En plena precampaña, con la izquierda española unida y esperando pasar al PSOE en las elecciones para dar un campanazo, celebramos el 15-M. ¿Qué queda de aquello? Mucho y casi todo bueno para sus protagonistas. Los que les decían que montaran un partido se encontraron con un partido que solo se ha fortalecido con el paso de los meses. La parte mala es el aluvión: los desencantados del PSOE e IU se encuentran con tránsfugas del primero y la plana mayor del segundo, salpicado con algún ex de Ciudadanos como Pablo Echenique.
Cuando se te va el Twitter de las manos
Precisamente en Madrid, la cuenta del Ayuntamiento tuiteó: “Hay que tener los COJONES MU GRANDES pa hablar de #Colocaos siendo del PP o de Cs o del PSOE…” (sic). El mensaje está borrado, pero las respuestas de PP y Ciudadanos están siendo noticia, sobre todo, en medios rancios como Libertad Digital. Pero yo creo que la noticia sigue siendo un tuit mal escrito y peor intencionado. Me da que el community manager del Ayuntamiento de Carmena también lo es de alguna cuenta de Ahora Madrid o Podemos Madrid… Y se equivocó de usuario.
Moragas toma el mando
Para quienes somos aficionados a seguir tanto a la ficción como a la realidad política, la figura de Jorge Morgas resulta atractiva. El hombre en la sombra que maneja el gabinete del presidente, cuenta con toda su confianza y organiza el partido y el país a su antojo mientras otros dan la cara. Solo de vez en cuando salta a los titulares, como este de Vozpópuli en el que aseguran que Moragas ya ejerce, además, de jefe de campaña: no quiere broncas públicas, ni contradicciones, ni “gallineros”. Quiere unión y fortaleza… para marcar la diferencia.
¿Usará la tipografía “corrupto”?
Jorge Moragas, el hombre con más poder, también debería de ser el más preocupado por las corruptelas que le salen a su partido. La más reciente, la del viernes, con Alfonso Alonso y Javier Maroto condenados por favorecer un alquiler con sobrecoste pagado con dinero público de los y las gasteiztarras. Sin embargo, por desgracia, ese asunto parece que al PP no le pasa la factura que debería. Y eso que hay quien hasta ha creado la tipografía “corrupto” basada en la forma de escribir de Luis Bárcenas, a modo de protesta.
Ana Duato de ha hecho un “Infanta Cristina”
Si un miembro de la casa real pasa a acuñar un modo de escaquearse de la justicia, de tal manera que la toman como referencia acusadas posteriores y periodistas que siguen la actualidad de los juzgados, deberíamos pensar en el tipo de Jefatura de Estado que hay. El último ejemplo: Ana Duato ha seguido la estrategia de la infanta Cristina de hacerse la tonta y negar que supiera que hacían los demás con el dinero. Mejor lela que choriza.