida a domicilio durante un temporal. El hombre es un Glovo para el hombre”.

Correcto

Este titular de Diario Crítico me parece correcto, inapelable: “El Ejecutivo aplicará la ley de Memoria Democrática a 2 cargos de Aragón por exaltar el franquismo”. Pero creo que esa ley, de manera interna, preventiva e informal pero vinculante, la tenía que haber aplicado el PP. No vale eso de que esperar al gobierno español para que corrija las fascistadas de Vox, todo por no molestar al socio necesario. El PP no solo llega a cuerdos con la extrema derecha, es que lo hace de modo cobarde, como ha quedado clarísimo. Son las y los fascistas, lo que parecen Esmeralda Pastor y Jorge Valero por sus propios actos, los que tienen que arrugarse.

Tienen un problema

Quien cree que tiene derecho a no ser molestado ante una emergencia, quien pide un Glovo poniendo en riesgo la integridad de la o el repartidor, quien actúa cobardemente contra el fascismo y la prensa deportiva tienen un problema: “Estas son las portadas de los principales diarios deportivos de España el día que la Guardia Civil confirma que el Barcelona fue beneficiado arbitralmente durante décadas mientras pagaba millones al vicepresidente del comité arbitral. El mayor escándalo de corrupción de la historia del deporte español no existe para la prensa de este país. ¿Por qué será…?”, denunciaba Dani ante fotos de fichajes y goles.

Todas y todos quieren ver a Messi

El éxito más allá de lo deportivo de Leo Messi en Miami lo explica la figura de David Beckham, extraordinario relaciones públicas de sí mismo y de todo lo suyo. Sea por uno, por otro, o por la suma de las dos figuras (que es lo más probable), es innegable que el argentino arrasa (también en el campo, por cierto): “El príncipe Enrique, los actores Leonardo Di Caprio, Selena Gómez y Gerard Butler, el cantante Liam Gallagher, el baloncestista LeBron James figuran este domingo entre las celebridades que asistieron al partido del Inter Miami del argentino Lionel Messi en Los Ángeles contra el LAFC” (Infobae).

Quieren pero no pueden

Es evidente que Luis Miguel Fuentes está desatado, y que sus columnas en Vozpópuli sobre Podemos son ya panegíricos coleccionables. En este caso, la torta con la derecha abierta, a lo Bud Spencer, antes de conocer el resultado de la negociación, es esta: “Eso de que la gente que ya está negociando pregunte si puede negociar parece una obviedad o, más bien, una bobada, pero una obviedad o bobada con tanta urgencia y susto”. Y esta, la torta con la mano izquierda abierta: “Entre Sumar y Podemos no hay negociación ideológica ni programática, el único obstáculo es el Podemos tóxico que intoxicaría la imagen de Yolanda Díaz”.

Errejón está en su bando

Atribuyen a Íñigo Errejón la idea de poner la cara de Pablo Iglesias en las papeletas de Podemos la primera vez que el partido se presentó a las elecciones. Entonces, el hoy despreciado líder, era un gurú de la opinión libre que era llamado a todas las tertulias: la televisión le hizo grande y ahora la combate con YouTube Live. El 23 de julio será la cara de Yolanda Díaz la que esté en las papeletas: no importa quién las encabece en cada circunscripción, la que importa es ella. No es malo, pero sí es significativo que Díaz repita esa idea, ahora que Errejón está a su lado, y que es igual de buena que la primera vez.

Ahora, lo importante

No es lo mismo que el presidente del gobierno sea del PP o del PSOE. Y no es lo mismo un PP en las manos de Vox que un PSOE en las manos de Sumar, EAJ-PNV, Bildu y los partidos nacionalistas catalanes. De hecho, confío mucho más en la capacidad de presión de las marcas que no son los del bipartidismo, porque PP y PSOE son responsables de esto: “Las restricciones legales y las limitaciones técnicas actuales están provocando pérdidas millonarias y haciendo que se desaproveche gran cantidad energía barata en plena crisis energética” (Activos), haciendo inútil el esfuerzo humano, técnico y económico por el autoconsumo.

Tecnologías inútiles

No entiendo que la prensa especializada dé datos como las probabilidades de gol que ofrece un software o el valor de los jugadores según Transfermarkt. Y entiendo aún menos que lo haga un responsable: “Tendríamos que haber obtenido según los datos de goles esperados once puntos más”. Para mí, es uno de los mensajes más importantes de la rueda de prensa de ayer en Ibaigane (no voy ni a opinar sobre el presidente usando “el Athletic” como sinónimo de “yo”) y lo dio Mikel González. Lo que diferencia a un buen sociólogo de uno normal es que éste señala el dato y el bueno dice qué significa. Uno malo usa el dato como excusa.

La operación

Todos sabíamos que Joan Laporta estaba intentando colocarnos mercancía averiada con sus intentos para que Leo Messi volviese al FC Barcelona. Ese era el gancho para poder justificar operaciones que son más elucubraciones y que reciben el nombre de “palancas”, con las que el Barça compite económicamente como si tuviera dinero para hacerlo. Pero la operación real y, por ello, verdaderamente interesante, es la de Miami, el equipo al que sí va a ir el argentino (que ya tiene casa en la ciudad): porcentajes directos de beneficio de la liga, de Apple, que la emite, y facilidades para comprar un club, como hizo Beckham, precisamente, con el de Miami.