El horror diario

No por lejana ni por recurrente (titulares muy parecidos nos asaltan varias veces al año) podemos mirar para otro lado ante noticias como esta en la web de COPE: “Lapidada hasta la muerte una mujer por parte de varios familiares en un nuevo ‘crimen de honor’ en Pakistán”. Pero nuestro estómago ni nuestra moral no son lo importante en casos como este: millones de mujeres viven con terror hechos como el narrado porque saben que una falsa acusación o una decisión personal puede costarles una lapidación, en el peor de los casos. Pero, ¿cuántos castigos normalizados soportan a diario sin que queramos saber de ellos?

Y lo que nos queda

Cada vez tengo más claro que nos encaminamos a una repetición electoral: Alberto Núñez-Feijóo se desmorona mientras Sánchez se fortalece. Eso puede traducirse en una serie de sondeos cada vez más favorables para el PSOE, que hagan cada vez menos atractiva la guerra entre Junts y ERC por ser el socio catalán más duro del gobierno español (en Euskadi, Bildu lidera ampliamente la carrera al socio de España más facilito). Y eso nos lleva a las elecciones en Navidad, como si no costaran: “Sánchez es el presidente que más dinero público ha gastado en elecciones: 1.500 millones en cinco años” (Vozpópuli).

Su gente

El PP no solo pierde atractivo por la colección de malas decisiones de Alberto Núñez Feijóo: sus únicos socios posibles de gobierno, Vox, se presenta a la España política como un grupo de frikis fascistillas apoyados por una turba que Rubén Sánchez ha mostrado en Twitter: “‘La única manera es matar gente’. ‘Va a correr sangre’. ‘Vamos a pegarle fuego al mierdas ese de Pedro Sánchez’. ‘Fusiles de asalto es lo que hace falta’. ‘Van a morir altos cargos’. Algunos de los mensajes del chat del canal de Telegram del agitador de ultraderecha Alvise Pérez”. Así suben las acciones del PSOE y de los impresores de papeletas para elecciones.

Imperdonable

Con mujeres muriendo a manos de sus parejas y exparejas casi a diario, tenemos que ver cómo la presidenta de las Corts, de Vox, no se ubica junto a otras parlamentarias y parlamentarios valencianos tras la pancarta de condena a un asesinato machista. Lo denuncia Manuel García, también en Twitter: “Que nadie se sorprenda ahora. Se les financió, se les dio visibilidad y altavoces mediáticos, se les legitimó y, por fin, se les dieron cargos institucionales y cuotas de poder. La derecha postfranquista española, PP-Vox, no es homologable a la de países democráticos”. Llanos Massó recibió los votos del PP, que nadie lo olvide.

Suena regulinchi

A mí el carné de gilipollas se me renueva automáticamente año tras año, y si alguien hurga en mi historial de Twitter o WhatsApp seguro que descubre a un Iker mucho más bruto, incluso, pero algunas cosas siempre las he tenido claras. Por su parte, Gerardo Tecé en 2011 ya era una figura reconocida en Twitter, por lo que su reciente excusa suena regulinchi, cuando menos: “Queridos trolls de ultraderecha: no perdáis el tiempo buscando chistes míos de hace 12 o 14 años que leídos hoy son claramente homófobos y machistas. Ya sé que los escribí. Ya sé que en 2011 yo era tan corto como vosotros lo seguís siendo en 2023”.

De ayer en ocho

Es evidentemente significativo que el principal debate antes del 8 de marzo de 2021, en plena pandemia, sea la conveniencia de las manifestaciones. Es innegable que hasta hoy ha habido otras concentraciones: las de “cayetanos” en la zona bien de Madrid; más recientemente, las pacíficas para pedir la libertad de Pablo Hasél, los mítines en Catalunya o el acto de Vox del pasado domingo en Andalucía. También es innegable que las concentraciones del 8-M, sumadas, superarán a todas las anteriores. Y es innegable que el movimiento feminista ha confundido sus medios (manifestaciones o huelga) con su fin.

Principios y fines

Ya sé que la progresía oficial manda denostar a Gaspar Llamazares. Pero como yo no tengo el carné de progre no me lo pueden quitar, así que seguiré rescatando lo que me parezca reseñable de quien no regaló IU a Podemos. Sobre los incidentes en Barcelona, Llamazares tuiteaba: “Después de unos días, es evidente que no se trata solo de libertad de expresión, ni siquiera del malestar del desempleo y la frustración de expectativas de los jóvenes, la violencia callejera no es fruto del exceso, sino una estrategia política antidemocrática. No me representa”. Y yo añado lo mío: no debemos regalar una excusa a quienes vandalizan.

Los amigos (o algo) del Rey

Me obligan a pensar mal: si la semana en la que habían preparado un lavado de cara a Juan Carlos I por el 23-F terminó regularizando una millonada en una Hacienda impasible, ¿qué nos esconden? Pero es que el dinero ni siquiera es suyo: se lo habrían donado una decena de amigos. Gary Cooper lo definía así en Twitter: “No sé qué es más Españita, si el Rey teniendo que pagar ahora a Hacienda por sus vuelos de zorreo (fly of shame!) o 22 de sus amigos de la élite rajándose de pagar a última hora”. ¿Y pienso que las donaciones están han sido hechas debidamente o sigo pensando mal?

¿Es cuestión de la imagen?

Por supuesto, no quiero que despidan a ningún rotulista de TVE como no quise que despidieran a Bernat Barrachina después de su ya famoso: “Leonor se va de España, como su abuelo”. Pero si Barrachina está en la calle porque al rótulo le acompañaba la imagen de la infanta, ¿por qué en TVE mantienen a quien llama “partidarios de la unidad de España” a un grupo de neonazis en la pantalla, como denuncia en Twitter, entre otros, Manuel García? ¿Depende solo de quién salga en la imagen? ¿Depende de lo que diga el rótulo? ¿Depende del momento? Y esta, ya, es la RTVE también de Podemos.

La coherencia no caduca

Victoria Abril se mostró públicamente en contra de las vacunas. El problema igual es preguntar a quien no debemos qué opina de cosas sobre las que no deberían de posicionarse. Hubo un medio, privado, que no se limitó a las declaraciones y emitió una entrevista posterior que no hubiera grabado sin el desbarre de la actriz. Igual que Pablo Pérez, después de saber lo de Abril me acordé de Jurgën Klopp que, hace un año, cuando empezábamos a hablar todos de la pandemia, fue preguntado por ella en rueda de prensa y respondió que él solo era un entrenador con una gorra y que preguntaran a los expertos.

Qué asco de carroñeros…

Nunca me gustaron las manifestaciones de “rodea al congreso”. Ni las que organizó Podemos ni las que organizó Jusapol. Y en esta misma columna he criticado con dureza los actos de boicot que llevan 20 años realizando las sucesivas organizaciones juveniles de la izquierda abertzale. Pero no podemos dejar que la actualidad y la oportunidad de un tuit nos elimine el principio de realidad: comparar el asalto al capitolio con las manifestaciones en Gasteiz, Madrid o Barcelona, como aprovecha para hacer Sonia Sierra, diputada de Ciudadanos, merecen respuestas contundentes como la de Joel Joan en Twitter.

Encima, son los peores

Manuel García ha encontrado este tuit de solo hace un año en la cuenta de Vox: “Santiago Abascal hace un llamamiento a la movilización el 12 de enero en toda España ante el repugnante fraude electoral de Sánchez. Levantamiento popular contra el Gobierno traidor, ilegítimo y enemigo de la soberanía nacional. España Existe”. Precisamente quienes aplaudieron aquella manifestación de Jusapol, que fue lo más parecido que hemos visto a lo de Washington, son quienes más han aprovechado para hacer de carroñeros, y encima tienen el armario lleno de llamadas a la revuelta copiadas a Trump.

¿Qué les empuja?

Hemos hablado estos días de los nazis que se encontraban entre el grupo de mamarrachos que tomó el Capitolio estadounidense y provocó cinco muertos. Pero no solo había zumbados que se ponían cuernos de animales o integrantes de la extrema derecha más friki: personas “como Aaron Mostofsky, hijo de Shlomo Mostofsky, miembro del Tribunal Supremo de Brooklyn” (Red Jurídica Abogados) también estaban allí, con sus pieles, su vara, su escudo hurtado a un policía, sus gafas, su nombre y apellido judíos y su buena posición. ¿Qué empuja a alguien como Aaron a cometer delitos con un disfraz ridículo en defensa de Trump?

Alguna idea ya tenemos…

La difusión de los argumentos de la extrema derecha que han hecho algunos medios con la excusa de dar voz a todas las partes ha ayudado, y mucho, a que se difundan las ideas de estos grupos. También los medios que han hecho suyas las agendas que han impuesto con éxito los populistas. Y los que buscan tener más clicks en su web que en la de la competencia a cualquier precio. Nada justifica colaborar con el fascismo como hizo y hace Antena 3, llamando a Roberto Centeno, que aseguró que el ataque era obra de antifascistas. Ni siquiera que seas un poco fascista: eso lo explica pero no lo justifica.

No seas como ellos, no seas tonto

Aunque parezca imposible, hay gente como Roberto Centeno, capaz de afirmar que el ataque ha sido organizado y perpetrado por antifascistas para culpar a la extrema derecha estadounidense que, pobre, nunca hace nada además de quemar unas cuantas cruces cada año. Son los herederos ideológicos y morales de quienes aseguraron que Gernika fue bombardeada por los republicanos, y la tropa de idiotas de la que se sirven y que se creen que un tatuaje que, en realidad, corresponde a un videojuego (ese es el nivel de friquismo de los asaltantes) es un símbolo antifascista de un infiltrado.

Y Pili Zabala habló

Después del desprecio a las víctimas del GAL que Echenique pronunció pero hizo todo Podemos, la reacción de Pili Zabala resulta bastante digna: la anterior candidata a lehendakari declaraba en Euskadi Irratia que necesitaba alejarse del partido. Nagua Alba y Lander Martínez también tuiteaban su protesta ante la decisión de Podemos de no apoya la comisión de investigación sobre el GAL en el Congreso porque “todo el mundo sabe ya lo que pasó”. Los que iban a asaltar el cielo se han rilado a la primera (retirar la condecoración a Billy El Niño cuando este vivía) y a la segunda (con Felipe González).

España está muy mal

Parece que un taxista y exmilitar es el responsable de un tiroteo a retratos del gobierno español en una sala de tiro privada de Málaga. La denuncia y la condena de la atrocidad ha sido prácticamente unánime, aunque algunos han brillado por su fascismo. José Antonio Pérez recordaba en Twitter que “pasa esto en Euskadi y detienen hasta al tío que ha impreso las fotos por colaboración”. ¿Dónde están las Victoria Prego que nos hablaban de una transición modélica para explicarnos ahora por qué 40 años después los franquistas y los fachas se sienten tan empoderados e impunes?

Esto no para

Después de conocer el episodio del tiroteo llego a esta noticia en El Plural y alucino con lo que leo: “Eloy Valero, concejal del PP en Novallas (Zaragoza, Aragón) y consejero de Tradiciones Culturales e Identidad Comarcal en la comarca de Tarazona y El Moncayo, se ha situado en el epicentro de la polémica tras amenazar gravemente a Pablo Iglesias a través de su cuenta oficial de Facebook. (…) Apostaba por ‘pegarle un palizón y dejarle vegetal’ en lugar de darle ‘dos tiros’ porque ‘es muy rápido’. Valero, además de concejal popular, es ‘entrenador nacional de boxeo y artes marciales titulado’”.

Populistas y racistas

Escribo estas líneas desconociendo cómo salió el mitin en Bilbao de Ortega Smith. Los de Vox decidieron hacerlo en San Francisco porque conocen muy bien su objetivo: el populismo. Por eso se fueron a un barrio en el que la población inmigrante es mayor que en otros. Allí pocos votos van a pescar y lo saben, tampoco los van a cazar en Euskadi, pero no les importa: lo suyo es hacer ruido por España. También por eso Abascal, vasco, conocedor de la Euskadi política, habla de ilegalizar al PNV y a Bildu, porque buscan la bronca, el enfrentamiento. Buscan la boca como ultraderechistas poligoneros a la salida de una discoteca.

Juan Carlos I ha caído

Ya casi nadie le defiende, y quien lo hace defiende solo la parte de su gestión visible como Jefe de Estado. Ante el resto callan. La buena noticia es que cada vez somos más los que señalamos que Juan Carlos I siempre ha ido desnudo, como el Rey del cuento pero en versión guarrindonguilla y comisionista. Así arremete The Times contra la monarquía borbónica, con una historia de “sexo” y “dinero” que “ha sacudido España”, como apunta Manuel García en Twitter. Una historia que es la misma de siempre, solo que ahora sin el velo mediático, convertido por fin en harapos. Ha llegado su momento. Y el nuestro.

Contra los que hay que estar

Manuel García acertaba a resumir en Twitter la comparación que muchos forzaron entre un acto de exaltación catalanista en el Palau y la Alemania nazi: “No deja de ser casualidad que los que se rasgan las vestiduras por la connotación soberanista y democrática de un acto en el Palau, calificándolo cínicamente de fascista, callaran como putas cuando el fascismo real se exhibió impunemente en el Ateneo de Madrid”. Personajes como el periodista Cristián Campos a la cabeza, un tipo que no es capaz de reconocer todo lo facha que hay en Vox, nos quisieron colar lo de la Catalunya fascista.

El “insulto” era “nazi”

Me fastidia terminar el año escribiendo sobre la ultraderecha y los colaboracionistas en España, pero al intento burdo de quienes no se enfrentan a los fachas de verdad y señalan a los que saben que no van a someterles bajo una bota militar, tenemos que sumar la indecencia del comité de competición de la RFEF que ha sancionado al Rayo Vallecano con una multa, clausura de parte de su estadio y a jugar la segunda parte del Rayo – Albacete a puerta cerrada por llamar “nazi” a Roman Zozulya, que ha negado sus vínculos con la extrema derecha ucraniana como si todos menos él hubiéramos nacido ayer.

Una más

Los colaboracionistas hacen lo que se espera de ellos en medios de difusión masiva como Twitter, los sospechosos de intimar con la extrema derecha son arropados y los partidos que acogen a nazis siguen siendo legales. Así cierra 2019 España: con un ultraderechista menos en la calle después de la detención de “Vicente Casinos Garcés, de 60 años, un vigilante de seguridad e histórico militante nazi”, según leemos en Público, donde también publican que el detenido “es un “nazi de toda la vida y admirador de Hitler” que se presentó en las listas de España 2000, partido relacionado siempre con los ultras pero que sigue siendo perfectamente legal. ¿Cómo y por qué?

León quiere hacer su camino

Lo que quiera hacer León lo tendríamos que decidir el resto de personas que tenemos derecho a voto en unas elecciones generales españolas, ¿no? ¿O esa falsedad solo la sacan a pasear los que quieren negar el derecho de autodeterminación de Euskadi o Catalunya? Precisamente para verles caer en sus contradicciones seguiremos el avance de la iniciativa leonesa que pretende segregarse de Castilla. En ella solo actúan partidos españoles que reclaman el derecho de la ciudadanía a decidir qué quiere ser y bajo qué autoridad desea estar. Se limitarán a negar sus propias fantasías… Pero nos vamos a divertir.

El PP, en su encrucijada

Llevamos leyendo varios días la noticia de que la utilización del idioma gallego está en retroceso. Primero, en digitales y piezas menores y, después, en reportajes de periódicos de ámbito nacional español que buscan los porqués. Ante la mala noticia, el profesor Diego E. Barros ironizaba: “Pero, cómo, si lo estábamos imponiendo. No me lo puedo creer”. Del mismo modo que con la autodeterminación de León, las medidas para impulsar el uso del gallego pondrán a los partidos españoles frente a un espejo, porque es al eterno PP gallego al que le toca avanzar… O dejar morir su propio patrimonio cultural y emocional.